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CRíTICA DE LIBROS

derechos y el fortalecimiento jurídico de algunos como verdaderas "bestias negras",


la ONU (como la base de la política inter" por ejemplo, Cad Schmitt. La ausencia del
nacional que conduzca a un cosmopolitis" trabajo donde Habermas critica la concep-
mo posible, rescatando y actualizando el ción de Rawls y de la respuesta de éste,
pensamiento kantiano de La pazperpetua) ; priva, desafortunadamente, al libro de una
de suerte que el análisis de los problemas discusión especialmente iluminadora sobre
recién enumerados convierte esta recopi" la naturaleza del Estado democrático.
lación en un referente importante del pen"
Finalmente, la traducción es de alta cali"
samiento habermasiano de los 90, centrado
dad: fiel pero flexible en su transcripción
en la naturaleza del derecho y su relación
con la moral y la ética, así como los mode" permite una lectura ajustada a la especi-
los de Estado, democracia y ciudadanía, ficidad gramatical del castellano, algo que
por no hablar de la sociedad internacional es muy de agradecer en este tipo de
y el cosmopolitismo. Todo, como casi siem" trabajos.
pre, apoyándose en teóricos que pueden
serie afines y en polémica con pensadores Alfonso Monsalve Solórzano
que han cruzado su formación intelectual, Universidad de Antioquia, Colombia

NOTAS

1 A propósito, hay un error en la traducción de Vilar a que en el original alemán Habermas usa el término
del famoso conceptohartiano de "rule of recognition". "Erkenntnis", que habitualmente se vierte al castellano
regla de reconocimiento, pues lo ha traducido aqui como "conocimiento",
como "regla de conocimiento" (p. 31), Se debe quizá

SER y TIEMPO
RETRADUCIDO AL ESPAÑOL

M. HEIDEGGER: Ser y tiempo (trad., lación sobre el inglés y el francés- , ahora


prólogo y notas de Jorge Eduardo 'se une el español al inglés y al francés en
Rivera C.), Santiago de Chile, Edito- conocer una segunda traducción de la
rial Universitaria, 1997,497 pp. genial obra, tantas veces calificada de
intraducible!. Como es bien sabido, esa pri-
mera versión apareció en México bajo la
Hace apenas dos años ha visto la luz una firma de José Gaos, "trasterrado a" o "em"
nueva traducción española de una de las patriado en" el gran país centroamericano
lobras cumbre de la filosofía en el siglo que - pues el discípulo de Ortega no reservó
ya muere - para no pocos, la cima misma a Heidegger su talento en el arte del neo-
del pensamiento en la centuria- . Si en 1951 logismo-. Esta segunda llega ahora del
fue el español la segunda lengua a la que extremo meridional del continente ame-
se vertió Ser y tiempo - sólo después del ricano; impresa en Santiago de Chile por
japonés, y con más de una década de ante- la Editorial Universitaria, es su autor Jorge

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CRÍTICA DEUBROS

Eduardo Rivera, y es de esperar que la rencia, en fin, a las estancias del profesor
relevancia de su esfuerzo no se vea mer- chileno en la capital de la Selva Negra des-
mada por problemas legales a la hora de de la década de los sesenta, participando
su distribución comercial. en seminarios y encuentros con el filósofo
El inevitable contraste entre ambas ver- alemán. Quien se preocupe de repasar
siones españolas, sobre todo en este primer estos someros datos obtendrá, en suma,
momento de la aparición del nuevo tra- un curioso cómputo, a saber: el de apenas
bajo, no debe sugerir, desde luego, una quince años en que el empeño por traducir
contraposición en que haya que tomar par- O retraducir Ser y tiempo a nuestra lengua
tido, siendo así que el dato evidente es no haya estado presente a uno o al otro
el enriquecimiento indudable que la nueva lado del Atlántico. ¿Es seguro al menos
traducción, con su diferencia de enfoque que tal afán esté ahora llamado a extin-
y de estilo respecto de la anterior, com" guirse?
porta. La comparación puede además Rivera traduce del volumen II de Obras
esperar a la consignación de ciertas sig- Completas de Heidegger, que difiere en
nificativas circunstancias de gestación y contadas ocasiones del texto editado por
composición que son comunes a ambas Max Niemeyer del que partió Gaos. En
versiones. Y es que Gaos dejó constancia las "Notas del traductor" hace constar tales
de cómo sus primeros borradores sobre la variaciones, y en ellas ofrece también bre-
obra databan del año 1933, "en consulta ves justificaciones de sus opciones de tra-
casi regularmente hebdomadaria" con su ducción. En notas a pie de página, con
colega en la Facultad de Madrid Xavier llamada especial, se han incorporado las
Zubiri - recién regresado éste de Friburgo, anotaciones del propio filósofo en el que
donde había seguido durante dos años los se conoce como Hüttenexemplar, yen el
cursos académicos del autor de la obra- , margen se ha reproducido la paginación
y de cómo desde 1941, ya en México, rei- de la edición de Niemeyer a la que remiten
nició el trabajo interrumpido, en el marco las citas de la literatura internacional. En
de los cursos normales de la Facultad de algún raro caso de errores- erratas en las
Filosofía y Letras de la Universidad Autó- ediciones de referencia, Rivera llega inclu-
noma de México en que explicaba el texto so a seguir el texto original manuscrito.
"frase por frase y hasta palabra por pala- Todo ello viene a revelar el acusado rigor
bra"2. El Prólogo de Rivera informa, por filológico y científico y el grado extraor"
su parte, de más de treinta años de semi- dinario de exigencia personal que ha pre"
narios universitarios y extrauniversitarios sidido,(}l nuevo trabajo. Sólo cabría echar
en torno a Ser y tiempo. El contacto con en falta un glosario final que hubiese
el texto original, de nuevo pasaje a pasaje reproducido también las opciones prece-
y palabra a palabra, dio lugar muy pronto dentes de Gaos, facilitando así su cotejo,
a reformas y adaptaciones de la versión siguiendo en ello, quizá aquí con más moti-
gaosiana, las cuales terminaron por inte- vo, el ejemplo de Antonio Zirión en su
grar un texto alternativo. Que a su vez fue también minuciosísimo trabajo sobre el
objeto., al menos durante una década, de segundo libro de las Ideas relativas a una
una depuración sistemática en sucesivos fenomenología pura y a una fllosoña feno-
grupos de trabajo, y más tarde en consulta menológica de Husserl. Y en todo caso,
con pensadores alemanes de singular sería muy conveniente que el autor ofre-
renombre - Gadamer, Max Müller, tam- ciese en el futuro, una vez que la edición
bién Friedrich- Wilhelm van Hermann-. se haya difundido adecuadamente y la
La contraportada de la edición hace refe- comunidad filosófica hispanoparlante se

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CRÍTICA DE LIBROS

haya servido de ella, justificaciones y disc gravedad y densidad permanentes, que no


cusiones más detalladas sobre determina- se concede reposo ni permite desmayo, así
das zonas de su labor3• sea en párrafos introductorios o de tran-
Con todo, no ha sido una vocación de sición. Lenguaje de una intensidad límite
perfeccionismo académico el motivo insc en que 10 más concreto y cotidiano puede
pirador del nuevo trabajo, sino más bien tornarse signo, cifra o ejemplo de lo más
- de acuerdo con declaración expresa de abstracto, y al revés. Me pregunto si "la
Rivera- la comprobación de la "dificultad, lengua rígida, hirsuta e incluso algo eso-
a veces casi insuperable, con que se ve térica" (p.17) que se reprocha a su primer
enfrentado el lector cuando intenta com- traductor, no es más bien, en alguna medi-
prender el texto español" en "la traducción da, reflejo de notable viveza del singular
hasta ahora existente" (p. 17). Esta dific clímax expresivo y conceptual que crea en
cultad proverbial del primitivo texto espac torno a sí el discurso heideggeriano. Pues,
ñol sería achacable - habla siempre el Pró c ¿cómo podría un ejercicio de pensamiento
logo- al peculiar espíritu de fidelidad a que, en el propósito expreso de "destruir"
ultranza que guió el empeño de Gaos: tanto las categorías seculares de la tradic
párrafo largo y sinuoso; sobreabundancia ción filosófica como su solidificación ver"
de expresiones técnicas, en mayor número bal milenaria en la cotidianidad, conmueve
de las que pasan por tales para un hablante los marcos expresivos del lenguaje (ale-
alemán; equivalencias unívocas manteni c mán) , cómo podría - digo- no dejar huella
das "inexorablemente" y que llegan al bien patente y bien peculiar en toda otra
extremo de tratar de reproducir, con dudo- lengua que aspire a cobijar semejante
sa fortuna, juegos verbales del alemán, etc. empresa?6.
En suma, un trasvase idóneo al español... No cabe duda de que, muchos años y
siempre que el lector disponga de cono c muchos esfuerzos después de la labor pio-
cimientos de alemán. Esta crítica básica nera de Gaos, hoy no procede repetir sin
de Rivera, que no le impide reconocer el más, con Sacristán, que "un traductor de
innegable mérito de su predecesor, coinc «Sein und Zeit» se encuentra, pues, por
cide ciertamente con una impresión que la naturaleza misma de la cosa, ante el
se remonta a los primeros reseñadores del problema de Cicerón"7. Pero este mismo
trabajo de Gaos: el "galimatías" ni heidegc cambio de perspectiva lleva a mi segunda
geriano ni castellano que Aranguren ponía consideración. Me refiero al hecho de que
en cuestión4; o la « traducción- calco» que la traducción de Gaos, o cuando menos
decía Sacristán, pero con indisimulada, con Illuchas de sus opciones básicas han sOSc
casi vehemente admiración 5 . Así las cosas, tenido la comprensión y la discusión con-
el principio rector, el lema que anima la tinuadas de la obra heideggeriana en las
nueva versión ha sido que "la obra debía letras españolas durante varias décadas.
hablar en castellano" (p.18). Cierto que esta recepción ha sentido siem-
A mi entender - y si se me permite la pre la necesidad de proponer alternativas
osadía-, habría dos observaciones, dos a a las opciones primitivas, alternativas gene-
modo de contrapesos siquiera parciales, ralmente muy dignas de ser tenidas en
¡ que sugerir a propósito del estado de cosas cuenta, junto a otras asombrosamente oric
que Rivera presenta. Se trata en prime- ginales hasta lo pintoresco - recuérdese los
rísimo lugar, claro está, de la peculiaridad hallazgos de García- Bacca a fin de "pre-
misma del lenguaje heideggeriano; "siemc venir encandilamientos entontecedores",
pre vivo y elocuente" (p.17) sin duda, pero hablando del "Don Nadie" o del "Uno de
a la vez -¿ cómo negarlo?- investido de una Tantos" para el Das Man (el "uno" gao-

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CRÍTICA DE LIBROS

siano y de Rivera) O proponiendo verter sión- , no se me antojaba en este caso tan


Dasein por "realidad- de- verdad"- 8. A forzado como es verdad que resulta en
favor o en contra de Gaos, a favor y en algunos otros. Sin olvidar que a sus sus-
contra a la vez, lo cierto es que muchas titutos puede rondarles en determinados
acuñaciones del gran traductor se han contextos el peligro de un mayor sesgo
revelado eficaces, cuando menos, a la hora óntico, de un mayor sabor empírico; "so-
de trasmitir y de debatir las categorías hei" licitud", por ejemplo, no siempre es fácil
deggerianas; 10 cual no es poco. de separar de una relación benefactora
Tal es el caso, por ejemplo, de la dua- hacia el prójimo y de especial intensidad.
lidad "existencial/existenciario", que reco" La opción fundamental de Gaos, que al
gía la oposición existenziel1/existenzial entre cabo contaba con el aval nada despreciable
el plano óntico y el ontológico de las des- de la "autointerpretación preontológica"
cripciones y los análisis. Yo no advierto de "la fábula de Cura" que Heidegger mis-
ventaja en retornar ahora a la antigua ver- mo se preocupó de insertar en el texto,
sión de Ceñal9 , que sustituye el primer no tenía por qué ser incompatible en cier"
miembro del par gaosiano por el incómodo tos pasajes con expresiones más llanas y
neologismo "existentivo", para reconvertir usuales, sin duda. Que es la misma con-
ahora "existencial" y reutilizarlo como sideración que mueve ahora a cuestionar,
equivalente del segundo concepto alemán. a la inversa, la evitación incondicional de
Antes bien, me parece que la dualidad las fórmulas anteriores.
anterior sigue resultando en conjunto más En este orden de cosas, llama también
cercana al hablante natural, quien sí puede la atención el hecho de que el propósito
calificar ciertos problemas que le cercan, expreso de hacer "hablar castellano" a la
o ciertas dudas, compromisos o decisiones nueva traducción no haya impedido, no
suyas como "existenciales": plano óntico, digo alguna "trasliteración" del término
en el que nunca antes se había oído "exis- Dasein - como las que supuestamente ope-
tentivo". Mientras que al hablante culto raba Gaos- , sino la "literación" cabal - sil
no le es difícil reconocer en la terminación venia verbo- de verter Dasein por Dasein
"- ario" (inventario, temario, formulario, (y, claro, Da-sein por Da-sein). El argu-
etc.) la dimensión de una reunión temática mento de que cualquier lector de filosofía
de nociones, conceptos o estructuras: pla- comprende hoy el vocablo alemán, igual
no ontológico. Es cierto que la opción de que si tiene ante sí "lagos, physis, polis",
Rivera permite trasladar más fácilmente no parece razón suficiente de este proce-
Existentialitiit como "existencialidad" der tréJ,<juctor. (De hecho, aun entendiendo
- frente a la "existenciariedad"- ,pero dudo sobradamente las expresiones griegas, los
de que ello compense los inconvenientes latinos acuñaron o redefinieron para sí
señalados. ratio, natura, res publica.) En definitiva,
Otro ejemplo notorio de apartamiento resulta un punto decepcionante que la lar"
sistemático de la versión anterior es la sus- ga serie de propuestas alternativas al cons-
titución invariable de "cura" por" cuidado" tructo gaosiano (desde el "estar" de Sacris-
en la ,traducción de Sorge, y como conse- tán y Garrido o el "humano estar" de Laín,
cuenda, la alteración del conjunto de sus al "existir" de Marías o la "eksistencia"
compuestos y derivados: "el curarse de" de Cerezo) haya acabado finalmente en
se torna "ocuparse" (Besargen), "el pro- el mismo punto cero de partida 1o •
curar por" "solicitud" (Fürsorge). El juego Dicho 10 cual, es obligado detenerse
que la raíz anterior daba de sí, su propia ahora en algunas de las muy numerosas
unidad - que suele ayudar a la compren- aportaciones particulares y posibles mejoc

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ras que trae el trabajo de Rivera. Me cir- Merece también mencionarse el recurso
cunscribo en este examen inicial, poco más a la raíz "pragma" en los análisis básicos
que un acuse de recibo, básicamente a la de la mundanidad -¿por qué "mundanei-
Primera Sección de la obra, no sin indicar dad"?-, pese a que sólo haya podido ser,
que seguramente es en los análisis de la también aquÍ, un empleo parcial: en usos
Segunda Sección donde el motivo rector adjetivos, en el sustantivo abstracto Zeug-
de facilitar la comprensión lectora haya haftigkeit (" pragmaticidad"), en compues-
rendido mayores beneficios. tos como Zeugverfassung (" constitución
Citaré en primer lugar la libertad, bien pragmática"). El concepto central de Zeug
tomada, en el manejo castellano de Vor- sigue, en cambio, bajo la "malaventura"
handenheit. Rivera suele plasmarlo por que detectó Ortega de no tener un vocablo
"estar-ahí" o "estar-ahí-delante" y tam- castellano correspondiente que abarque
bién, en otros casos, por "presencia", "me- con naturalidad todos "los instumentos,
ra presencia" o fórmulas similares. Esta útiles, enseres, medios que me sirven -su
última raíz sería con seguridad la mejor, ser es un ser para mis finalidades, aspi~
de no ser por la carga, de suyo enorme, raciones, necesidades-, o bien son como
que el concepto de presencia con todo su estorbos, faltas, trabas, limitaciones, pri~
campo semántico soporta en el marco más vaciones, tropiezos, obstrucciones, esco-
restrictivo del análisis de la temporalidad. llos, rémoras, obstáculos, que todas esas
Por cierto que el castellano parece acertar realidades pragmáticas resultan" 11. Rivera
de pleno con la intención de la categoría se inclina en general por la versión impre-
heideggeriana cuando habla, lástima que cisa de Caos: "útil", que parece en efecto,
sólo y sin remedio en los usos comerciales y a falta de nuevos hallazgos, la menos
y mercantiles, de "las existencias" que se mala.
recuentan, se renuevan, se acumulan, etc. La comprensión de las situaciones y de
-en régimen de los llamados pluralia tan- los útiles por aquel que se mueve "en
tum-. En este punto me sorprende, no obs- medio del" mundo pragmático, como
tante, que no se conceda apenas impor- sugiere con sencillez Rivera - frente a la
tanciaa la similitud que se suscita entre insistencia en el "ser- cabe" de que tanto
las cosas como meros objetos que "es- gustaba Caos~ , se articula, como es sabido,
tán-ahí-delante" y el existir del hombre en la forma de la Umsicht. Término éste
como "estar-en-el-mundo", pues así es para el que el traductor chileno aboga por
cómo se ha traducido In- der- Welt-sein . un giro literal: "circunspección". También
En general Rivera muestra una marcada esta propuesta tiene ventajas expresivas y
preferencia por las formas copulativas de conceptuales sobre el "andar en torno";
"estar" frente a las de "ser" omnipresentes y el inconveniente de la ambigüedad cas-
en Caos, lo que no impide algún nítido tellana del adjetivo "circunspecto" podría
fracaso, como ese "estar entero del quizá salvarse con un expediente al estilo
Dasein". Se aprecia también una clara del que utilizó Sacristán apuntando hacia
inclinación a usar sustantivos o sustanti- la etimología del término: "circum- spec-
vaciones allí donde el filósofo asturiano ciÓn". En todo caso, la circunspección
: recurría implacablemente a giros verbales aprehende campos pragmáticos globales
o participiales que con demasiada frecuen~ en razón de las "remisiones" que ligan
cia provocaban una molesta nube de entre~ unos útiles (instrumentos, enseres, chis-
comillados. No sería vano indagar algo más mes, etc.) con otros, con la materia de que
el trasfondo interpretativo de estas con- están hechos, con el contexto en que se
trapuestas orientaciones gramaticales. encuentran, etc. "Remisión" traslada así

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CRÍTICA DE LIBROS

Verweisung con una claridad e inmediatez término técnico "región" - Ideas 1, Ideas
superiores, a mi juicio, a "referencia", que II-, "región intermedia", donde más lata-
posee un aspecto más temático y de más mente se habla de "un reino intermedio",
fácil asociación a fenómenos lingüísticos. 'Zwischenreich" . También es preciso ano"
Una lejana idea de las gestas que han tar, así sea cacofónicamente, la fealdad de
de acometer los traductores de Ser y tiempo la "aperturidad" que abunda en esta parte
la proporciona la circunstancia de que en de la traducción, como concepto básico
ocasiones ni siquiera el acierto redondo que es de la teoría heideggeriana de la
en la solución elegida trae consigo la com" verdad.
pleta satisfacción, dadas las inevitables Quisiera finalmente referirme a dos
connotaciones filosóficas de casi todos los lugares precisos que, si mi percepción no
términos y la magnitud prometeica de la es errada, merecerían acaso un reexamen.
empresa de desmontar la tradición entera El primero es la afirmación inicial, archi-
que en ellos se expresa. La asombrosa sus" conocida y archicitada, del primer capítulo,
tantivación heideggeriana das Woraufhin, primera sección, primera (única) parte. "El
que sirve para definir la noción existen" ente cuyo análisis es nuestro problema
ciaria de sentido en otro epígrafe funda" somos en cada caso nosotros mismos", leía-
mental (§ 32), encuentra en Rivera una mos en el texto antiguo. "El ente cuyo aná"
solución de rara elegancia: "horizonte", lisis constituye nuestra tarea lo somos cada
"horizonte desde el cual algo se hace com" vez nosotros mismos", leemos ahora. De
prensible en cuanto algo" (p.175), horizon" nuevo hay que suscribir y aplaudir el cri-
te que viene estructurado por el proyecto terio de Rivera de no atarse a una tra-
existencial que ve de antemano posibili" ducción invariable de la claúsula distribu"
dades y de antemano las concibe. Certero tiva alemana je. La duda está sólo en si
hallazgo, en efecto, si no fuera porque este el criterio certero se aplica con acierto en
preciso apartado está en constante palé" este señalado caso. Pues la distribución del
mica con la tematización husserliana del término en el aserto mencionado se opera,
sentido, y por tanto con la mismísima a mi entender, en el sentido de la existencia
noción de horizonte en el seno del análisis que cada individuo humano es, cada uno
intencional (horizonte perceptivo, hori" de nosotros a lo largo de todo nuestro exis"
zonte intuitivo interno y externo, horizonte tir, y no, obviamente, en el sentido de lo
de sentido, etc.). La confrontación teórica que somos o pudiéramos ser "cada vez",
de Heidegger con su antecesor en la cáte" en cada etapa o período del existir. (Dicho
dra de Friburgo se advierte aquí en las de 01:1:9 modo: en la existencia sólo hay
numerosas referencias entrecomilladas del "una vez", por más que esta única vez sea
original, que creo podrían haber recibido radicalmente distinta para cada uno.)
mejor trato: ·Stücke" tiene más fuerza El segundo punto a que me refería es
como "fragmentos", "pedazos" o "trozos" el concepto de Bewandtnis, que es objeto
"Tercera Investigación Lógica- que sim" de análisis en el epígrafe 18. El propio
plemente como "partes integrantes", lo Rivera advierte de que "esta palabra ale-
que tr¡tmbién son las partes abstractas, los mana es una de las más difíciles de traducir
Momente; "erfüllbar" queda mejor bajo la en Ser y tiempo" (p.468). Yes que son tres,
raíz de "cumplimiento" - título de la Sec" cuando menos, las dimensiones significa-
ción Primera de Sexta Investigación-, tivas que laten en el vocablo que Heidegger
como de hecho aparecía por ejemplo en tomó de Emil Lask y que en alemán es
el § 21; Y en fin, en un pasaje netamente término culto pero no técnico. Con él se
crítico como éste, es arriesgado servirse del alude en primer lugar a la trama compleja

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CRÍTICA DE LIBROS

pero unitaria, a esa articulación pragmá- dición respectiva" para las dos vertientes
tica global en que están los útiles singulares más objetivas del significado, y "dejar-ese
en virtud de las remisiones intrínsecas que tar", "dejar que algo quede vuelto" para
necesariamente vinculan unos con otros la dimensión alusiva a la actividad del hom"
-como si cada uno de ellos estuviese "vuel" breo La primera resulta una expresión
to" hacia los demás-; pero se apuntaasi- sumamente abstracta - diríase más propia
mismo a que esta constelación pragmática de una ontología formal que de la onto-
no es permanente sino cambiante, es sus- logía fundamental-, la cual, si se quisiera,
ceptible de variar -segunda dimensión-, y también sería por supuesto descomponible
varía de hecho en función de la actitud en nociones de ontología antigua, pero que
con que el hombre se comporte respecto sobre todo, e igual en esto que "el dejar
de tales útiles, del modo en que esté "vuel- estar", no presta prima facie ninguna aco-
to" hacia ellos -tercera dimensión-o Gaos gida espontánea, expresiva, patente, a nin-
dio con la expresión "conformarse", que guna de las vetas del significado original
admitía conjugarse tanto como conformi- -es decir, hay que saber qué es lo que se
dad de los útiles entre sí, como en el sen- pretende decir con el término para inferir
tido de conformarse o guardar conformi- por qué se usa-o Lo forzado de la equi-
dad el "ser-ahí" con ellos en la actividad valencia se manifiesta con claridad en el
o quehacer del caso. Rivera, muy a lo Hei- giro "totalidad respeccional" - Bewandtnis-
degger, plantea la objeción de que "con- ganzheit-, abrupta expresión para un sig-
formidad" significa forma, y de que por nificado que, así y todo, queda abstruso.
tanto alude a morphé, por tanto a eidos, Lo que sí está fuera de toda discusión
por tanto a ontología fatal de la presencia. es que esta nueva traducción española de
Escrúpulo éste que podría en principio Ser y tiempo supone "de suyo" una apor"
sonar algo exagerado, por cuanto el tér- tación de primer orden a la comunidad
mino de Caos mantiene cierto curso colo- filosófica hispanoparlante. A mi entender,
quial. Y aunque tampoco termine de con- ella habrá de convivir con la antigua de
vencer la segunda crítica en punto a que El ser y el tiempo, y en adelante no podrá
haya un matiz como de "resignación" ínsito decirse desde luego que la discusión radical
en "conformidad" -cuando más bien pare- con el pensamiento de Heidegger, la con-
ce calculada ambigüedad-, es lo cierto que frontación mósofica libre y creadora con
podían tantearse alternativas viables, segu- él, que hoyes más urgente que ayer, no
ramente en el sentido de la conjointure de dispone en nuestra lengua y en nuestros
la traducción de Vezin, citada por el propio días de los instrumentos necesarios. Lo
Rivera, y que evoca el "coajuste" que pre- cual da la medida del reconocimiento a
conizaba Carcía-Bacca; o bien, si no se que se ha hecho acreedor Jorge Eduardo
teme a la libertad del traductor, y con las Rivera y del que estas líneas son mínimo
debidas precauciones, "situación", como testimonio.
también se ha podido sugerir. Lo que no
me parece alternativa viable son, en cam- Agustín Serrano de Haro
bio, las opciones del propio Rivera: "con- Instituto de Filosofía, CSIC

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CRÍTlCADE LIBROS

NOTAS

I En realidad el estado de las traducciones francesas «Que por supuesto es estrictamente incomparable.»
de Sery tiempo es un poco más COInplejo. La traducción Yo no logré captar el nombre en cuestión. pero aquel
de Franyois Vezin (París. Callímard. 1986) se basa «por supuesto» me hizo sentir como si un rayo lumi-
en la antigua de Rudolf Boehm y Alphonse de Wael- noso. frío, me recorriese la espina dorsal. Un amable
hens para la Primera Sección de la obra y en el trabajo posgraduado me escribió el nombre al terminar la cla-
de Jean Lauxeroís y Claude RoiHs para la Segunda se: un tal Martin Heidegger. Corrí a la biblioteca. Esa
Sección. Pero hay que contar además con la traduccIón noche intenté hincarle el diente al primer párrafo de
de E. Martineau (París. Authentica. 1985) que está Ser y tiempo. Era incapaz de entender incluso la frase
fuera de la dístribución comerciaL más breve y aparentemente directa. Pero el torbellíno
2 Del "Prólogo del traductor" a El Ser y el tiempo. ya había comenzado a girar. el presentimiento radical
México. FCE. 1951. que ahora puede leerse en: José de un mundo absolutamente nuevo para mí." (Errata.
Caos. Introducción a El Ser y el tiempo de Martin Hei- Madrid. Slruela, 1998 - trad. Catalina Martínez
degger, Méjíco, FCE, 1971. p. 11. Muñoz- , p. 64- 65.)
3 Una reflexión genérica sobre el sentido de la acti- 7 Op.cit.. 492.
vidad de traducir filosofía la ha esbozado Rivera en: 6 Vid. "Heidegger o el sentido del ser". en Nueve
Zur phílosophischen Aktualítat Heideggers Band 3. grandes filósofos contemporáneos y sus temas, Barce-
Fráncfort. Vittorio Klostermann. 1992. 148· 153. lona. Anthropos, 1990.
4Cuadernos Hispanoamericanos 28 (1952).102-107. 9 En su traducción del estudio de De Waelhens La
5Laye 17 (1951). Hoy puede leerse en: Panfletos fJlosofJa de Martin Heidegger. Madrid. CSIC. 1945.
y materiales JI. Papeles de filosofJa. Barcelona. !caria. 10 La fórmula de Caos. por así llamarla. no ha deja-

1984.491- 497. do de tener vigencia o covigencia en la literatura espe-


6 RecIentemente ha sido Ceorge Steiner quien ha cializada. Valga el ejemplo reciente, mutatis mutandis.
descrito con maestría la primera impresión absoluta de la gran investigación de Kisiel The Genesis of Hei-
que a él. como a tantos otros lectores. le produjo Ser degger's Being and Time (Berkeley. University of Cali-
y tiempo: "Siempre y cuando guardasen silencio, los fornia Press. 1993). O entre los traductores españoles,
estudiantes podían asistir a seminarios avanzados. la versión de Raúl Cabás y Jesús Adrián Escudero
Matricularse con Leo Strauss: «Damas y caballeros. de la conferencIa de 1924 El concepto de tiempo (Ma-
buenos días. En esta clase. no se mencionará el nombre drid, Trotta, 1999).
de .... que por supuesto es estrictamente incomparable. 11 El hombre y la gente. OC VIL Madrid. Alianza.
Ahora podemos ocuparnos de la Repúblíca. de Platóo». 1983. p. 117.

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