ENSAYO DE: LOS PILARES DE LA EDUCIÓN DEL FUTURO - Juan Carlos Tedesco Presentado por César Augusto Villamil Salazar. Código: 201710967 Cátedra Universidad y Entorno. Grupo 30.
La educación en el mundo debe ser cambiante, permanentemente, para ir a la par con
los avances no sólo científicos, sino también sociales y económicos, y así procurar una formación integral en el ser humano que está en etapa de formación, para que de esta forma contribuya al crecimiento social y del suyo propio, en todos los aspectos. En la actualidad, el sistema educativo está diseñado para tener un largo periodo de formación sin vinculación al trabajo, acentuado por la situación creciente que vive nuestro país en cuanto a la escasa oferta laboral y al aumento de la demanda. Luego del periodo de educación viene otro periodo de desempeño laboral sin volver a la educación por muchos factores, entre estos: la falta de convicción, la falta de apoyo del empleador o, los obstáculos que impone la entidad que ofrece programas académicos. La educación, deberá transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro. Pero ¿Qué significa esto? En primer lugar, como seres vivos, desde el momento de nuestro nacimiento empezamos nuestro proceso de aprendizaje, el cual continuamos durante toda nuestra vida, consciente o inconscientemente, estamos aprendiendo todo el tiempo. Aquí es donde considero, toma relevancia el concepto de aprender a aprender: muchas de las cosas que aprendemos, las aprendemos inconscientemente, hablar, caminar, comer, leer.! En su momento no se le da la trascendencia o la importancia que tiene cada uno de estos procesos, simplemente se hacen de forma mecánica. Aprender a aprender, es un arte, y para llegar a dominarlo completamente no es suficiente con aprender; paralelamente a “aprender”, debemos ser críticos, analíticos con la información que se está recibiendo: ¿Estoy comparando o recogiendo información? ¿Estoy probando una hipótesis? ¿Qué operación realizo en un proceso de aprendizaje? ¿Cómo puedo utilizar este nuevo conocimiento? ¿En mi familia? ¿En la sociedad? Desafortunadamente, esto no siempre es fácil, es más, adicionalmente, el autoaprendizaje tiene como principal desventaja el que no todas las personas tienen las herramientas necesarias para juzgar si la información que se está obteniendo es verídica, o si es objetiva, o si es oportuna; y hago uso del concepto de autoaprendizaje en este ensayo, para destacar la importancia que tiene el docente en el proceso de la educación. Hace 30, 40, 50 años el papel del docente era el de transmitir la información que él mismo aprendía. En los últimos años, el papel que desempeña el docente ha sufrido una transformación radical, ya que no debe limitarse únicamente a transmitir la información, sino más que un profesor, debe ser un guía en el proceso de aprendizaje. Para ilustrar el concepto de “guía”, hago referencia a un documental realizado por Canal 13 Colombia y la Autoridad Nacional de Televisión, llamado “Cerebros del siglo XXI”. Allí definen Nativo Digital, como la persona que desde que nació ha estado rodeada de todo tipo de dispositivos tecnológicos, los cuales les permiten desarrollar otro tipo de habilidades, diferentes a las de las personas nacidas antes de 1980. estas nuevas tecnologías permiten que se tenga acceso a todo tipo de información. Esto promueve el autoaprendizaje, y en una proporción mucho mayor, al aprendizaje transmitido por un docente y que se adquiere en la escuela, el colegio, la universidad. Aquí es donde el papel del docente toma una importancia crucial, ya que, para una persona en proceso de formación, es mucho más fácil e interesante, el estar conectado todo el tiempo a la “autopista de la información”, y no tener que asistir a la institución en la cual está tomando clases. El docente tiene este doble reto: por un lado, motivar al estudiante para que le agrade el estudio; por otro lado, actuar como un guía, que le proporcione las herramientas con las cuales el estudiante aprenderá a aprender. Por este mismo entorno, es que el docente ya no debe quedarse en un solo tipo de aprendizaje-enseñanza, sino que es el responsable de su propio aprendizaje, para estar a la altura y responder a los nuevos desafíos que plantea el desarrollo cognitivo. La educación empieza en el hogar, y los padres son los primeros docentes que tiene una persona, por esta razón la responsabilidad en la educación no es sólo del docente, sino que es compartida. El aprender a aprender, nos lleva a aprender a hacer, en la etapa profesional. Aquí se presenta un cambio en la concepción de la satisfacción del deber cumplido; ya que se cambia, de aprender algo a cambio de un estímulo, llámese, mesada, viaje o una nota, a hacer algo a cambio de una remuneración, pero no debemos perder nunca la motivación del aprender a aprender. El aprender a ser ya refleja nuestra identidad, y para esto se requiere una compleja mezcla de factores, no solamente los que tienen que ver con la academia y con la familia, sino también los que impone la sociedad, capitalista, consumista, y en ocasiones hasta irresponsable. Esta mezcla de factores nos lleva finalmente al aprender a vivir juntos, un aspecto tan trascendental en la vida que gracias a esto es que hacemos amigos, fortalecemos nuestras relaciones interpersonales, aumentamos nuestra confianza y autoestima, y nos ayuda a conseguir metas, objetivos, siempre viviendo en absoluta y total armonía, como debe ser. Bibliografía: - Tedesco, J.C. Los Pilares de La Educación del Futuro. Sede Regional del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación. 2002. - Delors, J Los Cuatro Pilares de la Educación del Futuro. En “La Educación Encierra un Tesoro. México: El Correo de la UNESCO. 1994. Pp. 91-103. - Canal Trece Colombia. (2016, Diciembre 21). Cerebros del Siglo XXI. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=i7qiacVF74Q&t=1361s