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Cómo configurar una IP

Lo primero que debemos hacer para configurar una IP manualmente en nuestro ordenador
es abrir el centro de redes y recursos compartidos de Windows 10. Para ello podemos
buscarlo en Cortana o, si tenemos a mano el icono de red, pulsar sobre él con el botón
derecho para abrirlo directamente.

A continuación, veremos una nueva ventana similar a la siguiente.


Aquí lo que debemos hacer es localizar nuestra conexión a Internet. Generalmente solo
tendremos una, ya sea por cable (Ethernet) o por Wi-Fi, por lo que pulsamos sobre ella y
veremos la ventana de propiedades de la conexión.
Si pulsamos sobre el botón “Detalles” aquí veremos también los datos de la IP como hemos
visto antes con “ipconfig”.
Para cambiar la IP de nuestro ordenador, debemos pulsar sobre el botón “Propiedades” y,
en la nueva ventana que nos aparece, buscar el “Protocolo de Internet versión 4
(TCP/IPv4)”
Pulsamos sobre “Propiedades” y veremos una ventana similar a la siguiente.
Aquí es donde debemos configurar nuestra IP. Por defecto veremos que el sistema está
configurado para recibir la IP automáticamente a través del servidor DHCP, por lo que para
configurarla manualmente debemos marcar la segunda opción.

A continuación, rellenaremos los apartados con la siguiente información:

 Dirección IP – La IP que queremos utilizar en nuestro ordenador.


 Máscara de subred – La máscara de bits para la subred.
 Puerta de enlace predeterminada – La IP del router a través del cual salimos a
Internet.
 DNS primario – Primer servidor DNS (8.8.8.8, por ejemplo, para el de Google)
 DNS secundario – Segundo servidor DNS, que se utilizará cuando el primero falle.
Una vez hemos rellenado estos datos ya podemos guardar los cambios y aplicarlos en el
equipo. Durante unos instantes se reiniciará la conexión de nuestro ordenador para que, al
reconectar, lo estemos haciendo ya con nuestra nueva configuración.

De esta manera podremos saber con qué dirección se conecta siempre el ordenador y abrir
fácilmente puertos o servicios sin peligro a que esta pueda variar. Sin embargo, debemos
tener cuidado de no utilizar la IP en dos ordenadores diferentes al mismo tiempo ya que, de
hacerlo, tendremos problemas de conectividad.
Conclusiones

 Es importante tener conocimientos claros acerca de las direcciones IP y cual


su funcionamiento, lo cual ayudará a decidir qué tipo o clase de
direccionamiento IP debemos utilizar de acuerdo a nuestras necesidades ya
sea en el hogar, empresa pública o privada.

 El manejo de las direcciones IP además permite identificar cuando un


computador maneja una dirección que a su vez es ésta de forma estática, a
qué grupo de trabajo pertenece en una red.

 Para hacer uso de una red en cualquier lugar que cuente con un número
mayoritario de PCs deben utilizar la clase A de direccionamiento IP que le
permitirá una mayor fluidez en la comunicación y será más eficaz para la
cantidad de hosts que se encuentren conectados al internet. En cambio para
redes más pequeñas que no poseen gran cantidad de hosts deben usar clases
distintas a la A, como son las clases de tipo B, C o D.

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