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Colegio Hispanoamericano

La transformación
de los valores y la
transformación de sí mismo
The transformation of the values and the transformation
of itself.
La transformation des valeurs et la transformation de
soi même.
Fecha de recibo: 04-18-09 - Fecha de aprobación: 05-16-09
Mario Germán Gil Claros
De la página 37 a la página 43

Dondequiera que haya habido sociedades poderosas, gobiernos, religiones, opi-


niones públicas, donde haya habido, en fin, una tiranía, allí ha sido odiado
el filósofo.
Federico Nietzsche. Schopenhauer como educador
Desde un punto de vista político y neurológico, la teoría estética, la teoría
<<sensible>> se fundamenta en una actitud de reproche, mezcla de sufrimiento,
desprecio e ira contra todo lo que tiene poder.
Peter Sloterdijk. Crítica de la razón cínica

Resumen
La transformación radical del hombre a partir de sí mismo y lo que ello impli-
ca para su vida y para la cultura, supone la superación de sí mismo bajo otra idea
y mirada de lo que es el hombre. Es la crítica que realiza Nietzsche a todo sistema
de vida que pretende encerrar la vida misma, volviéndola monótona, aburrida,
fría e insípida. Lo que se pretende, entre otras cosas, es un espíritu libre en su
accionar y pensar, acorde con un estilo de vida. Por tanto, es el pensamiento de
una vida marcada por la estética y regulada por la voluntad de poderío.

Palabras clave
Estética, poderío, superhombre, transformación, valores, voluntad.

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Abstract
The radical transformation of the man from itself and what it implies for life
and culture, supposes the overcoming of itself under another look and idea of
what the man is. It is the Nietzsche critical point of view to the whole system of
life, which tries to lock up the life itself, into boring and insipid. What it is tried,
among other things, is a free spirit in its managing and thinking, according to a
life style. Therefore, it is the thought of a life marked by the aesthetic and regulated
by the power.

Key words
Aesthetics, power, transformation, values.

Résumé
La transformation radicale de l’homme à partir de soi même et ce que cela
implique pour sa vie et pour la culture, suppose le dépassement de soi-même
sous une autre idée et un autre regard de ce que l’homme est. C’est la critique
que Nietzsche réalise à tout système de vie qui essaie d’enfermer la vie même, en
la rendant monotone, ennuyeuse, froide et insipide. Ce qui est prétendu, entre
d’autres choses, est un esprit libre dans ses actions et sa manière de penser, en
accord avec un style de vie. C’est pourquoi, cette pensée est celle d’une vie marquée
par l’esthétique régulée par la volonté de puissance.

Mots clés
Esthétique, pouvoir, super homme, transformation, valeurs, volonté.

La transformación radical del to, el cual está inscrito en la cultura otras palabras, por su transparen-
hombre a partir de sí mismo y lo que Nietzsche llama gregaria. El su- cia. “Límpida es su mirada y en su
que ello implica para su vida y para perhombre es aquel que logra despo- boca no se forma ningún pliegue
la cultura, supone la superación de jarse de todo aquello que lo somete y de tedio. Camina como si danzase.
sí mismo bajo otra idea y mirada de humilla espiritualmente a través de Zaratustra se ha transformado”.1
lo que es el hombre para Nietzsche: una postura estética, una fuerza de Esta figura cuya estética rebosa de
el superhombre y el eterno retorno. voluntad y de poder, encarnada en entusiasmo infantil, es de aquel
Esto implica que esta nueva figura la vida, única posibilidad de llevar a que está dispuesta en recomenzar
combata consigo mismo y logre cabo lo que él pretende para sí. cualquier tipo de empresa vital.
liberarse de su condición de esclavo El superhombre se caracteriza Es un empeño de superación de sí
moral que tiene desde su nacimien- por su “pureza”, por su catarsis; en mismo, de lo que hemos sido hasta

38 1. Nietzsche, Friedrich. Así hablaba Zaratustra. Edaf. Madrid, España. 1982. P.16.
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ahora. “El hombre es algo que debe Por esto se llamaba <<hombre>>; cultural y políticamente. En costos
ser superado. ¿Qué habéis hecho es decir, el que valúa. Evaluar es políticos, es el deseo y el gusto por
vosotros para superarlo?”. 2 Pre- crear”.3 Pero la esencia de quien vivir, en procura de la belleza de sí
gunta que en el siglo XX, Foucault crea está en destruir aquello que mismo. “Sí, hombre sublime: un
respondería en Las palabras y las ha creado, en aras de ser superado día serás bello y presentarás a tu
cosas con la muerte del hombre por otra creación más bella. En propia belleza el espejo. Entonces,
y con el desmonte de las ciencias esto se da el hombre: superarse a sí tu alma vibrará de divinos deseos,
humanas por medio de una estética mismo. En esto descansa una vida ¡y habrá adoración en tu vanidad!
de la existencia. cuya existencia se encuentra en per- Porque éste es el secreto del alma:
En Zaratustra se da la necesidad manente transformación espiritual cuando el héroe ha abandonado
en hablar del sentido de la existen- y corporal, previa construcción de sí el alma, es cuando únicamen-
cia humana, lejos de la decadente mismo, ya que por el saber se purifi- te se aproxima, soñando…, el
figura del hombre judeocristiano; ca el cuerpo y el espíritu. “Médico: superhéroe”.5 Se encuentra belleza
contrario a la idea del superhom- cúrate a ti mismo y sabrás curar a cuando hay voluntad, deseo, fuerza
bre, el cual se caracteriza por amar tu enfermo. Su mejor ayuda será de sí mismo, de pensamiento y
la vida en medio de su locura y ra- ver con sus propios ojos a quien a sí voluntad de dominio en quien pre-
zón, en un espíritu que logra liber- mismo se cura”.4 A la vez, es aquel tende dicha forma de vida concreta.
tad y purificación, una vez superada que se crea a sí mismo la figura del En este sentido dice Nietzsche:
la condición humana de rebaño. superhombre, cargado de voluntad, “debe amarse a sí mismo…” (…)
Es decir, en la lucha y victoria que de estética y fuerza de pensamiento. ”Y, en verdad, aprender a amarse
sostiene consigo mismo el hombre, Quien logra curarse y vencer sobre no es un mandato para hoy ni para
en su superación cultural y religio- sí mismo, es el que sale avante en mañana. Por el contrario, es, de
sa. “El hombre fue quien puso los la vida, ya que logra rebasarse. En todas las artes, la más sutil, la más
valores sobre las cosas a fin de sobre- otras palabras: la libertad se pelea astuta y la más paciente. Porque
vivir. ¡Fue él quien creó el sentido en primer lugar consigo mismo y toda propiedad está muy oculta
de las cosas, un sentido humano! en segundo lugar con lo establecido para su poseedor, y de todos los

2 P. 18.
3 Ibíd. Pp. 59-60.
4 Ibíd. P. 75.
5 Ibíd. P. 110.
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tesoros, el que os pertenece es el


que más tarde se descubre…”;6 este
estilo de vida va en contraposición
de una vida pesada, reflejada en la
balanza del bien y del mal, que hace
que sea sosa.
La superación está no sólo en
rebasar al prójimo, sino a sí mismo
en la condición de vida que se lleva.
Es el que se manda y se obedece a
sí mismo y arroja de su espíritu el
canalla, el servilismo y el espíritu
gregario. Quizá la manera de llevar
a cabo esta empresa de sí mismo es
por medio de la vida asumida como
obra de arte. En esto último, sólo la he canonizado la risa; por tanto, transformación de sí mismo, hay
vejez nos permite disfrutar la obra, hombres superiores, aprended… ¡a otra forma de mirar y de vivir que
en el que ha logrado el hombre reír!”7 La risa como el arte mata la reafirma la existencia, la conserva
transformarse y que es riguroso seriedad y su dureza, la desbarata, y la potencia.
en los asuntos del espíritu, que la deja desnuda, tal como lo vemos El pensamiento filosófico ha
no se deja seducir por cualquier de nuevo en El nombre de la rosa, de de potenciar la vida en todas sus
espectáculo circense, de los que se Umberto Eco. En otras palabras, posibilidades y no negarla a través
presentan diariamente como tabla la risa es subversiva a la vez que de artificios rígidos. De ahí que la
de salvación. Es aquel que con su liberadora, aún más en el terreno crítica de Nietzsche a los filósofos
risa desarma cualquier espectáculo, estético. No es de extrañar el in- se centra:
cualquier falsa solemnidad; es el gente esfuerzo de un pensamiento 1. La falta de probidad y rectitud
de la gracia, el de la plasticidad, el homogéneo de incorporarla por al tratar de demostrar que sus
ligero al caminar, el risueñor en el medio del humor artificial, de los pensamientos son fruto de una
diálogo. “¡Cuántas cosas son po- aplausos de la TV. Podemos decir dialéctica fría en su supuesta
sibles todavía! ¡Aprended, pues, a que la risa quiebra la racionalidad inspiración.
reír por encima de vuestras cabezas! y fuerza al pensamiento a cosas 2. Su sistema de pensamiento
¡Elevad vuestros corazones, bue- inimaginables. “Casi todo el pensar son frases cogidas al vuelo; que
nos bailarines, arriba, más arriba! consciente del filósofo está dirigido luego defienden como razones
¡Y no olvidéis tampoco la buena secretamente por sus instintos, los válidas.
risa! ¡A vosotros, hermanos míos, cuales le obligan a ir por determi- 3. Son abogados que defienden
arrojo esta corona, esta corona del nado camino”.8 En este sentido, sus prejuicios y preocupacio-
risueño, esta corona de rosa! YO lo que se experimenta es una nes.

6 Ibíd. P. 176.
7 Ibíd. P. 278.
40 8 Nietzsche, Friedrich. Más allá del bien y del mal. Edivisión. México. 2000. p. 7.
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4. El fin de sus filosofías es la sación, pensamiento y dominio,


moral. Es la profesión de fe manifestada en el libre albedrío
que se gesta. que causa placer en aquel que
Con estas características que asume dicha voluntad. “<<Libre
crítica Nietzsche, el filósofo no albedrío>> es la palabra que expresa
busca el saber, el conocimiento, el conjunto de sensaciones agrada-
sino un principio moral como bles de aquel que quiere, de aquel
sistema religioso en el que no cabe que manda, y que se identifica con
el error. “Admitir el error como aquel que ejecuta, y que como tal
condición de la vida es rebelarse divide la alegría del triunfo sobre
contra los actuales conceptos del las resistencias, juzgando en su
valor, y una filosofía que a tal se fuero interno que su voluntad las
atreve se coloca por esto mismo más ha vencido”.11 De nuevo aquí la
allá del bien y del mal”.9 En esto va vida es asumida en su dimensión
el ejercicio filosófico, del cual los placentera a partir de una relación
filósofos en su mayoría no lo logran de espíritus libres. Por tanto, es el
y se reportan en su transformación pensamiento de una vida marcada
como sumos sacerdotes; labor que por la estética y regulada por la
no les compete. De ahí la crítica voluntad de poderío.
nietzscheana a estos modos de vivir, Si miramos un espíritu libre,
cuyos sistemas rígidos y puritanos, una vida libre, se caracteriza por ser
lo que hacen es que nos volvamos abierta, no severa, por no estar ator- postulados como verdad absoluta,
tiranos de sí mismos, no somos mentada en la consecución de la quedando presa, perdiendo su
libres y gobernantes de sí mismos. verdad, ella ya es parte de la vida, es frescura, gracia e independencia en
Es la crítica que realiza Nietzsche a juguetona y nos hace reír. “El mar- la vida corriente de los hombres.
todo sistema de vida que pretende tirio del filósofo, su <<sacrificarse Cuando la “verdad” cae bajo un
encerrar la vida misma, volviéndola por la verdad>>, pone al desnudo sistema, comienza a experimentar
monótona, aburrida, fría e insípida. cuanto tiene de demagogo y de lo erróneo en la ilusión que se le
La vida humana no puede caer y comediante; y aunque hasta ahora cultiva como verdad, en la que la
quedar enclaustrada en estos artifi- le hemos mirado con una especie moral, que hemos heredado, la
cios; ella es más que eso. Lo que se de curiosidad artística, es natural refuerza en dicho mundo ilusorio.
pretende, entre otras cosas, es un que le deseemos ver también en “Y si algún día, con el virtuoso y
espíritu libre en su accionar y pen- su <<degeneración>> (en el mártir enfermizo entusiasmo de algunos
sar, acorde con un estilo de vida. callejero, en el aborto de la tribuna filósofos, se quisiera abolir del todo
Pues “la vida misma es la voluntad o de la escena)”.12 El riesgo que hoy el <<mundo de las apariencias>>,
de dominar”.10 La voluntad es sen- se corre con la ciencia es asumir sus admitiendo que esto sea posible,

9 Ibíd. P. 8.
10 Ibíd. P. 16.
11 Ibíd. P. 22.
12 Ibíd. P. 31. 41
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fe de la gramática?”.14 Precisamente dominio ha de fortalecer la vida


las artes de la existencia, descansan ante situaciones que puedan des-
en un estilo de vida alejado del bordarla, en un espíritu libre, que
humanismo, cuya característica es para Nietzsche es de aquel libre de
la debilidad y en consecuencia, la cualquier tipo de atadura que impi-
destrucción de cualquier intento da su libertad de vivir, ya que va más
de vivir diferente, cuya esencia allá del bien y del mal. Bien y mal
está en una voluntad de vivir. El que atrapa al espíritu por medio de
humanismo imbuido de posiciones una estética del miedo, afianzada
judeocristianas, de moral de rebaño en el error, en la apariencia de una
y de sumisión, no garantiza para verdad de sí mismo, formando a un
Nietzsche en su debilidad este estilo hombre débil y enano culturalmen-
de vida. “Supuesto, finalmente, que te. Parejo a esta crítica de la moral
se llegase a explicar toda nuestra fundamentada en el bien y en el
vida impulsiva como una evolución mal, podemos decir con Nietzsche:
y diferenciación de una sola forma “108. No existen fenómenos mora-
fundamental de la voluntad, es les, sino una interpretación moral
decir, de la voluntad de dominar, de los fenómenos”.16 En otras
no quedaría de vuestra <<verdad>> como yo sostengo, y suponiendo palabras, la moral hace de la vida
sino <<nada>>”.13 Así, se constitu- que se pudiesen referir todas las estrecha, como estrecha hace la vida
yen los estilos de vida, muchos de funciones orgánicas a esta voluntad del artista al negar sus pasiones,
ellos a partir de lo que Nietzsche de dominar y que en ella se pudiese al quedar atrapado en sus miedos
ha llamado ficción. Ficción que descubrir también la solución del que quiebran sus sentimientos de
nos ayuda a transitar la existencia problema de la generación y de la independencia.
e ignora la soledad que nos abruma nutrición (porque también esto es ¿Cómo lograr espíritus libres?
en el mundo. “¿Por qué el mundo, un problema), habríase conquista- Nietzsche lo señala con el pen-
que tanto nos importa, no habrá do el derecho de poder determinar samiento del filósofo fuerte e
de ser una ficción? Y a quien objeta a toda fuerza agente con una sola independiente, el cual incide y
que para toda ficción se requiere un definición: la voluntad de la domi- transforma los valores existentes,
autor, ¿no se le podría responder nación. El mundo visto desde nues- cuya voluntad se prepara para gran-
francamente?: ¿Por qué? Este <<se tro interior, el mundo <<carácter des empresas. Esto exige de unos
requiere>>, ¿no puede ser bien una inteligible>>, sería justamente <<la modos de vida que rompan con
ficción? ¿No podemos burlarnos un voluntad de dominación>>, y nada todo lo hecho hasta el momento
poco del sujeto, como nos burlamos que esto”.15 Un modo de vida que en la tradición judeocristiana, en
del predicado y del objeto? ¿No po- ha de defenderse a capa y espada. la constitución de espíritus libres
drá el filósofo elevarse sobre la ciega En consecuencia, la voluntad de en sus formas de existencia estética.

13 Ibíd. P. 40.
14 Ibíd. P. 40.
15 Ibíd. Pp. 41-42.
42 16 Ibíd. P. 68.
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“Para llegar a tal punto será menes- deza, su estilo de vida, su ‘virtud’
ter una nueva especie de filósofos y como espíritu libre y honrado,
de gobernantes, en comparación de cargado de una estética que des-
los cuales todo lo que hubo hasta borda en su brutalidad las normas
ahora en el mundo de espíritus mis- morales establecidas. Es lo que ha
teriosos, terribles y humanitarios, de destacar la vida y la historia hu-
será una imagen pálida y borrosa”.17 mana. Como vemos, lo que se da es
Así, la filosofía ha de asumir un una exaltación de sí mismo, en la
espíritu aguerrido para la vida, no constitución de sí mismo. “El alma
ser la servidora, como lo fue en el aristocrática posee fe en sí misma, y
Medioevo, o de la ciencia moderna esta fe no se puede perder. El alma
a través del ideologizado método. aristocrática tiene veneración de sí
Es lo que Nietzsche ha dado en misma”.20 Esto de por sí llena de
llamar una filosofía agonizante y sin entusiasmo a aquel que asume la
capacidad de dominio. “Por eso hay vida bajo estos derroteros: la fe en
peligro de que el filósofo se quede sí mismo, de una verdad que ha de
estancado en alguna <<especiali- conservar la vida misma, asumida
dad>>, sin llegar a la cultura que le como fuerza, como voluntad. Cosa
permitiría mirar en derredor”.18 Es de paso, cuando introducimos la
el peligro que hoy afrontan ciertos moral, lo que hace es malinter-
saberes filosóficos en su excesiva pretar la misma realidad, en crear
especialización, olvidándose del “realidades” que no son. En con-
sentido universal que la vida tiene, secuencia, hay error, hay falsedad,
para la cual la filosofía ha de ser su tal como lo critica Nietzsche a los
guía. En otras palabras, el filósofo filósofos encargados de crear estos
no es un remedo del científico. errores a partir de la moral.
“Por eso <<vida filosófica>> quiere ¿Qué vendría a ser una vida
decir hoy <<vida prudente>> egoís- estética? ¿Qué la hace atractiva?
ta, retirada”.19 Este filósofo en su Veamos algunas respuestas en
mundo y para el mundo, es un ser Nietzsche. Ante todo, en el hombre
creador de voluntad y de cultura. de arte debe existir filosofía de la
El hombre de voluntad, acorde con embriaguez, para que exista arte;
la vida filosófica, caracterizado por ella lo posee y aumenta su potencia
ser independiente en el momento de creación, la cual lo empuja a
de resolver situaciones que ponen empresas inéditas en la vida. “Para
en entredicho la libertad, su gran- que haya arte, para que exista

17 Ibíd. P. 93.
18 Ibíd. P. 97.
19 Ibíd. P. 98.
20 Ibíd. Pp. 178-179. 43
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una acción y una contemplación de la visión artística. El ejemplo lo


estéticas cualesquiera, se requiere vemos en el pintor y en el músico,
una condición fisiológica previa: la que asumen estas formas de vida,
embriaguez. La embriaguez tiene que embriagados por la fuerza de la
haber aumentado primero la excita- voluntad. En este tipo de vida, el
bilidad de toda la máquina; sin esto artista de la vida es aquel que ha
no es posible el arte. Todas las clases cultivado y logrado frutos en lo que
de embriaguez, por muy diferente sería un estilo de vida, él es único,
que sea lo que las determine, tienen no depende de nadie, es el dueño
el poder de conseguir esto; sobre de su obra, ya que ha logrado el
todo la embriaguez de la excitación dominio de sí mismo. “En lo que
sexual, que es la forma más antigua posee gran estilo se expresa el más
y primitiva de embriaguez. También alto sentimiento de poder y de se-
hay que incluir la embriaguez que que exista el arte como tal y no la guridad. El poder que se revela en la
hay detrás de todo gran deseo, de mera repetición o imitación. Lo forma del gran estilo es el que ya no
toda pasión intensa; la embriaguez cual sería lo que Nietzsche llamó necesita de ninguna demostración,
de la fiesta, de la competición, del y Foucault recoge de la actualidad, el que no trata de agradar, el que
acto de valentía, de la victoria, de un estado de ánimo recargado de difícilmente contesta, el que vive
todo movimiento extremado; la energía. “El hombre que se halla sin tener conciencia de que haya
embriaguez de la crueldad; la em- en este estado transforma las cosas alguien que le contradiga, el que
briaguez de la destrucción; la em- hasta que éstas reflejan el poder que descansa en sí mismo, fatalmente, y el
briaguez primaveral, por ejemplo, o emana de él, hasta que éstas son un que es una ley entre leyes”.23
la debida al efecto de los narcóticos; reflejo de su propia perfección. El Por tanto, podemos atrevernos
por último, la embriaguez de la vo- tener que transformar las cosas en algo a decir que una vida bella, lo bello
luntad, la embriaguez de una volun- perfecto es arte. Incluso todo lo que en sí, es tomarse a sí mismo como
tad plena y saturada”.21 En últimas, no es el hombre que se encuentra objeto de obra, de trabajo perma-
es un sentimiento que irrumpe con en ese estado se convierte para él nente, el fin de toda perfección y
fuerza en el momento de la creación en un placer en sí; en el arte el placer estético. “El hombre cree
de lo que pretendemos con nuestra hombre disfruta de sí mismo como que el mundo está rebosante de
existencia, el cual lo posesionamos perfección”.22 Así, la vida asumida belleza, y olvida que él es la causa
al robarle al mundo, a los objetos como obra de arte, se enriquece a de ella”.24(…) “Nada es bello; sólo el
y a nosotros mismos la forma, para través del êthos y no la amarga en hombre lo es: toda la estética se basa
llevar a cabo lo que pretendemos una moral heterónoma. El hombre en esta ingenuidad; esta es su pri-
y que Nietzsche llama idealizar. Es cuya postura de vida es una estética, mera verdad. Veamos ahora cuál es
algo supremamente violento para el de la fuerza y forma apolínea, es el la segunda: nada es feo, excepto el

21 Nietzsche, Friedrich. El ocaso de los ídolos. Edimat. Madrid, España. 1998. Pp. 104-105.
22 Ibíd. Pp. 105 – 106.
23 Ibíd. P.108.
44 24 Ibíd. P. 113.
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hombre cuando degenera; así que-


da delimitado el ámbito del juicio
estético. En términos fisiológicos,
todo lo feo debilita y entristece al
hombre”.25 La vida del filósofo va
en su relación erótica y estética con
la sabiduría, con la contemplación
activa en este mundo. Así, la vida se
caracteriza en su insistente perma-
nencia en transformarse, la forma
es fiel testimonio de ello. En este
sentido, la libertad nietzscheana
se caracteriza por una voluntad
fuerte ante las adversidades en un
espíritu guerrero. Es el genio del
momento, el de la época, el hombre
enérgico para un presente débil, el
que día a día lucha por sobrevivir
y mantener su condición de vida
estética. “El genio se derrocha por
necesidad en su obra, en su acción;
su grandeza radica en entregarse
enteramente…”.26 Tiene tanto de sí,
que se da el lujo, sin saberlo, de ser
un derrochador.

Bibliografía
Nietzsche, Friedrich. El ocaso de los ídolos. Edimat. Madrid, España. 1998.
Nietzsche, Friedrich. Más allá del bien y del mal. Edivisión. México. 2000.
Nietzsche, Friedrich. Así hablaba Zaratustra. Edaf. Madrid, España. 1982.
Nietzsche, Federico. Schopenhauer como educador. Biblioteca nueva. Madrid,
España. 2001.
Sloterdijk, Peter. Crítica de la razón cínica. Taurus Humanidades, Madrid,
España. 1990.

25 Ibíd. P. 114.
26 Ibíd. P.139. 45

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