Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
PSICOLOGÍA
Mente
Inconsciente
Impulsos y deseos inconscientes
impelen nuestro pensamiento
en formas que Freud no imaginaba
John A. Bargh
ilustraciones de tim bower
EN SÍNTESIS
Cuando decidimossobre una vo- Hay buenas razonespara que interven- Las conductasregidas por el inconscien- Sigmund Freudreflexionó a lo largo
tación, una compra, el lugar don- gan procesos inconscientes a la hora de te no se limitan a mirar a ambos lados de toda su carrera sobre la impor-
de ir de vacaciones y un sinfín de deliberar y planificar nuestras acciones. antes de cruzar la calle. Gran parte de tancia del inconsciente. Los nuevos
otras cuestiones sobre nuestra Los juicios automáticos resultan esencia- nuestro comportamiento con otros de- estudios ofrecen una visión más
vida, a menudo empleamos poco les para evitar peligros inminentes, como pende de actitudes adquiridas que sub- pragmática sobre nuestra relación
el pensamiento consciente. ser atropellado por un coche. yacen a nuestra consciencia. con un superior o el cónyuge.
vez percibidos, vinculamos de forma automática con estereotipos negro. Muchas personas con una actitud consciente positiva
interiorizados sobre cómo se comportan los miembros de cierto hacia los grupos minoritarios, y que se consideran motivados a
eN J ournal of experiMENTAL psychology, vol. 18, N.o 6, Diciembre de 1935
colectivo. Estos prejuicios sobre el grupo social en cuestión —que tratar a todos con justeza y ecuanimidad, quedan sorprendidas
calificamos de hostil, perezoso, agradable, habilidoso— a menu- por la mayor lentitud en presionar los botones bueno/negro.
do son incorrectos por lo que respecta al miembro de ese grupo Las reacciones de este tipo complican las relaciones inter-
que tenemos delante, quien seguramente no habrá hecho nada personales y el trato equitativo en los tribunales, el lugar de
para merecer alguna de estas impresiones, sean buenas o malas. trabajo y las escuelas, precisamente porque emanan de la mente
Tales reacciones reflejas suelen ser contumaces, incluso aun- inconsciente. Dado que no tenemos constancia de ellos, estos
que vayan en contra de nuestras creencias conscientes. Muchas sentimientos tienden a entrometerse en todo lo que nos ocupe
personas que dicen mantener actitudes abiertas hacia los gru- en ese momento. En lugar de admitir un prejuicio racial que
pos minoritarios quedan sorprendidas cuando los sociólogos nos negamos a reconocer, desviamos nuestra atención hacia
les revelan sus contradicciones con ayuda de un sencillo test. algún rasgo o peculiaridad negativa de la persona en cuestión.
En el test de asociación implícita se les pide a los probandos El responsable de admisión de alumnos en una universidad
que caractericen objetos presentados en una pantalla según las podría fijarse en las calificaciones menos brillantes de un candi-
propiedades que posean. Así, un cachorrillo podría calificarse de dato, a pesar de que en todos los demás aspectos ofrezca sólidas
bueno; una araña, de mala. Después, se le muestran al probando garantías, debido a que este pertenece a un grupo minoritario;
A
lgunos informes recientes denuncian que los estudios inicia- tos fisiológicos del impulso inconsciente.
En las imágenes cerebrales se observa
les que demostraban la influencia del inconsciente sobre la
que las áreas que se activan durante la
conducta social (que señalaban que se camina más despa- percepción de una superficie «áspera»
cio tras oír palabras asociadas a la vejez, como «residencia» o «anda- o «suave» también lo hacen cuando
dor») no se observaba en los experimentos repetidos que empleaban una persona tiene, o no tiene, dificulta-
des para relacionarse con otra (con la
los mismos procedimientos. Sin embargo, tales informes han obviado que presenta, en esencia, una interacción
a menudo que numerosos estudios publicados en los diez últimos años «áspera» o «suave»). Además, las regio-
sí han reproducido con éxito los hallazgos originales sobre el pen- nes que responden al calor físico también
se activan ante la cordialidad y generosi-
samiento y la conducta inconsciente, además de ampliar esta línea
dad de una relación social cálida.
de investigación hacia nuevas direcciones. La cuestión no estriba en si los diver-
sos efectos inconscientes sobre juicios
Tales estudios han confirmado que la influencia del inconsciente en el com- y conductas son reales y reproducibles
un gesto inconsciente o una palabra portamiento. En muchos de los experi- (como, de hecho, se ha demostrado),
dejada caer para los que antes se ha for- mentos iniciales se utilizaron palabras sino por qué algunos investigadores
mado una vigorosa asociación pue- y material verbal para desencadenar obtienen estos efectos y otros no. Se
den modificar la conducta de una per- una conducta. Los estudios que han evi- trata de una cuestión importante para
sona. Han aportado pruebas de que las tado recurrir a estrategias verbales y las seguir avanzando en el conocimiento de
motivaciones subliminales se valen de han sustituido por estímulos más rea- la forma en que operan las influencias
los mismos procesos mentales (memo- listas y naturales, como fotografías de sociales inconscientes. Subraya la nece-
ria operativa y función ejecutiva) que diversos deportistas, han obtenido mejo- sidad de prestar atención a los contextos
intervienen en los actos conscientes de res resultados. Esta clase de estímulos y condiciones que se requieren para pro-
autocontrol; y de que las personas sue- son los que más importan para desen- ducir pensamientos y conductas a partir
len desconocer las auténticas razones cadenar efectos inconscientes en nues- de estímulos inconscientes. Sin duda, los
que subyacen a la conducta cuando es tro día a día. esfuerzos deben proseguir. Pero el con-
influida por impulsos inconscientes. Los estudios de neuroimagen que junto de datos recopilados hasta ahora
Los estudios que no han logrado han examinado la activación de regiones muestra que la influencia del incons-
reproducir estos efectos en general cerebrales a causa de estímulos incons- ciente sobre juicios, emociones, conduc-
no han incorporado los procedimien- cientes han respaldado esta rama de la tas y motivaciones resulta importante
tos, empleados en ensayos anteriores, psicología social. Tales trabajos apor- para la sociedad en su conjunto y para la
que elevan la probabilidad de detectar tan cierta comprensión de los fundamen- vida cotidiana de los individuos.
quizá no se percate, en cambio, de que con otros aspirantes no psicólogos a lo largo de decenios. Durante buena parte del
ha sido tan estricto. siglo xx, B. F. Skinner y la escuela de psicología conductista
Aunque la investigación sobre percepción social inconsciente sostuvieron que nuestros actos se hallaban determinados por
con frecuencia se ha centrado en los estereotipos y prejuicios, lo que veíamos, oíamos y tocábamos en nuestro entorno, y que
las indagaciones en esta línea son de alcance mucho mayor. la intención consciente no desempeñaba papel alguno. Esta
En general, cuesta mucho averiguar el origen de los diversos idea estaba integrada en el clásico experimento de la rata, que
sentimientos, lo mismo positivos que negativos, y se propende aprendía, a base de ir probando, que cada vez que empujaba
a malentender sus auténticas causas. He aquí una demostración una barrita recibía una ración de alimento. En la visión skin-
clásica de este efecto. En una encuesta telefónica, se pedía a los neriana del mundo, casi todo cuanto hacemos se traduce en
entrevistados que valorasen cómo les había ido en la vida hasta variantes más elaboradas y complejas de este experimento; solo
entonces. Las respuestas dependían del día que hiciera: si el necesitamos pulsar el equivalente de la barra correcta —qui-
tiempo era agradable, tendían a caracterizar toda su existen- zás echar una moneda en una máquina de caramelos— para
cia como feliz. Pero en cuanto se percataron de este efecto, el obtener lo que deseamos.
cambio fue inmediato: cuando los entrevistadores les llamaron La doctrina conductista de Skinner quedó desacreditada en
la atención sobre el tiempo que hacía, su sentir ya no quedó los años sesenta. Pero el principio opuesto, a saber, que la con-
matizado por las condiciones meteorológicas. ducta se halla siempre sometida a un control deliberado, y nunca
provocada por las condiciones del entorno, es igualmente falso.
Sin control Basta observar o escuchar a otra persona para que nos compor-
Los pensamientos y sentimientos inconscientes no solo influ- temos de cierto modo, sin tan siquiera darnos cuenta.
yen en la percepción de uno mismo y del mundo circundante, Las personas tenemos una tendencia natural a imitar las
sino también en nuestros actos cotidianos. El efecto del in- conductas ajenas: la expresión de sus emociones, los gestos de
consciente sobre la conducta ha suscitado debates entre los brazos y manos, sus posturas corporales. Tales impulsos apa-
no realizadas por Mathias Pessiglione y Chris Frith, del Centro Vuelve Freud.Mark Solms en IyC, julio de 2004.
de Neuroimágenes Wellcome Trust del Colegio Universitario de Neuropsicoanálisis.Steve Ayan en MyC n.o 18, 2006.
Londres, se pidió a los probandos que accionasen una palanca lo