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MEDIOS DE

COMUNICACIÓN Y
GLOBALIZACIÓN:
TENSIONES DE LA POLÍTICA, LAS
IDENTIDADES Y LA EDUCACIÓN
PÁGS.: 12-22

Carlos Eduardo Valderrama H.*

En el marco de la relación entre los medios de comuni- This article seeks, from a panoramic reflection, to make
cación y la globalización se configura una serie de tensio- known some points of tension emerging from the configuring
nes relacionadas con la conformación de identidades, con relations between mass media and globalization, related to
las nuevas formas de lo político y con los sentidos de la identity creation, new forms of politics, and sense of educa-
educación. Este artículo busca, con una reflexión de ca- tion. It also states several challenges that educational sys-
rácter panorámico, señalar algunos puntos de esas tensio- tems have in order to face new and old unequitities,
nes y dejar planteados varios retos a los sistemas educativos asymmetries and injustices.
para afrontar las asimetrías, las desigualdades y las injusti-
cias de viejo y nuevo cuño. Key words: communication media, globalization,
politics, education, identity.
Palabras clave: medios de comunicación, globalización,
política, educación, identidad.

ORIGINAL RECIBIDO: 30-VII-2004 – ACEPTADO: 18-VIII-2004

* Sociólogo. Docente/Investigador del Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos, IESCO-


UC (antiguo DIUC). Estudiante de doctorado del programa sobre la sociedad de infor-
mación y el conocimiento de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC). E-mail:
cvalderramah@ucentral.edu.co

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Apertura simultáneamente dos procesos no han conformado un sólido merca-
siempre claramente diferenciables do mundial, se han fusionado
Uno de los rasgos más sobre- entre sí: por una parte, el proceso diversificando sus frentes de pro-
salientes de la globalización es la de globalización de los medios co- ducción al tiempo que se consoli-
emergencia de actores transnacio- mo tal, y por otra, los procesos que dan monopolios y se formalizan
nales de diverso tipo, orden y nivel hacen de los medios condición de oligopolios, y han entrado a su vez
diferentes a los Estados-nación: orga- posibilidad de la globalización. a formar parte de los intereses de
nizaciones panregionales de carácter otros sectores, pues como lo afirma
económico o político, organismos Thompson (1998: 213), el sector
supranacionales que aglutinan Es- financiero ha “adquirido sustancio-
tados-nación en torno de diversos sos intereses en el sector de la in-
intereses, organizaciones no guber- formación y la comunicación, como
namentales, confederaciones milita- parte de políticas explícitas de ex-
res, oligopolios de empresa privada, pansión global y diversificación”.
etc. La configuración de complejas
redes y sistemas de interacción e in- Según Held y otros (1999:
tercambio entre éstos, dan forma a 347), desde la década del
ese conjunto de procesos de setenta las dinámicas de la
carácter planetario que cu- globalización en términos
bre prácticamente todos los de la liberalización de los
órdenes de las sociedades: mercados y de las regulacio-
hablamos de los procesos nes nacionales y globales de
constitutivos de dicha glo- las telecomunicaciones y las
balización política, econó- industrias mediáticas ha
mica y cultural. dado lugar a cinco prin-
cipales tendencias: a) el
Ahora bien, uno de esos incremento en la con-
actores, complejo, ambiguo, centración de la propie-
y cada vez más significativo, dad, b) un cambio de la
son los medios de comu- propiedad pública a la
nicación1. En las dinámicas propiedad privada, c) una
de su propio desarrollo, los cada vez más frecuente
medios van generando una transnacionalización de las cor-
serie de tensiones comple- poraciones mediante el estable-
jas en prácticamente todos los cam- Muñeco javanés, de “piel de búfalo para pro- cimiento de subsidiarias o de la
pos de la sociedad. En este texto yectar una sombra muy intensa”. El cine hin- compra de empresas locales, d) la
dú comenzó contando sus epopeyas nacionales. diversificación general de las cor-
pretendemos abordar algunas de esas
tensiones clave, especialmente en los poraciones a través de diferentes
ámbitos de la política, las identida- Con respecto del primero, en su tipos de productos mediáticos, y e)
des y la educación, todo ello en el condición de industria, los medios un incremento en el número de fu-
escenario, como ya se dijo, de la masivos de comunicación no esca- siones entre productores culturales,
globalización. pan a la lógica y a las dinámicas de corporaciones de telecomunicacio-
las grandes corporaciones. Si bien nes y empresas productoras de
el surgimiento de las empresas de hardware y software2.
Globalización y medios telecomunicaciones, las agencias de
noticias y las industrias del en- En relación con la segunda di-
La compleja relación entre los tretenimiento se inició desde una mensión de nuestro acercamiento,
medios y la globalización, solo es perspectiva internacional, hoy los podemos decir, junto con Thomp-
posible entenderla si contemplamos conglomerados de estos sectores son (1998: 200), que existe globa-

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lización “sólo cuando la creciente das del anterior), no es posible sus- terización de las dinámicas rela-
interconectividad de diferentes re- traerse de los medios, y los que lo cionadas con el acceso a los bienes
giones y lugares se convierte en sis- hacen, o son forzados a hacerlo, simbólicos en el escenario de la so-
temática, en cierto grado recíproca, afrontan incalculables costos por su ciedad de la información, es la
y sólo cuando el alcance de la exclusión...”. tensión conexión-desconexión.
interconectividad resulta efectiva- Conexión-desconexión que va más
mente global”. La interconectividad Y justamente sobre esto nos in- allá de los indicadores cuantitati-
resulta siendo uno, si no el más im- teresa llamar la atención: las asime- vos de acceso a los sistemas y redes
portante, de los sustratos de información. En efec-
tecnosimbólicos 3 de la to, tanto para la vida
globalización. Y los me- cotidiana de los trabaja-
dios de comunicación, es- dores y las personas en
pecialmente los nuevos general, como para los
medios, son justamente países del Tercer Mundo,
esos agentes globales que esta tensión significa tam-
soportan ese sustrato. bién el ingreso a un juego
perverso de inclusión-ex-
La creciente mediati- clusión en los diferentes
zación de la sociedad, escenarios: laboral, edu-
agenciada gracias al desa- cacional, de servicios, de
rrollo de las tecnologías de bienestar social, etc. Co-
la información y la comu- mo lo dicen Held y otros,
nicación (redes satelitales, ejercicios de poder en un
telecomunicaciones, mi- continente pueden afec-
croelectrónica, etc.), incre- tar la dinámica diaria de
menta una doble condición cientos de miles de hoga-
(de vieja data) de los me- res en otros continentes,
dios: su carácter de media- hasta el punto que, como
dores sociales (Martín también lo reconoce Cas-
Serrano, 1978) y de agen- tells (1999: 160 y ss), paí-
tes de la sociedad de mer- ses enteros (los del África
cado, y su carácter de subsahariana, por ejemplo)
mediadores sociopolíticos queden excluidos de esa
a través de los usos y empo- nueva dinámica económi-
deramientos que los sujetos ca de la globalización y la
individuales y colectivos En el siglo XVIII eran populares las representaciones callejeras de las sociedad de la información
“sombras chinescas”. El Palais Royal de París tuvo uno de los
hacen de ellos. Existe, pues, primeros teatros fijos para estas funciones. que la sustenta.
una especie de dependen-
cia mediática, tanto individual como trías relacionadas con las dinámi- Además de la concentración de
colectiva en casi todos los órdenes cas de conexión-desconexión que poder económico, la monopoliza-
de la vida. Junto con otras tecnolo- se generan a partir de la conforma- ción del ámbito de la comunicación
gías de la comunicación y la infor- ción de redes mediáticas. Si parti- y la información lleva a la concen-
mación, los medios han pasado a mos del supuesto de que la actual tración del poder simbólico de
ocupar un lugar central en la cons- sociedad se estructura a partir de manera privada y con altas desigual-
trucción de nuevas formas cognos- la conformación de redes, tal y dades de diverso orden. El consu-
citivas y maneras de relacionarse con como nos lo ilustran ampliamente mo de productos mediáticos en
el mundo. Para Orozco (2001: 20), Castells (1999), Held y otros (1999), muchos países depende de la
el “resultado es que en el presente Carnoy (2000), entre otros, un as- producción de pocas empresas pro-
milenio (y ya desde las últimas déca- pecto clave para el análisis y carac- ductoras de bienes simbólicos

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(Thompson, 1998: 216), de tal fragmentación de la identidad en ve afectada por ciertas fuerzas pro-
manera que los flujos de capital sim- diversas identificaciones, se gene- pias de la globalización y en ten-
bólico son de carácter marca- ran socialidades e identidades regio- sión con el proyecto moderno del
damente unidireccional. Se calcula nales, nacionales y locales fundadas Estado-nación. Así, para el autor,
que a finales de la década pasada, en interacciones frente a frente, de las comunidades (neighbourhoods)
entre 20 y 30 corporaciones multi- proximidad e interactividad terri- –en permanente contrapunto con
nacionales dominaban el mercado torial profundamente arraigadas en las pretensiones del Estado moder-
del entretenimiento, las noticias, la raíces históricas, esto es, más fun- no de hacer de ellas escenarios para
televisión, etc., logrando significa- damentadas en lo que se es o en lo la producción de ciudadanos obe-
tiva presencia económica y cultu- dientes– se ven tensionadas gracias a
ral en todos los continentes y la fuerza de las nuevas formas de
teniendo como base los países comunicación mediada electró-
desarrollados, especialmente los nicamente, y por el surgi-
Estados Unidos (Held y otros, miento de espacios virtuales
1999: 347 y ss)4. Sin duda al- dentro de los cuales se ge-
guna, esto ha contribuido a neran nuevas formas, o se
acrecentar lo que Aníbal Ford reconfiguran las existentes,
(2000) llama las brechas de comunidad local.
infocomunicacionales entre
países, la diferenciación –en En este marco de conver-
calidad y cantidad– entre los gencia entre procesos de globa-
sectores sociales en el acceso lización-localización y medios de
a las tecnologías de la comu- comunicación, los sujetos están
nicación y las desventajas en re-configurando sus subje-
el ejercicio del poder media- tividades en el sentido de
do por los medios. que están re-adecuando
sus nociones de tiempo y
espacio (Ortiz, 1998), la
Medios, frontera entre lo vivo y lo
identidades muerto (Turkle, 1997), es-
y subjetividad tán descubriendo-viviendo
lo que Ferrés (1998) llama
De Sousa (2003: 196 y las lógicas de la emoción y
ss), afirma que la globali- El jesuita Atanasio Kircher (1601-1680) demuestra están re-descubriendo la re-
las propiedades de las lentes y proyección de una imagen.
zación no es un fenómeno lación de sí mismos con la
lineal, monolítico e inequívo- técnica (Martín-Barbero,
co. Una de las contradicciones que que se cree ser que en lo que se 2004). Dos conceptos introducidos
hacen que ella tenga estas caracte- hace (Castells, 1999). por Thompson (1998: 55-56) nos
rísticas mencionadas por el autor es ayudan a entender estos procesos:
la tensión entre globalización y lo- En una línea similar de razo- la “historicidad mediática” y la “ex-
calización, en el sentido de que los namiento, Appadurai (1996) seña- periencia mediática”. Con el prime-
procesos de globalización se mani- la cómo la producción de lo local ro, se refiere al hecho de que “nuestra
fiestan a la par con los procesos de –entendido por el autor como una percepción del pasado, y nuestra
localización. Con respecto de lo característica fenomenológica de lo percepción de las maneras en que el
que nos interesa, ello significa que social, como estructura de las sen- pasado afecta nuestra vida actual,
junto a la desterritorialización e in- sibilidades, como producción ideo- depende cada vez más de una cre-
terdependencia entre relaciones lógica de comunidades concretas o ciente reserva de formas simbólicas
sociales pertenecientes a espacios situadas, todo ello con repercusio- mediáticas”, es decir, dependen
múltiples y distantes, y junto a la nes en la organización material–, se cada vez menos de “su experiencia

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personal, o de la experiencia per- tes son las comunidades que crean anteriormente. Uno de ellos tiene
sonal de otros cuyas aclaraciones los canales de televisión especiali- que ver con la noción de esfera pú-
procedan de la interacción cara-a- zados, en las cuales las personas no blica. De acuerdo con Keane (1997:
cara”. Con el segundo, se refiere a necesariamente están interconecta- 57 y ss), hoy no existe como una es-
nuestra percepción “de que el mun- das, aunque sí deban coincidir en fera pública unificada sino “un com-
do existe más allá de la esfera de nues- tiempos y relativamente en los es- plejo mosaico de esferas públicas de
tra experiencia personal” y al hecho pacios. Por supuesto, diferentes son diversos tamaños, que se traslapan e
de “experimentar acontecimientos, las comunidades “tradicionales” interconectan y que nos obligan a
observar a los otros y, en general, (cara a cara o mediadas institucio- reconsiderar radicalmente nuestros
aprender acerca de un mundo que nalmente por partidos políticos o por conceptos sobre la vida pública...”.
se extiende más allá de la esfera de iglesias). Con ello, lo que en última
nuestros encuentros cotidianos”. En instancia queremos decir, es que el En efecto, para el autor existen
este desanclaje de tiempos y espacios, sujeto contemporáneo tiene que vér- tres niveles ideales de esfera públi-
los horizontes de referencia ca: a) la microesfera pú-
se amplían y se comple- blica, que se presenta en
jizan para la comprensión el ámbito del sub-Estado-
del sí mismo. nación, b) la mesoesfera
pública y, c) la macroes-
Sin embargo, lo que fera pública. Este último
nos interesa resaltar es el nivel corresponde a los
hecho de que a la vez que macropúblicos confor-
se re-configuran las sub- mados por millones de ciu-
jetividades, los sujetos dadanos y tiene como
aprenden a transitar por escenario tanto las regio-
las comunidades de ads- nes como el planeta en-
cripción e identificación. tero. Volkmer (2004) ha
En efecto, no podemos descrito cómo la nueva
aceptar abstractamente el condición de la comuni-
hecho del actual cuestio- cación global, y especial-
namiento a la identidad mente la presencia de la
Ilustración de Kircher en su libro Ars Magna Lucis et Umbrae
cartesiana y la constata- (1643). “La linterna óptica o mágica es precursora del proyector WWW, ha generado una
ción de las múltiples per- de cine, pero más poética”. esfera pública global y au-
tenencias identitarias del tónoma, en la cual se re-
sujeto contemporáneo, sin com- selas con diferentes maneras de vi- configura la información política, se
prender y aceptar que esas múltiples vir juntos, con diferentes maneras de ejerce cierta soberanía en la medida
comunidades de adscripción operan ejercer la ciudadanía, o por lo me- en que no obedece directamente a
de manera muy diferente y exigen nos con múltiples posibilidades de las regulaciones estatales, emerge
lógicas de legitimación de pertenen- ejercerla más allá de los espacios tra- una suerte de integración vertical en-
cia bien diferentes. Las comunida- dicionales de la política. tre los diferentes medios de comu-
des creadas en el escenario de la nicación, se provee información
WWW, por ejemplo, son, en pala- política entre las partes más aleja-
bras de Kerckhove (2002), “just-in- Medios y política das del planeta. Para Keane (1997:
time communities”, hechas por 64), los “macropúblicos conforma-
conexión de personas con intereses La idea actual de lo público, y dos por millones de ciudadanos son
y metas comunes que coinciden en por consiguiente la idea y la práctica el resultado (no intencional) de la
tiempo y espacios virtuales –que no de la actuación pública, está asocia- concentración internacional de las
geográficos–, comunidades que pue- da a varios cambios estructurales y empresas de comunicación masiva,
den ser efímeras pero que no por esto culturales de la sociedad contempo- que antes eran detentadas y opera-
dejan de ser significativas. Diferen- ránea como los que mencionamos das en el espacio del Estado-nación”.

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Para el caso de las esferas meso y Espacialmente 5 la tensión se la dimensión verdaderamente
micropúblicas, los diarios, las radio- genera entre los medios conside- comunicativa de la esfera pública.
difusoras y la televisión regionales y rados y usados como un mero es- Es en esta tensión en donde se da,
locales crean también sus propios cenario o instrumentos burdos de como dice Jesús Martín-Barbero
públicos en el marco tanto del Esta- lo público y una idea mucho más (2000: 76), un desdoblamiento
do-nación como en el de los ámbi- compleja de ellos, con la cual se entre lo público y el público.
tos propiamente locales. les considera a la vez como acto-
res políticos y como mediadores de Ideológicamente, lo público se
Sin embargo, la relación entre matrices simbólicas de las dinámi- juega entre la opinión y la posición
lo público y los medios de comuni- cas políticas y el ejercicio del po- individual o colectiva. Siguiendo al
cación y las nuevas tecnologías de der. En efecto, como escenario y autor anteriormente citado, la “opi-
la comunicación y la información como instrumentos, con los me- nión pública que los medios fabrican
no se reduce a la mediación instru- dios se configuran espacios de ex- con sus sondeos y encuestas tiene
mental que ellos realizan. En efecto, clusión y se construyen públicos así cada vez menos de debate y de
los medios de comunicación no ac- para el espectáculo que, a través crítica ciudadanos y más de simu-
túan sólo como vehículos de infor- de la pantomima, despoja aquello lacro: sondeada, la sociedad civil
mación o como escenarios pasivos que de público tiene el ejercicio de pierde su heterogeneidad y su es-
del debate público. Una permanen- la política; y por otro lado, depen- pesor conflictivo para reducirse a
te tensión entre fuerzas hegemónicas diendo de las correlaciones de fuer- una existencia estadística” 6. Por
y contrahegemónicas configura fi- za, las fisuras, los juegos de intereses otra parte, aunque nuestra perspec-
nalmente ese espacio o esfera públi- de diverso orden, los espacios tiva sobre los medios va más allá
ca en donde se da esa relación tan mediáticos –especialmente los que de considerarlos como meros ins-
controvertida entre los medios y la se generan a partir de los medios lo- trumentos de transporte de in-
política. Brevemente nos queremos cales y las redes y comunidades formación, no por ello se debe
referir a cuatro de esas tensiones, las virtuales– se pueden transformar en desconocer esta condición, y me-
cuales tienen que ver con las dimen- condiciones y ambientes comuni- nos su capacidad de “fabricar” in-
siones espacial, ideológica, teleoló- cativos de la actuación pública y formaciones con fines políticos.
gica y participativa. del ejercicio político, es decir, en Esto justamente se halla en el cora-

Juan Zahn usó en sus proyecciones diapositivas montadas sobre un disco ( S. XVIII).
El “proyector estaba en conexión con la veleta del tejado”.

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zón de lo que Chomsky (2004) lla- Teleológicamente, la tensión Finalmente, la última tensión
ma la “fabricación del consenso” está entre el interés privado, egoís- se da entre el simulacro y la parti-
por parte de los medios, en clara ta, y lo que los teóricos de la ciu- cipación ciudadana. Por un lado,
alusión a los planteamientos de dadanía llaman el bien común; la “participación” hueca, vacía de
Walter Lippman sobre el papel que cuando los medios permiten, con sentido que se propicia a través de
deben cumplir los medios y la elite la debida apertura de tiempos y es- las líneas telefónicas, correos elec-
político-académica frente al “reba- pacios, la expresión de posiciones trónicos y chats abiertos, y de otro,
ño desconcertado” que representa la éticas y políticas, éstas corresponden en medio de la puja de los intere-
gran masa de la población. La opi- principalmente a las esferas privadas, ses económicos y privados de y en
nión pública así fabricada y así con- al interés privado: generalmente son los medios masivos, aquellos espa-
ducida no deja que la gran mayoría los gremios económicos los que se cios de canales, emisoras o impre-
de la sociedad civil pueda trascen- pronuncian, argumentan y defien- sos –a veces, si no comunitarios,
der el plano de la doxa, el plano de den sus intereses a nombre de un sí con una filosofía parecida–, que
un Sí-No-Ns/Nr, y pueda expresar supuesto interés común y público. generan ciertos escenarios de par-
su posición ética y política. Por otro En definitiva, la concentración ticipación, de reivindicación, de
lado, opiniones individuales, gracias monopólica en general, y de los exigencia y de resistencia. Escena-
a la magia de la manipulación esta- medios en particular, lleva también rios estos en donde se configuran
dística, se presentan como colecti- al ejercicio autoritario del poder algunas de las nuevas formas de
vas, de tal manera que lo colectivo político, a través de la fabricación hacer política, pues como lo plan-
resulta siendo una sumatoria de opi- de la información, la fabricación de tea Martín-Barbero (2002b: 314),
niones restringidas –restringidas por la opinión “pública” y la genera- más que sustituir, los medios han
quien elabora la pregunta y la inter- ción de supuestos consensos que “entrado a constituir, a hacer parte
preta–, de individuos que nunca pretenden manipular dinámicas de la trama de los discursos y de la
entraron en diálogo, que nunca políticas tanto en el interior de los acción política misma, ya que lo
construyeron su opinión colectiva- países como en las relaciones que esa mediación produce es la
mente, públicamente. internacionales. densificación de las dimensiones

La linterna mágica lleva un fantasma a escena ( S. XVIII). “Los efectos conseguidos eran superiores
a los del cine moderno”.

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simbólicas, rituales y teatrales que como un conjunto de saberes entendida la educación, continúa
siempre tuvo la política” 7. acumulativos, estáticos e inmodi- Castells, se pone en tela de juicio
ficables, es hoy seriamente cuestio- todo el sistema educativo desarro-
nado. La transmisión del saber o de llado en la era industrial.
Medios y educación la información hoy no es suficiente
para atender los retos de una socie- En este sentido, el reto es tan-
Podemos decir que todo lo an- dad en la cual circula una gran masa to pedagógico como político. Pe-
terior nos lleva a plantearnos una de información, a altísimas veloci- dagógico, porque asumir ese nuevo
serie de interrogantes que se con- dades y con una muy rápida obso- estatuto del saber implica generar
centran en torno de la pregunta por lescencia. Uno de los retos que prácticas pedagógicas que resig-
la formación del sujeto en general según Castells (2001: 307-308) te- nifiquen y actualicen, en primer
y por la formación del sujeto polí- nemos planteados con respecto de lugar, postulados de la pedagogía
tico –ciudadano– en particular. Los la actual sociedad está relacionado que abogan por reconocer que el
retos educativos en este escenario con la capacidad de procesar infor- sujeto pedagógico es un sujeto ac-
de la globalización y con ella la mación y generar conocimientos. tivo, que posee saberes construi-
globalización de la comunicación y De esta manera, entender la edu- dos a partir de sus experiencias
de los medios, tienen que ver con cación como la “adquisición de la cotidianas y que tiene un infinito
al menos tres grandes puntos: capacidad intelectual necesaria potencial creativo; en segundo lu-
para aprender a aprender durante gar, que consideren al conjunto de
1. Es indudable que el saber ha toda la vida, obteniendo informa- saberes como algo dinámico y en
adquirido un nuevo estatuto (Martín- ción digitalmente almacenada, permanente renovación; y final-
Barbero, 2003). Nuevas narrativas recombinándola y utilizándola para mente, que consideren que la cons-
sobre y del conocimiento aparecen producir conocimientos para el trucción y producción de saberes
en el escenario. El sentido tradicio- objetivo deseado en cada momen- es un proceso tanto individual
nal de la educación y la pedagogía, to”, se convierte en un elemento como colectivo, en el cual es ne-
que consideraba al conocimiento clave para todas las sociedades. Así cesario generar espacios tanto de

Estampa francesa de 1810: “proyecciones fantasmagóricas”.

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Perfeccionamiento del “viejo tambor de metal, el zoótropo, inventado por W.G. Horner”,
y patentado en 1877 por Émile Reynaud.

trabajo personal como de trabajo educación que permitan afrontar miento. Una de ellas es la alfabeti-
en equipo. estas nuevas realidades? zación en otros lenguajes diferentes
al escrito. Nos referimos especial-
Y político, porque justamente 2. Debemos anotar que los de- mente al lenguaje audiovisual y al
ese papel y esa dinámica de la infor- sarrollos tecnológicos han incre- hipertexto. En efecto, hoy la infor-
mación y el conocimiento en la mentado considerablemente la mación que circula y que es suscep-
sociedad actual, son también esce- capacidad de transporte y manipu- tible de transformarse en saberes
narios de una nueva forma de des- lación de información por parte de específicos se expresa a través de
igualdad social que se fundamenta los medios, lo cual los hace estraté- múltiples lenguajes, muchos de
no ya en la relación laboral de ex- gicos en aquello que Moore (2002) ellos diferentes al escrito. Hoy, más
plotación sino en la exclusión mis- consideró como lo verdaderamente que los mismos docentes, los/as ni-
ma de los procesos de producción importante en la sociedad actual: ños/as y los/as jóvenes poseen en la
(de Sousa, 2003; Tedesco, 1999). En la conversión de la información en mayoría de los casos más habilidad
efecto, en la base de las desigualda- conocimiento. y sensibilidad para decodificar e
des y las injusticias de nuevo cuño interpretar la información que cir-
se encuentran procesos de exclusión Por lo anterior, es claro que uno cula por los medios masivos de
basados tanto en las capacidades de los principales retos es la forma- comunicación y las nuevas tecno-
cognoscitivas para procesar informa- ción o el desarrollo de ciertas logías de la información, pero qui-
ción como en el acceso mismo a la competencias –cognitivas, comuni- zá les falta competencias para
información y al conocimiento. cativas, sensibles, culturales– para asumirla críticamente y trabajarla
¿Qué pueden hacer entonces los sis- actuar no sólo profesionalmente en comprensivamente. Pero esta alfa-
temas educativos al respecto? ¿cuá- la era de la información sino para betización no se refiere únicamente
les serían las políticas públicas de la generar un verdadero empodera- al ejercicio decodificador, cierta-

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mente muy importante Segundo, esa esfera pú-
para asumir críticamente blica, y los nuevos esce-
la gran masa de informa- narios de lo político,
ción que circula por los requieren un sujeto autó-
diferentes medios y bajo nomo y crítico; para ello
diferentes formatos. Se la escuela debe superar las
trata también de poseer las pedagogías tradicionales
competencias para produ- fundamentalmente organi-
cir información y como lo zadas en la transmisión del
ha dicho Castells “conver- saber y en la guía del maes-
tirla” en saber social y cul- tro/a. Tercero, los nuevos
turalmente productivo. entornos de construcción
En términos de Appadurai de las subjetividades pasan
(1996), producir crítica- por escenarios que poseen
mente saber local, cono- una alta densidad comuni-
cimiento local. cativa8; el reto que aquí se
plantea es el de reconocer
3. Finalmente, el úl- ese hecho, pero no como
timo reto se refiere a la un algo meramente for-
formación de sujetos que mal, sino como una prác-
quieran y sepan dialogar tica real y democrática:
Taquiscopio de Anschütz en 1887 para una serie de 24 vistas,
con lo otro, con lo dife- aceptar activamente que
iluminadas por tubos Geissler.
rente. Mowlana (1996) los/as jóvenes tienen otras
afirma que aunque el muro de Ber- refiere a los saberes, a la capaci- competencias, otras formas de co-
lín haya caído, las barreras étnicas dad de aprender a aprender, como municación y entendimiento del y
están emergiendo y los conflictos en lo atinente a la constitución con el mundo. Desde el punto de
fundamentales continuarán mode- moral, estén preparados para asu- vista comunicativo, ello significa
lando las relaciones globales, que mir el reto de vivir juntos en me- que la escuela debe propiciar que
con el fin de la guerra fría, el sis- dio de la diversidad cultural que los actores educativos (los/as niños
tema internacional se está reorien- caracteriza a la sociedad de la co- y los/as jóvenes, docentes, padres-
tando a partir de la oposición de municación, la información y el madres) puedan expresar las múlti-
dos tendencias: el incremento del conocimiento. ples maneras de ser joven o niño,
nacionalismo y el renaciente uni- docente o padre-madre, que puedan
versalismo, y que si en el pasado, Por ello, la formación del suje- expresar la manera –o maneras–
los eruditos en relaciones interna- to en general y del sujeto político como ven el mundo, su mundo,
cionales y en comunicación inter- –ciudadano– en particular adquie- que puedan tener otros recursos,
nacional consideraban que la re nuevos sentidos que el sistema otros sistemas de expresión, otros
cultura, la etnicidad y la religión educativo tradicional no puede lenguajes diferentes al de la escri-
jugaban pequeños papeles y más cumplir. Primero, una esfera públi- tura y al de la verbalización. Final-
bien el lugar importante lo ocu- ca global implica un ejercicio de la mente, todo lo anterior pasa por
paban el poder político, las rela- participación cualitativamente di- una re-significación de los presu-
ciones de poder, la economía ferente, con horizontes de referen- puestos, las éticas y los sentidos úl-
política y la toma de decisiones cia más amplios, con criterios que timos de las políticas públicas en
racionales, hoy estos aspectos se integren la tensión entre lo local y educación, de tal manera que efec-
han convertido en ejes clave. En lo global, para lo cual la institución tivamente los sistemas educativos
este sentido, el reto para los siste- escolar debe abrir sus puertas a ese permitan generar entornos en los
mas educativos es formar sujetos nuevo escenario y no continuar en- cuales podamos construirnos como
que tanto desde el punto de vista cerrada en la repetición de prácti- humanos en un mundo justo y
comunicativo, como en lo que se cas y saberes descontextualizados. equitativo.

NO. 21. OCTUBRE 2004. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA N ÓMADAS 21


————, Oficio de cartógrafo. Travesías lati-
Citas Bibliografía noamericanas de la comunicación en la
cultura, Santiago de Chile, Fondo de
Cultura Económica, 2002b.
1 La progresiva convergencia entre sistemas APPADURAI, Arjun, Modernity at Larghe:
Cultural dimensions of Globalization, ————, La educación desde la comunica-
análogos y digitales en el ámbito de la comu- ción, Bogotá, Norma, 2003.
nicación, hace cada vez más difícil que po- Minneapolis, University of Minnesota
damos distinguir tajantemente entre los vie- Press, 1996. ————, “Crisis identitarias y transformacio-
jos medios y los denominados nuevos me- CARNOY, Martín, Sustaining the New nes de la subjetividad”, en: AA.VV. , De-
dios (Internet, prensa y radio digitales, por- Economy, New York, Russell Sage Foun- bates sobre el sujeto. Perspectivas contempo-
tales de canales de T.V.). Por esta razón, en dation, 2000. ráneas, Bogotá, Universidad Central,
este artículo vamos a referirnos indistinta- DIUC - Siglo del Hombre Editores, 2004,
mente a ellos bajo el concepto genérico de CASTELLS, Manuel, La era de la informa- pp. 33-45.
medios de comunicación, aunque en algún ción. Economía, sociedad y cultura, Vol. 1
MARTÍN SERRANO, Manuel, La media-
momento podamos hacer la distinción. La sociedad red, México, Siglo XXI, 1999.
ción social, Madrid, Akal Editor, 1978.
2 Véase también a este respecto Ford ————, La galaxia internet, Barcelona, Plaza MOORE M., G., “A Personal View: Distance
(2000) y Ramonet (2004). y Janés, 2001. Education, Development, and the
3 Entendemos por sustrato tecnosimbólico CHOMSKY, Noam, “El control de los medios Problem of Culture in the Information
el conjunto de condiciones económicas, de comunicación”, en: Revista Electróni- Age”, en: Verugapal Reddy y S. Manju-
técnicas, tecnológicas, político-institu- ca Razón y Palabra, http://www.cem.itesm. lika (eds.), Towards Virtualization: Open
cionales y culturales que permiten la con- mx/dacs/publicaciones/logos/publicado/ Distance Learning, Nueva Delhi, Kogan
figuración del tejido social y la interacción chomsky.html, disponible julio de 2004. Page, 2002, pp. 634-640.
entre los diferentes agentes sociales. DE SOUSA, Boaventura, La caída del ánge- MOWLANA, H., “Shapes of the Future:
4 Martín Barbero (2003: 10), refiriéndose lus novus: ensayos para una nueva teoría International Communication in the 21st
a las megacorporaciones, dice que “...ya social y una nueva práctica política, Bogo- Century”, en: Mowlana, H., Global
son sólo siete las que dominan el merca- tá, ILSA-Universidad Nacional de Co- Communications in Transition: The End of
do mundial: AOL-Time Warner, Disney, lombia, 2003. Diversity, London, Sage, 1996, pp.193-
Sony, News Corporation, Viacom y 214.
FERRÉS, Joan, Televisión y educación, Barce-
Bertelsmann...” OROZCO G., Guillermo, Televisión, audien-
lona, Editorial Paidós, 1998.
5 No podemos entender la idea de lo públi- cias y educación, Bogotá, Norma, 2001.
co, y de esfera pública en particular, sin FORD, Aníbal, “Procesados por otros. Dife-
rencias infocomunicacionales y sociocul- ORTIZ, Renato, Otro territorio, Bogotá, Con-
relacionarla con la idea de espacio. Sin venio Andrés Bello, 1998.
embargo, hoy tenemos que recurrir a una tura contemporánea”, en: Valderrama
Carlos E. (ed.), Comunicación-Educación. RAMONET, Ignacio, “Los medios y la globali-
noción de espacio que supere su referente
Coordenadas, abordajes y travesías, Bogo- zación”, página web de Radio Nederland,
geográfico como lugar, especialmente la http://www.rnw.nl/informarn/html/
idea de territorio vinculado al Estado-na- tá, Universidad Central, DIUC - Siglo
del Hombre Editores, 2000, pp. 65-74. cpa020730_ramonet.html, disponible
ción, y nos permita aprehender una idea junio de 2004.
de espacio hecha de trozos y convergen- HELD, D.; McGrew, A.; Goldblatt, D.;
cias, o como dice Renato Ortiz (1998: 34), Perraton, J., Global Transformations, TEDESCO, Juan Carlos, “Educación y ex-
“un conjunto de planos atravesados por Cambridge, Polity Press, 1999. clusión social. El fenómeno de la segre-
procesos sociales diferenciados”. gación en la sociedad de la información”,
KEANE, John, “Transformaciones estructura- en: Por una ciudad comprometida con la
6 Cursiva del autor. les de la esfera pública”, en: Revista Estu- educación, Vol. 2, Barcelona, Instituto
7 Cursivas del autor dios Sociológicos del Colegio de México, Vol. de Educación del Ayuntamiento de Bar-
8 Entendemos por densidad comunicativa XV, No. 43, enero-abril, México, 1997. celona, 1999.
la circulación de una gran masa de saberes KERCKHOVE, Derrick, The Internet Enters THOMPSON, J. B., Los media y la moderni-
a altísimas velocidades, la semiotización Television, A Trojan Horse in The Public dad. Una teoría de los medios de comuni-
de la vida cotidiana, y las mediaciones que Mind, en: página web de The McLuhan cación, Barcelona, Paidós, 1998.
establecen las tecnologías de la comuni- Program in Culture and Technology, TURKLE, Sherry, La vida en la pantalla. La
cación y la información en la construc- http://www.mcluhan.utoronto.ca/ construcción de la identidad en la era de
ción de subjetividades. En el ámbito esco- article_internettelevision.htm, disponi- Internet, Barcelona, Paidós, 1997.
lar, esta densidad se puede caracterizar ble abril de 2004, 2002.
desde tres dimensiones: convergencia de VALDERRAMA H., Carlos Eduardo, “Den-
MARTÍN-BARBERO, J., “Transformaciones sidad comunicativa y formación ciuda-
múltiples lenguajes, convergencia de dife-
comunicativas y tecnológicas de lo pú- dana en la escuela”, en: Revista Virtual
rentes medios de comunicación y conver-
blico”, en: Lo público. Una pregunta des- Nodos No. 3, junio de 2004, Universidad
gencia de múltiples sentidos generados a
de la sociedad civil, Memorias del V En- de la Plata, http://perio.unlp.edu.ar/
partir de la diversidad de saberes y de in- nodos/, disponible junio de 2004.
cuentro Iberoamericano del Tercer Sec-
formaciones que circulan en la institución
tor, Bogotá, 2000. VOLKMER, I., “Universalism and Particu-
escolar (Valderrama, 2004).
————, “Pistas para entre-ver medios y larism: The problem of Cultural Sove-
mediaciones”, en: Revista Signo y Pensa- reignty and Global Program Flow”, http:/
miento, No. 41, Bogotá, Pontificia Uni- /www.ksg.harvard.edu/iip/GIIconf/
versidad Javeriana, 2002, pp. 13-20. volkmer.html, disponible febrero de 2004.

22 N ÓMADAS VALDERRAMA, C. E.: MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y GLOBALIZACIÓN

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