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Tema: La ciencia y la tecnología como procesos sociales”.

Conferencia II: “La tecnología como proceso social.

Sumario.

1. La concepción tradicional de la tecnología. Visión intelectualista y


artefactual de la misma.

2. La tecnología como proceso social.

Objetivos.

• Exponer la concepción tradicional de la tecnología a partir de diferentes


definiciones dadas de la misma desde una perspectiva histórica, valorando
la concepción intelectualista y artefactual como visión restringida de la
misma.

• Conocer la nueva visión de la tecnología como proceso social, superadora


de la concepción tradicional, en la que inciden todo un conjunto de factores,
tales como: los valores económicos, políticos, culturales.

Punto1- La concepción tradicional de la tecnología. Visión intelectualista y


artefactual de la misma.

Federico Engels en su libro ¨El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre¨ ,
afirma que : “El trabajo es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en
tal alto grado que, hasta cierto punto, debemos decir, que el mismo ha creado al propio hombre”.

La idea de técnica está asociada habitualmente al hacer, al conjunto de procedimientos


operativos útiles desde el punto de vista práctico para determinados fines.

En una forma muy primaria y elemental, asociamos ciencia al conocer y técnica al hacer, su
sentido principal es realizar procedimientos y productos y su ideal es la utilidad.
Definición de Técnica: En sentido lato la técnica constituye un conjunto de procedimientos
operativos útiles para ciertos fines prácticos. Son descubrimientos sometidos a verificación y
mejorados a través de la experiencia, constituyendo un saber cómo que no exige necesariamente
un saber por qué. (Agazzi, 1996,).

En el siglo VI antes de nuestra era, en el seno de la civilización helénica, se produjo la notable


innovación que consistió en "la búsqueda del por qué". Esa indagación del por qué de los
procedimientos eficaces que el hombre utilizaba originó el nacimiento de la noción de téchne
"que es precisamente la de un operar eficaz que conoce las razones de su eficacia y sobre ellos
se funda".( Explicar y hacer la critica).

El Renacimiento marcó un punto de viraje al establecer el primado del hombre sobre la


naturaleza. El dominio del hombre exige del conocimiento, de un saber útil. Con ello la idea de
un saber desinteresado va a ir cediendo paso a la idea de un saber útil, orientador de una
práctica de dominio de la naturaleza. Dichos conocimientos permitieron inventar máquinas que se
basan en proyectos racionales sustentados en la nueva ciencia, abstracta y matematizada; esas
particularidades son las que le permiten proyectar instrumentos y prácticas, es decir, inventar.

La primera revolución industrial ocurrida en Europa continental, provocó un gran desarrollo


tecnológico, los cambios ocurridos en Inglaterra en la Industria( de manufacturera a industrial),
dan muestra de una gran capacidad técnica y un interés por máquinas y artefactos.

La Revolución Industrial colocó las bases de la moderna sociedad capitalista, nacida en Europa
y expandida luego a todo el mundo. Sobre los rieles del capitalismo en expansión y sirviéndole
de motores, se fueron difundiendo por el mundo la ciencia y la tecnología.

Los acontecimientos ocurridos en Europa, permitieron avanzar en el camino del conocimiento y


hacia diferentes imágenes de la tecnología, y para la década del 30 del siglo XIX aparecen la
visión Intelectualista y la artefactual.

En la intelectualista la tecnología se entiende apenas como ciencia aplicada: la tecnología es un


conocimiento práctico que se deriva directamente de la ciencia, entendida esta como
conocimiento teórico. De las teorías científicas se derivan las tecnologías, aunque por supuesto
pueden existir teorías que no generen tecnologías. Una de las consecuencias de este enfoque
es desestimular el estudio de la tecnología; en tanto la clave de su comprensión está en la
ciencia, con estudiar esta última será suficiente. "La imagen ingenua de la tecnología como
ciencia aplicada sencillamente no se adecua a todos los hechos. Las invenciones no cuelgan
como frutos del árbol de la ciencia" (Price, 1980,p.169).

En el enfoque intelectualista la inexorabilidad del desarrollo científico (sucesión de teorías, ideas,


en la perspectiva más tradicional) genera una lógica de transformaciones tecnológicas también
inexorable. Con ello, cualquier consideración sobre los condicionamientos sociales del desarrollo
tecnológico y las alternativas éticas que él envuelve queda fuera de lugar.

La imagen artefactual o instrumentalista (González García, et.al., p.130) aprecia las tecnologías
como simples herramientas o artefactos. Como tales ellas están a disposición de todos y serán
sus usos y no ellas mismas susceptibles de un debate social o ético. En virtud de esta imagen
comúnmente se acepta que la tecnología puede tener efectos negativos (contaminantes, por
ejemplo) pero ello seguramente se debe a algo extrínseco a ella: la política social o algo
semejante. Con ello la propia tecnología y su pertinencia económica, ética, cultural o ambiental
queda fuera de la discusión.

Las imágenes artefactual e intelectualista de la tecnología nos llevan de la mano a una


concepción de su evolución vista como un proceso autónomo ante el cual es posible asumir
posiciones tecno-optimistas o tecno-catastróficas, según sea la visión positiva o no del papel de
la tecnología en la evolución social. Para ambas la tecnología está fuera de control y sólo cabe
esperar que su desarrollo termine por dominarnos completamente y deshumanizarnos
(catastrofismo) o dejar que se expanda su acción benefactora y desear que nos alcance a todos
(optimismo). En el primer caso el desenlace fatal habrá que evitarlo destruyendo la tecnología;
en el segundo, adaptarlo todo a las exigencias de la tecnología y dejar que se imponga su
racionalidad.

Conclusiones parciales.

 El análisis de la tecnología en su visión tradicional concibe a la tecnología o como ciencia


aplicada o como simple instrumento.
 Visión lineal, descontextualizada, socialmente neutra se olvidan de las complejas
relaciones CTS.

2. La tecnología como proceso social.

La superación de la tesis de la autonomía de la tecnología pasa por desbordar la


concepción estrecha de la tecnología como un conjunto de artefactos construidos a partir
de teorías científicas. La tecnología, más que como un resultado, único e inexorable, debe
ser vista como un proceso social, una práctica, que integra factores psicológicos, sociales,
económicos, políticos, culturales; siempre influido por valores e intereses

Las muy diversas definiciones de tecnología existentes, demuestran su complejidad.


Repasemos algunas de ellas:

 Price (1980) "Definiremos la tecnología como aquella investigación cuyo producto


principal es, no un artículo, sino una máquina, un medicamento, un producto o un proceso
de algún tipo" (p.169).

Price. La tecnología está conformada por "técnicas industriales de base científica. (p.33)

Quintanilla: Las tecnologías son complejos técnicos promovidos por las necesidades de
organización de la producción industrial, que promueven a su vez nuevos desarrollos de la
ciencia (p.42).

Sábato y Mackenzie (1982) definen tecnología a partir de la noción de "paquete" el cual


subraya el carácter de sistema de los conocimientos que conforman la tecnología.
"Tecnología es un paquete de conocimientos organizados de distintas clases (científico,
técnico, empírico) provenientes de distintas fuentes (ciencias, otras tecnologías) a través
de métodos diferentes (investigación, adaptación, desarrollo, copia, espionaje, etc." (p.30).

Definición de Pacey (1990).

Dos Visiones:

Restringida
Aspecto técnico (conocimiento, destreza y técnica, herramientas, máquinas o recursos),
por lo que coincidiría con la concepción tradicional en sus versiones intelectualista o
artefactual.

General

Incorpora, además de los aspectos técnicos, los aspectos organizativos (actividad


económica e industrial, actividad profesional, usuarios y consumidores) y los culturales
(objetivos, valores y códigos éticos, códigos de comportamiento).

Pacey sugiere que el fenómeno tecnológico sea estudiado y gestionado en su


conjunto, como una práctica social, haciendo evidentes siempre los valores
culturales que le subyacen. Las soluciones técnicas deben ser consideradas
siempre en relación con los aspectos organizativos y culturales. En otros
términos, las soluciones técnicas son sólo un aspecto del problema; hay que
observar también los aspectos organizativos y los valores implicados en los
procesos de innovación, difusión de la innovación, transferencia de tecnología. La
superación del enfoque estrictamente técnico conduce de paso a definir con mayor
precisión el papel de los expertos y a aceptar que en tanto proceso social, como
experimento social que representa todo cambio tecnológico de cierta envergadura,
es imprescindible tomar en cuenta la participación pública, las expectativas,
percepciones y juicios de los no expertos quienes también participarán del proceso
tecnológico.

Tecnología.

1ª. Incorpora métodos y prácticas característicos de las ciencias con las que se
relaciona, así como sus términos, conceptos, hipótesis y resultados. En el caso del
sistema tecnológico la frontera entre ciencia y tecnología es tan difícil de establecer,
que suelen utilizarse expresiones como «complejo científico-técnico» o «tecno-
ciencia» para referirse a sus dominios.
2ª. Forma una estructura compleja que comprende elementos sociales, culturales,
valorativos y organizativos, y está inserta en un entorno social sobre el que influye y
del que a su vez recibe influencias. Esto provoca incompatibilidades culturales y
destrucción del tejido social tradicional, en las sociedades que se incorporan al
sistema tecnológico.

3ª. Aunque igual que la técnica está dirigida al control y transformación del medio,
su forma de operar es sistemática y global, pues involucra todos los niveles:
económico, social, político, cultural, etc. «La actual organización de las artes --dice
Scott Buchanam-- lo que denominamos nuestro sistema tecnológico, ha rebasado
los poderes de cualquiera de las formas precedentes de organización. ¿Cómo la
ordenaremos y la pondremos al servicio efectivo de la comunidad humana?

Procesos condicionado socialmente.

Aquí hablar del papel de la Biotecnología de la Bioinformatica.

Tipología de la tecnología
Desde el punto de vista de los elementos a los cuales están incorporados
los conocimientos tecnológicos , estos se pueden clasificar:

 Incorporados en objetos (hardware) materiales , maquinarias, equipos.

 Incorporados en registro (software) procedimientos, manuales, bancos de datos.

 Incorporados en el hombre ( humanware) conocimientos , habilidades.

 Incorporados en instituciones (orgware) estructuras y formas organizativas,


interacciones, experiencia empresarial.

Desde el punto de vista de la fase o el momento en que ella se aplican las


tecnologías pueden clasificarse como:

 Tecnología de producto: normas y especificaciones relativos a la composición


configuración , propiedades o diseño mecánico, así como los requisitos de calidad
que debe cumplir un bien o servicio

 Tecnología de proceso: condiciones, procedimientos y detalles necesarios


combinan insumos y medios básicos para la producción de un bien o servicio,
incluye manuales de proceso , de planta de mantenimiento, de control de la calidad,
balance de material y energía entre otros.

 Tecnología de distribución :normas de procedimientos y especificaciones sobre


condiciones de embalaje, de almacenamiento ( temperatura, humedad, tiempo
máximo de almacenaje y forma del mismo entre otro) transporte y de
comercialización.

 Tecnología de consumo: instrucciones sobre forma o procesos , de un bien o


servicio , esto responde a requerimiento del producto , así como también o hábitos
y tradiciones , entre otros factores .

 Tecnología de la gerencia: normas y procedimientos , sobre la forma especifica de


dirigir el proceso de producción de un bien servicio , la organización de la fuerza
de trabajo y procedimientos contables o administrativos entre otros.
 Tecnología social: normas y procedimientos para la conducción de procesos
sociales, no necesariamente vinculados a la esfera productiva , tales como los
relacionados entre otros , con la orientación vocacional, la prevención de delitos , la
movilización de la población ante desastres naturales y las actividades sindicales y
políticas.

La realidad de la tecnología en el mundo actual hace obvio la necesidad de una educación


tecnológica para así poder evitar transmitir una imagen distorsionada o idealizada de la
naturaleza de la tecnología.

Sobre esta base, consideramos que la educación tecnológica ha de ser sensible a dos
rasgos interrelacionados que definen el nuevo papel de la tecnología en la sociedad
actual: la innovación y la participación.

Educar para innovar

La innovación constituye en principio la creación o adaptación de nuevos


conocimientos y su aplicación a un proceso productivo, con repercusión y
aceptación en el mercado. Esta definición clásica, por sí misma, no nos dice
donde se van a crear o demandar esos conocimientos a lo largo del proceso
innovador. Durante mucho tiempo se pensó que bastaba con una buena base
científica para poner en marcha el proceso innovador, que era suficiente formar
y preparar investigadores científicos para conseguir la inyección de
conocimiento de interés en el ámbito económico. Con el tiempo se ha ido
demostrando que esto no es del todo cierto, pues existen ejemplos que dan
cuenta de innovaciones surgidas desde las empresas, en centros tecnológicos,
a partir de demandas de los consumidores, debidas a los propios trabajadores,
etc.

Una de las características más llamativas de las sociedades modernas e


innovadoras es el uso masivo, coordinado y, especialmente, aplicado de la
creatividad. Pero la creatividad que necesitamos hoy es bien distinta de la que
caracterizó los desarrollos tecnológicos del pasado. El tipo y uso de la
creatividad durante la primera y segunda revolución industrial se diferencia
enormemente del sentido que se le atribuye actualmente. Durante la primera
revolución industrial la creatividad era de tipo individual y espontánea, aunque
se transfería a través de canales sociales. En la segunda revolución industrial
se produce un gran impulso, aglutinante y fecundo, de este tipo de creatividad.
Es a partir de la segunda guerra mundial cuando surge una creatividad de tipo
colectivo, basada en la colaboración, es decir, lo que podríamos llamar una
"creatividad organizada".

La creatividad organizada permite integrar y canalizar los esfuerzos


individuales y aumentar el impacto de los resultados que de ella se
desprenden. Seguramente, este proceso se debe al aumento de la complejidad
de los problemas planteados, que están cada vez más interconectados y
exigen respuestas también más integradas. Asistimos, por consiguiente, al
paso de un proceso inventivo a un proceso innovador, es decir, al paso de la
invención como expresión individual de la creatividad hasta la innovación como
proceso colectivo de creatividad. La educación moderna debe necesariamente
contemplar esa evolución. Un elemento tan importante con es la creatividad
organizada, de la que en gran medida depende la capacidad de innovación,
debe ser tenida en cuenta en los programas educativos para ingenieros.

Lamentablemente, aún hoy es habitual encontrar una educación tecnológica


individualista y que descuida el aspecto creativo de los individuos,
mecanizando incluso el proceso de aprendizaje a través de la asimilación
memorística. La creatividad y la versatilidad en la formación de especialistas es
además necesaria en la sociedad contemporánea pues ésta requiere cada vez
más de "especialistas temporales", dado el vertiginoso ritmo del cambio
tecnológico actual y los breves períodos de tiempo en los que hoy caducan los
contenidos del conocimiento.

Educar para innovar es así diseminar en la sociedad un estímulo a la


creatividad y la versatilidad, al respeto por las ideas y a la interacción entre
todos esos elementos desde los cuales puede originarse una idea innovadora.
De hecho, en el ámbito general de la formación, el concepto de interacción
empieza a primar sobre el de linealidad. La propia estructura productiva de las
empresas se ha ido adaptando a este cambio: de estructuras verticales,
rígidamente organizadas y con funciones bien delimitadas, se ha pasado a un
concepto de producción flexible, con una mayor participación de agentes
sociales e intercambio de información. Es más, la necesidad de participación
de diversos agentes sociales y productivos es algo que está implícito en el
concepto mismo de innovación. La innovación tecnológica es, en definitiva, un
acto organizado de participación creativa.

Educar para participar

Si la tecnología, como decíamos antes, no sólo responde a valores técnicos


pues hacer tecnología es también un modo de hacer política, entonces la
tecnología ha de ser considerada un asunto de interés general dada la
extraordinaria relevancia social que el cambio tecnológico ha adquirido en el
mundo actual. La legitimidad de ese cambio, y la viabilidad del mismo en una
sociedad moderna, depende de que esté abierto a la participación de diversos
agentes sociales. Es también un hecho que no puede ser descuidado en la
educación tecnológica.

En general, educar para la participación es propiciar cambios en los contenidos


y las formas de la educación tecnológica. En los contenidos recogiendo una
imagen de la tecnología donde, además de los aspectos técnicos, queden
adecuadamente resaltados los aspectos culturales y organizativos de las
distintas tecnologías. El fracaso de proyectos tecnológicos en el mundo real,
piénsese en obras públicas, biotecnologías o la propia energía nuclear, no
siempre se debe a una falta de excelencia técnica por parte del profesional
implicado sino con frecuencia a una falta de sensibilidad social para apreciar
adecuadamente las dimensiones cultural y organizativa de la tecnología. Pero,
además, el propio proceso enseñanza-aprendizaje en educación tecnológica
debe realizar cambios metodológicos, didácticos y actitudinales de forma que
la participación y la innovación sean también llevadas al aula. No puede seguir
entendiéndose el proceso educativo como una relación uno-muchos, arriba-
abajo. Los estudiantes pueden y deben implicarse activamente en la
organización y desarrollo de los contenidos educativos aportando experiencias,
opiniones, iniciativas, etc. El objetivo es estimular en el educando un sentido
crítico que, sobre la base de un conocimiento sólido, le motive y le capacite
para implicarse activamente como ciudadano y como profesional en los
asuntos públicos relacionados con la tecnología. El objetivo es también evitar
el llamado "efecto túnel", por el cual la superespecialización de los estudiantes
los convertirá en profesionales ciegos para cualquier consideración que vaya
un poco más allá del ámbito de su competencia técnica. Parafraseando a John
Ziman, podemos expresar con claridad esta idea: muy posiblemente los
ingenieros, al igual que los científicos, estén mejor formados para su vida
profesional si supieran un poco menos de ciencia y algo más sobre la ciencia.
Como también estarían mejor formados si tuviesen algo menos de
especialización temática y un poco más de versatilidad creativa. Los
contenidos tendrán que seguir adquiriéndolos y actualizándolos durante su
vida profesional; las actitudes con mucho más difíciles de adquirir o modificar.

La propia educación ha sido entendida por diversos autores como una


tecnología social: un conocimiento especializado que es aplicado, con el auxilio
de diversas técnicas e instrumentos, para la transformación del medio social de
acuerdo con una agenda dada. Por este motivo, la participación en el cambio
tecnológico, por parte de los colectivos sociales afectados e interesados, es
algo que debería comenzar en el propio proceso educativo, y ningún ámbito es
más adecuado que el de la propia educación tecnológica.

Sociedad e innovación

En el mundo contemporáneo, la innovación tecnológica requiere de la


participación social para su viabilidad y consolidación, y, a la inversa, la
apertura de la tecnología a la comprensión y valores públicos requiere de una
cultura de la innovación en sentido amplio. No es comprensible una cultura de
la innovación sin la participación de una diversidad de agentes sociales a lo
largo del proceso que comienza con la creación organizada de una idea y
concluye con la difusión social de su realización material. Pero tampoco puede
entenderse una ruptura con los modelos clásicos sobre la naturaleza de la
tecnología y su gestión, de forma que ésta dé entrada a las preocupaciones y
necesidades sociales, sin una apuesta decidida por la innovación. Apreciar
adecuadamente la dimensión cultural y organizativa de la tecnología es ver en
la innovación tecnológica una forma de innovación social y, dada la
extraordinaria importancia del cambio tecnológico en el mundo actual, ver
también la innovación social como una forma de innovación tecnológica.

Y qué ocurre con la Alfabetización tecnológica. En el mundo existen 793 millones de


analfabetos (personas que no saben leer, ni escribir. (Valorar).

Conclusiones.

1. El análisis de la tecnología en su visión tradicional es reduccionista al


considerarla, tanto en su visión artefactual e intelectualista únicamente como un
cuerpo de conocimiento científico aplicado o como una colección de artefactos y
procesos técnicos.

2. La tecnología no es una colección de ideas o de máquinas sujetas a una


evolución propia, que se exprese en los términos objetivos del incremento de
eficiencia. Toda tecnología es lo que es en virtud de un contexto social
definitorio, un contexto que incluye productores, usuarios, afectados,
interesados.

3. No existe teoría de la tecnología desvinculada de una teoría de la sociedad. La


sociedad puede ser vista como un conjunto pluridimensional donde cada
fenómeno, incluso la elaboración de conocimientos cobra sentido
exclusivamente si se relaciona con el todo: el conocimiento aparece como una
función de la existencia humana única, función de la actividad social
desenvuelta por hombres que contraen relaciones objetivamente condicionadas,
del carácter de esa relaciones depende la producción y orientación social de la
tecnología.

Bibliografía.

Núñez Jover. (1999) “La ciencia y la tecnología como procesos sociales".


Editorial Félix Varela. La Habana, pág. 14-21.

Colectivo de autores. (1999). “Tecnología y sociedad”. Editorial Félix Varela. La


Habana, pág.3-10.

Carpeta digital. Tema I conferencia 2.

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