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La tierra en Colombia: de pocos, pero un problema de todos.

El problema de la tierra constituye para las historias de Colombia un problema de larga


duración cuya base está fundamentada en la mala distribución de los recursos y de las
tierras mismas. Esta problemática radica, igualmente, en que ella le pertenece hoy a una
población muy reducida que, en principio, tiene el control de las tierras por medio de la
implementación de prácticas violentas que en últimas terminan afectado a poblaciones
históricamente marginalizadas. Por otro lado, la distribución de la tierra en Colombia, la
mala y desigual forma de distribución se ha hecho en función de unas categorías
socialmente jerarquizadas y de las relaciones de poder que ellas establecen. Esto dicho de
otro modo significa que la tenencia o no-tenencia de la tierra está determinada por las
categorías de etnia, clase social y género. Por esta razón, opino que es importante revisar
esta problemática, pues se trata de un proceso histórico que continúa vigente. Para atender
el problema haré un análisis de fuentes dispuestas cronológicamente, que den cuenta de este
proceso histórico y de las relaciones de poder que se han establecido entre sus diferentes
actores. Es pertinente también mencionar que estas desigualdades en la distribución y
tenencia de la tierra se traduce más adelante en violencias, sin embargo, en este tema no me
voy a concentrar.

Para comenzar, hablaré primero de las comunidades indígenas y para eso tomaré la obra
Pinturas de las tierras, pantanos y anegadizos del pueblo de Bogotá de principios de siglo
XVII que ya comienza a arrojarnos información acerca de los procesos de población y
división territorial por medio del establecimiento de ciudades y pueblos. De acuerdo con
Jorge Orlando Melo, las ciudades y los pueblos diferían sustancialmente, pues en las
ciudades y haciendas vivían los españoles, mientras que en los pueblos solo podían vivir las
comunidades indígenas (Melo, 2017). Esta forma de ordenamiento territorial fue
tremendamente violenta pues allí se llevó a cabo el proceso de “reducción de salvajes” que
consistía en “domesticar” las comunidades indígenas por medio de la enseñanza de la
escolástica (Uribe Uribe, 1907) y los valores españoles. En últimas este proceso de
reducción en lo que se traducía era en una serie de violencias ejercidas por los españoles y
criollos para apoderarse de las tierras indígenas con el fin de usarlas para la agricultura y la
ganadería, además de conseguir mano de obra barata usando la coerción.
De acuerdo con Michael LaRoa y Germán Mejía, el problema del desplazamiento y el
despojo de las tierras para el caso indígena, en el tiempo inmediatamente después de la
independencia, fue causado por la expulsión masiva de las comunidades indígenas por parte
de pobladores que tenían el monopolio de la economía y la propiedad de la tierra (LaRosa y
Mejía, 2013). En suma, las comunidades debieron adaptarse desde un principio (siglo
XVII) a las políticas económicas, inicialmente de los españoles y posteriormente a la de los
criollos pos-independentistas del siglo XVIII (LaRosa y Mejía, 2013). Por lo tanto, para el
siglo XIX ya los indígenas habían perdido el 95% de sus tierras. Finalmente, los procesos
de modernización del siglo XX de proyectos agroindustriales, madereros y mineros
terminaron por afectar a las poblaciones indígenas, para entender esto podemos revisar las
palabras de Vicente Macuritofe en las cuales hace una denuncia pública acerca del
tratamiento de las tierras de las comunidades indígenas del amazonas y del despojo
arbitrario y violento de ellas por parte de los diferentes gobiernos (Macuritofe, 1973).

Ahora, me quiero concentrar en las comunidades negras en Colombia. Las comunidades


africanas llegaron al continente americano después de la baja poblacional indígena (LaRosa
y Mejía, 2013). Al igual que los indígenas, los africanos en Colombia fueron una población
históricamente afectada por las violencias de los actores con poder como los españoles y
criollos, y al igual que las comunidades indígenas, las personas africanas en Colombia no
vieron un cambio significativo en el tratamiento de su comunidad y el derecho a la tierra
después de la independencia. Al contrario, durante el siglo XIX, y fue también el caso de
las comunidades indígenas, los procesos de apropiación de sus tierras fueron muy violentos
en los cuales se ejercieron abusos de poder, con el fin de integrar grandes extensiones de
tierras para su usufructo. Ya entrado el siglo XX “solo el 25% de la población ejercía un
control real del territorio, dominando las dinámicas de mercado, las instituciones estatales y
otras dinámicas socioculturales” (LaRosa y Mejía, 2013, p. 64).

No obstante, después de la Constitución de 1991 y con la Ley 70 de 1993, se les fue


reconocidas a las comunidades afro en Colombia sus territorios (“Propiedad colectiva en
Chocó”, 2016). Sin embargo, en el video Propiedad colectiva en Chocó: camino para
proteger los derechos de la comunidad se puede observar en las personas entrevistadas que
continúa habiendo un problema de la apropiación frente a las empresas multinacionales y a
las políticas económicas extractivistas que demuestran que el control de las tierras por parte
de estas comunidades sigue siendo parcial y vigilado. Es decir, que los gobiernos dan
“libertades” del manejo de esas tierras hasta cierto momento, luego esa autonomía de la
tenencia para a ser virtual pero no real ni material.

Actualmente el problema de la tierra radica en que nuevos actores, que al igual que los
españoles, los criollos, los colonos, los hacendados y empresarios ejercen una serie de
violencias para mantener el control y la tenencia de las tierras. De acuerdo con un artículo
de la revista semana publicado en agosto del 2018, los actores del narcotráfico también
hacen parte activa de la problemática de las tierras de nuevo afectando a comunidades
marginalizadas como las comunidades africanas en Colombia, los campesinos, las mujeres
y los indígenas (Mongabay Latam, 2018). Este artículo nos demuestra que el problema es
vigente y que es importante tratarlo, ya que la incursión de políticas públicas que busquen
la equidad en cuanto a la distribución de la tierra debe ser un prerrequisito para garantizar el
derecho al disfrute de la tierra.

Bibliografía

Segrelles Serrano, J. (2018). La desigualdad en el reparto de la tierra en colombia:


Obstáculo principal para una paz duradera y democrática. Anales De Geografía De La
Universidad Complutense, 38(2). doi:10.5209/AGUC.62486

Rafael Uribe Uribe, Reducción de salvajes (Bogotá: El Trabajo, 1907)

Michael LaRosa y Germán Mejía. Historia concisa de Colombia (Bogotá: Universidad del
Rosario, Universidad Javeriana, 2013). Cap. 2: "Las naciones colombianas". pp. 49-67
“Pinturas de las tierras, pantanos y anegadizos del pueblo de Bogotá”, Hecha por mandato
de la Real Audiencia desta çiudad de Sancta Fee del Nuevo Reyno de Granada en la causa
que en ella trata el señor fiscal con don Francisco Maldonado de Mendoça," 1614. Archivo
General de Indias (Sevilla), Mapas y planos, Panamá, Santafé y Quito.

Jorge Orlando Melo. Historia mínima de Colombia (Ciudad de México: El Colegio de


México, Turner, 2017). pp. 53-73.
Vicente Macuritofe Ramírez. “Las palabras del indio Macuritofe” (1973). Tomado de:
Enrique Sánchez y Hernán Molina (Comps.), Documentos para la historia del movimiento
indígena colombiano contemporáneo (Bogotá: Ministerio de Cultura, 2010). pp. 171-175.

“Propiedad colectiva en Chocó: camino para proteger los derechos de la comunidad”,


Universidad de los Andes. Video de YouTube, publicado en octubre 20 de 2016.
Mongabay Latam. (21 de agosto del 2018). Así se disputan la tierra en Colombia. Semana.
Recuperado de: https://sostenibilidad.semana.com/impacto/articulo/robo-de-tierras-en-
colombia-por-parte-de-funcionarios-del-gobierno-que-se-alian-con-criminales/41378.

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