Para la mayoría de las universidades actualmente es muy difícil definir una sola teoría
de aprendizaje aunque ellas mismas tengan definido un modelo de enseñanza de
modo general, esto se ve reflejado debido a que se encuentran en un ciclo irreversible
que parece no tener fin, es decir, que el docente quiere replicar en el aula los métodos
de enseñanza sobre los cuales él fue formado. En ese sentido, es complejo hablar de
aprendizaje cuando la enseñanza en algunas circunstancias no es idónea ni correcta,
pues conlleva a un fracaso total del estudiante.
Claramente estoy de acuerdo y considero que la educación de hoy sigue siendo regida
por este hito histórico. Lamentablemente se ha creado en la sociedad un imaginario
en el cual la clase social adinerada es más inteligente y ello se representa en sus
riquezas, pues tienen mayores capacidades y oportunidades para incrementar su
capital. Sin embargo, la realidad es que la clase adinerada se ha encargado de
cimentar un sistema en el cual las clases asalariadas sostienen su economía
capitalista a través del consumismo y de empleos que no ofrecen las condiciones
laborales ideales.
Lo anterior ha traído una alta estigmatización de las clases menos desfavorecidas por
considerarles de bajo intelecto cuando realmente lo que necesitan son oportunidades
educativas adaptadas a sus necesidades. Al igual que es desacertado medir en los
mismos estándares a todos los estudiantes, cuando la realidad es que muchos deben
trabajar para costear sus estudios y en consecuencia dedicar menos tiempo a preparar
trabajos o exámenes y descansar en menor grado que aquel que se dedica netamente
a estudiar.