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La
preocupación por la actualidad y perspecti-
vas de la democracia en América Latina y El
Caribe no es nueva en el PNUD. En todos
los países de la región, sus oficinas han ejecutado
importantes acciones para el fortalecimiento de
los procesos de concertación democrática, el re-
forzamiento de la institucionalidad política y la problema de la calidad de las democracias latinoa-
gobernabilidad en la región. De esta manera, el mericanas surge como un problema político re-
PNUD ha apoyado el progreso institucional y po- gional. En efecto, una vez que en un país se cele-
lítico en América Latina y El Caribe. bran elecciones limpias y libres: ¿cómo fortalecer
Hoy, en esta región predominan los sistemas la defensa y protección de ejercicio de los dere-
democráticos. Sin embargo, es preciso reconocer chos ciudadanos? ¿Cómo ampliar las oportunida-
que en todos los países crece la desafección y la des de participación de la ciudadanía en la gestión
impaciencia ciudadana con sus representantes po- pública? ¿Cómo fortalecer los sistemas de repre-
líticos y con las instituciones de gobierno: ¿qué sentación política, mejorando las prácticas de pe-
males aquejan a la democracia en América Latina? tición y rendición de cuentas? En nuestra opinión,
¿Se trata de expectativas desbordadas de la pobla- urge enfrentar decididamente el desafío de elevar
ción, de incumplimiento radical del sistema polí- la calidad de estas democracias, para mantener y
tico, o de imposibilidad de gobernar? ampliar los logros alcanzados y fortalecer el ejer-
En la búsqueda de respuestas a estos urgentes cicio de los derechos y deberes ciudadanos.
problemas políticos, el PNUD destaca la importan- Ahora bien, enfrentar el desafío supone una vi-
cia de reexaminar los vínculos entre la democracia sión compartida de la democracia, cuya construc-
y el desarrollo humano. Aquí cabe recordar que en ción requiere de instrumentos innovadores. En
el Informe Mundial de Desarrollo Humano de Costa Rica se ha diseñado una novedosa herra-
1993 se introdujo el concepto de democracia co- mienta ciudadana para fortalecer el examen y eva-
mo una forma de vida, una noción que va más allá luación, por parte de la ciudadanía, los líderes po-
de la preocupación por la realización de eleccio- líticos y las instituciones, del desempeño
nes periódicas. Se decía entonces que “a toda ins- democrático: la auditoría ciudadana sobre la cali-
titución y acción política se le debe juzgar confor- dad de la democracia. Al mismo tiempo, la audi-
me un criterio decisivo: ¿hasta qué punto satisface toría es una exploración de los horizontes demo-
las auténticas aspiraciones de la población?” Este cráticos que hoy, con criterio realista, la
criterio desborda la consideración de la democra- ciudadanía de un país puede aspirar a tener.
cia exclusivamente como un régimen político, sin El informe que se nos presenta es producto de
relieves ni contenidos de y para la gente y recuer- un dedicado trabajo de aproximadamente 2 años,
da que la democracia debe tener además un signi- que más que un simple “mapeo” del desencanto
ficado en la vida de las personas. ciudadano, es una herramienta para identificar de-
Al considerar la cierta precariedad de los avan- safíos de una convivencia política con mayor calidad
ces democráticos desde la perspectiva del vínculo democrática. La auditoría combina el rigor y flexibi-
entre la democracia y el desarrollo humano, el lidad técnica y metodológica, con una estrategia
Elena Martínez
Directora
Dirección Regional para América Latina y el Caribe
DRALC-PNUD