En el presente escrito se pretende dar respuesta al siguiente interrogante ¿La
antropología contribuye a la educación? Con el fin de adentrar en el tema que compete, se hace propicio estar al tanto de qué se conoce como Antropología y Educación para posteriormente exhibir la posición propia frente al tema y finalmente concluir. En ese sentido, se entiende por antropología, la ciencia social que estudia aspectos sociales, biológicos, y culturales del ser humano integralmente en la variedad de ambientes culturales, haciendo uso de herramientas y conocimientos de las ciencias sociales y naturales y por educación es un proceso o fenómeno cultural y de interacción social que permite trasmitir y formar carácter, preparándole para la vida individual y social. Comprendiendo lo anterior, se puede expresar que lo que distingue la antropología de la educación es propiamente su interés y estudio o aporte al hombre, sin embargo, estas dos ciencias mantienen una estrecha relación. Ya que el objeto de estudio de la antropología es básicamente el ser humano, desde sus variables biológicas, morales, artísticas, habituales, creencias, costumbres psíquicas, sociales, políticas, culturales, religiosas y derechos en la sociedad del humano y la educación tendrá por objeto la transferencia de saberes a los seres humanos. En ese sentido, la antropología es de gran importancia para la educación, ya que, siendo la educación es una ciencia social, está estrechamente ligado con antropológica, puesto que esta última, permite estudiar cómo los seres humanos desde tiempos remotos han sido educados en función de las variables culturales intervinientes, lo cual, se constituye en un recurso propiamente de la educación, pues los contenidos y conocimientos del hombre contribuyen al análisis del origen del ser humano como especie social y los cambios conductuales en el tiempo, permitiendo adaptar para innovar sus herramientas educativas.