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MANIFIESTO

III JORNADAS LATINOAMERICANAS DE MUSEOLOGÍA SOCIAL

ARGENTINA -COLOMBIA 23, 24 y 25 DE SEPTIEMBRE DE 2020

“…y compartir el pan, el sol, la muerte,


el olvidado asombro de estar vivos; …”
PIEDRA DE SOL (fragmento)
UN POEMA DE OCTAVIO PAZ

Nosotres, participantes de las III Jornadas Latinoamericanas de Museología Social, dado el


contexto de la pandemia por COVID 19 que afecta a personas y comunidades del mundo
entero, nos encontramos entre el 23 y el 25 de septiembre del 2020 a través de las
plataformas virtuales de la Secretaría de Educación, Culturas y Deportes de Quilmes,
Argentina y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de la Alcaldía Mayor de Bogotá,
Colombia.

A través de metáforas de la cocina compartimos, intercambiamos y reflexionamos en torno


a diversos modos de hacer, pensar, sentir y proyectar prácticas de Museología Social en
nuestros territorios latinoamericanos.

Retomando los principios de las jornadas realizadas en Colombia (2018) y en Perú (2019).

Consideramos que:

“La museología que no sirve para la vida, no sirve para nada”​. Mario Chagas.

Reconocemos las tensiones y conflictos compartidos en nuestros territorios y naciones, así


como la inminente necesidad de tomar acciones transformadoras colectivas.

Urge preguntarnos y conversar sobre ​lo que nos nutre​ como humanidad, como sociedad,
como latinoamericanes. Desde aquellas cosas básicas y elementales como la soberanía
alimentaria, las diversidades, la protección y conservación del ambiente, el derecho a vivir, a
existir plena y libremente… y ​lo que nos indigesta​, como las desigualdades, los
desplazamientos forzosos, las violencias, ​el racismo, la homofobia, la lesbofobia, la
transfobia, la xenofobia, la aporofobia, el machismo y el sexismo, entre otros. ​Los
feminicidios y el abuso de poder, los ataques contra la democracia, los derechos humanos y
los derechos de la naturaleza, los terricidios, la pérdida o amenaza de los fratrimonios y
“patrimonios” entendidos como derechos fundamentales integrales.

Al debatir en torno a las preguntas: ¿Cómo se cocina la Museología social? ¿Quiénes


integran la mesa? ¿Cuáles son los ingredientes necesarios e imprescindibles en nuestras
recetas para el buen vivir?

Nos comprometemos a…
Reconocer los escenarios de lo museológico como espacios políticos para el
establecimiento de los derechos y la reivindicación de la convivencia y el buen vivir, donde
la Museología Social parece tomar la forma de una receta transformadora de nuestras
realidades.

Dar sentido a la labor de aquellas personas que procuran ambientes de participación, de


resistencia, transformación social y deconstrucción de prácticas y acciones, en instituciones
culturales, organizaciones, movimientos sociales y comunitarios.

Hacer frente a las tendencias autoritarias, que promueven las desigualdades, el


desplazamiento de nuestros pueblos, la apropiación violenta de los territorios comunes y
ancestrales, haciendo caso omiso a las diversas formas de maltrato y atropello contra la
vida y los fratrimonios.

Compartir experiencias y acciones que desde la Museología Social promuevan alternativas


de agenciamiento colectivo, tendiendo puentes entre la teoría y práctica, propiciando el
intercambio de saberes, la praxis del hacer y aprender haciendo, propiciar proyectos
vinculantes en co-construcción y co-autorías.

Generar ambientes de participación que involucren diversas dimensiones de conocimientos


con la presencia activa de artesanes, artistas, trabajadorxs de la cultura, comunicadorxs,
campesines, educadorxs, niñes, jóvenes y adultes, en torno a un ambiente de construcción
de confianza y red, en un rizoma de saberes y sabedorxs de todas las formas, tendencias,
edades, etnias, procedencias y geografías.

Propiciar la incidencia política del ser y sentir latinoamericano, desde una mirada
autorreflexiva de quiénes somos, cómo somos, cómo nos proyectamos desde adentro hacia
afuera. De la semilla que somos, pues quién siembra la tierra, siembra la paz y lucha por
ella. En donde edificamos lo que nos construye, desde las singularidades del ser y la fuerza
del colectivo.

Recuperar y visibilizar los saberes en una búsqueda incansable por las epistemologías y
filosofías latinoamericanas, transformando los programas y proyectos educativos, culturales,
museales, “patrimoniales” y académicos, que han sido históricamente verticales, hieráticos y
conductivistas, hacia las pedagogías de las libertades y las memorias, la escucha, el
fratrimonio, la sororidad y los pensamientos críticos, esencia misma de las ciudadanías
participativas que construyan los caminos y destinos posibles.

Resignificar las pedagogias del sur en clave decolonial y transitar colectivamente la


transformación de las políticas culturales tradicionales, impuestas y unidireccionales; a
políticas participativas, incluyentes y transversales, que respondan al libre ejercicio de los
derechos de habitar el territorio al que se pertenece, a la autodeterminación de los pueblos,
al desarrollo de las libertades y los pensamientos diversos, a ser y dejar ser en plena
conciencia de la otredad.

Y aportar a la “sopa de piedra” en la olla de la Museología Social, los sabores, los saberes,
las acciones, la vida digna, el buen vivir, un canto a la vida por las memorias en clave de
resistencias, reexistencias y resiliencias.

Por último:

Exigimos la aparición con vida de les desaparecides en democracia, la liberación de preses


polítiques de Latinoamérica, los abusos de violencia institucional - estatal que se
profundizan en el marco de la pandemia por el COVID 19.
Reclamamos la plena soberanía de los pueblos; la posibilidad de ser y estar en el territorio
como el lugar donde se conoce y se siente, donde desembocan todas las acciones, todas
las pasiones, todos los poderes, todas las fuerzas, todas las debilidades en donde las
historias se materializan.

Deseamos ejercer el derecho al disenso, a la protesta pacífica en contra de las políticas


neoliberales, garantizar las libertades y afianzar las democracias.

No a la opresión, censura y represión de las ideas. No a la muerte de nuestros jóvenxs y


liderxs sociales, campesines, comunidades y grupos étnicos. No las políticas que avalan el
reparto desigual de los recursos públicos a privados y grandes empresarios.

Nos solidarizamos con les trabajadores de la salud y todes aquelles que trabajan en el
actual contexto de emergencia sanitaria y pandemia mundial. Reivindicamos los vínculos
enunciando que el aislamiento físico no conlleva al aislamiento social.

Por último: NI UNE MENOS, VIVES NOS QUEREMOS.

Septiembre, 2020

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