Situación Uno: Su hija adolescente de 14 años es invitada por un grupo de
amigas a un paseo el fin de semana a la playa. Su hija nunca ha ido fuera de la casa sola por tantos días y usted tiene temor de lo que ella y sus amigas puedan hacer. En principio prefiere que no vaya, pero ella ha insistido y reclama que nunca les ha fallado. ¿Cómo lo resolvemos?
1. Reconocer que hay discordancia entre lo que yo como mamá pienso y lo
que ella desea. 2. Definir exactamente cuál es el problema. No se desconfía de ella (mi hija) sino de las situaciones de peligro que se pudieran presentar. Se hablan y se clarifican las mismas: ¿quién las acompaña? ¿existe situaciones que pongan en riesgo su integridad física y emocional? etc. 3. Proponer soluciones alternativas: Podemos dejar ir a la muchacha con ciertas condiciones: conocer a las personas que irían a ese paseo (las otras chicas y sus respectivos padres y tutores), ver la posibilidad de acompañarla si fuera posible, conocer sus itinerarios y lugares de hospedaje, entre otros. 4. Una vez teniendo éste diálogo se llegaría a un acuerdo con la hija adolescente.
Situación Dos: Su hijo de 8 años tiene muchas dificultades de concentración y
eso ha hecho que su rendimiento en el colegio no sea muy bueno, y que haya que ayudarlo mucho a hacer sus tareas concentradamente en la casa. Pero el lugar de trabajo para las tareas es el mismo donde está la televisión, y el hermano de 10, que sí tiene buenas notas y hace las tareas muy rápido, reclama porque no puede ver su programa favorito. ¿Cómo lo resolvemos?
1. Se reconoce que el punto de vista de ambas partes es válido y se requiere
de alguna estrategia para solucionarlo. 2. Dialogamos para determinar exactamente el problema. Quizá el hogar no cuenta con espacio adecuado para separar a los muchachos. 3. Probablemente hermano de 10 años solamente quiere ver ese programa en específico y puede dejar de ver el resto del día la TV. De modo que se podrían establecer horarios de tarea y esparcimiento para ambos niños. También podrían considerar ver los programas en algún otro dispositivo electrónico (bajo estricta supervisión del adulto) para poder generar lugares diferentes donde hacer la tarea y mirar el programa 4. Cada muchacho podrá expresar qué solución le parece más justa y cómoda para que el menor pueda hacer tarea y el mayor mirar su programa favorito. A partir de eso, se general soluciones de horarios y espacios para ambos.