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La historia como función

humanizante
en la filosofía de Nietzsche
José Rodolfo Pérez Molina
51 FIL.
Universidad Intercontinental

2020
Índice

Resumen ............................................................................................................................................. 1

Abstract .............................................................................................................................................. 1

Introducción....................................................................................................................................... 1

Lo histórico en Nietzsche .................................................................................................................. 1

Lo histórico, lo ahistórico y lo suprahistórico ................................................................................. 4

Los tipos de historia .......................................................................................................................... 6

Conclusión.......................................................................................................................................... 8

Bibliografía ........................................................................................................................................ 9
Resumen

El estudio de la filosofía de la historia de Nietzsche puede ser considerado como clave para

la comprensión del ser humano como un ser temporal y como ser crítico del pasado en tanto

que esto le permite generar un nuevo horizonte de significación.

Abstract

The study of Nietzsche's philosophy of history can be considered a key to understanding the

human being as a temporal and critical being of the past, insofar as it allows him to generate

a new horizon of significance.

Introducción

El presente ensayo pretende examinar la postura nietzscheana con respecto a la filosofía de

la historia como función humanizante, en tanto que lo histórico y lo antropológico pueden

entenderse a través de su relación de significado. Por lo que al hacer un estudio de la filosofía

de la historia se puede llegar la a concepción de lo humano desde distintas esferas y espacios

de manifestación, en los cuales el ser humano se manifiesta como un ser temporal, cuya

esencia depende de la manera en la que se sitúa frente a su pasado y su futuro.

Lo histórico en Nietzsche

Al analizar la filosofía de la historia de Nietzsche, pueden encontrarse varias ideas relevantes

con respecto a su visión de la historicidad, sobretodo, la forma en la que éste interpreta la

postura de sus contemporáneos, los cuales se encontraban envueltos en el velo del

Neokantismo y las diversas doctrinas post-hegelianas. Frente a todos estos intentos de

1
interpretación del sentido histórico, Nietzsche aparece como un parteaguas para la filosofía

de la historia, ya que, desde sus raíces filológica y axiológicas, se logra implementar una

nueva interpretación de la historia en relación con el acontecer del ser humano.

Ante la premisa de este trabajo, resulta evidente que el estudio de la filosofía de la

historia guarda un proyecto antropológico, puesto que la postura nietzscheana y su objetivo

filológico y filosófico es la vuelta hacia los verdaderos valores del ser humano, valores que

se desligan de la tradición filosófica, la cual, a los ojos de Nietzsche, tiende a ensimismarse

en sus propias y complejas construcciones metafísicas.1

Dicho rescate del sentido humano no un es proyecto sencillo, implica un trasfondo

altamente riesgoso, ya que una deconstrucción de valores siempre acarrea tención con el

entorno en el que se acontece. Esto debido a la inmediata fricción con las posturas univocistas

y las de índole dogmática, todas aquellas tradiciones de valores antiquísimos, que, a

relevancia de este tema, toman la historia como una sucesión lineal de su progresivo

desarrollo ideológico. El cual, aunque no cambia en sus bases culturales, si lo hace con

respecto a la cosmovisión de sus miembros, los cuales, tarde o temprano, seden al cambio de

algunas tradiciones con el fin de mantenerse a la vanguardia de su tiempo.

Frente a esto se enfrenta la postura nietzscheana, contra una postura cerrada a su

interpretación histórica, en la que el acontecer del hombre se manifiesta como desarrollo

cultural, que a primera vista parece dinámico, pero que de fondo es bastante estático.

1
Cfr. Friedrich Nietzsche, Friedrich Nietzsche “La genealogía de la moral” (trad. de Roberto Mares), México,
Editorial Tomo, 2003, p. 412.

2
Para diluir un poco estas posturas, Nietzsche presenta la historia como herramienta para

entender lo humano, ya que la historia debe comprenderse desde la vida y la acción.2 En este

sentido se entiende que la pretensión del proyecto nietzscheano es el desarrollo de una cultura

histórica, la cual se manifiesta a través de la propia moral humana, presente a lo largo del

tiempo. Es en sí, una vuelta en la condición fenoménica y ontológica de la historia para buscar

un sentido ético, en el cual, el sentido de la vida humana se refleja en la determinación de la

voluntad ante las cosas. Todo lo que da cabida a la reconstrucción de nuevos valores para el

ser humano. Valores que ya no tienden a la universalidad ni a la abstracción metafísica, sino

que se centran en la individualidad del ser humano, no como máximo grado ontológico del

ser, sino como aquel que puede entenderse como factor de vida en la historia. Factor que

debe proceder de forma prudente a pesar de la constante univocidad de las tradiciones y de

lo rutinario del acontecer humano.

En este sentido se puede entender al agente de la historia como el propio superhombre,

al cual, provisto de prudencia, tiene que liberarse de la interpretación lineal de la historia para

entenderse a sí mismo como garantía en la deconstrucción de valores.

2
Cfr. Friedrich Nietzsche, Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida, Madrid, Biblioteca
Nueva, 1999, p. 38.

3
Lo histórico, lo ahistórico y lo suprahistórico

Un punto fundamental en el estudio Nietzscheano es la relación entre lo histórico y lo

ahistórico.

Con respecto a lo histórico, puede decirse que es aquello que da sentido al hombre para

comprehenderse como un ser temporal, como un ser que vive sometido bajo el influjo del

tiempo. En cierto sentido, lo histórico es aquello por lo cual el hombre reconoce los

acontecimientos del pasado desde su presente con el fin de forjarse un juicio del futuro, el

cual debe manifestar la voluntad de vivir como un deseo esperanzador, puesto que la

conciencia del devenir histórico genera un fuerte deseo de transformación con respecto a lo

que el hombre ha llegado a ser y con lo que puede llegar a ser. 3

Por otro lado, lo ahistórico se desasocia de la histórico en relación al mensaje que

genera para la humanidad, el cual no es una invitación a vivir expectantes en el pasado y con

una firme esperanza en el porvenir. Es más bien un sentido protector ante los extremos de lo

histórico, ya que es necesario desentenderse de lo histórico, para no caer en falsas ilusiones,

pues el que se mantiene expectante frente a la historia corre el riesgo de perderse de su

presente por vivir bajo un continuo pensar de posibilidades. Es en sí como un eterno pensar

en lo subjuntivo como poder ser.

Para prevenir este extremo, el hombre ahistórico, vive plenamente concentrado en la

acción presente. En este sentido, el hombre ahistórico se presenta como superior al histórico,

3
Cfr. ibídem, p. 45.

4
puesto que, al no centrarse en la contemplación del pasado, puede obrar claramente y sin

preocupaciones, ya que para él todo se manifiesta como novedad y oportunidad. En cierto

sentido puede decirse que es más feliz, puesto que no tiene preocupación por la posibilidad

de mañana.4

Sin embargo, la postura nietzscheana no se decanta por ninguna de las dos posturas,

sino que parte de la analogía entre ambas, una analogía que permite vislumbrar al hombre

desde un sentido suprahistórico, en el cual se unen tanto la contemplación por el pasado como

la acción del presente, de tal forma que el hombre suprahistórico alcanza mayor sabiduría

que los hombres histórico y ahistórico.5

En resumen, se puede hacer la comparación entre los tres sentidos de la historia, ya que

el hombre histórico es el que puede entenderse como el más piadoso, puesto que al

contemplar lo pasado, se mantiene expectante en el anhelo del futuro y cuyo lema de vida se

asemeja al memento mori.

Por otro lado, el hombre ahistórico se place más en la acción de su presente, sin

preocuparse por el futuro lejano. Es el hombre con el que la mayoría se identifica, un ser que

busca y encuentra la felicidad en su acontecer cotidiano y al parecer tiene por lema el carpe

diem.

Por ultimo está el hombre suprahistórico, el cual se presenta como el más sabio, puesto

que traspasa los límites de la historia en busca del verdadero sentido de la vida (de forma

4
Cfr. ibídem, p. 46.
5
Cfr. ibídem, p. 47

5
frenética). Es, en pocas palabras, el verdadero filósofo, el cual, desde la postura nietzscheana,

se atreve a cuestionar su tradición y su presente con el fin de reformularse nuevos valores,

aun cuando esto lo lleve por un camino tortuoso y complicado. Sin embargo, el hombre

suprahistórico no teme al sufrimiento de su condición, puesto que ha asumido su παθος como

un medio para forjarse un juicio crítico con respecto a su conciencia histórica.6

Los tipos de historia

Como último aspecto de la filosofía de la historia nietzscheana, ha de entenderse que “la

historia pertenece al ser vivo en tres aspectos: en la medida en que es un ser activo y persigue

un objetivo, en la manera en que preserva y venera lo que ha hecho y en la medida en que

sufre y tiende necesariamente a su liberación”.7 Estos aspectos son los que nos ayudan a

distinguir la historia desde tres especies diferentes, pero complementarios en uno del otro.

Dichas especies son: la historia monumental, la historia anticuaria y la historia crítica.

Con respecto a la historia monumental, puede decirse que es la historia para el hombre

histórico, puesto que pertenece al que necesita de un modelo arquetípico sobre el cual

desarrollar su vida en forma de μιμεσις, lo cual significa que parte del pasado como una

alegoría educativa, de la que rescata un mensaje de consuelo para la vida humana.

Para el que sigue esta especie de historia “lo que alguna vez fue capaz de agrandar al

concepto de “hombre” y llenarlo de un contenido más bello tiene que existir siempre para ser

6
Cfr. Friedrich Nietzsche, Friedrich Nietzsche, “La genealogía de la moral” (trad. de Roberto Mares),
México, Editorial Tomo, 2003, p. 432.
7
Friedrich Nietzsche, Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida, Madrid, Biblioteca Nueva,
1999, p. 52.

6
capaz de realizar eso eternamente”.8 Es en sí la fuerte confianza en la humanidad a manera

de monumento perpetuo, del cual siempre es posible la conmemoración de su significado.

Es un tipo de historia que claramente hace alusión a la vida del religioso, puesto que

este vive en la eterna ανάμνησις, en espera de una esperanza teleológica y viviendo bajo la

normativa de lo ritual. Tal como dicen las últimas palabras de la plegaria eucarística “haec

quotiescumque feceritis, in mei memoriam facietis”. 9

En segundo lugar, está el que sigue la historia anticuaria, para el que la historia se

conserva y atesora al igual que baratija, como algo pequeño, decrépito y limitado.

Se puede decir que el hombre de alma anticuaria es el que se empeña en la conservación

del pasado como un sentimiento simple y de modesta satisfacción.10 Es aquel que se contenta

con exaltar nacionalismos o pequeñas tradiciones como parte de una memoria ancestral, que

se conserva y se venera gracias al apego y al sentimiento de identidad que de ésta se producen.

Este tipo de historia puede ser fácilmente aplicable a las comunidades pequeñas, cuyas

tradiciones conforman un núcleo de sentido basado en el sentimiento de pertenencia y en el

apego por lo propio como algo plenamente singular y rebosante de sentido.11

8
Ibídem, p. 53.
9
S.a, Misale Romanum, Estados Unidos, Benziger Brothers, 1961, p. 311.
10
Cfr. Friedrich Nietzsche, Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida, Madrid, Biblioteca
Nueva, 1999, p. 60.
11
Cfr. ídem

7
En última instancia está la historia crítica, la cual se opone a la perspectiva religiosa y

a la costumbre ancestral. Esto debido a la necesidad de oposición o ruptura con el pasado, ya

que el pasado no está exonerado de culpabilidad.

En este sentido, todo pasado es libre de ser juzgado no por el ser humano, sino por la

justicia misma, puesto que la naturaleza humana no es libre de violencia ni de engaño, tanto

en el plano práctico como en el teórico. De tal forma que el hombre que sigue a la historia

crítica, tiene la posibilidad de olvidar, puesto que el olvido implica asimilación y superación

ante los padecimientos de la historia.

Este tipo de historia puede ser identificada con el trabajo del filósofo, ya que este puede

indagar el pasado con el fin de superarlo mediante un aporte distinto, el cual da continuidad

a un continuo devenir de interpretación, el cual actúa como motor de la reflexión filosófica.

Conclusión

Puede decirse que la formulación de la filosofía de la historia nietzscheana nos ayuda

comprender el acontecer del ser humano desde una perspectiva bastante amplia, pero que a

su vez guarda el sentido de analogía y de crítica propio de la filosofía de Nietzsche. Asimismo,

se nota claramente, que la filosofía de la historia no puede desentenderse del trasfondo

antropológico, puesto que la propia temporalidad del mundo está regida por la conciencia

humana, de tal manera que no puede pensarse en la temporalidad sin la intervención del ser

humano, el cual interpreta los hechos desde sus categorías espacio-temporales.

8
Como postrero, se puede llegar a la idea de relación entre lo histórico y lo humano, ya

que ambos conceptos pueden determinarse mutuamente para comprenderse como parte de

un mismo proceso.

Bibliografía

Fuentes directas
Nietzsche, Friedrich, Friedrich Nietzsche “La genealogía de la moral” (trad. de Roberto
Mares), México, Editorial Tomo, 2003.
Friedrich Nietzsche, Sobre la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida, Madrid,
Biblioteca Nueva, 1999.
Fuentes indirectas
S.a, Misale Romanum, Estados Unidos, Benziger Brothers, 1961.

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