Recientemente, el presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos,
Armando Zamora, dijo que abrirían las convocatorias para los planes piloto para el desarrollo de yacimientos no convencionales. Ante esta noticia, ya se ha empezado a ver el interés de las empresas por participar en estos proyectos. LR conoció que ExxonMobil, que actualmente opera en Colombia con su filial ExxonMobil Exploración Colombia Ltd. llegó a un acuerdo con Ecopetrol para desarrollar estos pilotos en la cuenca del Magdalena Medio. Este acuerdo, que todavía depende de que la regulación para estos desarrollos quede en firme, permitirá que Ecopetrol se asocie con la compañía petrolera privada más grande del mundo, en condiciones en las cuales la estatal colombiana sería la operadora de los campos, mientras la empresa estadounidense aportaría su tecnología y su experiencia en esta clase de desarrollos. Esta es la segunda alianza que lleva a cabo Ecopetrol con empresas estadounidenses en el último año para el desarrollo de proyectos de fracking, El país debe decidir pronto. La ausencia de nuevos descubrimientos pone en problemas las prospectivas de autosuficiencia petrolera. Si le dice no al fracking, hay que buscar el reemplazo de unos US$24.000 millones en exportaciones y por lo menos $10 billones en ingresos fiscales. Los riesgos para el ambiente y la salud asociados con el fracking han llamado la atención internacional, con algunos países en pro y otros en contra. Mientras algunos gobiernos, alentados por las compañías de gas y petróleo, tratan de poner en práctica esta técnica, investigadores, comunidades y otros gobiernos basan su oposición en los estudios que documentan los muchos riesgos y daños que causa. En realidad, el problema es principalmente económico y político, pues actualmente la protección del ambiente se enfrenta a grandes intereses y tiene un lugar secundario en las decisiones de los gobiernos. El estudio de los impactos ambientales de la perforación para obtener hidrocarburos por medio de fracking ha sido un reto particularmente difícil debido al gran número de factores que se desconocen, en gran parte, por la mala calidad y escasa cantidad de los datos disponibles. Sin embargo, los estudios realizados hasta la fecha, y los impactos documentados en las comunidades cercanas al fracking, demuestran que las afectaciones y el deterioro son reales e inevitables.
Riesgos del fracking para el ambiente
Los estudios financiados por la industria y los especialistas independientes indican que en la ingeniería del fracking hay problemas intrínsecos que no pueden evitarse con los materiales y tecnologías actuales; entre ellos: fracturación no controlada e impredecible, sismicidad inducida, fugas considerables de metano, así como deterioro del revestimiento de los pozos.
Impactos ambientales de la fracturación hidráulica
El proceso de fracking conlleva un número elevado de efectos ambientales, algunos de los cuales aún no están plenamente caracterizados. Entre ellos destacan:
Elevado consumo de agua y su pérdida para el ciclo hidrológico. Agotamiento de las fuentes de agua. Elevada generación de desechos tóxicos y dificultades para su manejo. Contaminación de los mantos freáticos y el agua superficial. Contaminación atmosférica. Migración de gases y sustancias del fluido hidráulico hacia la superficie. Contaminación del suelo por derrames y flujos de retorno. Emisión de gases de efecto invernadero (metano y otros). Sismicidad inducida. Contaminación acústica. Impactos paisajísticos adversos. Alteración de la biodiversidad.
Además de estos impactos, también se deben tener en cuenta los relacionados con el importante tránsito de vehículos pesados para transportar el gas extraído y la ocupación del territorio para la extracción.