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Mucha gente visita la ciudad todos los años. Y en el verano siempre hay muchos turistas en las calles.
A Pete le gusta mirar los bonitos viejos edificios. A Carla le gusta pasear por las pequeñas calles. Ella a
menudo busca bonitas y pequeñas tiendas para entrar. O ella esta con Pete en un café viendo los turistas.
Es un sábado en verano y hace calor por la tarde. Muchos turistas están en la ciudad hoy. Gente de todas las
ciudades están en la abadía.
Solo había dos o tres turistas, en esa calle. Las tiendas tenían pequeñas ventanas. Todas las casas tenían un
bonito pequeño jardín.
Caminaron al otro lado de la calle y miraron al hombre. Cuatro o cinco personas estaban escuchando.
¿Por qué el toca aquí?, pregunto Carla. No hay muchos turistas en esta calle
¡Yo se esta melodía¡, dijo carla. Y puso una moneda en el gorro del hombre. Pete cogió su mano.
Vamos, carla, dijo Pete .................. Miremos algunas tiendas en la siguiente calle. vale, dijo Carla. Y
caminaron hacia otro lado.
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Pero no es muy bueno, dijo Pete. Y esta tocando en una calle equivocada. Los turistas están cerca de la abadía.
Encontraron una pequeña tienda. Había muchas monedas antiguas y sellos en la ventana de la tienda. Había de
muchos países.
La tienda era pequeña. Pete y Carla entraron y un hombre viejo les miraba. El era el tendero.
No es feliz, pensó Carla. ¿Por qué? Piensa que vamos a robar los sellos
Algunas 300 años dijo el tendero. Son muy valiosas. Toda moneda en mi tienda es valiosa.
Una chica también trabajaba en la tienda. Ella miraba a Carla. Carla sonrió, pero la chica no la sonrió.
El dependiente no contesto al cabo de un minuto. Ellos no hablaban, pero Carla lo comprendía. El dependiente
no hablaba, el le dijo a la chica, Vigila a los estudiantes
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Perdón le dijo a Carla y Pete. Y fue a la habitación de atrás.
Pete miraba los sellos. ven y mira este, Carla, dijo. Es de Sur América. Voy a empezar a coleccionarlos
Pero a carla no le gustaba la gente de la tienda. No eran nada amigables y siguió buscando y mirando la
ciudad.
Pete y Carla fueron a las grandes calles con los turistas. Carla estaba feliz porque ya no estaban en la tienda.
Pero el sol es caliente y Pete tenia sed. Vamos a un café cerca de a abadía, dijo.
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¿Vamos después dentro de la abadía?, pregunto Carla. El Buscara sellos de sur América allí Pero son muy
caros
Carla y Pete se sorprendieron. La gente de las otras mesas también se sorprendieron. Miraron a los dos amigos
y al hombre viejo.
¿Robar sus monedas? No!, dijo Carla. Su cara estaba caliente y roja.
No hemos robado ninguna moneda o sello! dijo Pete. Que le he dicho? Estaba enfadado de nuevo−.
Quiero mis monedas! dijo el tendero.. Las monedas que faltan y no es la primera vez.. Algunas monedas
desaparecieron el mes pasado. Algunos estudiantes las robaron. Creo yo.
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El hombre viejo no respondió
Un policía caminaba hacia la calle del café. Buscaba a Carla, Pete y al tendero. Ya los encontró. ¿Qué pasa?
Fui a coger el teléfono en la parte trasera de la tienda Entonces volvió a la tienda. Algunas monedas valiosas
faltaban, y los dos estudiantes no estaban en la tienda.
No dijo el tendero Solamente estos dos estudiantes, y Tracy. Tracy trabaja en mi tienda. Ella no roba monedas
"¿Cómo lo sabe?" pregunto a policía "He mirado en mi bolso y los bolsillos hoy" dijo el comerciante. "Y mire
en ellos la semana pasada"
"mire por favor... ahora mire por favor" dijo Carla "No robamos ninguna monedas" ella le dio su bolso
El tendero miro en el bolso de Carla y en sus bolsillos. La gente en las mesas de cerca los miraban "¿Va a
encontrar las monedas?" piensan. Pero él no encuentra ninguna moneda o sello.
"No robamos las monedas" dijo Pete "Y ahora usted lo sabe"
"Lo, lo siento" dijo el tendero, Pero no lo entiendo. ¿Donde están las monedas?"
"Las monedas son muy pequeñas" dijo el policía "Quizás están en la tienda, pero él no puede verlas"
La gente joven empezaba a tocar música. Una muchacha tocaba una flauta.
Ya se dijo el policía
"¿Donde oí eso?" pensó Y entonces ella recordó al flautista de cerca de la tienda de sellos y monedas. "El toco
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esa melodia" recordó
"¡Venid conmigo!" les dijo a Pete y al policía. "¡Vamos a buscar al hombre de la flauta!"
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"El toca en la calle cerca de la tienda del viejo hombre" dijo Pete
"Deseamos hablarle!" El hombre deseaba correr. Tengo que ir a casa, dijo el.
¡No! dijo el hombre, y hecho a correr otra vez, pero el policía le paro de nuevo.
"La muchacha de la tienda!" dijo Carla. Mirábamos algunos sellos. ¿Recuerdas? Y el tendero estaba al el
teléfono en la parte de atrás de la tienda.
"Él estaba afuera" dijo Carla, "¡La muchacha echaba por a ventana monedas!"
"Sí, dijo carla, quizás la gente le miraba perolas monedas caían al sombrero del flautista y las monedas eran de
valor, pero la gente en la calle no sabía eso".
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Después de una cierta hora, un coche del policía llego. cogió a muchacha y al flautista para llevarles a la
comisaría.
Gracias, le dijo el tendero a Carla. Las monedas son valiosas. ¿Como puedo agradecérselo? ¿Qué puedo
darle?
Carla sonrió. Dé a Pete los sellos de América del sur, dijo ella.
Pete hizo una gran sonrisa. Gracias Carla, dijo. ¡Te quiero!