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GUERNICA

Pablo Picasso recibe el encargo de la República española de realizar un óleo


para el pabellón español de la Exposición Universal que se celebrará en París. El
contexto histórico del encargo es la guerra civil española, y la participación en la
Exposición da la oportunidad de mostrar al mundo esa guerra.
Sin embargo, Picasso no tiene claro el cuadro, el tema…. Pero se producirá un
hecho que se convertirá en el detonante de esta obra maestra:
“ La aviación alemana – la legión Cóndor – colaborando con el ejército de los
nacionales bombardea a las tres de la tarde, en un día de mercado, la ciudad vasca de
Guernica. Es el primer experimento de constatar los efectos la guerra entre la población
civil….”
En poco más de un mes, realizando cientos de bocetos, dibujos etc., lleva a cabo
esta obra al óleo de casi 8 metros por 3,5 m ( 3,57 x 7,82). Con un estilo personal
realiza un CARTEL político( neocubismo y expresionismo) sus figuras, símbolos de
la tradición colectiva española, deformadas y reinterpretadas por Picasso se convierten
en símbolos del dolor, la fuerza, el sufrimiento, el pánico.

Al ver el cuadro lo primero que nos impresiona es su tamaño, es inmenso y


ante esa amalgama de figuras, la falta de color, el protagonismo del negro nos sentimos
un poco perdidos y buscamos la única referencia que tenemos del cuadro, “ Guernica”,
pero por más que buscamos no hay nada, ningún elemento identificativo que haga
referencia a ese pueblo concreto, al árbol de Guernica, a la guerra civil, a España….
Puede ser cualquier pueblo o ciudad de cualquier parte del mundo.

Pero en ese deambular de nuestra mirada por el lienzo hemos ido descubriendo
un orden en la composición, esta concebido como un gran tríptico: a la derecha la
mujer que grita entre las llamas, en el centro el caballo, a la izquierda la maternidad
doliente, además en la parte central hay un a estructura triangular marcada a la
izquierda, por los perfiles de las figuras y a la derecha, por la luz que viene desde esa
especie de fachada puerta que hay debajo del tejado. Dentro de esas líneas que lo
estructuran hay una serie de centros de interés totalmente conectados: La mujer Símbolo
de la racionalidad y el toro y el caballo, símbolos de la fiesta nacional, de la
irracionalidad.

La composición piramidal acentúa la centralidad

La compartimentación, las deformaciones en piernas, pies, manos, cuellos, rostros… no


hacen mas que acentuar la expresión de terror y caos
Iniciando la lectura del cuadro por la derecha: La mujer que levanta los brazos y
se estira intentando escapar de las llamas que la consumen, del incendio provocado por
el bombardeo, su rostro se convierte en un grito de espanto, de pánico, por debajo de
ella, la pierna deforme de otra mujer que se arrastra y torsiona su cuerpo hacia ese
caniche que lleva otra mujer, una figura fantasmal que se está incorporando a la escena
desde fuera, a través de esa ventana estrecha que le aprisiona los pechos, ya en la parte
central, el candil o quinqué compite con la bombilla - ojo, la luz que ilumina los
acontecimientos, pero en este caso es una luz que no ilumina la escena, sino que queda
encerrada en una elipse que esta rematada por cuchillos finamente afilados, la bombilla
es una “bomb….”
En línea con la bombilla el toro, enérgico y monumental, torsionado hacia
delante, puede ser símbolo de muchas cosas: la piel de toro símbolo de España y del
pueblo español, o de la agresividad y del fascismo, independientemente de su
significado el toro mira al espectador, puede ser el elemento objetivador y acusador,
nosotros espectadores formamos parte de ese género humano racional que ha provocado
este caos y destrucción.
Por debajo del toro, la maternidad doliente, sus pechos caen fláccidos, ya no
tienen razón de ser, su cara se ha convertido en un grito, sus ojos en dos lágrimas, su
lengua en un punzón acerado, no es sólo una mujer de Guernica que ha perdido a su
hijo sino que se convierte en símbolo de todas las madres que pierden a sus hijos en las
guerras, puede ser una madre Palestina, hebrea, iraquí, madre de los vencidos y
también de los vencedores muertos.
Detrás, sobre una mesa una paloma, también herida de muerte, que pía.
Por debajo de la maternidad, el guerrero, que sirve de nexo con la parte central y
de base de todo el lienzo, despedazado, con el brazo seccionado, pero, a pesar de ello su
mano sigue agarrando firmemente la espada, un arma de otra época, que también está
rota
Y encima el caballo que destripado, lanza un relincho brutal y sus ojos se
convierten en dos tachuelas, es como si nos quisiese mostrar que ni siquiera los seres
irracionales pueden comprender lo que ocurre a su alrededor

En medio de todo el caos, junto a la espada rota aparece una flor, ¿ todavía
queda la esperanza? De la muerte surge la vida, la flor es pequeña, pero nace casi de la
espada, es como si nos dijese que esas armas rotas deberían convertirse en arados
Hay otro elemento que despierta la esperanza: el quinqué, la luz del candil de
aceite, el mundo tradicional traído por una mujer que rompe el ámbito tenebroso del
cuadro, es la luz tradicional frente a la luz industrial, la otra mujer ha visto la luz y se
dirige hacia ella con un gesto concentrado y expectante
El Guernica no es sólo un testimonio del bombardeo, ni de la guerra civil
española, es algo más, es un alegato contra la barbarie, contra cualquier guerra. La
ausencia de color, el negro subraya la muerte y la destrucción de los seres vivos,
incluso de la civilización.
La actividad de Picasso contra la guerra dura toda su vida. Entre 1944 - 1948
pinta “ El Osario”, bajo la impresión que le producen las personas prisioneras en
campos de concentración durante la segunda guerra mundial.

En 1949 crea una de sus imágenes más conocidas “ La Paloma de la Paz “ que
pronto se convierte en un símbolo universal reproducida en todo tipo de carteles,
insignias, pegatinas….
En 1951, durante la guerra de Corea, Picasso pinta “ Matanza en Corea” cuadro
en el que denuncia nuevamente las brutalidades de la guerra, inspirándose en el cuadro
“Los fusilamientos del 3 de mayo” de Goya

En esa época esta afiliado al Partido Comunista francés y desarrolla una intensa
actividad política, participa en múltiples debates, congresos etc. a favor de la paz. En el
verano de 1948 Picasso y Francoise Gilot fijan su residencia en Vallauris, en esta
localidad experimenta nuevas técnicas artísticas: cerámica, grabado, adquiriendo unos
talleres que tenían que convertirse en centro de formación artística. En esta ciudad se
caso con Caterine Roque y allí celebró sus 80 y 90 cumpleaños recibiendo el
homenaje de artistas del mundo entero. De la estrecha relación del artista con Valloris,
esta ciudad le dedicó una capilla del siglo XIV, que había en la plaza del mercado, que
en 1954 fue decorada por Picasso con carteles dedicados a la guerra y la paz,
transformándola en El Templo de la Paz, como respuesta a la guerra de Corea

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