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En una sala de espera del hospital San Rafael ubicado en Bogotá, el día 27 de Julio del año 1997 se

encontraba José esperando con mucha angustia y mucha felicidad la llegada al mundo de su
anhelado hijo. Desde la sala de cirugía se encontraban los médicos animando a Yolima a pujar con
gran fuerza para poder tener a su hijo, era tanto el dolor de ella y la preocupación porque sabía
que su parto era algo riesgoso pero a pesar de eso, lo afronto con gran valentía y a eso de las 3 de
la mañana se asomo la cabeza del quien les vengo hablar…

Como es normal, al nacer un bebé se debe registrar ante la registraduría nacional. Steven Forero
Fajardo, como ya lo habían discutido José, Yolima y Adriana iba a ser el nombre del pequeño, pero
fue tanta la sorpresa de Yolima cuando el registrador pregunto cómo se iba a llamar el bebé y en
eso José con mucha seguridad dijo: “Se llamara, Ferney Steven Forero Fajardo”. Yolima lo miro y
se rio pensando que era broma pero no! José estaba seguro de que era así el nombre que quería
para su hijo y así fue que quedo registrado este niño, un niño muy querido tanto por sus padres,
como por su hermana, donde en ese entonces residían en el barrio Bosa Palestina y donde vivió
sus dos primeros años hasta que su bisabuelo Leónidas Forero que se encontraba viviendo al norte
de la ciudad en un barrio que se llama Prado Veraniego acudió del cuidado de su padre José
debido a su vejez. Leónidas era un hombre ejemplar pero muy cascarrabias. Es entonces donde la
familia Forero Fajardo se trasteo para dicho barrio a cuidar a Don Leo, como era conocido por sus
amigos y familia.

Ferney y Don Leo se hicieron grandes amigos, tanto así que Don Leo le gustaba compartir
únicamente con Ferney sus dulces favoritos los cuales compraba en la única dulcería del momento
en el barrio Prado Veraniego pero a raíz del tiempo se dieron cuenta que compartían otro gusto
particular entre lo dos el cual era tomar chocolate en horas de la tarde, Don Leo le decía cacao a
esta bebida por tal motivo Ferney cada vez que quería chocolate iba a la cocina y le gritaba a su
mamá, “Mami chero cacao!” lo mejor de todo se presento con el pasar del tiempo cuando Don Leo
hacia su cacao para él tomar y al ir a la cocina a servir se encontraba con la sorpresa de que no
había nada, pues si, era Ferney el más avispado del día e iba y se tomaba primero él el cacao. Don
Leo no iba a permitir eso por tal razón hasta el ultimo día de su existencia volvió una competencia
el hecho de tomar cacao, es por eso que cada vez que él se tomaba primero el cacao se reía
bastante porque sabía que su bisnieto Ferney lloraba y gritaba: “Leo che tomo mi cacao” pero eso
no era lo mejor, lo mejor se presento el día que Don leo le hizo la broma a la mamá de esconder a
Ferney, como era normal de todos los días, Yolima salía muy temprano de la casa a llevar a la
escuela a la hermana de Ferney pero ella nunca cerraba con seguro la puerta por tal motivo como
lección Don Leo escondió a Ferney en su cuarto, lo acostó en su cama lo tapo con las cobijas y le
dio un tetero lleno de cacao para mantenerlo callado. Tan grande fue el susto de Yolima al llegar a
la casa y percatarse de la falta de presencia de su hijo por lo cual rápido acudió al cuarto de Don
Leo preguntando por su hijo, pero este muy serio le contesta, no, yo nose donde estará Ferney,
eso debe ser que se salió a la calle, como a usted le gusta dejar sin seguro la puerta, en lo que
entonces rápidamente sale Yolima muy preocupada en busca de su hijo a la calle pero antes de
eso, Ferney se ríe y sale de la cama diciendo acá estoy mami, pues paso que se acabo el cacao y el
pequeño niño al ser un poco travieso también salió rápido de la cama para ir a la calle con su
mamá, lo bueno de la broma fue que Yolima acato no volver a dejar la puerta sin seguro y desde
ahí estar más pendiente del cuidado de su hijo… Con el pasar del tiempo y por la edad de Ferney,
fue inscrito a su primer y único Jardín, Jardín en el que vivió alegrías, dolores y tristezas, es decir,
alegrías por sus amiguitos con los que le gustaba jugar al trensito, ver películas, comer y dormir,
tristezas porque el primer día de jardín fue fatal para él, pues extrañaba a su mamá y pensaba que
lo había abandonado ahí en este bonito lugar y dolores porque un día jugando al trensito se
enredo con su compañero de enfrente se cayó y se pego contra el borde de un ladrillo en su nariz,
lo malo el dolor, lo bueno, fue que lo consintieron tanto ese día y le pusieron a ver su película
favorita, 101 dálmatas. Su vida en el jardín fue de grandes aventuras hasta que un día les tomo por
sorpresa a la familia Forero Fajardo la muerte de Don Leo, pues ya eran aproximadamente 2 años
viviendo con él, el cariño y los recuerdos que quedaron tanto para Ferney como para los padres y
la hermana de Ferney eran tan bonitos que no soportaban vivir más en la casa de Don Leo, es por
esto que el abuelo de Ferney, Don Guillermo consiguió una casa en el barrio siguiente, Ciudad
Jardín, un barrio tranquilo donde ha vivido hasta la actualidad Ferney Forero… En este barrio logro
encontrar una escuela para empezar su formación hasta quinto de primaria, escuela la cual se
llama Gustavo Morales Morales y tiene dos sedes, una en el barrio Ciudad Jardín y otra en el barrio
Prado Veraniego. En esta escuela Ferney vivió grandes aventuras y era muy conocido por ocupar
siempre los primeros puestos. Tuvo uno que otro amor de recreo pero la muchacha que más le
gustaba era Lorena, una muchacha blanquita, flaca y bonita. Lo malo es que la muchacha era de un
grado mayor que él y por tal motivo era complicado para él poder hablarle, pues ella solo le
gustaban los chicos de su grado hasta que un día hubo un evento en el pasillo de la escuela con
música y comida, donde Ferney decidió sacar a bailar a su amor platónico, Lorena tan radiante se
encontraba en medio del pasillo asedio a bailar con Ferney y desde ahí se convirtió en su amor de
recreo por un largo tiempo hasta que ella se cambió de escuela. Por otro lado, Ferney le gustaba
coleccionar cartas de diferentes series de televisión, series como Dragon Ball y Super Campeones,
también disfrutaba y era muy bueno jugando piquis, un juego en el cual tenía enemigos porque al
ser bueno le pelaba las piquis a los demás, es por eso que uno de sus enemigos llamado Carlos en
un momento de distracción de Ferney le hizo botas todas la piquis que el tenía al suelo y como
chulos llegaron muchos niños del recreo a robar las piquis de Ferney. Ferney solo estaba
sorprendido por lo que estaba viendo y acudió a una profesora que los cuidaba en el recreo para
reportar lo que había pasado pero esta no hizo absolutamente nada por lo que Ferney tomo
venganza contra Carlos y le hizo lo mismo con las piquis de él, no recupero las que él tenía antes
pero al menos se quitó el sin sabor que tenía por el daño que le habían hecho.

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