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El juez formula de manera precisa, clara y sintética del hecho problemático, afirmando que:
“Fue contratada para realizar las tareas de secretaria, más luego de seis meses de trabajo le
asignaron a más de las tareas de secretaria, las de elaboración de planes de emergencia,
llevar registros de contabilidad, laborando inclusive de lunes a viernes hasta las 18h30 e
inclusive los días sábados desde las 09h00 hasta las 13h00, trabajó para los esposos
VICTOR RAFAEL VALENCIA PEÑALOZA Y KARINA ELIZABETH VIDAL
ANDRADE hasta el día martes 16 de marzo de 2015, ya que ese día la señora Karina
Elizabeth Vidal Andrade le manifestó que ya no había trabajo para ella sino sólo hasta el 31
de marzo. La disposición fue corroborada por el señor Víctor Rafael Valencia Peñaloza,
cinco minutos después. Fue despedida de manera intempestiva porque se negó a firmar un
seudo contrato de mandato, para simular la relación laboral y evadir las relaciones jurídicas
que todo empleador debe cumplir en el país. Denuncia también que sus empleadores jamás
le afiliaron al seguro social, ni le cancelaron horas suplementarias (170), como tampoco
horas extraordinarias (1024) laboradas a su favor, como tampoco le pagaron sus vacaciones.
Sus empleadores incumplieron con lo ordenado en la ley al no cancelarle de manera íntegra
el salario básico unificado desde el año 2013, hasta el día de su despido intempestivo 16 de
marzo del 2015.”
En cuanto al análisis de los elementos procesales, el juez refiere de manera clara y sencilla
que:
“Por sorteo de Ley la competencia se radica en esta Unidad Judicial, se califica la demanda
admitiéndola a trámite y disponiendo la citación a los demandados, se fijó fecha para la
Audiencia Preliminar de Conciliación y Contestación a la Demanda y Formulación de
Pruebas y se consideró la casilla judicial y correo electrónico señalado para sus
notificaciones y la autorización conferida a su patrocinadora”
Los puntos, están ubicados adecuadamente, a pesar de que en cuanto a la separación que
este signo de puntuación nos permite hacer para cerrar enunciados de oraciones de no más
de tres líneas, no logra tal cometido.
El juez al redactar esta sentencia, hace un uso no tan adecuado de las mayúsculas, ni de las
normas establecidas por la Real Academia de la Lengua en el año 2010.
Sin embargo el juez, no hace una conclusión adecuada del hecho problemático, y no
presenta inferencia alguna.
En cambio, si hace un análisis preciso, claro y breve de las cuestiones procesales, afirma
que se han cumplido con las solemnidades que la ley establece, que se ha procedido a citar
legalmente a los demandados, que estos han contestado en legal y debida forma.
La califica como interpuesta en el tiempo que la ley lo establece, por lo cual no ha prescrito
el derecho de formular tal demanda.
En este aspecto el Juez de primer nivel, en su sentencia desestima la demanda por falta de
pruebas, inaplicando el principio pro operario. En la sentencia y en los autos no decide con
claridad los puntos que fueron materia de la resolución, fundándose en la ley y en los
méritos del proceso; hace caso omiso de los precedentes jurisprudenciales obligatorios, y en
los principios de justicia universal (Art 274 del Código de Procedimiento Civil). No tiene
en cuenta que la prueba debe ser apreciada en conjunto, de acuerdo con las reglas de la sana
crítica, sin perjuicio de las solemnidades prescritas en la ley sustantiva para la existencia y
validez de ciertos actos.
Tampoco tiene en cuenta el Juez que las relaciones de trabajo inician mediante convenio de
una persona para con otra en la prestación de servicios lícitos y personales conforme el
Artículo 8 del Código de Trabajo, del caso es negado por los accionados la existencia del
vínculo laboral en las excepciones 1, 2, del señor Víctor Valencia y de la señora en sus
escritos de fojas 34 y 35 de primer nivel, que lo que existió es un contrato de mandato.
Ya que una vez que el demandado niega la existencia de la relación laboral, es obligación
ineludible del actor comprobar esa relación, obligación que se deriva de lo establecido en el
Artículo 113 del Código de Procedimiento Civil, debió el juez haber tenido en cuenta que
para el efecto los accionados sostienen que apenas existió una relación de mandato, que no
configuraría los elementos del Art. 8 del Código del Trabajo, para el caso, el Art. 2020 del
Código Civil, Mandato es:
“Un contrato en que una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra, que se
hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera…”.
“…Por escritura pública o privada, por cartas, verbalmente o de cualquier otro modo
inteligible, y aún por la aquiescencia tácita de una persona a la gestión de sus negocios por
otra; pero no se admitirá en juicio la prueba testimonial sino en conformidad a las reglas
generales, ni la escritura privada cuando las leyes requieran un instrumento auténtico…”.
En ese sentido el juez olvida que los elementos probatorios que corroboran la existencia de
la relación laboral son la expresión de voluntad, prestación de servicios lícitos y personales,
dependencia o subordinación del servidor al empleador o su representante, sumisión a las
órdenes de un superior o autoridad, obediencia a las disposiciones del empleador; y, pago
del trabajo realizado mediante una remuneración, sueldo o salario.
El Art. 10 del Código del Trabajo, define al empleador como: "La persona o entidad de
cualquier clase que fuere, por cuenta u orden de la cual se ejecuta la obra o a quien se presta
el servicio, se denomina empresario o empleador.", en el caso, se ha acreditado.
La actora en su absolución refiere que siempre laboró a órdenes de los propietarios del
local. Sobre la subordinación o relación de dependencia, se verifica, la propia absolución de
los demandados, que las actividades de la actora y recurrente, lo hacía bajo sus órdenes
directas, sean las gestiones, la atención a clientes, como las funciones que se le asignaban
en el local comercial en la prestación de servicios de la señora Fátima Solórzano, cumplía
ese tipo de condición, no se ha establecido que la administración del negocio era por
cuenta y riesgo de la accionante, o que lo hacía de forma independiente, por lo que tal
pretensión de los accionados carece de sustento.
“De conformidad al Art. 590 del CT, siempre que en la especie no aparezca otra prueba
sobre tiempo de servicios y remuneración, el juramento deferido será suficiente prueba”.
Olvida el señor Juez que ante la negativa de la existencia del despido intempestivo de los
demandados a fojas 31, 34 y 35, se revertía la obligación de probar tales asertos por
contener afirmación explícita o implícita sobre el hecho, el derecho o la calidad de la cosa
litigada, (Art. 113 del Código de Procedimiento Civil); al no probarse que la relación
laboral terminó, conforme lo dispone el Artículo 172 del Código del Trabajo, no es
admisible la alegación de inexistencia del despido intempestivo.