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El documento argumenta que la vida en sí misma carece de sentido y que el sentido depende de las decisiones que tomamos. Explica que la existencia humana se basa en elegir y dar sentido a nuestras acciones, lo que nos diferencia de los animales. Además, señala que el universo carece de un fin y solo podemos darle sentido ordenando lo que conocemos. Por lo tanto, una vida con sentido es aquella que escapa del sinsentido dándole significado a través de nuestras elecciones.
El documento argumenta que la vida en sí misma carece de sentido y que el sentido depende de las decisiones que tomamos. Explica que la existencia humana se basa en elegir y dar sentido a nuestras acciones, lo que nos diferencia de los animales. Además, señala que el universo carece de un fin y solo podemos darle sentido ordenando lo que conocemos. Por lo tanto, una vida con sentido es aquella que escapa del sinsentido dándole significado a través de nuestras elecciones.
El documento argumenta que la vida en sí misma carece de sentido y que el sentido depende de las decisiones que tomamos. Explica que la existencia humana se basa en elegir y dar sentido a nuestras acciones, lo que nos diferencia de los animales. Además, señala que el universo carece de un fin y solo podemos darle sentido ordenando lo que conocemos. Por lo tanto, una vida con sentido es aquella que escapa del sinsentido dándole significado a través de nuestras elecciones.
Para empezar podemos decir que la vida, en sí misma, carece de
sentido. El sentido, el camino hacia el que se dirigen nuestros actos, depende de las decisiones que tomamos. La vida como tal, como algo solo biológico, no tiene una finalidad, un objeto claro que de sentido a nuestra existencia. La existencia del ser humano se basa precisamente en elegir, en dar sentido a nuestras acciones, en vivir de acuerdo a nuestros actos. Por eso, puede que nos diferenciemos de los animales en precisamente esa capacidad para otorgar sentido a las cosas. El universo como tal sencillamente es azar. Carece de un fin. Y de él solo conocemos aquello que podemos ordenar, y con ellos dar sentido. El universo se muestra ante nosotros como lógico, pero la lógica la ponemos nosotros. Por eso la existencia humana puede que se base en huir de todo ese azar que nos rodea. Una vida con sentido es una vida que escapa del sinsentido . No queremos ver que el mundo es azar. Y esto se refleja hasta en el hecho de que cuando hablamos de azar ya estamos procurando dar sentido a aquello que no lo tiene. El sentido de la vida del hombre es precisamente dar sentido.