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¿Qué es el acento?

La palabra “acento” es empleada en muchos ámbitos diferentes, en general


vinculados con el lenguaje. Su sentido más común es como sinónimo de “tilde”,
un signo ortográfico empleado en el español (y en otros idiomas), y que tiene
forma de raya pequeña y oblicua, en sentido derecha a izquierda, colocada sobre
alguna vocal: á, é, í, ó y ú. Dependiendo del idioma, también puede haber otras
formas de acento.

Sin embargo, este término es también usado para describir otros aspectos
gramaticales y del lenguaje. Se aplica también a otras áreas de la cultura como
la poesía y la música, e incluso como parte de alguna imagen retórica, con el
sentido de enfatizar algo: “el jefe puso el acento sobre las ausencias”. En este
caso, la palabra «acento» tiene otro sentido.

La palabra acento proviene del latín accentus, vocablo formado por el prefijo ac–
(una transformación de ad), que significa “hacia”, y el verbo canere, “cantar”. De
modo que podría interpretarse como aquello que se aproxima al canto, o sea, a
la sonoridad adecuada.

Acento prosódico y acento ortográfico.

El acento prosódico es la entonación de mayor intensidad que se les da a


ciertas sílabas de una palabra, para ayudar a segmentarla y a distinguirla de
otras palabras que tengan la misma morfología. Su nombre proviene
de prosodia, o sea, musicalidad.

Dicho así, es lo mismo que normalmente se llama en español la sílaba tónica, y


que puede o no representarse gráficamente. Se trata de un cierto “relieve sonoro”
o forma de pronunciación de las palabras.

Dicho acento está siempre presente en las palabras, pero sólo en determinadas
ocasiones va acompañado de un acento ortográfico o gráfico, o sea, de una tilde.

Para ello, el español tiene reglas fijas, dependiendo del lugar de la sílaba tónica
en la palabra y en algunos casos, de su terminación.

En todo caso, la aparición de un acento ortográfico cumple con un cometido


diferenciador: dos palabras se escriben igual, pero se pronuncian distinto (acento
prosódico), por lo que alguna deberá llevar una marca en la escritura, que
vendría a ser el acento, para indicar al lector cómo debe pronunciarla.

De esta manera, es posible distinguir palabras tan similares pero tan distintas
como “círculo”, “circulo” y “circuló”, siendo la primera un sustantivo, la segunda
un verbo en primer persona singular del presente, y la última un verbo en tercera
persona singular y tiempo pasado. Lo mismo ocurre con monosílabos como “sí”
y “si”, “más” y “mas”, o “de” y “dé”, cuyas diferencias semánticas son radicales.
Reglas de acentuación en español

En español, la aparición del acento ortográfico está determinada por el lugar de


aparición del acento prosódico en la palabra, o sea, de su sílaba tónica, según
el siguiente criterio:

 Palabras agudas, en las que el acento prosódico va en la última sílaba.


En este caso, el acento prosódico se convertirá en acento ortográfico
siempre que las palabras terminen en letra n, s o vocal. Por ejemplo:
“salud”, “metal”, “capaz”, pero: “estrés”, “cantó”, “camión” y “Bogotá”.

 Palabras graves o llanas, en las que el acento prosódico va en la


penúltima sílaba. En este caso, el acento prosódico pasará a ortográfico
siempre que la palabra termine en una consonante distinta de n y s. Por
ejemplo: “canto”, “panza”, “porotos”, “reten”, pero: “lápiz”, “dúctil”, “láser”
y “Félix”.

 Palabras esdrújulas, en las que el acento prosódico recae en la


antepenúltima sílaba, y siempre deberá estar acompañado de tilde o
acento ortográfico, sin importar su terminación. Por ejemplo: “estéreo”,
“cándida”, “pájaros”, “tímpano”.

 Palabras sobreesdrújulas, en las que el acento prosódico recae en


cualquier sílaba previa a la antepenúltima. Son palabras excepcionales y
siempre se acentúan. Por ejemplo: “pálidamente”, “dígamelo”.

Acento o tonada

También se le dice “acento” o “tonada” a la manera particular de pronunciar


propia de una región geográfica. Es decir que dos hablantes provenientes de dos
regiones geográficas distintas (y a veces incluso de dos clases sociales distintas
en una misma ciudad) tendrán modos de entonar diferentes, incluso cuando
estén usando las mismas idénticas palabras en el mismo idioma.

Dicha variación no incide sobre el significado de las palabras (o sea, no es una


variante léxica o dialectal), sino que es de tipo musical, prosódica, rítmica. Cada
región de un mismo país tiene variantes en el acento o la tonada, y dichas
variaciones son más extremas aún si comparamos dos países lejanos dentro del
mismo continente.

Así, por ejemplo, los hablantes de español en América Latina hablan el mismo
idioma, pero con realizaciones sonoras diferentes, o sea, con acentos distintos:
el acento andino, el rioplatense, el caribeño, entre otros. Cada región cultural
posee uno propio, compartido por las poblaciones que hacen vida allí.

Esto significa que en un mismo país el acento puede variar, como ocurre entre
los argentinos del Río de la Plata y los argentinos del norte andino, o entre los
colombianos de la costa caribeña, los de la costa del Pacífico y los del eje
cafetalero.
Acento en poesía

En el lenguaje tradicional de la poesía, la métrica es la estructuración de


los poemas obedeciendo a reglas fijas de rima, en las que se determinaba el
número de sílabas que debía tener un verso. En el mismo sentido, el acento es
el lugar del verso en la que se hace un énfasis musical o prosódico, o sea, cierto
énfasis que no por ello modifica la grafía de las palabras.

Así, dependiendo de su posición en el verso, se habla de:

 Acento rítmico. Conocido como acento constitutivo o constituyente,


viene determinado por el modelo del verso, manteniendo el ritmo interno
del mismo.

 Acento extrarrítimico. Conocido como acento accesorio, no forma parte


de lo requerido por el modelo del verso, sino que rompe o varía el ritmo
del mismo, generalmente ocupando una posición interior.

 Acento antirrítmico. Es aquel que ocupa la sílaba inmediatamente


anterior a la del acento rítmico, razón por la cual se lo conoce como acento
antiversal, dado que rompe la rima.

Quizá sea importante hacer notar que este tipo de reglas no son ya de uso en la
poesía contemporánea, liberada de métricas y rimas a favor del “verso libre.”

Acento musical

Similarmente, en el lenguaje de la música el acento marca ciertas notas que


requieren de un énfasis especial, o que deben ejecutarse de un modo específico
para expresar determinados sentidos dentro de la pieza.

Estos momentos enfáticos pueden darse en un acorde o una nota, como parte
de un contexto de ejecución o bien pueden estar indicados con un signo en la
partitura. Auditivamente, estos acentos se perciben como una descarga de
energía o una sensación de apoyo, en la ejecución sonora de la pieza.

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