El hombre del siglo XX se ha caracterizado por contribuir en los avances de la tecnología
(especialmente las artes audiovisuales como el cine y los medios de comunicación, incluso la radio, televisión, e Internet),es decir, cuando la tecnología desembarca con más fuerza en la comunicación entre los espectadores, el camino hacia la diversidad se convierte en algo predecible y esperable, dicho proceso, unido al crecimiento de los medios de comunicación, permitió que las diversas culturas, hasta entonces disfrutadas sólo por una elite, llegasen a amplios sectores de una sociedad. Al entrar en el siglo XXI, aparecen muchas características a nivel de literatura una de las más comunes es la época postmoderna en que el héroe contemporáneo, desempeña ciertas acciones para solventar necesidades propias, es decir, el cambio radical del siglo XX al XXI es que se centra más en su propia persona que en el bien de la humanidad. Además, el problema de la identidad es clave para entender los múltiples comportamientos en la actualidad. Es posible entender que la fuente original del lenguaje y del conocimiento no está en la lógica sino en la imaginación, en la capacidad radical e innovadora que tiene la mente humana de crear metáforas, enigmas y modelos. Por eso, las convicciones más profundas son el resultado de un logro poético y creador del pasado. La literatura contribuye en esta cultura a la ampliación de nuestra capacidad de imaginación moral, porque nos hace más sensibles en la medida en que profundizamos nuestra comprensión de las diferencias y la diversidad de las personas. La literatura del siglo XX comprende una variedad de estilos. Sin embargo, ciertos movimientos jugaron un rol significativo en la interpretación y arte de la escritura, ya sea por cambios en la técnica o las reacciones que hubo a esos cambios. En los que tenemos; SURREALISMO el surrealismo involucró a un grupo de artistas que exploró el inconsciente por medio de inesperados acercamientos y desarmonías. El movimiento fue en parte una reacción desilusionada al racionalismo que dominó muchas formas de la cultura del siglo XIX y terminó en el baño de sangre que fue La Gran Guerra. Aunque el número de escritores conocidos oficialmente como surrealistas no es muy grande, su influencia no puede ser subestimada. Todo, desde las técnicas de "recorte" de William S. Burroughs, al realismo mágico de Jorge Luis Borges pueden relacionarse a este movimiento. MODERNISMO La literatura modernista floreció en la primera mitad del siglo XX. Su principio definitivo es la subjetividad, no existe ya más un narrador omnisciente que explique los eventos. Toda la narración proviene de perspectivas individuales y requiere de la interpretación del lector. Más aún, la literatura modernista desarrolló un interés en el idioma y sus procesos, como se evidencia en trabajos como “Finnegan’s Wake”, de James Joyce, o “Las Olas" (The Waves), de Virginia Wolf. Como en el caso del surrealismo, la estética modernista era en general pesimista, debido a la matanza ocurrida en la primera guerra mundial. POSMODERNISMO El posmodernismo dominó la segunda mitad de la literatura del siglo XX. El estilo debería ser considerado más como una continuación del modernismo que un rompimiento dramático. Al igual que el modernismo, adopta el relativismo, el género y mezcla altas y bajas formas de arte. Quizás la mayor diferencia radica en la actitud. Mientras que el modernismo se lamenta por la falta de significado de la vida, el posmodernismo la celebra. Mientras que T.S. Eliot se queja por el absurdo del mundo en “La Tierra Baldía" (The Waste Land), David Foster Wallace divierte al lector con muchos de los mismos elementos en “La Broma Infinita" (Infinite Jest). TRANSREALISMO •La mente es más grande o superior que el universo. •La muerte física es sólo un cambio de la materia •La utilización del tiempo lírico es asincrónico, ácrono, ucrónico o usa abiertamente paracronismos •La alternativa del espacio artificial y los tópicos urbanos como principio de inspiración, como cartabón y como decorado adaptado al proceso del suceso poético. •Utilización de un lenguaje casi profético, iluminado, donde el autor o el yo lírico se entremezclan. • Mixtura de lenguajes, tanto místicos, como urbano. Al mismo tiempo inclusión de vocablos de otras lenguas, por ejemplo: latín, yámana, mapudungun, inglés o expresiones imaginarias
REPRESENTANTES
J.K. ROWLING ---- HARRY POTTER
PAULO COELHO--- EL ALQUIMISTA LAURA ESQUIVEL – COMO AGUA PARA CHOCOLATE DAN BROWN ---- CODIGO DAVINCI SUZANNE COLLINS ------- LOS JUEGOS DEL HAMBRE JHON GREEN ---- BAJO LA MISMA ESTRELLA GEORGE R. R. MARTIN ---- CANCION DE HIELO Y FUEGO, JUEGO DE TRONOS En definitiva, La literatura del siglo XX, un siglo marcado por muchos conflictos que sacudieron la conciencia de los escritores, rompe con los elementos tradicionales de la literatura: crea narraciones con saltos cronológicos, emplea nuevos escenarios en teatro, rompe la métrica y la rima en poesía, etc. Hoy en día, Ya no nos interesan los héroes perfectos, sin miedos ni obstáculos porque no son creíbles, estas nuevas características nos reflejan un cierto acercamiento del héroe postmoderno al público mostrando un lado más humano de estos personajes. Los personajes que provienen de otros mundos como el cine, el teatro, el arte, la literatura, la música, el diseño, la moda y el deporte, entre otros, se han convertido en figuras conocidas y admiradas. Una de las tendencias más significativas en la literatura del siglo XX se encaminó a su conclusión con el inicio del Internet, el cual se ha posicionado como el medio de comunicación más importante junto a la televisión. Su crecimiento en la última década. Su facilidad de acceso hace que la muestra puede dar seguimiento a sus ídolos. En el pasado, se leían libros de manera lineal. Todos tenían un comienzo, una parte media y un final. Sin embargo, el texto permitido por los documentos HTML hace que los lectores recorran un trabajo literario como si estuvieran moviéndose a través de un laberinto de diferentes pasadizos. Las nuevas tecnologías, solo animarán y enriquecerán esta tendencia, conforme la literatura que se adentra en el siglo XXI.