Está en la página 1de 5

Universidad Autónoma de Tlaxcala

Facultad de Filosofía y Letras


Lic. En Antropología
Aram Téllez Flores

Antropología Rural
Mtro. José Eliosa Martínez
U N I V E R S I D A D A U T Ó N O M A D E T L A X C A L A

F A C U L T A D D E F I L O S O F Í A Y L E T R A S

La ruralidad en un país “desarrollado” y su principal actor:


El campesino y su identidad en el contexto mexicano

Este trabajo tiene la intención de responder a la incógnita que se ha ido transformando


en el contexto de la antropología mexicana, pasando de la identidad del indio a la del
campesino, llegando al punto de que estos términos tienden a confundirse; siendo
actores sociales cruciales en el entendimiento del proyecto de nación que se ha ido
desarrollando desde inicios del siglo XX. La antropología funge como una
herramienta del estado conforme a la creación de identidad y el entendimiento de las
necesidades que esta figura del indígena que quedó despojado, sin embargo, el tiempo
avanza, Cardenas realiza después de casi 20 años una reforma agraria que permite la
existencia del ejido. En los tiempos que corren, al escuchar las palabras “rural”,
“campesino” o “indio” se toman a menudo como sinónimos, y por ello, la finalidad
de este trabajo es aclarar ligeramente esta relación de conceptos y lo que significan o
deberían de.

Como punto de partida y retomando a Wolf con su obra “Los campesinos”, en


donde hace una distinción de lo que se considera “campesino”, dentro de la
identificación del campesino encontramos características como la producción agrícola
para consumo, para la comunidad y si hay excedentes, para la venta externa; esto
genera una serie de relación mucho más compleja, pues genera relaciones de
convivencia, trabajo y cooperatividad fortaleciendo a la comunidad. Dentro de estas
relaciones encontramos al parentesco, la formación de diferentes grupos domésticos,
los cuales están formados por los grupos nucleares y varios grupos nucleares que
forman familias extendidas, creando vínculos y conexiones a ciertos elementos
simbólicos que podemos encontrar en sus festividades o actividades productivas,
principalmente en la cuestión agrícola.

La formación de este tipo de sociedades tiene una función objetiva, que a partir
de una división funcional del trabajo con un objetivo específico en torno a la
capacidad de producción que tiene como principal objetivo la satisfacción de las
necesidades de la familia nuclear y los que están relacionados.
U N I V E R S I D A D A U T Ó N O M A D E T L A X C A L A

F A C U L T A D D E F I L O S O F Í A Y L E T R A S

Los excedentes van desde su producción agrícola, como en sus relaciones sociales;
muchas de estas acciones denotan el arduo trabajo del campesino en las tierras para
su supervivencia, lamentablemente, en ocasiones no es suficiente para satisfacer sus
necesidades y esta figura se ve obligada en buscar otras fuentes de ingreso,
relacionado ampliamente a la migración hacia las zonas urbanas o el comercio.

Cada familia se dedicará a su trabajo y a la obtención de otros productos,


aunque sea algo mínimo, ellos mismos producen sus recursos, apoyados de sus grupos
familiares o con el intercambio reciproco de productos o “ayudas” con otros grupos
domésticos, haciendo un sistema de reciprocidad con alimentos o trabajos en la
labranza en el campo.

La figura del campesino se ve fuertemente relacionado a los indígenas, por


distintos motivos y revisando las tendencias de la antropología mexicana, el hecho de
que la tierra entrara al sistema de ejidos, se entiende que la confusión entre el indígena
y el campesino sea algo común, pues apelando a “sus tradiciones” se les adjuntas
cosas que incluso podríamos entender que están en desuso; la figura del indígena se
vio subyugada y desplazada por el estado desde el inicio de la búsqueda de identidad
nacional, enalteciendo figuras prehispánicas inexistentes y dejando en segundo o
tercer lugar al indígena contemporáneo, mientras que, desde que el campesino se
vuelve una figura predominante en el México revolucionario y todo lo que vendría
desarrollándose en el siglo XX, pues se observa que también cae en la marginalidad
y el olvidó del estado, especialmente en esta transición de un estado paternalista a uno
liberal.

Ahora bien, para poder definir que es la ruralidad, es necesario hablar de las
representaciones sociales que se tienen de este, en primer lugar, se concibe a este
espacio como un lugar aislado y alejado de la ciudad-lo urbano-que, como dirían por
ahí, en zonas verdes con crepúsculos arrebolados, el lugar de los abuelitos y que con
nostalgia y romance se recuerda a esos lugares con poca población y con la agricultura
como principal actividad económica, se entiende y relaciona a estos espacios como lo
rural, creyendo que son lugares tranquilos, pacíficos y sin problemáticas, una imagen
que está en el imaginario colectivo de la sociedad. Entrando un poco más en el campo
U N I V E R S I D A D A U T Ó N O M A D E T L A X C A L A

F A C U L T A D D E F I L O S O F Í A Y L E T R A S

antropológico, la comprensión del espacio y del tiempo en la ruralidad coinciden-por


lo menos en la teoría-que el pensamiento sobre lo rural como lo agrario y lo “rustico”
resulta obsoleto a la luz de la complejidad cultural que está en constante cambio, pero
cómodamente podemos delimitar por los grupos domésticos y las llamadas sociedades
rurales en base a su diferencia socioeconómica y grado de “avance”.

Rememorando los antecedentes que emplea Robert Redfield en Tepoztlan, en


donde enuncia el impacto que tiene el carácter y cultura de la modernización y la
cultura que avanza con el tiempo, estos grupos se tuvieron que adaptar al uso de
nuevas tecnologías para satisfacer sus necesidades, recurriendo al sistema y al estado
para progresar, o al menos, mantenerse al día. La diferencia entre campesino y
agricultor, entre lo rural y lo rustico, puede depender meramente de las capacidades
de producción y la finalidad de esta, venta mayoritaria o autoconsumo, el entorno
económico, la ubicación y sus medios de producción, la infraestructura, etc…

Es importante resaltar como el estado es un regulador que se encarga de la


distribución de las riquezas para mantener el control social sobre estos, haciendo
programas sociales para apaciguar este descontento, de esta manera, el campesinado
se mantiene en cierta estructura socio-política estable, también es importante
mencionar el estado en que se entró el campesinado en el tiempo de la postrevolución,
el estado postrevolucionario y el impacto que tuvo durante la repartición de tierras y
el cambio de las políticas agrarias, de la mano de un estado benefactor en tiempos
venideros, esto generaría una relación de reciprocidad entre el Estado y la figura del
Campesinado, pues a través de distintas instituciones se ve beneficiado en distintas
áreas para preservar su bienestar, sin embargo, todo esto se rompe conforme inicia el
proceso neoliberal para México, pero esto, esto es tema para otro día.
U N I V E R S I D A D A U T Ó N O M A D E T L A X C A L A

F A C U L T A D D E F I L O S O F Í A Y L E T R A S

Bibliografía:

Wolf, E. (1966) Los campesinos. 2nd ed. New Jersey: Englewood Cliffs, pp: 31-
120

Lucas, A. (1982) El debate sobre los campesinos y el campitalismo en México.


Comercio Exterior, vol 32, núm. 4, México, pp:371-384

Warman, A. (1988) Los estudios campesinos veinte años después. Comercio


Exterior, vol 38, núm 7, México, pp: 653-658

También podría gustarte