La desigualdad salarial en el fútbol masculino y femenino

El fútbol es, sin lugar a dudas, el deporte más conocido practicado del mundo, pero también es
uno de los más desiguales entre los deportes en general.
En un tiempo donde se lucha por la igualdad entre hombres y mujeres en todos los campos, ver
un sueldo como el de Neymar y compararlo con el de los mejores en el fútbol femenino es
percibido como un acto de total desigualdad y nada bueno para lo que se quiere. Pero, ¿es
realmente un acto de desigualdad? ¿Se debería tener un mismo sueldo entre hombres y mujeres
solo por un acto de igualdad? La respuesta es a simple vista y a un completo análisis, que no.
Mientras el fútbol femenino tiene jugadoras de calidad y con el pasar de los años ha mejorado
su nivel, el fútbol masculino sigue estando muy por encima en cuanto a desempeño, calidad y
espectáculo. No se trata de menospreciar al fútbol femenino, en lo absoluto, es una clara
muestra de la realidad.
Cuando vemos salir jugadores como Joao Félix, Martin Odegaard, Giovanni Reyna, Ansu Fati,
Kylian Mbappé, Brahim Diaz, Xavi Simons, Chercki,Tonalli, Vinicius Jr, Rodrygo Goes,
Reinier Jesús y largo etc, que, probablemente, se repartirían todos los años los premios
individuales en el fútbol femenino, mientras que a no vemos una Martha, tal vez la mejor
jugadora en la historia del fútbol femenino, y hasta ahora no ha salido otra jugadora de ese
nivel.
Está claro que el sueldo viene de las marcas y sus patrocinios, esto deriva en lo que puedan
hacer más jugadores espectaculares, es un tema claro de mercado y las marcas quieren invertir
donde hay más.
El momento que vive el fútbol femenino es similar al del masculino hace muchos años, donde
incluso no se pagaban a los jugadores por jugar en su selección ni siquiera en un mundial.
Poniendo de ejemplo a un campo totalmente distinto, la petición de tener mismos salarios, es
como si los docentes de las universidades peruanas pidieran ganar el mismo salario que pagan a
los docentes de Harvard o de Oxford. No lo hacen, saben que hay otra preparación y es otro
vuelo, no se trata de dedicarse a lo mismo, es la realidad.
Las oportunidades y la preparación deberían ser las mismas. Cada vez son más los equipos de
las mejores ligas que apuestan de gran manera a sus categorías femeninas, pero no es un acto de
igualdad dar sueldos similares, ya que la similitud no existe.
Redactado por: Paolo Linarez