Revista de revistas
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REVISTA DE REVISTAS
Rev Esp Ortod 2001; 31: 233-239
Reabsorción radicular yátrica
y por erupción ectópica
ANDREU PUIGDOLLERS
La reabsorción radicular (RR) de dientes permanen-
tes es un problema irreversible, de mayor o menor
trascendencia, con el que se enfrenta el ortodoncista
constantemente, tanto si es una manifestación más
de la maloclusión del paciente como si la actuación
del propio profesional es la responsable de la mis-
ma. Su importancia se ve reflejada en la periódica
aparición de artículos de investigación y de revisio-
nes que intentan conocer las causas y obtener con-
clusiones. En este sentido es muy satisfactorio cons-
tatar que sobre este tema contamos, recientemente,
con una excelente revisión del Dr. Tomás Sastre
(Rev Esp Ortod 2000; 30: 351-63), con el interesan-
te trabajo experimental de los Dres. Suárez Quinta-
nilla y Canut sobre el efecto de fuerzas ortodóncicas
elevadas en la raíz de incisivos (Rev Esp Ortod
1997; 27: 17-27) y con un seguimiento a largo
plazo de reabsorciones radiculares por parte de
Alarcón, Palma, López y Martín (Rev Esp Ortod
2001; 31: 37-44).
La frecuencia y relevancia de los problemas de
reabsorción radicular justifican la revisión de algu-
nos artículos recientes, que desde la perspectiva de
los estudios clínicos o desde la revisión, aportan
una información de gran interés clínico.
La reabsorción radicular puede ser la consecuencia
de la evolución de la propia maloclusión. Todos
Dirección para correspondencia:
Dr. Andreu Puigdollers
C/ Urgell 280, 1.º 2.ª
08036 Barcelona
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REDACTOR: ANDREU PUIGDOLLERS
tenemos presente el peligro que representa un cani-
no maxilar en erupción ectópica. Intentamos su
enderezamiento espontáneo si podemos tratar al
paciente en dentición mixta e intentamos descubrir
si el canino ha provocado algún tipo de lesión en
las raíces de los incisivos. Sin embargo, no sabemos
con precisión la prevalencia real de lesiones radicu-
lares, ni si con las radiografías habituales tenemos la
garantía de conocer si existe o no lesión radicular
en los incisivos y cuál es su alcance. Ericson y Kurol
publican un artículo sobre los efectos de la erupción
ectópica de los caninos, muy informativo, bien es-
tructurado y con una muestra importante, en que
compara el estudio radiográfico convencional con
el realizado mediante tomografía computarizada.
El tratamiento de ortodoncia puede ser la causa, y es
lo más frecuente, de la aparición de reabsorciones
radiculares. Como se verá más adelante existen
factores que no están bajo el control del profesional.
Sin embargo sí lo están la aparatología que se
emplea, las fuerzas que se aplican sobre los dientes
y el tiempo total de tratamiento. Janson et al. reali-
zan un estudio radiográfico comparativo de la RR
tras el tratamiento de ortodoncia en el que se han
empleado tres técnicas diferentes de aparatología
fija: arco de canto, arco recto y técnica bioeficiente
de Viazis. Los resultados pueden ayudar a reflexio-
nar sobre nuestra mecánica de tratamiento para
conseguir mayor eficiencia y menos efectos secun-
darios.
Los Dres. Killiany por un lado y Harris por el otro
presentan dos interesantes revisiones sobre la RR
causada por el tratamiento de ortodoncia. Killiany

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revisa la literatura de la década de los noventa
desde la perspectiva crítica que caracteriza la expre-
sión «basada en la evidencia». Su interés radica en
que confronta la literatura revisada en función del
tipo de estudio (estudio clínico, casos clínicos o
estudios en animales de experimentación) y que,
además, refleja las contradicciones que aparecen en
la literatura sobre un mismo tema. Por su parte,
Harris presenta una revisión que desde un aspecto
de exposición resulta más convencional pero que, al
igual que la anterior, es muy completa y aporta
útiles conclusiones prácticas. Particularmente im-
portante es el énfasis que pone en el factor familiar,
heredado, como explicación de la presencia de
reabsorciones radiculares graves.
Reabsorción de incisivos por la erupción ectópica de los
caninos maxilares: estudio con TC
Resorption of incisors after ectopic eruption of maxillary
canines: a CT study
Ericson S, Kurol J
Angle Orthod 2000; 70: 415-23
Objetivos. Investigar por TC las posiciones de los caninos
maxilares en casos en que clínicamente se sospecha que
erupcionan ectópicamente y determinar la prevalencia y
extensión de la reabsorción de incisivos durante la erupción
de los caninos maxilares.
Sujetos y métodos. Los sujetos del estudio eran niños remiti-
dos al especialista en ortodoncia por el riesgo asociado con
la erupción ectópica de los caninos maxilares. Se selecciona-
ron para realizar una TC aquellos niños con caninos ectópi-
cos difíciles de valorar en la OPG o en las periapicales por
superposición de imágenes, lo que representaba el 90% de
los niños remitidos. Se estudiaron un total de 107 niños cuya
edad variaba entre los 9 y los 15 años. A todos los niños se
les practicaron radiografías periapicales, ortopantomografías y
tomografías computarizadas transversas.
Resultados y discusión. La muestra no era estrictamente
aleatoria y diverge de la población normal escolar para estas
edades.
Se observó que las alteraciones en la erupción de los caninos
eran más frecuentes en las niñas que en los niños para el
mismo grupo de edad.
No se encontró correlación entre reabsorción de incisivos y la
edad de los niños, aunque se vieron reabsorciones graves con
exposición pulpar ya a los 9 años y el pico de frecuencia se
encontró entre los 11 y los 12 años.
Posiciones. Con relación a la raíz de los incisivos maxilares la
cúspide del canino estaba 21% por vestibular, 18% distoves-
tibular, 27% lingual, 23% distolingual, 4% apical al lateral,
1% apical al central y 6% entre central y lateral. Las erupcio-
nes por vestibular no causaban reabsorción más frecuente
que los caninos que lo hacían por palatino.
Relaciones de contacto. El 93% de los caninos ectópicos
estaban en contacto con el incisivo lateral adyacente y el
19% con el central.
Reabsorciones. Los laterales eran los dientes más afectados y
estaban más reabsorbidos que los centrales. En los lados en
Rev Esp Ortod 2001: 31
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que los caninos tenían una erupción normal se observaron
reabsorciones ligeras o moderadas en el 3%. La localización
y extensión de las reabsorciones mostraba una gran variación
principalmente con reabsorciones graves y profundas. El 60%
de las reabsorciones en los laterales y el 43% de los centrales
tenían afectación pulpar. La zona afectada más frecuente era
la apical y el tercio medio.
Tomografía computarizada. Con la TC se revelaron significa-
tivamente más reabsorciones que con las periapicales para los
centrales y laterales. La TC ha demostrado ser la más efectiva
para revelar la presencia y grado de reabsorción en los
dientes adyacentes a los caninos ectópicos. En las periapica-
les sólo se veían claramente el 50% de las reabsorciones,
pero en la panorámica la exactitud todavía era menor.
Conclusiones. Cuando se superponen canino e incisivo en las
radiografías convencionales se ha de considerar la TC. Este
estudio demuestra que las reabsorciones de incisivos maxila-
res por caninos con erupción ectópica es más común que los
datos publicados previamente, el 48% de los niños tenían
reabsorciones radiculares, y, por tanto, se subestima el riesgo
al referir el caso al especialista. Las reabsorciones pueden
ocurrir pronto, alrededor de los 9 años con un pico de
frecuencia entre los 11 y los 12 años.
La mayor parte de las reabsorciones radiculares estaban
avanzadas y sin signos clínicos o síntomas cuando se diagnos-
ticaron. Esto subraya la importancia de una supervisión tem-
prana del germen del canino maxilar y de su patrón de
erupción para evitar complicaciones en casos con problemas
de erupción. El canino no erupcionado tiende a moverse a
mesial con el tiempo, lo que aumenta el riesgo de reabsor-
ción. La exodoncia temprana del canino temporal es efectiva
en la reducción de la incidencia de caninos ectópicos.
El artículo de Ericson y Kurol tiene dos grandes
enseñanzas: demuestra que la frecuencia de reab-
sorciones radiculares por la erupción de caninos
maxilares ectópicos es muy frecuente, casi el 50%
de la muestra estudiada; además, observa que con
la simple exploración con radiografías periapicales
corremos el riesgo de subestimar la presencia de
reabsorciones radiculares en los incisivos maxilares
causadas por caninos con erupción ectópica. La
tomografía computarizada (TC) se demuestra como
el único método verdaderamente fiable para diag-
nosticar la presencia o ausencia de reabsorciones
radiculares en los incisivos, de conocer su localiza-
ción y de cuantificar la lesión.
El problema aparece cuando tenemos que justificar
una exploración con TC a un paciente de 10-12
años con caninos ectópicos por la radiación y el
costo, en comparación con la radiografía conven-
cional. La lectura y discusión de la hoja de consen-
timiento informado, como se verá más adelante, es
de gran importancia también en estos pacientes.
Han de presentarse claramente al paciente y a sus
padres todas las posibilidades con sus ventajas e
inconvenientes y los profesionales han de saber que
disponen de una buena herramienta de diagnóstico.
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Revista de revistas
Con todo, la supervisión temprana de los caninos
maxilares es fundamental para evitar todas estas
complicaciones. Por otro lado, como especialistas,
debemos insistir y apoyar el control constante de los
caninos maxilares que realizan nuestros colegas
dentistas generales, que probablemente sean los
primeros en detectar el problema. Asimismo, para
los profesores universitarios, es fundamental incul-
car a los estudiantes de odontología y a los alum-
nos de posgrado la necesidad de la exploración
de los caninos maxilares para la detección precoz de
las erupciones ectópicas y su tratamiento temprano.
Comparación radiográfica de la reabsorción apical tras
tratamiento ortodóncico con tres técnicas diferentes
de aparatología fija
A radiographic comparison of apical root resorption after
orthodontic treatment with 3 different fixed appliance
techniques
Janson G, De Luca G, Rodrigues D, Castanha J, De Freitas M
Am J Orthod Dentofac Orthop 1999; 118: 262-73
Objetivos. El primer objetivo era el de comparar la cantidad
de reabsorción radicular tras el tratamiento de ortodoncia entre
pacientes tratados con técnica de arco de canto, con técnica de
arco recto y con técnica bioeficiente de Viazis. En segundo lugar,
los autores querían comparar la cantidad de reabsorción radicular
en toda la muestra y la prevalencia de reabsorción radicular en
los incisivos superiores e inferiores.
Sujetos y métodos. Participaron 90 pacientes con un rango
de edad de 10 a 26 años. Las maloclusiones que presentaban
eran de Clase I, II/1, II/2 y III y cuando fue preciso se
practicaron extracciones. Estos pacientes se dividieron en tres
grupos de tratamiento:
– El grupo 1 lo constituían 30 pacientes que se trataron con
técnica de arco de canto. Las brackets eran convenciona-
les con ranura de 0,022 x 0,028”.
– El grupo 2 lo constituían 30 pacientes tratados con técnica
de arco recto que seguía los principios del Dr. Roth.
– El grupo 3 estaba formado por 30 pacientes que se trataron
con la técnica bioeficiente introducida por el Dr. Viazis que
utiliza brackets triangulares de 0,022 x 0,028” con alam-
bres superelásticos y acabado con 0,018 x 0,025” de acero
inoxidable.
Para cuantificar la reabsorción se realizaron radiografías peria-
picales postratamiento de los incisivos superiores e inferiores.
Se decidió estudiar únicamente estos dientes por ser aquellos
que están sujetos a más movimiento durante el tratamiento.
La reabsorción se evaluó con el sistema de puntuación de
Levander y Malmgren que clasifican las reabsorciones en
cinco grados de 0 (ausencia de reabsorción) a 4 (reabsorción
extrema, más de un tercio de la raíz). Este método es
subjetivo, se usa principalmente en estudios de reabsorciones
radiculares y no precisa estandarización de las radiografías
iniciales.
Resultados y discusión. Comparación entre grupos. La com-
paración de la cantidad de reabsorción radicular entre grupos
demostró que el grupo 3 presentaba, en promedio, menos
reabsorción que los grupos 1 y 2 en los que la reabsorción
era parecida.
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La menor reabsorción radicular en el grupo de técnica bioefi-
ciente puede deberse a la biocompatibilidad de las nuevas
aleaciones ortodóncicas y las nuevas brackets. Por maloclusio-
nes el grupo 3 tenía más Clases II/2 que necesitan más torque
coronovestibular de los centrales, un overjet algo mayor y se
observó que en el grupo 3 se experimentó una mayor retrac-
ción que en los otros grupos. Todos estos factores, a priori,
debería haber conllevado más reabsorción en el grupo 3, lo
que no sucedió. Es interesante ver que el tiempo medio de
tratamiento menor en el grupo 3 (18,93 meses) podría
explicar la menor reabsorción, pero la reabsorción era similar
en los grupos 1 (29,13 meses) y 2 (19,26 meses) con tiempos
medios de tratamiento muy diferentes. Los autores ponen
énfasis en que el uso de alambres superelásticos, aumento de
la distancia interbracket y uso de brackets sencillas puede
suponer unos movimientos más biológicos.
Cantidad de reabsorción radicular por el tratamiento de orto-
doncia. De los 90 pacientes tratados se estudiaron 355 dientes
en el maxilar y 357 en la mandíbula. Del total:
– Grado 0, sin reabsorción radicular: 2,26%.
– Grado 1, reabsorción leve: 42,56%.
– Grado 2, reabsorción moderada: 53,37%.
– Grado 3, reabsorción acentuada: 1,40%.
– Grado 4, reabsorción extrema: 0,42%.
Prevalencia de la reabsorción: los dientes más reabsorbidos
fueron los centrales superiores seguidos de los laterales supe-
riores, de los centrales inferiores y de los laterales inferiores.
Cantidad de reabsorción. Los resultados de reabsorción radi-
cular son similares a los de otros estudios.
Consideraciones clínicas. La mecánica ortodóncica se puede
simplificar con los nuevos materiales de ortodoncia obtenien-
do un control tridimensional del movimiento dentario con
alambres rectangulares superelásticos desde el principio de
tratamiento. En este estudio se demuestra que no genera
mayor reabsorción radicular y precisa menos tiempo de
sillón. Con todo, se necesitan más estudios que confirmen
estos resultados.
Janson et al. indican que, ya que los ortodoncistas
no son capaces de eliminar los factores intrínsecos
que pueden predisponer a la reabsorción radicular,
están mejorando constantemente materiales y técni-
cas para minimizar los efectos indeseables del trata-
miento. Los autores creen que el uso de alambres
superelásticos, incluso rectangulares al inicio del
tratamiento, y de brackets sencillas que permitan
una distancia interbracket mayor, y por tanto mayor
flexibilidad del alambre, producen unos movimien-
tos dentarios más «biológicos». Estas circunstancias
pueden tener relación con la menor presencia de
reabsorciones radiculares en la muestra de 30 pa-
cientes tratados de esta manera. El menor tiempo
medio de tratamiento no lo valoran como un factor
diferencial, ya que los pacientes tratados en el
grupo 2 con arco recto tenían un tiempo de trata-
miento similar.
Con todo, como indican Sastre, Killiany y Harris, los
tratamientos muy prolongados se asocian con mayor
presencia de reabsorciones radiculares. Con mucha

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probabilidad éste también haya sido uno de los
factores que han contribuido a la baja prevalencia
de reabsorción radicular en el grupo 3.
Sin duda, cualquier tratamiento de ortodoncia que
aplique una fuerza leve a los dientes producirá me-
nos áreas de reabsorción indirecta y, por tanto, menos
posibilidad de reabsorción en esa zona. El uso de
alambres rectangulares desde las primeras fases
de tratamiento no está aceptado por todos los auto-
res. Proffit en su libro indica que «se deben evitar
los alambres rectangulares que llenen la ranura de
la bracket de forma que se pueda afectar la posición
del ápice radicular». Incluso alambres rectangulares
superelásticos, ya que «crearán movimientos radicu-
lares innecesarios e indeseables durante el alinea-
miento». Asimismo, con alambres rectangulares des-
de el inicio se corre el peligro de aplicar una fuerza
relativamente intensa y de forma continua sin perío-
dos de reposo. A pesar de estas opiniones los
resultados del estudio en cuanto a las reabsorciones
radiculares son excelentes, aunque se necesitan es-
tudios con muestras más extensas.
Por último, desde un punto de vista de mecánica
ortodóncica, el enfoque terapéutico de utilizar po-
cos alambres y que los iniciales sean de níquel-
titanio superelástico como en esta técnica es, cada
vez más, una tendencia que se impone en todas las
técnicas. El uso de brackets simples, como en cual-
quier tema, presenta ventajas al aumentar la flexibi-
lidad del alambre pero no es tan eficiente en la
corrección de rotaciones o en la aplicación del
torque incorporado en las ranuras.
Reabsorciones radiculares causadas por el tratamiento
de ortodoncia: revisión de la literatura basada
en la evidencia
Root resorption caused by orthodontic treatment:
an evidence-based review of literature
Killiany D
Semin Orthod 1999; 5: 128-33
El propósito de este artículo se centra en revisar la literatura
aparecida en la década de los noventa. Desde la perspectiva
de la práctica de ortodoncia clínica basada en la evidencia
existen pocos estudios que indiquen de forma indiscutible
hechos biológicos sobre el acortamiento radicular causado
por la ortodoncia.
Pocos son los estudios clínicos con muestras de pacientes
realizados como estudios clínicos prospectivos aleatorios. En
cambio, los estudios que aparecen suelen ser series de casos o
estudios con diseños de muestras parecidas pero retrospectivos.
Estudios clínicos basados en muestras de pacientes
Bastantes estudios que utilizan diseños de series de casos
refieren una gran variabilidad en la reabsorción radicular,
hecho que se puede atribuir a una gran variabilidad individual.
Rev Esp Ortod 2001: 31
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Predicción de la reabsorción radicular. Algunos estudios
refieren que existe un mayor riesgo en acortamientos radicu-
lares en los tratamientos de maloclusiones de Clase III, mien-
tras que otros implican este riesgo al uso de elásticos de Clase
II. Por otro lado, son frecuentes la aparición de resultados
conflictivos: un estudio concluye que la morfología radicular
es un buen predictor de acortamiento radicular con el trata-
miento de ortodoncia, mientras que en otro estudio la rela-
ción que se encontraba era demasiado débil como para ser
útil para predecir una futura reabsorción radicular. Hay más
acuerdo en la correlación existente entre reabsorción y dura-
ción del tratamiento: los tratamientos más largos estaban más
asociados con mayor acortamiento radicular.
Niveles de fuerza. Se ha sugerido que emplear niveles de
fuerza ligeros es un método para minimizar los acortamientos
radiculares graves. Sin embargo, hay evidencias, tras la valora-
ción histológica de premolares, de que el uso de niveles de
fuerza elevados no incrementa necesariamente la gravedad de
la reabsorción radicular, incluso doblando o cuadruplicando la
fuerza. Sin embargo, la variación individual era grande y en
algunos individuos incluidos en el grupo de fuerzas intensas
mostró una considerable lesión radicular. Por esta razón no se
puede recomendar el uso rutinario de niveles de fuerza altos.
Técnicas de tratamiento. Entre diversos estudios que evalúan
los efectos de diferentes técnicas de tratamiento, sólo uno
encuentra una diferencia significativa entre grupos en la
cantidad de reabsorción radicular: el grupo en que se efectuó
una pausa de 2 a 3 meses en el tratamiento activo tras los
primeros seis meses de tratamiento tenía un número más
reducido de pacientes que experimentó reabsorciones radicu-
lares graves. Son resultados prometedores pero precisan una
investigación con muestras más largas.
También se han estudiado las diferencias en reabsorciones
radiculares entre tratamientos sobre pacientes con mordidas
abiertas o grandes sobremordidas, adolescentes y adultos,
dientes vitales o endodonciados. Aunque se han encontrado
diferencias, éstas son pequeñas y con gran variabilidad indi-
vidual.
Recientemente se ha empezado a evaluar el componente
genético al descubrirse un factor familiar para la reabsorción
radicular grave.
Hay nueve estudios que estudian el acortamiento radicular
mediante examen histológico. Los restos epiteliales de Malas-
sez pueden estar implicados en la reparación de la reabsor-
ción radicular en el lado de la raíz tras el movimiento
dentario. Los dientes sin una inserción periodontal completa
muestran más reabsorción radicular que los dientes que
tenían el soporte completo.
No se detectaron diferencias entre dientes que se movieron
con fuerzas continuas o con fuerzas continuas-interrumpidas.
Casos clínicos
Aunque no proporcionan la información a un nivel tan alto
como los estudios basados en muestras clínicas, también
proporciona una información útil.
Puede ocurrir reabsorción radicular de forma idiopática en
ausencia de tratamiento ortodóncico. Se ha comunicado
reabsorción radicular en casos de blanqueamiento. Por el
contrario, se ha comunicado reducción en la reabsorción
radicular tras la administración de hormona tiroidea tiroxina.
Existen pocas publicaciones sobre la estabilidad o inestabili-
dad a largo plazo de las reabsorciones radiculares graves.
Una reabsorción radicular grave no significa que el diente
siempre se pierda, aunque se necesitan más evidencias de
casos a largo plazo.
Estudios en animales
Aunque los estudios en animales no proporcionan una infor-
mación que se pueda extrapolar directamente a los pacientes,
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Revista de revistas
aporta perspectivas sobre los mecanismos involucrados. En
estos estudios se observa que las reabsorciones en la raíz se
inician adyacentes a las áreas hialinizadas. Otros estudios
sobre modelos de animales evalúan el efecto de productos
químicos en el acortamiento radicular. El bisfosfonato parece
que reduce la reabsorción. La administración de prostaglandi-
nas aumenta la reabsorción radicular aunque no se detectó
un aumento estadísticamente significativo. La indometacina
aumenta la reabsorción radicular y la tiroxina la reduce. La
forma activa de la vitamina D, el 1-25 dihidroxicolecalciferol
aumenta el número de osteoclastos. Se postula que las drogas
en un futuro se emplearán para manejar las cantidades
excesivas de reabsorciones radiculares.
Resumen
Antes de iniciar un tratamiento de ortodoncia se debe obte-
ner un consentimiento informado. Un aspecto de éste ha de
comprender la valoración de los riesgos y beneficios del
tratamiento propuesto. El paciente o sus familiares han de
estar al corriente de que puede ocurrir una reabsorción
radicular grave y se le ha de avisar sobre la prevalencia.
Para estimar el riesgo de reabsorción radicular en un estudio
de 400 pacientes se muestra que un tercio de los sujetos
experimentó más de 3 mm de acortamiento radicular y sólo
un 5% tuvo más de 5 mm de reabsorción.
En otro estudio, se calculó que un central maxilar promedio
con un acortamiento radicular de 5 mm tenía todavía unas
tres cuartas partes de su inserción periodontal, lo que explica
que no se haya comunicado en la literatura la pérdida de
dientes por acortamiento radicular. Por tanto, la pérdida
periodontal por la reabsorción radicular no parece acentuar la
pérdida dental.
En todos los pacientes existe el riesgo de acortar la vida de los
dientes permanentes que se someten a tratamiento de orto-
doncia. Aunque no existe todavía el sistema para predecir
qué individuos experimentarán más cantidad de acortamiento
apical. Por esta razón hay que informar al paciente.
El Dr. Killiany realiza una revisión crítica de la
literatura sobre las reabsorciones de la década de
los noventa. El primer aspecto de interés a destacar
es el de dividir su revisión entre artículos basados
en investigaciones clínicas con muestra, artículos
que refieren casos clínicos y estudios sobre anima-
les. Estas diferencias son clarificadoras porque úni-
camente los estudios (mejor si son prospectivos) con
muestra (seleccionada aleatoriamente) tienen un
valor añadido que supera la anécdota que constitu-
yen los casos clínicos.
En su artículo constata la contradicción de resulta-
dos entre algunos estudios sobre el valor de predic-
ción del acortamiento radicular previo al tratamien-
to como predictor de futura reabsorción radicular.
Aunque Harris y Sastre lo mencionan como un
factor predictivo claro en sus revisiones, esta contra-
dicción precisa de un estudio clínico dirigido a
estudiar el efecto de las fuerzas ortodóncicas sobre
dientes con alteraciones en la forma o tamaño
radicular de forma prospectiva y con grupo control.
Con todo, Suárez Quintanilla y Canut observan
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mayor reabsorción radicular en los incisivos conoi-
des y supernumerarios maxilares que en los incisi-
vos mandibulares normales tras la aplicación de
fuerzas de intrusión de 75 g. Este resultado está en
la línea de que los dientes más pequeños, predeci-
blemente, tendrán más reabsorciones radiculares
que los normales aunque los primeros eran maxila-
res y los segundos mandibulares.
Otro aspecto importante de la revisión es el de
observar el papel de la variación individual en la
respuesta de reabsorción radicular a las fuerzas
ortodóncicas. Las fuerzas intensas, incluso dobladas
o cuadruplicadas, no aumentan necesariamente la
gravedad de la reabsorción radicular, excepto en
algunos individuos más predispuestos. Esto es un
aspecto fundamental porque debería orientarse la
investigación en detectar estos pacientes así como
se hace en los pacientes periodontales de riesgo o
de caries. En este sentido la revisión menciona la
existencia de un factor familiar para la reabsorción
radicular grave. Otro aspecto abierto a la investiga-
ción lo constituye el papel de los medicamentos en
el manejo de las reabsorciones.
También menciona que los dientes con mucha reab-
sorción radicular no se pierden. En el II Symposium
Perio-Orto celebrado en Madrid el pasado mes de
febrero se presentaron casos con reabsorciones radi-
culares muy graves o sin casi raíz que se mantenían
en boca durante años. En este sentido, Alarcón et al.
presentan casos de reabsorciones muy graves que se
mantienen estables 10 años después de finalizado el
tratamiento.
Es conveniente el uso rutinario del consentimiento
informado, pues el paciente ha de conocer las
ventajas e inconvenientes del tratamiento. La esta-
dística que aporta Killiany es de que un tercio de los
pacientes tenía más de 3 mm pero sólo un 5%
presentaba más de 5 mm y en este último caso los
dientes mantenían una buena inserción periodontal.
Reabsorción radicular durante el tratamiento
de ortodoncia
Root resorption during orthodontic therapy
Harris E
Semin Orthod 2000; 6: 183-94
La reabsorción radicular ocurre cuando la presión sobre el
cemento excede su capacidad reparativa y la dentina queda
expuesta permitiendo que odontoclastos multinucleados de-
graden la sustancia radicular. La reabsorción radicular induci-
da por la ortodoncia se inicia adyacente a las zonas hialini-
zadas y ocurre durante y después de la eliminación de los
tejidos hialinos. Al eliminarse los tejidos hialinos conlleva la

238
remoción del cementoide y del colágeno maduro que deja
una superficie de cemento pelada que es rápidamente ataca-
da por los dentinoclastos. Dado que el cemento normalmente
es más resistente que el hueso, las fuerzas aplicadas al diente
habitualmente causan reabsorción ósea más que pérdida de
cemento.
Reabsorción radicular. Se puede clasificar, por lo menos, en
tres categorías:
– Reabsorción superficial: ocurre constantemente como mi-
crodefectos en todas las raíces, que se reparan por sí
mismos. Sólo tiene consecuencias cuando las lagunas
en el cemento se ensanchan y permiten la dentinoclas-
tia. La reabsorción puede ocurrir en cualquier parte
pero es más común alrededor del ápice. La reabsorción
superficial se detiene cuando cesa el agente instigador,
la presión, y se produce la reparación del cemento.
– Reabsorción inflamatoria: ocurre cuando la reabsorción
radicular progresa en los túbulos dentinales hacia la pulpa
que está infectada o necrótica.
– Reabsorción de sustitución: produce la anquilosis del
diente cuando el hueso reemplaza el tejido dentario reab-
sorbido.
Los odontoclastos son las células que reabsorben la raíz,
formadas a partir de monocitos como precusores. Por otro
lado, existen células que actúan en sentido contrario, que
protegen a la raíz contra la reabsorción durante las funciones
orales normales. Las células de las estructuras más internas,
aquellas más cercanas a la superficie radicular dentro de la
zona celular del ligamento periodontal, como los cemento-
blastos, fibroblastos, células endoteliales y células perivascu-
lares son las candidatas más probables a ser el mecanismo de
protección de la reabsorción de la raíz.
Prevalencia. El movimiento dentario siempre ocasiona un
cierto «redondeamiento» del ápice. Sin embargo, debido a
que existen muy diferentes criterios de identificación, es
infructuoso comparar las frecuencias de aparición de la reab-
sorción radicular entre los diferentes estudios.
Está claro que los incisivos son lo que con mayor probabili-
dad muestran reabsorción radicular. No se ha establecido si
esto se debe a que estos dientes son los que se mueven más
distancia o porque sólo tienen una sola raíz con forma de
cono agudo. Por otro lado, puede suceder que los incisivos
posean unas vías bioquímicas diferentes de las de los otros
dientes que los pongan en más riesgo, aunque no hay
evidencias de estas diferencias.
La reabsorción más a menudo ocurre en el ápice, que es
dónde se sitúa el cemento más celular. Este cemento periapi-
cal celular depende de una buena vascularización y, por
tanto, es más friable y se lesiona con facilidad si se enfrenta
a fuerzas intensas y a la parálisis vascular secundaria.
El grosor del cemento modula de alguna manera el proceso
de reabsorción. Los dientes con capas finas de cementoide y
predentina muestran reabsorciones radiculares marcadas.
Dientes afectados. Los dientes unirradiculares tienen un ma-
yor riesgo de experimentar reabsorción radicular que los
plurirradiculares, probablemente porque la mayor área radi-
cular permite la disipación de fuerzas.
La zona de la raíz con una mayor inserción está cerca de la
unión amelocementaria. La pérdida de hueso de la cresta
alveolar abre la puerta a una disminución de la estabilidad y
a una mayor movilidad dental. En los dientes con mayor
pérdida de altura de hueso alveolar se incrementan los
movimientos de «vaivén» que conducen a reabsorción radi-
cular periapical.
Métodos de valoración de la RR. Se han utilizado dos
métodos para cuantificar la reabsorción radicular, casi siem-
pre sobre radiografías:
Rev Esp Ortod 2001: 31
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– Escala ordinal de valoración visual de los grados de
reabsorción. Son fáciles y útiles, la más conocida es la
de Levander y Malmgren, pero está limitada para la
valoración estadística por las diferencias entre examinado-
res, ya que hay imprecisiones en definir el grado de lesión
y en discriminar entre grados de reabsorción.
– Mediciones con calibradores o con algún sistema informático.
Otros métodos como el uso de microscopio convencional o
electrónico raramente han proporcionado resultados cuantita-
tivos, aunque se han empezado a utilizar métodos histomor-
fométricos.
Radiografías. La clave para medir la longitud radicular radica
en la estandarización de las radiografías. Sólo sirven las
periapicales, no las ortopantomografías.
Fuerzas oclusales. La masticación intensa, el trauma oclusal y
el bruxismo crónico incrementan el riesgo de reabsorción
radicular.
Edad. No existe una pérdida de longitud radicular con la
edad.
Predictores de RR. Las diferencias en la respuesta de los pacien-
tes parece ser debida a las diferencias intrínsecas del individuo.
Los intentos para encontrar los factores biológicos clave que
gobiernan la susceptibilidad no han tenido mucho éxito.
Las diferencias de sexos son triviales porque en el mejor de
los casos el sexo cuenta poco en la variación total y ningún
diseño de estudio hasta la fecha ha justificado una diferencia
potente en colaboración entre chicos y chicas.
Una vez la raíz del diente definitivo está completamente
formada, el riesgo de reabsorción del ápice parece ser in-
dependiente de la edad. Sin embargo, hay diversas razones para
anticipar que los adultos pudieran ser más susceptibles. Porque
el recambio celular alveolar es más lento, hay menos tejidos
fibrosos sueltos en el hueso alveolar, tienen menos cemento
en el ápice que los jóvenes, el hueso lamelar es más denso,
etc.
El efecto de la edad es diferente cuando se habla de niños en
dentición mixta. Los niños tratados antes de que sus raíces
estén completamente formadas presentan menor reabsorción
radicular. Parece que el tratamiento de ortodoncia enlentece
el crecimiento de la raíz del diente que se está formando.
Una reabsorción radicular del ápice evidente antes del trata-
miento es indicativa de un incremento de susceptibilidad de
moderada a grave durante el tratamiento con aparatología
fija. En esta línea, la forma irregular de la raíz es un factor de
riesgo y se puede identificar antes del tratamiento.
Cortical ósea. Se ha encontrado que determinadas direccio-
nes del movimiento dentario, en especial la intrusión, incre-
mentan el riesgo y gravedad de la reabsorción apical. Parece
que hay una correlación entre cantidad de reabsorción y
cantidad de intrusión.
La reabsorción apical también es una función del movimiento
apical. Por eso se comunica que los incisivos presentan más
reabsorciones radiculares en casos de extracción de premola-
res que en casos de no extracción. Parece que la cantidad de
movimiento por sí mismo es predicitivo del grado de reabsor-
ción que ocurrirá.
Las raíces de los dientes están más predispuestas a reabsor-
berse si se empujan fuera del alveolo a través de o hacia el
hueso cortical. Esto se comprueba en las reabsorciones de los
dientes posteriores en casos de disyunción palatina. O en
casos en que se prepara máximo anclaje, la mayor reabsor-
ción ocurre en la raíz distal de los molares mandibulares.
Factores familiares. Una revisión de los estudios de las
últimas décadas ha sugerido una predisposición familiar para
la reabsorción radicular. Esta susceptibilidad no depende de
un solo gen sino de una herencia multifactorial, poligénica. En
un estudio de la longitud radicular de diversas series de
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Revista de revistas
hermanos que habían recibido ortodoncia se obtuvieron unas
estimaciones de heredabilidad del orden del 70%. Esto signi-
fica que dos tercios de la varianza total en reabsorción
radicular tenía que ver con los gemelos en cada familia que
compartían la mitad de sus genes en común por descenden-
cia. Por tanto, el potencial de reabsorción de un paciente
durante el tratamiento está modulado por un factor de riesgo
principalmente bioquímico. El mejor predictor disponible de
la susceptibilidad de una persona a la reabsorción radicular
es la experiencia previa de tratamiento de un hermano. Con
un horizonte más lejano se están buscando marcadores bioquí-
micos (en el líquido crevicular entre otros lugares) que sirvan
como método para identificar aquellos pacientes que tienen
más riesgo de RR durante el tratamiento.
Evaluación periódica. El problema no es en el paciente
corriente, es en aquel paciente poco corriente que pierde una
considerable cantidad de raíz aunque la maloclusión no sea
muy marcada. Estos pacientes todavía no pueden ser identi-
ficados pero se pueden tomar diversas precauciones. Radio-
grafías periapicales periódicas de los incisivos maxilares cada
6 meses descartarán estos casos poco frecuentes. Otras op-
ciones. Enlentecer el ritmo de movimiento dentario con fuer-
zas ligeras que permita los procesos reparativos del cemento;
dejar períodos de «reposo» de 2-3 meses con alambres
pasivos para permitir la reparación radicular, lo que permite
al cemento recubrir la dentina expuesta y reparar la zona de
hialinización necrótica.
Harris explica con detalle los mecanismos que ocasio-
nan la reabsorción radicular. La evolución de la RR a
partir del tejido hialino ocasionado por la fuerza
ortodóncica sobre la raíz proporciona una clave
inicial para explicar la importancia de utilizar las
fuerzas más ligeras posibles.
El aspecto, a nuestro juicio, de mayor interés es el
papel de los factores familiares como explicación de
la predisposición a la reabsorción radicular. Deter-
minada carga genética modula unos factores bioquí-
micos de diferente forma cuando recibe una fuerza
ortodóncica, lo que favorece la RR.
Es importante esta información porque uno de los
objetivos de los investigadores es el de intentar
detectar aquellos individuos que pueden ser más
susceptibles. Estos marcadores bioquímicos se bus-
can en el tejido crevicular.
La evaluación periódica, hasta que no se disponga
de medios de diagnóstico fiables para detectar per-
sonas susceptibles a la RR, es la única posibilidad
de conocer el estado de las raíces de los pacientes.
Harris recomienda radiografías periapicales periódi-
cas de los incisivos maxilares, los dientes más sus-
ceptibles a la RR, aproximadamente cada 6 meses.
Otra estrategia interesante es la de, como también
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menciona Killiany, realizar «períodos de reposo»
durante el tratamiento con arcos pasivos de 2-3
meses de duración. Esto permite al cemento recubrir
la dentina expuesta y que se repare la zona de tejido
periodontal necrótica.
CONCLUSIONES
Los artículos resumidos permiten, entre otras, ex-
traer algunas consideraciones clínicas:
– La detección y control de los caninos con erupción
ectópica ha de ser precoz porque provocan reab-
sorciones radiculares en los incisivos de casi el
50% de los pacientes. El método más fiable para
conocer si existe o no reabsorción y su magnitud es
mediante tomografía computarizada (TC).
– Es conveniente el uso rutinario del consentimien-
to informado. El paciente ha de conocer las
ventajas e inconvenientes del tratamiento. Aproxi-
madamente un tercio de los pacientes tras el
tratamiento presentará una reabsorción radicular
de más de 3 mm pero sólo un 5% de los
pacientes tendrá más de 5 mm de reabsorción
radicular. En este último caso los dientes manten-
drán una buena inserción periodontal.
– Existe una gran variación individual en la res-
puesta a las fuerzas de ortodoncia. La única
garantía precisa de futura reabsorción la constitu-
yen los casos con reabsorción radicular previa al
tratamiento, o la experiencia previa de un herma-
no que ha presentado reabsorción radicular tras
el tratamiento.
– Aunque se muestran resultados contradictorios,
los dientes más pequeños, con raíces cónicas o
alteradas tiene más posibilidad de experimentar
una reabsorción radicular más grave con el trata-
miento. El tiempo de tratamiento prolongado es
otro factor que hace previsible una mayor RR.
– La investigación sobre reabsorción radicular tiene
líneas abiertas en la detección de marcadores
bioquímicos que permitan predecir la susceptibi-
lidad de las personas. Asimismo, se está investi-
gando el papel de las drogas en el control de la
reabsorción radicular.
– Mientras no se progrese en los campos anteriores
es recomendable realizar una evaluación radio-
gráfica periódica cada seis meses y «períodos de
reposo» de dos a tres meses con arcos pasivos a
los seis meses de iniciado el tratamiento.