Engels, … no examinan suficientemente el proceso de trabajo dentro de la
familia. ¿Quién se beneficia del trabajo de la mujer? Sin duda, el capitalista, pero también sin duda el hombre, que, como marido y padre, recibe unos servicios personalizados en casa. El contenido y la extensión de los servicios puede variar según las clases o los grupos étnicos o raciales, pero el hecho de que son recibidos no varía. El hombre tiene un nivel de vida más alto que la mujer por lo que se refiere al consumo de artículos de lujo, al tiempo de ocio y a los servicios personalizados12. Un enfoque materialista no debería ignorar este punto crucial. De aquí se desprende que el hombre tiene un interés material en que continúe la opresión de la mujer. A largo plazo, ésta puede ser una “falsa conciencia”, ya que la mayoría de los hombres podrían beneficiarse de la abolición de la jerarquía dentro del patriarcado. Pero a corto plazo esto equivale a controlar el trabajo de otra gente, control al que el hombre no está dispuesto a renunciar voluntariamente.