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Nombre: Aleydi Besaldi Mercedes Méndez

Matricula: 2018-0218

Principales planteamientos expuesto por Daniel Goleman.


Tradicionalmente, nos hemos definido como una especie racional,
con una fuerte capacidad para controlar las emociones mediante
procesos conscientes y racionales. Sin embargo, las teorías más
modernas de la psicología afirman que deberíamos darle más
importancia a los sentimientos y capacidades como la empatía y la
gestión emocional. Una de las teorías más extendidas es la de la
inteligencia emocional. En ella, pioneros como Daniel Goleman
afirman que nuestras capacidades racionales no son lo más
importante en nuestro camino hacia la superación personal y el
crecimiento psicológico.

Componentes de la Inteligencia Emocional


Goleman define la Inteligencia Emocional como una manera de
entender los procesos cognitivos más allá del pensamiento lógico y
racional. La describe mediante cinco principios o elementos de la
Inteligencia Emocional:
Autoconciencia emocional: la capacidad de comprender nuestros
propios estados de ánimo.
Autorregulación emocional: la habilidad para controlar las
conductas basadas en impulsos emocionales y, de este modo,
adaptarnos mejor a las dinámicas sociales.
Motivación: la capacidad de orientar nuestras energías hacia una
meta u objetivo.
Empatía: la cualidad de entender y vivir como propios los estados
emocionales de otras personas.
Habilidades sociales: la tendencia a dar siempre la respuesta más
adecuada a las demandas sociales del entorno.

Comparación de la teoría de Daniel Goleman y Piaget


Según Daniel Goleman la inteligencia emocional empieza con la
conciencia de uno mismo y también con la conciencia social. Es
decir, cuando somos capaces de reconocer las emociones (y su
impacto) en todo lo que nos rodea.
Asimismo supone entender que gran parte de nuestros
comportamientos y decisiones se basan en emociones. El ser
humano es una criatura emocional que un buen día aprendió a
pensar y a razonar. Este puede parecer un aspecto algo polémico
pero no está exento de verdad. Entenderlo, asumirlo nos permitirá
tener un mayor control sobre nuestro comportamiento.
Según Piaget
Destaca el papel activo del individuo en la construcción de la
inteligencia a partir de su propia actividad. Pero entiende la
inteligencia de forma muy distinta a como lo hacían las teorías
psicométricas. Para este autor, la inteligencia es “la adaptación por
excelencia”, es decir, “el equilibrio entre una asimilación continua
de las cosas a la propia actividad y la acomodación de esos
esquemas asimiladores a los objetos. Además, para Piaget el
desarrollo cognitivo se ve directamente afectado por su interacción
con el ambiente. Una de las limitaciones de esta teoría es que
Piaget creía que estaba estudiando todo sobre la inteligencia y la
cognición, pero en realidad su campo de visión era más limitado ya
que se interesaba fundamentalmente por las competencias del
científico.
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Del latín inteligencia, la noción de inteligencia está vinculada a la
capacidad para escoger las mejores opciones en la búsqueda de
una solución. Es posible distinguir entre diversos tipos de
inteligencia, según las habilidades que entran en juego. En
cualquier caso, la inteligencia aparece relacionada con la capacidad
de entender y elaborar información para usarla de manera
adecuada.
El concepto de inteligencia emocional fue popularizado por el
psicólogo estadounidense Daniel Goleman y hace referencia a la
capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos. La
persona, por lo tanto, es inteligente (hábil) para el manejo de los
sentimientos.

Para Goleman, la inteligencia emocional implica cinco capacidades


básicas: descubrir las emociones y sentimientos propios,
reconocerlos, manejarlos, crear una motivación propia y gestionar
las relaciones personales.

La inteligencia emocional tiene una base física en el tronco


encefálico, encargado de regular las funciones vitales básicas. El ser
humano dispone de un centro emocional conocido como neo
córtex, cuyo desarrollo es incluso anterior a lo que conocemos
como cerebro racional.

El cerebro
Sistema limícola personalidad tiene dos facetas interrelacionadas:
la mente que piensa (el cerebro racional) y la mente que siente (el
cerebro emocional). En circunstancias normales estas dos facetas
de nuestra personalidad están en equilibrio y coordinadas una
respecto a la otra. Con todo, cada una tiene una naturaleza
característica. La mente emocional es mucho más rápida que la
mente racional, se activa con rapidez sin detenerse a analizar las
consecuencias de una acción, sigue una lógica asociativa y un
pensamiento categórico. La mente racional, en cambio, establece
relaciones entre causas y efectos, y como se apoya en evidencias
objetivas, puede re-evaluar una situación concreta y cambiar una
conclusión previa. Anatómicamente, la parte del cerebro que
gestiona la mente emocional es el sistema límbico (en el gráfico, la
parte central en colores).

La inteligencia más allá del intelecto


Con el pasar de los años, los seres humanos comenzamos a
entender otras ramas de nuestra propia biología que generan
discusiones de largo alcance. Una de ellas es el estudio de las
variables relacionadas con el intangible del ser humano. Es decir, la
parte emocional.
Varias de las primeras conclusiones que por años se ha venido
estudiando es la inteligencia del ser humano. La Racional y la
Emocional. Que si bien se conjugan entre sí, resulta que en algún
punto se maneja de manera totalmente independiente también.

“Coeficiente Intelectual”
Cada uno de nosotros tiene un nivel de “coeficiente intelectual”
que puede variar según nuestras habilidades técnicas sobre las
diferentes ramas cognitivas.

Por ejemplo, los números, la lectura o la escritura, etc…

Por otro lado, cada uno de nosotros tiene también un nivel de


“inteligencia emocional” que es el complemento inverso a las
habilidades técnicas que podemos tener. Estas hacen referencia a
las habilidades intangibles que trascienden a través de nuestro
comportamiento ante alguna situación específica.

Por ejemplo: la capacidad de auto motivarnos, de controlar


nuestros impulsos, de manejar nuestros estados de ánimo, etc…

La inteligencia emocional para el trabajo


La Inteligencia Emocional en el trabajo interviene en la toma de
decisiones favorables, calidad de las relaciones interpersonales y el
apropiado control de las emociones como el enojo, la frustración o
la apatía, entre otras.

De esta manera, la influencia que tiene la Inteligencia Emocional en


el trabajo sobre la capacidad del líder dentro del entorno
profesional se hace evidente y se vuelve, de manera indiscutible, el
factor determinante para el éxito del ejecutivo, muy por encima de
otros tipos de inteligencia.

Esto principalmente por el hecho de poder interactuar de manera


apropiada e inteligente con los miembros de un equipo de trabajo y
con sus jefes o directores.

CONCLUSIONES
Bajo el fundamento de lo presentado, se llega a las siguientes
conclusiones:
El obtener o manejar una buena Inteligencia Emocional no es fácil,
pero si existe la intención firme de adaptarla, esto redundará en
extraordinarios beneficios tanto personales como organizacionales.
La tarea es entonces, buscar en cada uno de nosotros a ese líder
que está escondido y esas habilidades que debemos explotar al
máximo.
El desarrollo del C. E. provee ventajas como: mejor comunicación,
más humanización, felicidad, plenitud, calidad de vida, mejores
relaciones interpersonales, aumenta la eficacia y la eficiencia, tanto
a nivel personal como profesional.
Las emociones, son el dispositivo de cualquier actividad que
hagamos, por lo cual debemos utilizar métodos que contacten
directamente con el interior de las personas, de lo contrario
difícilmente lograremos provocar cambios en ellos, o en nosotros
mismos.
No debe confundir la IE con la inteligencia. Existen personas con
niveles de conocimientos y aptitudes muy altos pero no poseen el
don de saberse comunicar con los demás individuos, y no
presentan características de liderazgo o capacidad de generar un
ambiente armónico, especialmente con sus compañeros de trabajo.
Es necesario explotar al máximo aquellas capacidades que nos
permitan tener unas mejores relaciones con las personas que se
encuentran a nuestro alrededor así como con nosotros mismos.
Desarrollando dichas habilidades, también estaremos en condición
de ser verdaderos líderes, ya que el trato que le daremos a
nuestros posibles subordinados, será de total cordialidad, exigiendo
mucho pero no irrespetando.
A pesar de ser política educativa de estado, no se hace nada
significativo por su desarrollo en los diferentes niveles de formación
del ser humano.

Opinión personal.
De nada nos sirve tener muchos conocimientos si no somos
capaces de desarrollar y manejar nuestras emociones lo mejor
posible. Cuando en una empresa se realiza un proceso de selección
para encontrar nuevos empleados, cuando una institución
educativa selecciona nuevos estudiantes, ya no se determina que lo
más importante es cuántos títulos posea la persona, sino que su
perfil psicológico le permita llevarse bien con sus compañeros en el
sitio de trabajo, de estudio, de desempeño profesional y si su
capacidad de comunicación, le permite tener un óptimo contacto
con la organización.

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