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UNIDAD No.

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PERSPECTIVA HISTÓRICA
DE LA OPINIÓN PÚBLICA.

Prof. José Gerardino

Santo Domingo, D.N.


Mayo del 2019.
Unidad II: Perspectiva histórica de la opinión pública.

ÍNDICE DEL CONTENIDO

1- Introducción…………………………………………………………………………….. 4

2- La Opinión Pública en las sociedades antiguas.…………………………… 4

2.1- La Opinión Pública en la antigua Grecia……………………………………… 4

2.2- La Opinión Pública en el Imperio Romano………………………………….... 6

2.3- La Opinión Pública en la Edad Media………………………………………….. 7

3- La Opinión Pública en la modernidad………………………………………..... 9

3.1- Nacimiento del término Opinión Pública…………………………………….. 9

3.2- La Opinión Pública en el Renacimiento………………………………………. 11

3.3- La Opinión Pública en los siglos XX y XXI…………………………………… 12

5- Bibliografía……………………………………………………………………………….. 14

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Autor: José Gerardino.
Unidad II: Perspectiva histórica de la opinión pública.

1. INTRODUCCIÓN.
Cuando se habla de las sociedades antiguas o primeras civilizaciones se hace referencia al
conjunto de civilizaciones integradas por Grecia y Roma; las cuales constituyen el referente
principal con relación al desarrollo cultural y su incidencia en el mundo. Existen otras civilizaciones
muy importantes también en materia de impacto científico, por ejemplo Egipto, pero para los fines
de este estudio no es objeto de interés en virtud de que la Opinión Pública como fenómeno social
y como preocupación de estudio tiene su punto de inicio en las dos sociedades que se han
seleccionado.

En este documento se abordan los aspectos centrales que podría referirse como opinión pública
en lo relativo a su recorrido histórico; desde las formas más remotas encontradas en la sociedad
griega, pasando por la visión distinta que a la misma se le asigna en la Roma Imperial; su
posterior, casi desaparición en la Edad Media; su resurgir totalmente nuevo en El Renacimiento y
luego; sus manifestaciones en la modernidad, las post-modernidad, la contemporaneidad y
finalmente en la época de la post-verdad.

2. LA OPINIÓN PÚBLICA EN LAS SOCIEDADES ANTIGUAS.

Esta etapa se puede definir como el momento embrionario en el cual se producen las
primeras ideas de las cuales van a surgir las opiniones como referentes simbólicos de las
democracias, como forma de tomar el pulso al sentir de los ciudadanos, como fenómeno
social, como forma de conocimiento y como objeto de estudio científico.

2.1- La Opinión Pública en la antigua Grecia.


En la antigua sociedad griega eran la oratoria y el discurso los medios por los cuales los líderes de
la política y la filosofía impactaban sobre la población a quienes buscaban llevar sus ideas. El
ejemplo más perdurable en la memoria es el caso del juicio al cual fue sometido Sócrates acusado
de pervertir a la juventud ateniense y ante esta realidad cabe hacer una cuestionante; ¿Cuál era el
medio usado por este pensador para cultivar y cautivar a los jóvenes de su sociedad?. Lo
conseguía a través de la puesta en práctica de un profundo razonamiento lógico acompañado de
un gran poder de convencimiento que ejecutaba por medio de una magnifica oratoria.

Ahora bien; la simple opinión no era bien vista no era bien vista en los espacios de razonamiento
de las polis que tenían como ciudad principal a Atenas; así se percibe en la siguiente afirmación
de Monzón Arribas (2013:72) cuando precisa: “La filosofía griega (…) mantenía que hay que dar

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toda la confianza a la razón (logos) como camino para llegar a la verdad, dejando en segundo
lugar, y más bien maltratada, a la opinión (doxa). El uso de la razón, decían, nos acerca a la
verdad (alezeia), a la razón verdadera y al cultivo de la ciencia (episteme); la opinión, en cambio,
se queda a mitad de camino como saber imperfecto e incompleto – un semisaber - o, en el mejor
de los casos, como conocimiento probable o aproximado. La razón principal radica en que sus
opiniones están contaminadas, primero por quienes las cultivan – las clases más bajas de la
sociedad – y, segundo, por las interferencias que provocan permanentemente en la razón las
sensaciones, los afectos y los deseos más bajos del hombre”.
Pero a eso se suma que además de ser considerada la opinión un ejercicio de pensamiento
inferior; también ocurre que la misma era excluyente; eso queda de alguna forma confirmado
cuando entre en contacto con la siguiente afirmación que hace Somohano Fernández (2011:2)
cuando afirma: “El bios politikos aristotélico encontraba condiciones de crecimiento en la polis
griega, espacio propicio para la expansión de los hombres que, entre praxis y lexis, resolvían los
problemas circundantes. Sin embargo, en la Antigua Grecia hubo también sus excluidos; fueron
varios los que quedaron afuera. Una vida dedicada al debate público, y otras prácticas, debía ser
sustentada por ciertas fuerzas, capaces de generar las riquezas imprescindibles para el
desenvolvimiento adecuado de los hombres libres. Por esta razón los esclavos quedaban
separados de la vida política. A ellos se unían como grupos no privilegiados el de las mujeres y los
metecos”.

Borruto (2012:16) también se refiere a ese particular cuando precisa: “En Grecia los únicos que
podían opinar en la polis eran los ciudadanos “propietarios”, y ésta a su vez estaba bien separada
de los asuntos privados”.

Por lo tanto el acto de opinar en la sociedad griega no estaba supeditado a un libre ejercicio del
pensamiento sino a condiciones sociales preestablecidas que determinaba quien tenía derecho a
emitir juicios y quien no; pero además, como ya se pudo ver a esa condición se le sumaba que
dichas opiniones no atentaran contra la estabilidad de determinados estamentos sociales.

La sociedad griega creó sus tribunas de discusión las cuales estaban informalmente aceptadas
como los espacios a los cuales se acudía a debatir y analizar sobre los temas sociales que le

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importaban y les afectaban; es como decir que eran esos los sitios donde la opinión pública se
expresaba; ese lugar era El Ágora1.

“En ellas la actividad pública, desarrollada a la luz del día, se concentra en el tratamiento de los
asuntos de interés general y se expresa en el ágora, como espacio abierto a los iguales entre sí.
Lo público, por tanto, se asocia al interés común, se opone a las necesidades individuales y las
maneras de resolverlas, indica lo que se hace visible a todos, y por último, señala lo disponible a
otros. Para el hombre libre de la Grecia Antigua existe una división elemental entre idion y koinon,
entre lo suyo y lo comunal”. (Arendt, 2005 citado por Somohano Fernández, 2011:3).

Desde estas consideraciones es la doxa griega el referente de opinión pública más remota que
se ha podido documentar y la misma constituye el punto de partida del recorrido histórico de este
fenómeno social que es base fundamental de la democracia universal.

2.2-La Opinión Pública en el Imperio Romano.


“Roma difiere de los planteamientos filosóficos de Grecia. Hacen una distinción entre opinión-
ciencia y opinión-verdad. La opinión pública para los romanos es entendida como apariencia, de
ahí que el concepto se deriva de un concepto publicístico, en donde lo importante es la imagen
que proyecta uno a los demás, a la buena o mala imagen (idea) que los demás tienen de uno. En
escritores de Roma, como Cicerón se percibe a la opinión pública como “el apoyo del pueblo”, en
Protágoras “creencia de opinión de las mayorías”, Demóstenes como “la voz pública de la patria”,
Heródoto como “la opinión popular” y Tito Livio como “la opinión unánime”. Asimismo, tanto en
Grecia, pero de una forma más matizada en Roma, se da la entrada a unos nuevos conceptos del
derecho. Conceptos jurídicos: ius privatum, ius publicum, en donde la opinión nace como punto de
unión entre la esfera de lo privado y la esfera de lo común, de lo público”. (Mancera Carrero, 2007:
pag.15)

Desde otra investigación “OPINION PUBLICA, HISTORIA, NATURALEZA Y ELEMENTOS DE


ANALISIS”; se contempla de forma similar el asunto; expresando lo mismo; una visión publicistica

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- El ágora hacía las veces de las plazas públicas actuales. Centro de la vida cultural, política y económica de la Antigua Grecia;
estaba rodeada de edificios de oficinas públicas; además eran centros de expendio de productos. Los ciudadanos acudían para
debatir y discutir los diversos temas que afectaban su vida cotidiana, así como para abastecerse de víveres para su consumo
personal.

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de la opinión pública en Roma; llevándolo un poco más lejos al compararlo con determinados
estudios modernos de la misma.

“Época romana: Existe un sentido publicístico de la Opinión Pública. El concepto es sinónimo al de


apariencia y de fama (también aparece en Grecia en la estética de auto presentación que se
materializa en la sofística). Se refiere a la imagen que una persona proyecta a los demás (buena o
mala). Esta concepción se verá en MAQUIAVELO, en las enciclopedias de la Ilustración como
VOLTAIRE o en investigaciones actuales como ELIZABETH NOELLE-NEUMANN que aporta la
“Teoría de la espiral del silencio”. Muchos autores se van a preocupar por delimitar el ámbito de la
Opinión Pública. RICHARD SENNET publica en 1974 "El declive del hombre público". Se centra
en el comportamiento en la esfera pública y dice que el elemento diferenciador es el problema de
la audiencia. El "ámbito de lo público, privado y social', lo define como el "cómo" generar una
determinada credibilidad, consideración o interés hacia la propia persona en un mundo de
extraños. Parece que describe el ámbito de actuación, la puesta en escena, es decir, el teatro.
Habla de unos códigos a través de los cuales los demás no deben conocer nuestra intimidad: son
las reglas de lo público. (2010: koralieucm.files.wordpress.com)

Otros componentes enriquecen el concepto de opinión pública en Roma son ellos por ejemplo:
vox populi; res pública; ius privatum, ius publicum; términos que refieren aspectos como voz
popular; la cosa pública; derecho privado y derecho público; así que las esfera de lo público
adquiere una mayor dimensión en Roma que en Grecia.

2.3- La Opinión Pública en la Edad Media.

La Edad Media como período histórico tiene sus particularidad; por ejemplo, el nombre le viene
porque es estadio intermedio entre las sociedades antiguas y las modernas; por su forma de
producción agraria sustentada en la esclavitud; por la ausencia de la libertad de expresión y; entre
otras cosas, por la hegemonía de los señores feudales y el clero sobre la vida cultural, económica
y política de la comunidad.

La forma más gráfica de describir con palabra este espacio de tiempo se ofrece en el estudio
OPINIÓN PÚBLICA: HISTORIA, NATURALEZA Y ELEMENTOS DE ANÁLISIS; según el cual La “Edad
Media es una etapa de oscurantismo y regresión por la decadencia del Imperio Romano y su
debilitamiento económico, militar y social. Se empieza a descomponer el ejército y se pierde el
mercado de esclavos (final de la economía esclavista). Se va dando una atomización de pequeñas

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unidades más rurales y autosuficientes. Hay una fragmentación del orden político. Los esclavos se
convierten en colonos y aparecen los latifundios. Entran a escena las costumbres sociales
germánicas por su fusión con las élites romanas germanizadas. Aparece el feudalismo, que se
basaba en una promesa de fidelidad a uno o varios amos sometiéndose a ellos y pagándoles unas
rentas. La única institución que crea un marco de cohesión es la Iglesia, que tiene un papel
importante, dándose una simbiosis entre el poder temporal y la Iglesia. La Edad Media va a tener
un espíritu católico, y la Ley estará por encima de todo, una ley hecha de las costumbres, los usos
y el consentimiento popular. Dios está en lo más alto de la cadena. La ley emana de él a través de
lo ley eterna, que actúa en el ámbito civil y en el religioso. El ámbito civil desemboca en la Ley
natural que va a ser considerada por los emperadores, por debajo los señores feudales, y por
último los súbditos. La Ley eterna desemboca en el ámbito eclesiástico, donde están los papas,
los obispos, y los fieles. El pueblo es un sujeto pasivo y obediente. No hay opinión pública porque
no se puede discutir ni expresarse. (…)”.
En un sentido similar se expresa Mónica Victoria Mancera Carrero, (2007) en su estudio
HISTORIA DE LA OPINIÓN PÚBLICA DESDE LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS A LAS PERSPECTIVAS
MEDIATICAS cuando dice: “Esta etapa es una época en la cual “se realizó un gran esfuerzo con
vistas a construir la vida de la comunidad terrena y de la civilización sobre el fundamento de la
unidad de la fe teologal y del credo religioso” (Maritain, 1949) bajo este contexto los súbditos y los
fieles se constituyen como un pueblo pasivo y obediente. La posibilidad de diálogo en tanto a
respuesta es imposible. No existe por lo tanto oportunidad para la opinión pública, en cuanto que
los tres (3) derechos básicos para que exista opinión pública no se suscitan bajo este panorama,
como son expresar, discutir y disentir. Dicho de otro modo, el poder se constituye como un
elemento divino que emana de Dios, este poder es concedido a los hombres por gracia divina
para justificar todo tipo de poder. Esta expresión de ley eterna, donde al final de esta pirámide se
encuentra el pueblo como un sujeto pasivo que no interactúa con el Gobierno en la toma de
decisiones”.
Es una época en la cual todo lo que se daría a la luz pública debía tener a aprobación del poder
eclesiástico y el que tenia la osadía de disentir probablemente sería enviado al tribunal de la Santa
Inquisición e iría a morir en la hoguera como fue el caso de Juana de Arco en el 1431. Por lo
tanto hablar de la Edad Media es decir que el pensamiento se sometió a los cánones de la iglesia
y la capacidad de opinar se redujo a una expresión mínima o casi inexistente.

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3- LA OPINIÓN PÚBLICA EN LA MODERNIDAD Y LA POST MODERNIDAD.

Una serie de hechos sociales marcaron el final del Medioevo como es el paso de una vida rural a
urbana, el dinamismo del comercio, la iglesia pierde la hegemonía social, el hombre y sus
aspiraciones se convierte el centro del universo.

Como se puede apreciar esas condiciones son muy favorables para que se produzca un gran
cambio en la forma y posibilidad de expresar el pensamiento, pues específicamente “el
humanismo afirma el valor del hombre, el hombre inserto en el mundo y en la historia, que no solo
está llamado a la otra vida sino que tiene que vivir en esta. Entiende que el hombre está dotado de
la fuerza de voluntad capaz de forjar su propio destino y para lograrlo tiene que tener virtud, (…),
es decir conocimiento necesario de lo que le rodea”. (Guía 8: Clases de filosofía).

Sobre el mismo particular se manifiesta Mancera Carrero (2007:17) y deja establecido que: “En el
Renacimiento, el centro del mundo es el hombre como individuo liberado de todas las
preocupaciones religiosas, transformándose el enfoque del poder celestial, por el desarrollo de un
pensamiento crítico y razonable, que contribuyó al descubrimiento del papel que puede jugar en la
sociedad la opinión pública como fuerza moral, otorgándosele así un alto poder social. Esta
opinión adquirirá cada vez mayor importancia, hasta constituirse en categoría fundamental de la
acción política con la Ilustración del siglo XVIII”.

Bajo esa visión filosófica del ser humano el renacer de la opinión estaba sobre terreno totalmente
fertilizado para el surgir de la fuerza necesaria que convirtiera la opinión pública en una
expresión social determinante en la vida política y económica de las sociedades emergentes.

3.1- Nacimiento del término opinión pública.


Distintos autores coinciden en el ubicar el origen del término opinión en la Francia de la
Ilustración; Monzón Arribas (1985:81) citando a Habermas (1981:129-130) “considera el 1750
como el año en que se utiliza por primera vez la expresión «opinión pública», cuando Rousseau
se presenta al premio de la Academia de Dijon con su «Discurso sobre las ciencias y las artes». Si
bien la paternidad de la expresión le corresponde a Rousseau, los primeros esbozos teóricos de la
opinión pública se suelen atribuir a los fisiócratas, especialmente a Louis Sebastián Mercier de la
Riviere, que parece haber sido el primero en captar el estricto sentido de «opinión pública» y
entrever su rol social”.

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Una línea similar se sigue en el estudio OPINIÓN PÚBLICA: HISTORIA, NATURALEZA Y


ELEMENTOS DE ANÁLISIS cuando se estable que: “Los primeros esbozos teóricos de la Opinión
Pública se producen por un movimiento intelectual francés vinculado a lo economía: los
fisiócratas. (…). Dentro del movimiento fisiócrata se encuentran algunos políticos de la Hacienda
francesa como TURGOT y NECKER; DE LA RIVIERE dice que quien gobierna no es el Rey, sino
el pueblo por medio de la Opinión Pública. Dice que está en la opinión de los ilustrados. Hay un
cambio de sujeto al hablar de la Opinión Pública. (…). La Opinión Pública es la ideología de la
clase social que está en el poder. Los gobernantes deben seguir las leyes descubiertas por los
ilustrados. (..)”.

La invención de la imprenta de tipos móviles en el siglo XV fue el hecho que resulto el detonante
inicial de una cadena de sucesos sociales que redundarían en el nacimiento de la opinión público;
esto en virtud de que con este invento se democratizo el acceso a las informaciones con la tirada
de libros de forma masificada y el surgimiento de los periódicos.

“Este desarrollo tecnológico permitió una amplia difusión de las publicaciones, que se reforzaron
en el siglo XVI con el incremento de comerciantes y clases dirigentes y una expansión de la
alfabetización. La última tendencia fue impulsada por la Reforma protestante, que creó un amplio
público lector, sin mediación formal de la iglesia, respecto a la literatura religiosa escrita en
lenguas vernáculas. (Morales y Gómez; Rodríguez Manzanares y otros 2011: 187).

La popularización de la lectura fue el empuje de un nuevo fenómeno social; la opinión como fuerza
redentora de los nuevos grupos. “Esta opinión pública naciente como fuerza moral y crítica se ve
expresada en una clase social determinada, la burguesía urbana, élite que está estrechamente
unida al desarrollo de las ciudades. Ciertamente las ciudades se constituyen como espacios de
libertad, ajenos en cierta medida al sistema feudal, donde las opiniones y las ideas pueden circular
entre el público; instituyéndose como un espacio público que es también un espacio urbano,
representado en los salones, cafés, lugares de reunión de ésta clase social en los que se produce
el intercambio de opiniones”. (Mancera Carrero 2007:25).

Pero, por ser este naciente ímpetu humano un medio del cual se valía una naciente clase
económica (la burguesía; integrada por comerciantes, banqueros, artesanos, etc) para reclamar
derechos y enfrentar a los reyes; pronto encontró en pensadores como Rousseau la crítica que
pondría al descubierto las intensiones de un grupo social emergente que usaba el poder de las
opiniones masificadas para agenciarse beneficios muy particulares.

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“Bajo la mirada de Rousseau, la opinión pública en los ilustrados, se convierte en la portavoz de


un nuevo ser humano desnaturalizado, escindido en su propia existencia social, ya que en la
ilustración se distinguen la existencia de dos tipos de hombre; por un lado, está el hombre moral,
libre en sus instintos, gustos e ideas; de otro lado , se encuentra el ser social, público, que si bien
representa un nuevo tipo de relación social, vive pendiente de las formas y de la opinión pública,
tratando de dar una imagen al gusto de los demás hasta el punto de prescindir de la moral si con
ello gana prestigio o fama. (Mancera Carrero 2007:27)

Bajo estas condiciones y bajos estos cuestionamientos utilizo Rousseau por primera vez, el
vocablo opinión pública para designar aquellas ideas, pensamientos y reflexiones expuestos
públicamente por la naciente burguesía para reclamar su espacio político y económico.

3.2- La opinión pública en el Renacimiento.


Nicolás de Maquiavelo es un estratega y consejero político muy representativo de la época
renacentista. Su obra El Príncipe se convirtió en un referente obligado por las recomendaciones
que hace a los gobernantes en la búsqueda de mantenerse en el poder. En esta obra el autor
“desarrolla dos ideas fundamentales para explicar la comunicación política entre gobernantes y
gobernados. Por un lado, piensa que el príncipe debe tener o conseguir el favor popular: «A un
príncipe le es necesario tener al pueblo de su lado: de lo contrario, no tiene remedio en la
adversidad». Por otro, gobernar implica una cierta técnica de las relaciones con las actitudes del
pueblo, que habrán de formarse o reformarse por el príncipe cuando fuese necesario. Por tanto,
en las relaciones del príncipe con el pueblo, aquél deberá cuidar su imagen, su reputación y no
importará el manejo de la opinión pública con tal de mantenerse en el poder. Hasta la hipocresía
puede convertirse en un deber”. (TOUCHARD 1981:203 citado por MONZÓN ARRIBAS 1985:82).
Para esta etapa empieza a cristalizarse el manejo tendenciado o perfilado de la opinión pública
como estrategia de poder.

“Lutero, Calvino y Zwinglio fueron auténticos líderes de opinión y las sectas minoritarias que
surgieron del protestantismo jugarán en siglos posteriores un papel fundamental en la lucha por la
conquista de las libertades. Aparte de la ruptura con Roma, las implicaciones políticas en los
conflictos entre los príncipes y el emperador, la interpretación diferente en materia de fe y
costumbres, el acercamiento de los textos sagrados en lengua vernácula al pueblo, el
protestantismo supuso un paso importante en la liberación interna de las conciencias”. (GINER
1975: 188 citado MONZÓN ARRIBAS 1985:82-83)

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El nacimiento y popularización de la prensa masiva dio un nuevo impulso a la opinión de la gente;


una serie de medios marcan este renovada forma de expresión desde “finales del siglo XVII y,
sobre todo, a principios del XVIII cuando nace en Inglaterra el primer periodismo de opinión, de
tipo ideológico y político, en periódicos como The Spectator, The Examiner, The Review, The
Mercator y The Tatler, con las firmas de Addison, Swift, Defoe, Johnson y Steele. También en
Inglaterra, a principios del siglo xv, nace el periodismo diario, extendiéndose a otros países según
avanza, el siglo.(…) (BENITO 1982: 72-73 citado por MONZÓN ARRIBAS 1985:85).Seguidos de
una gama de medios que serian a nivel mundial paladines de la manifestación de libres ideas.

“El público raciocinante, cada vez más amplio y crítico, encuentra su refuerzo natural en una
prensa cada vez más crítica e independiente. La prensa se convierte por primera vez y de un
modo propio en el órgano crítico de un público raciocinante, se convierte en «cuarto poder»”
HABERMAS 1981: 97 citado por MONZÓN ARRIBAS 1985:85) “Con la Revolución francesa la
libertad de expresión queda conquistada y la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano
consagrará la libertad de opinión y de expresión. Por otro lado, «en 1792, tres años después del
estallido de la Revolución francesa, el público políticamente raciocinante es indirectamente
reconocido en su función de crítica pública por un discurso de Fox ante la Cámara de los
Comunes. Por primera vez se habla en el Parlamento de public opinión en el estricto sentido de
esta locución. (HABERMAS 1981:102 citado por MONZÓN ARRIBAS 1985:86)

Reforma protestante; necesidad de aprobación del pueblo por parte de los gobernante y
nacimiento de la prensa escrita critica y libre son los factores que convergen en el nacimiento de
una nueva expresión humana que con el tiempo sería objeto de preocupación y estudio de
ciencias como la sociología y la psicología.

3.3- La opinión pública en las sociedades de los siglos XX y XXI.

En el siglo XX, quienes se interesarán por la opinión pública serán los que comparten las tesis de
la sociología del conocimiento, (Max Scheler, Karl Mannheim, Robert K. Merton, P. Berger y T.
Luckmann, entre otros), para quienes el individuo aislado en pocas oportunidades crea, de
manera individual, opiniones, pero otras relaciones sociales, distintas a las de clase (religión,
grupo étnico, nacionalidad, grupo político, etc.), pueden ser determinantes en la construcción de
las opiniones de los individuos. No obstante, es Mannheim quien ve que además de las clases

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sociales hay otros factores de referencia como los grupos, lo cual explicaría mejor los diferentes
tipos de pensamiento. (Rodríguez, 2006 citado por MANCERA CARRERO, 2007: 58)

A partir de esta reflexión inicial mucha aspectos se pueden abordan relativos a la opinión pública
en época de la post modernidad y; luego de la post verdad; surgiendo así una serie de
necesidades ligadas a las masas y la dinámica social de la actualidad.

“(…) la teoría de la sociología del conocimiento le imprime a la opinión pública ese factor de la
cotidianidad, que la hace percibir como un conocimiento desarrollado bajo esa misma atmósfera,
es decir, es entendida como una forma de pensamiento y como una forma de acción que
contribuye a la construcción social de la realidad construida a través de ella; constituyéndose una
dependencia y una influencia características que generan una retroalimentación. (…)(MANCERA
CARRERO, 2007:59).

En el siglo XX fue la teoría sociológica del conocimiento y en el siglo XXI ¿Cuál teoría constituye
la punta de lanza con la cual apuntar la realidad del este fenómeno? Desde el nuevo enfoque
dado a la Sociedad de la Información y la Comunicación y; desde la reciente perspectiva desde la
que se interpretan las percepciones; esa reciente visión es la Post-verdad.

Sobre la óptica de la sociedad de la información García Galindo (2010:275) hace una precisión
muy lógica cuando dice: “Si a finales del siglo pasado, la opinión pública, es decir, lo que opina la
sociedad, se formaba fundamentalmente a partir de la opinión publicada, es decir de aquella que
se encontraba en los medios de comunicación impresos o audiovisuales, en la actualidad esto
está cambiando sustancialmente. La opinión pública no se construye solo a partir de lo que dicen
los medios, sino a través de la interacción con los medios y, lo que es más importante (…) se
construye al margen de los propios medios”.

Es decir de los medios masivos porque los medios alternativos son una herramienta que le
permite a las masas no solamente ser consumidores de contenidos informativos sino también ser
productores de los mismos; al mismo tiempo que esos nuevos instrumentos tienen cobertura
ilimitada dando como resultado el que; ya no solo exista una economía y una comunicación
global sino también una opinión pública global.

En lo relacionado a la post- verdad como forma de validación de las percepciones en lugar de la


realidad; y es ahí donde está la peligrosidad de esa nueva forma de ver la realidad social; es un
peligro radica en que lo importante en los fenómenos sociales no son los niveles la realidad en

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que se producen los mismos, sino la forma de percibir dicha realidad en que se da el mismo;
dando origen así a la existencia de una primacía de la forma sobre la esencia.

A la luz de este nuevo tratamiento de las situaciones fenomenológicas sociales la opinión pública
plantea nuevos desafíos como fenómeno y como objeto de estudio; y como fuerza resulta igual de
avasalladora pero más dirigible, manejable e inducible.

4-BIBLIOGRAFÍA.
Borruto, Mariel Ester. (2012). MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y OPINIÓN PÚBLICA: “SU
INFLUENCIA EN LA JUSTICIA PENAL”. Trabajo Final para la “Maestría en Derecho Penal
Internacional”. Instituto de Altos Estudios Universitarios (IAEU) Universidad de Granada- España.
García Galindo, Juan Antonio. (2010). LA OPINION PÚBLICA EN LA SOCIEDAD DE LA
INFORMACION: UN FENOMENO SOCIAL EN PERMANENTE CAMBIO. Brocar. Universidad de
Málaga.
file:///C:/Users/USER/Downloads/Dialnet-LaOpinionPublicaEnLaSociedadDeLaInformacion-
3813224.pdf
Gutiérrez, Hernán. COMO INCIDIR EN LA OPINION PUBLICA.
https://www.salgalu.tv/unesco/materiales/3como%20incidir%20en%20la%20
MANCERA CARRERO, MÓNICA VICTORIA. (2007). HISTORIA DE LA OPINIÓN PÚBLICA
DESDE LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS A LAS PERSPECTIVAS MEDIATICAS. Trabajo de
grado optar el titulo de Magíster/ Magistra en ESTUDIOS POLITICOS. PONTIFICIA
UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y RELACIONES
INTERNACIONALES. BOGOTÁ.
MONZÓN ARRIBAS, CADIDO. (1985). ORÍGENES Y PRIMERAS TEORÍAS SOBRE LA OPINIÓN
PÚBLICA: EL LIBERALISMO Y EL MARXISMO. Revista de Estudios Políticos (Nueva Época)
Número 44, Marzo-Abril 1985.
Somohano Fernández, Abel. (2011). RUTA CRÍTICA EN TORNO AL CONCEPTO DE ESFERA
PÚBLICA: UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA E HISTÓRICA PARA EL RESCATE DE SU
DIMENSIÓN EMANCIPADORA. RAZÓN Y PALABRA: Primera Revista Electrónica en América
Latina Especializada en Comunicación. WWW.razonypalabra.org.mx
Sopena Palomar, Jordi. EL FENÓMENO DE LA OPINIÓN PÚBLICA: LÍNEAS DE
INVESTIGACIÓN EN EUROPA.
OPINIÓN PÚBLICA. HISTORIA, NATURALEZA Y ELEMENTOS DE ANÁLISIS.
https://koralieucm.files.wordpress.com/2010/09/opinion.pdf

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