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Nota: Este material que puede ser usado por cualquier estudiante universitario, sólo debe
mencionar la fuente.
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I. El concepto Cultura.
1.1 La controversia en la conceptualización de Cultura.
1.2 El concepto Cultura en la UNESCO.
1.3 El concepto Cultura Viva en los Puntos de Cultura.
II. La Interculturalidad.
2.1 La Interculturalidad como superación del multiculturalismo.
2.2 La Interculturalidad en la normatividad nacional.
2.3 La Interculturalidad en las normas internacionales
III. Los Puntos de Cultura.
3.1 La Ley 30487- Ley de Promoción de Puntos de Cultura.
3.2 La concepción de Punto de Cultura.
3.3 Las 4E o dimensiones de los Puntos de Cultura.
IV. El concepto Cultura Viva en los Puntos de Cultura.
V. Política intercultural a través de los Puntos de Cultura.
VI. Conclusiones y Recomendaciones.
VII. Anexos.
ADVERTENCIA.
I. EL CONCEPTO CULTURA.
Desde el siglo XIX importantes sociólogos, antropólogos y etnólogos han debatido sobre
un asunto tan controversial como la Cultura, haciendo importantes contribuciones a su
conceptualización. Entre los muchos aportes se reconoce el del etnólogo Edward B. Tylor,
quien en su obra La Cultura Primitiva definió Cultura de la siguiente manera:
“… aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el
derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el
hombre. La situación de la cultura en las diversas sociedades de la especie humana, en la
medida en que puede ser investigada según principios generales, es un objeto apto para
el estudio de la leyes del pensamiento y la acción del hombre “.
Sin embargo, llegado los años 50 el término “Cultura” había dado lugar a más de
doscientas definiciones en el campo de las ciencias sociales. El proceso de llegar a una
definición universal, ajustada a la realidad y a los tiempos hubo de tardar más de treinta
años. Hicieron su contribución corrientes como los Evolucionistas, Culturalistas,
Funcionalistas-estructuralistas, Simbolistas, eco-evolucionistas, Materialistas culturales,
Iglesia católica, entre otras.
“Con la palabra Cultura se indica, en sentido general, todo aquello con lo que el hombre
afina y desarrolla sus innumerables cualidades espirituales y corporales; procura someter
el mismo orbe terrestre con su conocimiento y trabajo; hace más humana la vida social,
tanto en la familia como en toda la sociedad civil, mediante el progreso de las costumbres
e instituciones; finalmente a través de los tiempos expresa, comunica y conserva en sus
obras grandes experiencias espirituales y aspiraciones para que sirvan de provecho a
muchos, e incluso a todo el género humano “
vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y creencias”. Esta definición se ha
mantenido en el Preámbulo de la Declaración Universal de la UNESCO sobre Diversidad
Cultural.”
Allí, bajo la noción Patrimonio Cultural se “comprende las obras de sus artistas,
arquitectos, músicos, escritores y sabios, así como las creaciones anónimas, surgidas del
alma popular, y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras
materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo; la lengua, los
ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte y
los archivos y bibliotecas."
2. INTERCULTURALIDAD.
Carlos Iván Degregori uno de nuestros más prestigiados científicos sociales sostiene que
“superados los estructuralismos duros y los paradigmas homogenizadores “, en relación al
tema de la diversidad cultural, el “multiculturalismo” ocupó el escenario produciendo
“torrentes bibliográficos” con serias repercusiones sociales y políticas.
“Es cierto – dice Degregori citando a Luis Enrique López- que casi al mismo tiempo
aparece la noción “interculturalidad” en Europa; pero, claro está, menos rica que la
versión latinoamericana donde “antropólogos y lingüistas construíamos el imaginario de
una sociedad multiétnica, pluricultural y multilingüe en un momento en el cual nuestra
región redescubría el proyecto democrático y de ello surgía la necesidad de superar la
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Los textos han sido tomados de: “No hay país más diverso- Compendio de Antropología
Peruana”. Cap.1. IEP, Año 2000
Y como Derechos de los Pueblos Indígenas: “Derechos que tienen por sujeto a los
pueblos indígenas, reconocidos en la Constitución Política del Perú, en el Convenio 169
de la OIT, así como por los tratados internacionales ratificados por el Perú y la legislación
nacional. Incluye, entre otros, los derechos a la identidad cultural; la participación de los
pueblos indígenas; a la consulta; a elegir sus prioridades de desarrollo; a conservar sus
costumbres, siempre que estas no sean incompatibles con los derechos fundamentales
definidos por el sistema jurídico nacional ni con los derechos humanos internacionalmente
reconocidos; a la jurisdicción especial; a la tierra y el territorio, es decir al uso de los
recursos naturales que se encuentran en su ámbito geográfico y que utilizan
tradicionalmente en el marco de la legislación vigente; a la salud con enfoque intercultural;
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En la página WEB del Ministerio de Cultura se recoge esas mismas ideas en los
siguientes términos:
“Durante muchos años, los vínculos sociales en el país han estado marcados por
situaciones de conflicto, por incomprensión, discriminación y por relaciones asimétricas de
dominación política y económica. Esta situación ha configurado un país con grandes
brechas en donde pueblos y grupos culturales se encuentran en situación de exclusión.
La Declaración aspira a preservar ese tesoro vivo, y por lo tanto renovable, que es la
diversidad cultural, diversidad que no cabe entender como patrimonio estático sino como
proceso que garantiza la supervivencia de la humanidad; aspira también a evitar toda
tentación segregacionista y fundamentalista que, en nombre de las diferencias culturales,
sacralice esas mismas diferencias y desvirtúe así el mensaje de la Declaración Universal
de Derechos Humanos.
El 15 de julio del 2016 fue promulgada la Ley N° 30487 “Ley de Promoción de los Puntos
de Cultura” (*). La promulgación de esta ley fue el resultado de cuatro años de trabajo
continuo y conjunto de las organizaciones que forman parte de la Red Nacional de Puntos
de Cultura. Ella permitirá: a) Fomentar el acceso a la producción, disfrute y difusión de
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“Es toda organización sin fines de lucro, reconocida por el Ministerio de Cultura como tal,
que trabaja desde el arte y la cultura de modo autogestionario, colaborativo y sostenido,
promoviendo el ejercicio de los derechos culturales y el desarrollo local, contribuyendo a
la construcción de una sociedad más inclusiva, democrática y solidaria que reconozca y
valore su diversidad, memoria y potencial creativo.”
Los Puntos de Cultura van desde grupos de arte comunitario (danza, teatro, circo, artes
visuales, recursos audiovisuales, fotografía y otros), así como organizaciones vinculadas
a la recuperación de lenguas indígenas, saberes ancestrales y protección e impulso del
patrimonio arqueológico. Todos tienen en común que encuentran en el arte y la cultura el
camino para impactar positivamente en los ciudadanos y comunidades con las que
trabajan. (Fuente: Pág. Web Ministerio de Cultura / Puntos de Cultura)
Alianza Estado- Puntos de Cultura. Los Puntos de Cultura son aliados para garantizar
el ejercicio de los derechos culturales y fomentar una cultura de paz. El Estado fomenta el
trabajo articulado con ellas.
Turino precisa que “no podemos interpretar un Punto de Cultura como un simple punto de
conexión, o apenas como un punto de recepción e irradiación de cultura, sino como un
espacio libre para la interpretación y realización de la cultura. Un punto de ebullición,
en el que ocurren cambios cualitativos, que dependen de las condiciones de presión y
temperatura. De esta forma, cada Punto es diferente del otro, pues, en cada uno, las
realidades son distintas, las personas, las historias, los recursos, el ambiente, las
condiciones, todo es diferente. Pero al mismo tiempo tienen algo igual, o próximo. Y, por
consiguiente, hay que identificar esos puntos de aproximación.
La fórmula PC = (a+ p) r
En su escrito “La Ecuación de la Cultura Viva: PC= (a+p)r”, Celio Turino utilizando esa
fórmula matemática expresa de manera sintética la esencia de la fortaleza de los Puntos
de Cultura. Donde “a” significa autonomía; “p”, protagonismo; “r”, red.
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Una cultura que libera – dice Celio Turino- necesita caminar en sentido opuesto, no
pudiendo ser paternalista, patriarcal, asistencialista. Es difícil, pues incluso personas,
movimientos y partidos que se presentan como progresistas y libertarios normalmente
ceden a la tentación de perpetuarse en el mando a partir de la reproducción de relaciones
de dependencia, sumisión y subordinación de los otros. Pero hay que perseverar y cultivar
los medios para que las personas ejerciten su autonomía, de modo que gestionen
libremente sus vidas y a partir de sus propias elecciones.
Junto a ello- continúa Turino- hay que fomentar el protagonismo de las comunidades. Del
latín proto– principal, primero – y agonistes– luchador. Hay que asumir el palco, hay que
hablar con la propia voz, hay que tomar la narrativa de la historia “para sí”.
Protagonismo es otro componente del cual una acción cultural que se pretenda
emancipadora nunca podrá prescindir. El “indio por el indio”, “el joven de las calles por
el joven de las calles”, “las comunidades por las comunidades”, “las mujeres por las
mujeres”, “las comunidades tradicionales por las comunidades tradicionales”.
humana. Es una emancipación realizada con afecto, de ahí la importancia del arte, de la
alegría y de la solidaridad”. ( Libro: Puntos de Cultura-Cultura Viva en movimiento”).
LA RED ES IMPRESCINDIBLE
Para Célio Turino la importancia de la RED es tal que afirma categóricamente: “un Punto
de Cultura sólo puede existir si está organizado en RED. Puede haber una labor
cultural frenética en la comunidad que puede, incluso, ser desarrollada con autonomía y
protagonismo local, pero si no hay ninguna predisposición para escribir y ofrecer formas
de interpretar y hacer cultura, si no hay una disposición para escuchar a los “demás”,no
será un Punto de Cultura”.(Celio Turino en “Cultura Viva Comunitaria: La Política del Bien
Común”)
Es decir, que la pertenencia de un Punto de Cultura a una RED hace que él adquiera
nuevas propiedades que no tiene como elementos separados. Allí radica su
potencialidad. Y eso hace posible que la política pública cultural-Puntos de Cultura se
convierta en una herramienta eficiente por “la democratización de la política, el Arte,
la Comunicación y la Cultura”. En la Teoría de Redes Sociales una “Red Social” se
define como “un conjunto bien delimitado de actores – individuos, grupos,
organizaciones, comunidades, sociedades globales, etc.- vinculados a otros a través de
una relación o conjunto de relaciones sociales.” (Carlos Lozares. Teoría de Redes
Sociales).
Tras haber sido responsable del diseño y la implementación del programa Cultura Viva y
Puntos de Cultura- manifiesta CelioTurino- diría que la Cultura debe estar siempre
acompañada de las palabras que empiezan por «E», esas tres «E» identificadas al
principio: Ética, Estética, Economía, aunque ahora creo que deberíamos incorporar una
palabra más que empieza por «E»: Educación. Esas serían las 4 «E» de la cultura.
La dimensión simbólica. “La dimensión del arte no puede limitarse al campo simbólico.
Más allá de la producción de símbolos, el arte implica habilidades, todas las capacidades
humanas (del latín artem, habilidad) y la interpretación a través de los sentidos, a través
de una percepción sensorial. El Punto de Cultura implica romper las narrativas
tradicionales, monopolizadas por pocos, en que compartir lo sensible es estratégico para
este desvío narrativo, en el que los “invisibles” pasan a ser vistos y a tener una voz. No se
trata de la defensa metafísica de la “belleza universal” o del “arte gratuito”, sino de la
propia realización de la estética. El arte refleja las aspiraciones y contradicciones de su
contexto histórico y es, a la vez, producto y vector de transformaciones sociales. Además
de la preocupación exclusiva con la belleza, se busca todo lo que permita la afirmación
cultural de la subjetividad de las personas, grupos y clases sociales. Esa búsqueda debe
hacerse con encanto, belleza y calidad, porque sin esos atributos no se pueden romper
las barreras y los estereotipos permanecen vivos.”
Alrededor del Punto de Cultura – dice Célio Turino- se desarrollan numerosas acciones,
que actúan como centrales de fuerza, inundando las organizaciones culturales con
nuevas preguntas e ideas: Cultura y Salud, Escuela Viva (integración escuela / comunidad
/ cultura), Puntos Pequeños (la cultura infantil y lúdica), Maestros de la Cultura Popular y
Griôs (acercando conocimientos tradicionales y educación), Mídia Libre (fortalecimiento
de los medios de difusión de la cultura, sobre todo sitios web y blogs independientes, TV y
radios comunitarias), Interacciones Estéticas (incentivando la experimentación artística a
partir de la integración entre la comunidad y artistas profesionales)“.
¿Por qué comunitaria? Porque es donde nace, donde se organiza. Y porque la idea es
beneficiar prioritariamente a los pueblos, grupos y comunidades en situación de
vulnerabilidad social y con reducido acceso a los medios de producción, registro, disfrute
y difusión cultural.”
El concepto Cultura Viva nos permite romper con el concepto antropológico clásico de
Cultura, en la que ella se opone polarmente a Naturaleza. “Al asumir el concepto Cultura
+ Naturaleza = Cultura Viva, la Cultura Viva se distancia del concepto occidental (o
europeo) de cultura para aproximarse al concepto y ética de los pueblos originarios de
este continente que vino a llamarse América. Es cuando la Cultura Viva se encuentra
con el Buen Vivir, otro sustantivo compuesto. Sumak kawsai, en quechua, Suma
qamaña, en aimara, Tekó porã, en guaraní, una filosofía que está en nuestro alma
ancestral, que significa “vivir en aprendizaje y convivencia con la naturaleza”. Aquí
no se trata apenas de asumir la cosmología de los primeros pueblos de las Américas, sino
de resignificar un concepto político, económico y social que hace referencia a la visión de
esos pueblos, a partir de ellos y con ellos. Somos “parte” de la naturaleza (o “polvo del
universo”, como la física ya demostró) y, para nuestra propia supervivencia como especie,
es preciso romper, de una vez por todas, con la idea de que podemos continuar viviendo
“al margen” de la naturaleza.” “La Cultura Viva como Buen Vivir se afirma en la profunda
conexión e interdependencia con la naturaleza, en la vida a pequeña escala, sostenible y
equilibrada, teniendo como fundamento las relaciones de producción autónomas y
autosuficientes. También se expresa en la articulación política de la vida, en prácticas
construidas en espacios comunes de socialización, colectivos culturales y artísticos,
juegos y manifestaciones en parques, jardines, teatros, museos, bibliotecas, huertas
urbanas o palacios; no importa el local, porque la vida se extiende en abundancia y ocurre
donde puede ocurrir.”
“Con ese modelo de política pública- continúa el autor- en vez de imponer acciones y
conductas, el Estado reconoce la importancia de la cultura producida en cada localidad.
En vez de imponer una programación cultural, reconoce y potencia las iniciativas
culturales de la comunidad en el lugar donde ocurren, conforme sus necesidades y planes
de trabajo. Autonomía y protagonismo social son palabras clave de ese proceso continuo
que inspira cada vez más países (y ciudades) en Iberoamérica... Entiéndase
por organizaciones culturales comunitarias las que desarrollan una acción cultural,
educacional y/o de comunicación popular vinculada a un determinado territorio,
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“Son Cultura Viva iniciativas desarrolladas en/por centros culturales, radio o televisión
comunitaria, diarios barriales, grupos de teatro, danza, circo, artes visuales, grupos que
trabajan con cine, literatura, rescate de identidad, saberes tradicionales, alternativas
económicas solidarias y colaborativas… Son muchas las posibilidades de actuación en las
comunidades, teniendo en vista el estímulo a la creatividad y el respeto a la dinámica
local. Y es así, relacionando cultura y territorio, cultura e identidad, que se va
construyendo una nueva historia de políticas públicas en el contexto iberoamericano. “
Es evidente que todo lo que hemos afirmado sobre los Puntos de Cultura se sustenta en
el concepto de cultura en su sentido más amplio (UNESCO). Si sobre esa base
analizamos las funciones del Viceministerio de Interculturalidad -asignadas en la Ley N°
29565- encontraremos que existe una relación significativa con las cuatro dimensiones
(Estética, Ética, Económica y Educativa) de la actividad de los Puntos de Cultura. Es
decir que tales funciones, también, podrían ejercerse con éxito a través de esas
formas de organización de la sociedad civil. Considerando, además, que los Puntos de
Cultura no son unidades errantes o volantes sino que pertenecen y realizan una actividad
sostenida en el tiempo y autogestionaria en un territorio determinado.
Veamos las funciones del VMI establecidas en la Ley de Creación del Ministerio de
Cultura- Ley N° 29565, Artículo 15° y señalemos las correspondientes dimensiones
predominantes de los Puntos de Cultura en cada caso.
Dimensiones
Funciones del Viceministerio de Interculturalidad de la actividad de los
Puntos de Cultura.
Promover y garantizar el sentido de la igualdad social y
respeto a los derechos de los pueblos del país de Dimensión Ética.
conformidad con el Convenio 169 de la Organización Dimensión Económica.
Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de las Dimensión Educativa
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas.
Dimensiones
Líneas de Acción del Viceministerio de Interculturalidad de la actividad de los
Puntos de Cultura.
Similar análisis podría hacerse extensivo con las funciones específicas correspondientes
a sus dos Direcciones Generales (Ciudadanía Intercultural y Derechos de los Pueblos
Indígenas) y seis Direcciones (Políticas Indígenas, Políticas para la Población
Afroperuana, Diversidad Cultural y Eliminación de la Discriminación Racial, Consulta
Previa, Lenguas Indígenas, Pueblos Indígenas en Situación de Aislamiento y Contacto
Inicial).
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Dimensiones
Funciones de la actividad de los
Puntos de Cultura.
Proponer y coordinar con las instituciones nacionales
competentes y con los gobiernos Regionales las políticas para Dimensión Ética.
la protección y registro de los conocimientos tradicionales Dimensión Educativa
de los pueblos indígenas vinculados al uso de la biodiversidad.
Dimensiones
Funciones de la actividad de los
Puntos de Cultura.
Formular, supervisar y evaluar de manera concertada Dimensión Estética
Dimensión Ética.
la política pública intercultural de desarrollo de la Dimensión Económica.
población afroperuana Dimensión Educativa
Dimensiones
Funciones de la actividad de los
Puntos de Cultura.
Coordinar y brindar apoyo técnico para el diseño y la
ejecución de programas y planes de los distintos sectores y Dimensión Ética.
niveles de gobierno, relacionados con el reconocimiento Dimensión Educativa
positivo de la diversidad cultural y prácticas de no
discriminación.
Generar mecanismos y acciones para promover
Dimensión Ética.
prácticas interculturales, de reconocimiento de la diversidad Dimensión Educativa
cultural y no discriminación.
Promover y realizar estudios e investigaciones que
Dimensión Ética.
contribuyan a comprender nuestra diversidad cultural y las Dimensión Educativa
particularidades culturales de los pueblos indígenas.
Dimensiones
Funciones de la actividad de los
Puntos de Cultura.
Concertar y coordinar con las entidades promotoras la
Dimensión Ética.
realización de procesos de consulta previa en el marco de Dimensión Educativa
la normatividad vigente sobre consulta previa. Dimensión Económica.
Brindar capacitación a las entidades promotoras y a las
Dimensión Ética.
organizaciones representativas y a sus representantes del o Dimensión Educativa
de los pueblos indígenas u originarios, para implementar los
procesos de consulta previa.
Emitir opinión, de oficio o a pedido de cualquiera de las
entidades facultadas para solicitar la consulta, sobre la
calificación de la medida legislativa o administrativa Dimensión Ética
proyectada por las entidades responsables, sobre el ámbito de
la consulta y la determinación de los pueblos a ser
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Dimensiones
Funciones de la actividad de los
Puntos de Cultura.
Concertar con todas las entidades públicas y gobiernos
regionales y locales la promoción y garantía de los derechos Dimensión Ética.
lingüísticos establecidos en el artículo 4º de la Ley Nº 29735. Dimensión Educativa
Dimensiones
Funciones de la actividad de los
Puntos de Cultura.
Concertar y promover acciones dirigidas a proteger la vida
y su salud de los pueblos en situación de aislamiento
y/o contacto inicial, desarrollando prioritariamente Dimensión Ética.
acciones y políticas preventivas, dada su posible Dimensión Educativa
vulnerabilidad frente a las enfermedades transmisibles, a
través de programas y planes concertados, en
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Una relación y acción mancomunada entre las áreas orgánicas “Puntos de Cultura” e
“Interculturalidad”, además, se corresponden con el Enfoque Intersectorial establecido en
la “Política para la Transversalización del Enfoque Intercultural “,Decreto Supremo N° 003-
2015-MC.
Enfoque que considera que: “el desarrollo pleno de la política intercultural depende
de una eficiente coordinación y cooperación intersectorial, interinstitucional e
interdisciplinaria, la misma que es necesaria fomentar y desarrollar en todos los niveles
de gobierno, como condición fundamental para que la Política Nacional de
Transversalización del Enfoque Intercultural pueda implementarse de manera eficaz”. La
Política Nacional de Transversalización de Enfoque Intercultural -se lee en el mencionado
Decreto Supremo- “es de aplicación obligatoria para todos los sectores e instituciones
del Estado y diferentes niveles de gobierno. Para el sector privado y sociedad civil la
Política Nacional servirá como un instrumento de carácter orientador.”
Claro está que, en la práctica, existe una inevitable vinculación entre la actividad de
los Puntos de Cultura e Interculturalidad. Sea entendida la Interculturalidad como
“paradigma ético-político que parte del reconocimiento de las diferencias culturales” o
como “proceso de intercambio, diálogo y aprendizaje que busca generar relaciones de
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equidad entre diversos grupos étnico-culturales”. Es decir, más allá de las razones,
válidas o no, en las que se sustenta la actual ubicación orgánica del Programa Nacional
de Puntos de Cultura.
Las cuatro dimensiones (4E: Estética, Ética, Economía y Educación) de los Puntos de
Cultura ensamblan bien con los Enfoques y Ejes de Política de la mencionada “Política
para la Transversalización del Enfoque Intercultural”.
a. Enfoque Intercultural.
El Enfoque Intercultural implica que el Estado valorice e incorpore las diferentes visiones
culturales, concepciones de bienestar y desarrollo de los diversos grupos étnico-culturales
para la generación de servicios con pertinencia cultural, la promoción de una ciudadanía
intercultural basada en el diálogo y la atención diferenciada a los pueblos indígenas y la
población afroperuana.
Este enfoque señala que los derechos son inherentes a todos los seres humanos, se
fundan en el respeto de la dignidad de la persona humana y son interrelacionados,
interdependientes e indivisibles. El enfoque se basa en el derecho internacional de los
derechos humanos y el derecho humanitario, desde los cuales se establecen estándares
que permiten hacer operativa su protección y promoción.
El enfoque pone énfasis en identificar las variables o contenidos de los derechos, su titular
y garante y la ruta de acceso que lo hace efectivo.
c. Enfoque de Género.
El enfoque de género es una forma de mirar la realidad identificando los roles y tareas
que realizan los hombres y las mujeres en una sociedad; así como las asimetrías,
relaciones de poder e inequidades que se producen entre ellos. Este enfoque permite
conocer y explicar las causas que producen esas asimetrías y desigualdades; y
contribuye a la formulación de medidas (políticas, mecanismos, acciones afirmativas y
normas) para la superación de las brechas sociales de género.
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d. Enfoque intersectorial.
EJES DE POLÍTICA.
VI. CONCLUSIONES.
f. Más allá de las razones, válidas o no, en las que se sustenta la actual ubicación
orgánica del Programa Nacional de Puntos de Cultura, lo que en la práctica realizan los
auténticos Puntos de Cultura es actividad intercultural.
g Los Puntos de Cultura son mediadores entre el Estado y la sociedad civil, “son aliados
para garantizar el ejercicio de los derechos culturales y fomentar una cultura de paz”,
gozando de autonomía en la realización de “los procesos culturales que fomentan” (Art .
5°, Ley 30487).
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