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GENERALIDADES
1 Marcos 16:15 “id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.
2 Romanos 10:9 “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
3 Romanos 10:10 “ Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación”
4 Hebreos 4:12-13 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el Espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada
que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas
a los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta”.
5 Juan 5:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado su Hijo Unigénito,
para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.
6 Juan 5:24 “ De cierto, de cierto os digo: el que oye mi palabra, y cree al que me envió,
tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida”.
7 Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”.
Vemos en la historia Bíblica, en relación al tema misionero, que estos tres elementos
siempre han estado presentes. En el tiempo antiguo predominaba la sustancia del mensaje
y las señales prometidas por Jesús, relegando al último, el financiamiento como
preocupación. En el tiempo moderno este orden está inversamente proporcional.
Es probable que todavía exista la presentación del evangelio a la manera antigua, pero en
general son patrones muy distintos.
Los requisitos del misionero de hoy desde el punto del patrocinador no es tan bíblico
como debería, la teología prima sobre la virtud, la capacidad administrativa y organizativa
supera a la calidad espiritual, esto impide que el misionero sea un canal de milagros del
Espíritu.