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Viento, sol y biomasa son fuentes de

energías limpias, renovables,


sostenibles y alternativas
Los combustibles para propulsar los vehículos de transporte pueden
provenir de muy distintas fuentes primarias: el petróleo (un
combustible fósil del que se obtiene la gasolina, el gasoil o
el queroseno), la biomasa (de la que se obtienen los biocombustibles),
o cualquier fuente primaria que genere electricidad para
posteriormente obtener hidrógeno, como el que utiliza el aunque
reposta en esta imagen, o los de celda de combustible. Otros utilizan
otros tipos de baterías (vehículo eléctrico) o son híbridos (consumen
tanto gasolina como energía eléctrica). Hay otros ejemplos
de propulsión alternativa.

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