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El paradigma

cuántico

ciencia
Manuel Béjar
Cátedra Ciencia, Tecnología y Religión
Universidad Pontificia Comillas (Madrid)
Email: mbejar@recuerdo.net

Sabemos que la física funciona cación de los fenómenos celestes


bien como explicación de múl- a partir de un fundamento más
tiples fenómenos de la realidad. profundo denominado gravita-
Sabemos también que la física ción. El mismo Newton renunció
cuántica funciona muy bien para a formular una hipótesis acerca de
explicar los resultados de comple- la naturaleza de la gravedad. Y no
jos experimentos realizados en el pareció importar demasiado a sus
régimen microscópico (partículas, sucesores. La gravitación era una
núcleos, átomos, moléculas…) y fuerza que se transmitía a distan-
en experimentos donde la sombra cia entre cuerpos masivos y los fí-
de lo cuántico se alarga lo sufi- sicos clásicos fueron aumentando
ciente para permitir que múltiples su conocimiento de la mecánica
elementos microscópicos pierdan celeste haciendo cálculos basados
su identidad, transformándose en la ley de la gravedad newto-
solidariamente en algo así como niana, sin aparentemente sentirse
una macropartícula cuántica (fu- a disgusto con esa fuerza de atrac-
lerenos, láseres, superconducto- ción a distancia. Claro está que
res, condensados…). Sin duda, la la pregunta más filosófica acerca
teoría cuántica nos sirve para re-
de la naturaleza de la gravitación
solver problemas físicos y avanzar
produjo diseños experimentales
en el conocimiento de la materia.
como el de Michelson-Morley cu-
Eso sí, no sabemos cómo inter-
ya orientación final daría lugar a
pretarla. Algo hay en lo cuántico
una explicación más profunda de
que no nos deja tranquilos. ¿Por
la gravedad. Con Einstein aparece
qué nos resulta tan extraño todo
un sustrato para que la gravitación
lo cuántico?
pueda fluir como una onda gravi-
Cuando Newton explicó el movi- tatoria por una realidad material
miento de los cielos con su teoría conocida como espacio-tiempo. Y
de la gravedad, hizo una expli- su teoría pasó a conocerse como la

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más bella de la física, a pesar de su La realidad es como es, tiene una


endiablada estructura matemática identidad nos guste o no, y no po-
subyacente. demos prescindir de ella; sino que
debemos expandir nuestras teo-
Con lo cuántico parece ocurrir rías hasta conectar con la realidad
todo lo contrario. Comparte con la misma. ¿Y cómo es esta realidad?
teoría de la relatividad todo el po- Los instrumentalistas dirían que
tencial para explicar fenómenos, esta realidad, de existir, es inal-
con una extraordinaria congruen- canzable por la teoría cuántica,
cia entre predicciones y resultados limitada a las congruencias entre
experimentes. Pero, a nadie le deja los resultados experimentales y
satisfecho. Ya desde sus orígenes sus predicciones probabilistas.
siempre se cuestionaron sus fun- ¿Probabilidad? Probablemente
damentos y no le faltaron alterna- una asunción demasiado elevada
tivas teóricas que hicieran de ella para unos realistas tan confiados
una teoría más completa. ¿Qué le en creer que la realidad es como
falta? ¿Por qué gusta tan poco?
es, hoy y en el Medioevo.
¿Cómo podemos familiarizarnos
con ella?

Dos han sido las corrientes de in- 1.  La probabilidad cuántica


terpretación más extendidas entre
físicos y algún filósofo interesado Lo inaceptable en la teoría cuán-
en la temática. Primero, con Niels tica es la probabilidad, tanto para
Bohr a la cabeza, nos encontramos realistas como instrumentalistas.
con los instrumentalistas, que en- Einstein fue el último gran físico
tienden la física cuántica como un clásico, siempre tan disconforme
lenguaje matemático para hacer con la probabilidad en una teoría
predicciones estadísticas de los física como para sentirse conven-
fenómenos cuánticos. El lenguaje cido de que el Viejo no juega a los
funciona, funciona muy bien, pero dados. ¿Y un instrumentalista?
simplemente es funcional. ¿Qué Estos asumen la probabilidad
realidad física hay tras este fun- como elemento básico de su len-
cionalismo? Esa el gran pregunta guaje matemático para describir
de los partidarios de la segunda la realidad. El gran problema es
gran corriente de interpretación, que no saben cómo aparece la
quizás con Einstein como primer probabilidad en la teoría cuántica.
abanderado. La postura del realis- Efectivamente –dirían–, por eso
mo consiste en suponer elementos es mejor callar y calcular. Hay que
de realidad insustituibles por un silenciar la pretensión filosófica y
lenguaje puramente funcional. dedicarse a lo que funciona; esto

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es, hacer cálculos con una teoría fundamental está por hacerse y su
que no deja fenómeno físico sin realización marcará la activación
explicación cuántica. de un nuevo paradigma cuántico;
probablemente no limitado a lo
La ecuación de Schrödinger, que microscópico, ni a lo físico, sino
resuelta ofrece una descripción de
a los propios fundamentos de la
la evolución del estado de un sis-
realidad y a los sistemas comple-
tema cuántico, es tan determinista
jos emergentes.
como las ecuaciones de la gravita-
ción en la teoría de la relatividad El problema de la probabilidad
o en la física de Newton. Las ecua- cuántica radica en la transición
ciones de lo atómico y las ecuacio- del régimen cuántico al clásico.
nes que gobiernan los cielos son En el régimen clásico no hay pro-
deterministas; en el sentido de blema con las probabilidades. Y
que supuestas unas condiciones si aisláramos una sistema cuán-
iniciales, es posible determinar el tico complemente de su entorno
estado futuro del sistema –ya sea, clásico, su evolución siempre
macroscópico o microscópico–. sería cuántica y determinista.
Entonces, ¿por qué se habla de El problema aparece cuando se
probabilidades en física cuántica entrelazan estos dos mundos. Es
en vez de certezas como en la físi- el clásico problema de la medida
ca clásica? ¿De dónde salen estas cuántica. Mientras el sistema está
probabilidades? en un comportamiento cuántico
La probabilidad cuántica es lo sus estados futuros siguen una
que hace que la teoría no se acoja transformación temporal deter-
tan bien como las teorías clásicas minada por la ecuación de Schrö-
de la gravedad; ni se acepte tan dinger y su evolución se parece a
fácilmente como otras teorías la de los sistemas clásicos. Ahora
revolucionaras, por carecer de bien, ¿qué está determinado en la
una interpretación suficientemen- evolución de un sistema cuántico?
te consensuada. En realidad, las Su determinación es extraña y
interpretaciones sugeridas son tan cualitativamente diferente a la de
variadas como desafiantes al sen- los sistemas clásicos, que encade-
tido común. Se puede hacer física nan sucesivos estados donde sus
cuántica con probabilidades, pero propiedades están bien definidas.
hay que callar ante la pregunta so- En general, un sistema cuántico se
bre su fundamentación. La revo- describe cuánticamente mediante
lución cuántica es ya una realidad una superposición de estados
gracias a sus cálculos y prediccio- posibles. Esto es inexistente en los
nes estadísticas. Su interpretación sistemas clásicos, siempre confi-

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gurados en estados bien definidos las genialidades newtonianas y


y únicos. regalarnos una profunda imagen
de la realidad en términos de un
La ecuación que gobierna el régi- tejido dinámico de espacio-tiem-
men cuántico nos indica determi- po. Igualmente, la costumbre de
nistamente cómo evoluciona en el trabajar con probabilidades puede
tiempo esta superposición cuánti- dejar paso a una nueva imagen de
ca de estados posibles: bien defi-
la realidad, a un nuevo paradigma
nidos, pero no únicos. Pues bien,
cuántico.
estos estados en superposición no
son observables. Pero es necesario Un colega de Einstein durante
formularlos con esta coherencia su etapa en Princeton fue David
cuántica para explicar los resul- Bohm, un pionero en el impulso
tados experimentales. Por eso, del paradigma cuántico. Somos
los instrumentalistas consideran conscientes de buena parte de
todo esto más como un lenguaje los recelos que pueden surgir al
útil, que como una realidad. Los mencionar a este autor. Pero, cier-
realistas acentuarían la discusión tamente Bohm fue un gran físico,
en el hecho de que tras medir un una personalidad en física cuán-
sistema cuántico el aparato de tica y un profesional interesado
medida devuelve una magnitud por las implicaciones metafísicas
propia del régimen clásico. Y, de lo cuántico. Esta amplitud de
lógicamente, esta propiedad ha intereses le condujo a introducir
de emerger de algún sitio; quizás la idea de la existencia de unas
de un sustrato subcuántico real. variables ocultas que permitirían
Lacónicamente, los instrumenta- generalizar la teoría cuántica. Rá-
listas dirían que las probabilida- pidamente, los instrumentalistas
des simplemente son el precio a enfatizarían que esta pretensión
pagar por la coherencia cuántica ha sido un fracaso por acentuar
que hace posible la superposición un ingenuo determinismo en un
de estados. Mejor acostumbrarse extraño mundo dominado por la
a ellas. indeterminación ontológica y la
coherencia que sostiene la inde-
finición de la superposición de
2.  La realidad subcuántica estados cuánticos.

Ya nos habíamos acostumbrado Es verdad que la idea de estas


a tratar la gravedad como una variables ocultas nada nuevo ha
fuerza a distancia, sin construir aportado a la física cuántica. Pero
hipótesis acerca de su naturaleza, muy probablemente Bohm no fue
cuando Einstein supo generalizar un determinista, ni sus pretensio-

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nes fueran estrictamente físicas. estados de indefinición clásica


Más bien, él asume –como no pue- porque la realidad subcuántica
de ser de otro modo– las fortale- lo permite. Gracias también a
zas de la teoría cuántica, al tiempo esta realidad subcuántica puede
que es consciente de la necesidad acontecer la transición cuántico-
de un soporte metafísico que la clásica (problema de la medida)
dote de mayor realismo. Y en este y producirse la emergencia de los
sentido, la realidad subcuántica es elementos de realidad propios de
una potente idea metafísica para nuestra experiencia consciente.
acercarnos a una comprensión Esta realidad subcuántica es mate-
mayor de esta realidad descubier- rial. Es la materia en su nivel fun-
ta por la física cuántica. damental: sin definición clásica,
en coherencia cuántica y donde se
La física cuántica nos muestra que hace posible hablar de una máxi-
los procesos cuánticos son como ma conectividad en un todo sin
son, que su lenguaje descriptivo partes (ontología holista).
guarda una lógica interna. Pero
no nos ofrece una razón suficiente
de cómo se producen los fenó-
3.  Entrelazamiento cuántico
menos experimentales a partir de
este fondo de indeterminación y
Uno de los fenómenos sin duda
coherencia cuántica. Falta una ex-
más extraño y desafiante en física
plicación causal de la realidad tal
cuántica es el denominado entre-
como la observamos, a partir de
lazamiento cuántico. Consiste en
unos principios que hoy no enten-
la combinación de dos sistemas
demos. Y aquí, las ideas de Bohm
pueden servir como germen de cuánticos diferentes en un solo
una concepción más profunda de sistema holista, donde ya no es
la realidad. Nos referimos al para- posible diferenciar las partes que
digma cuántico, que bien pudiera lo constituyeron; porque han per-
hacernos comprender mejor las dido su identidad en favor de la
propiedades de los sistemas com- emergencia de un sistema único.
plejos (físicos, biológicos, cons- La globalidad del sistema es tal
cientes e inteligentes). que su entrelazamiento parece
no resentirse con la distancia. En
¿Cómo es esta realidad subcuánti- principio podríamos mantener
ca? Esta realidad subcuántica es el entrelazadas dos partículas de
fundamento de la realidad cuán- luz por toda la galaxia. Expe-
tica y de su transformación en la rimentalmente, lo que empezó
realidad observable. Los sistemas siendo un entrelazamiento cuán-
cuánticos pueden permanecer en tico submilimétrico, es hoy una

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realidad a la escala de los cientos perse el entrelazamiento cuántico,


de kilómetros que separan las provoca indirectamente tanto la
islas Canarias. síntesis del otro fotón particular
como la emergencia de sus pro-
Cuando dos fotones quedan en- piedades homólogas. De veras,
trelazados han perdido su iden- esto es extrañísimo. Si alguien
tidad, hasta el punto de que al deseara comprobar que esa pro-
medir una propiedad cuántica piedad cuántica en el segundo fo-
de uno de ellos en una ubicación, tón verdaderamente ha quedado
determina la misma propiedad determinada, basta comprobarlo
del otro, instantáneamente, sin experimentalmente y quedar per-
importar la distancia que los se- plejo por la complejidad de este
para. Sin entrar en detalles, esta fenómeno real.
acción no-local a distancia no
viola los principios de la relativi- A nuestro entender estos fenó-
dad. Eso sí, el sentido común se menos ocurren porque existe una
resiente. Al medir una propiedad ontología subcuántica que lo per-
cuántica de un fotón en un labo- mite. La materia puede formar
ratorio y, en consecuencia, quedar estos estados de entrelazamiento
determinada experimentalmente; cuántico. Quizás lo verdadera-
se determina automáticamente mente sorprendente no sea que
esa misma propiedad en el otro metafísicamente la materia asuma
fotón, sin que haya mediado una el holismo, sino que esta natura-
medida directa. Previamente al leza holista se manifieste fenome-
acto de medida el sistema carece nológicamente en el orden de lo
de tal propiedad física, pues su físico. Puesto que así parece ser
ontología no está determinada. realmente, entonces el paradigma
Es la medida la causa directa de cuántico puede ofrecerse como
la emergencia de esta propiedad renovador intelectual de la meta-
en uno de los fotones que, al rom- física de la materia. n

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