Está en la página 1de 3

PENSAMIENTO DEL ADOLESCENTE

ACTIVIDAD 6 – UNIDAD 2

PRESENTADO POR:

ID. 100063622. DIGNA DEL ROSARIO JOJOA CORDOBA

ID. 100063003. BRIGITE MELISA GARCIA CORDOBA

ID. 100023033. ANA ISABEL HUERTAS

ID. 100063216. KAREN BURBANO BENAVIDES

PRESENTADO A:

ARNOLD MAYORGA

CORPORACION UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA

PROGRAMA ACADÉMICO PSICOLOGIA

PSICOLOGÍA DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA

SIBUNDOY (PUTUMAYO)

2020
LA ADOLESCENCIA UNA ETAPA QUE NO CUENTA EN LAS FILAS DE LOS GRUPOS
AL MARGEN DE LA LEY.

Descripción hipotética del desarrollo

La adolescencia es una etapa larga caracterizada en lo físico por cambios rápidos y constantes
readaptaciones personales, familiares, académicas y sociales. Sin embargo, lo más influyente en
esta etapa es la relación con la sociedad con los diferentes contextos.

En este caso imagino que tengo aproximadamente 15 años soy un adolescente que enlisto las filas
de un grupo al margen de la ley.

Algunos jóvenes que ingresamos a la guerrilla, llegamos al campamento, nos entregaron una pistola
o un revolver como señal de que habían sido aceptados y como símbolo del valor de las armas en
la vida guerrillera: En la organización, se tiene entendido que la vida de uno es el arma, es la mamá
de uno, es la que ve por uno día y noche. Nos entrenan en el manejo de diferentes tipos de armas
como fusiles, granadas de mano y morteros, nos adiestran igualmente en el ensamblaje y uso de
diferentes dispositivos explosivos, en la fabricación y ubicación de las minas antipersonales, las
temibles “quiebra patas”, es un entrenamiento breve, duro y exigente. Se exige disciplina, fortaleza
y coraje, nos ejercitan en ejercicios militares: marchar, marcar el compás, desfilar, formar,
presentar armas, tenderse, trotar día y noche con equipo encima. Perder el miedo a las armas y
usarlas, labores fundamentales para la supervivencia guerrillera. Dentro del llamado orden abierto,
se prepara para el combate, aprendiendo técnicas de supervivencia, tácticas para montar
emboscadas y ataques sorpresa, la verdad ingresamos niños y nos convertimos en adultos no
vivimos la etapa de la adolescencia en los grupos armados no hay tiempo para ser joven y vivir lo
propio de la edad es por eso que nuestro pensamiento de adolescente se consolida en las
operaciones propias de un adulto.

En cuanto a las características funcionales del pensamiento mantengo la capacidad para


formular y comprobar empíricamente hipótesis enunciadas sobre la realidad ya que el
razonamiento que realizo lo hago directamente sobre la realidad que vivo y estas realidades ,me
permiten realizar enunciados verbales hipotéticos sobre hechos concretos referido a las vivencias
diarias, de aquí que puedo extraer las consecuencias, que posteriormente serán puestas a prueba en
otra experiencia real de combate, mediante experimentación activa.

Se ve afectado el carácter proposicional debido a que aún manejo mucho el pensamiento concreto
y esto impide que pueda operar u aplicar operaciones lógicas (conjunción, disyunción, condicional,
etc.) sobre proposiciones que versan sobre los objetos de la realidad y que incluyen operaciones de
clases y relaciones.

Tengo un gran desarrollo en cuanto a naturaleza combinatoria, ya que por las condiciones
ambientales en las que vivo por supervivencia continuamente me encuentro en la búsqueda de la
solución de problemas, experta en buscar todas las posibilidades que me permitan dar solución a
un problema o situación de riesgo.

Para mi es importante y vital que incorpore los conocimientos previos de experiencias vividas para
que retroalimenten mis nuevos conceptos.

En nosotros se inicia a desarrollar el idealismo pero no sobre los conflictos propios de esta etapa
que se dan entre los adolescentes y sus padres, si no como consecuencia de adoctrinamiento sobre
posiciones políticas o sociales propia del grupo social al que pertenezco, muchas horas destinadas
a la lectura y a largas y tediosas charlas sobre marxismo-leninismo y sobre la vida del Che Guevara,
Jacobo Arenas, Camilo Torres y otros “héroes revolucionarios”, memorizando las normas y
reglamentos del movimiento.

No hay espacio para el egocentrismo un rasgo característico propio de mi edad, pues en este medio
yo soy lo menos importante, lo importante es salvar la vida del grupo, no soy el centro de atención
y en este medio no hay tiempo para preocuparme por lo que los demás piensan o sienten o mi
apariencia.

Los adolescentes en entorno normales por lo general no tomamos las precauciones necesarias en
situaciones potencialmente peligrosas, pues estamos convencidos de que no nos pasara nada. Pero
los adolescentes que formamos las filas de estos grupos necesitamos ser precavidos y somos mucho
más reales en cuanto a los riesgos que tenemos en nuestro día a día de hecho si no lo hacemos
nuestra vida está en peligro, para nada aplica la fábula de la invencibilidad.

También podría gustarte