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Instrumentos que han marcado una gran importancia en el territorio colombiano como El
acordeón que se consolido a lo largo de los años dentro de un sistema musical como eje
fundamental generando un impacto nacional, que trascendió las fronteras, conocido en la
actualidad como el género musical vallenato conociendo desde un principio el contexto
económico, cultural y político en Colombia durante la llegada del acordeón y se empezó a
consolidar como el instrumento líder de la cumbiamba y el vallenato.
Otro de vital importancia es el arpa para el análisis de los diferentes estilos que este trabajo
acomete como su contexto histórico, su compresión y evolución a medida del tiempo hasta
llegar a los llanos orientales de Colombia.
Los primeros registros verificables del acordeón en Colombia se hicieron en Riohacha y sus
alrededores. En efecto, en 1869-1870 se encontraron las primeras importaciones del
instrumento por esta aduana, en Riohacha a pasar el tiempo se iba a convertir en la de
mayor tradición acordeonera de Colombia. Estos acordeones procedían principalmente de
Alemania, Italia y Francia.
La importación por los diferentes puertos del Caribe colombiano denota cómo el
instrumento hizo su desembarco penetró al interior de la región Caribe por los ríos
Magdalena, Ranchería, Cesar y Sinú, o siguió la ruta terrestre de Cúcuta, hasta llegar al río
Magdalena, y de ahí a los diferentes pueblos de la región Caribe.
Los modelos de los acordeones con una hilera de palancas (o botones) y dos teclas
(palancas) de bajos, la cual fue reemplazada por la marca Hohner, que es la más usada en el
vallenato desde los años sesenta hasta la actualidad, conocidos como "dos coronas”; con
dos lengüetas por botón y "tres coronas"
Los nativos no sabían cómo tocarlo, pero, precisamente por eso, inventaron una forma de
hacerlo. Se enamoraron de sus sonidos, modificaron sus tonos y muy pronto el acordeón se
volvió imprescindible para interpretar aquellos ritmos locales que hasta ese momento se
tocaban con gaita, flauta o guitarra, caja y guacharaca.
El acordeón que se conoce en Colombia es acordeón Diatónico, que consta de tres hileras,
son similares a los diatónicos de dos hileras siendo la tercera hilera un semitono más alto
que la que la hilera original (ahora medio tono) o una cuarta por encima de la segunda
hilera donde probablemente arribó desde Alemania a través de los puertos en la Costa
Colombiana en la década de 1880, como un instrumento para acompañar los cantos de
trabajos, velorios, cantos de rituales, seculares y románticos que surgen de las diferentes
formas de poesía oral en el Caribe Colombiano. Este prototipo de acordeón fue usado
también en la interpretación de otros estilos similares a las bandas de vientos y formatos
tradicionales
En la costa caribe Colombia existen diferentes músicas que utilizan el acordeón, como la
música de acordeón sabanero y la música de acordeón vallenata.
Para la música vallenata solo se usa Hohner y El llamado Corona III y sus hermanos más
jóvenes,
también de apellido Hohner, son una preciada dinastía, de esas que tanto se respetan en la
costa.
Hay dos razones para esto: la calidad de los instrumentos y la tradición.
No hay muchos reparadores locales de acordeones, pero los valoran como a los juglares
ilustres. Nombres como el de Ovidio Granados ya forman parte de la mitología vallenata.
No solo saben repararlos, sino modificarlos y transformar sus tonalidades, porque en
Colombia los acordeones diatónicos Hohner tienen muchas más escalas musicales que las
que permiten los tres tonos mayores originales. Sus conocimientos y aportes, que han hecho
para mejorar el desempeño de los instrumentos, fueron recientemente reconocidos por la
firma, que certificó a cuatro de ellos como técnicos de sus acordeones.
2.2 Llegada del arpa hasta los llanos orientales
En el siglo XVI, el arpa tenía una gran tradición en la música española. A nuestras tierras
llegaron las arpas de un orden de cuerdas, de afinación diatónica; estas se enseñaron y
difundieron con la colonización civil y eclesiástica, y se concedió mayor importancia a esta
última en su práctica religiosa.
el arpa llega a los llanos por dos direcciones opuestas, pero simultáneamente: por el
occidente de Casanare en Colombia, con las escuelas de música de las misiones y
reducciones jesuíticas, y por el nororiente de los llanos, por donde se inició el poblamiento
de los llanos del Guárico y el Apure.
En los primeros años del siglo XVI las menciones de instrumentos musicales europeos de
uso doméstico en los territorios americanos se limitan el arpa y a su uso como instrumentos
de música de cámara, para la interpretación de música instrumental, el acompañamiento de
música vocal y profana y también dentro del contexto de la danza en donde también eran
comunes los panderos y sonajas.
El arpa colonial con lo religioso y lo civil, con lo festivo, con lo danzario, con lo
instrumental y con el acompañamiento del canto en diferentes entornos sociales, fueron
propicias para que el arpa entrara al territorio colombiano.
La popularidad del arca declinó ante la llegada del armonio y el piano a los centros
urbanos; también menguó su práctica por el difícil transporte en las agrestes sabanas del
llano e igualmente por la incursión de los cordófonos andinos en las prácticas musicales de
la región del piedemonte llanero (tiples, bandolas, requintos), ya que eran de mayor
asequibilidad y de cómodo traslado
El arpa emerge nuevamente en los llanos de Colombia a mediados del siglo XX, con un
antecedente en Arauca con el arpista venezolano Arturo Lamuño, fortalece con la
retroalimentación a través de la discografía venezolana y los festivales, que la catapultan
hacia su uso incondicional en los grupos llaneros colombianos, en diferentes medios y
escenarios, y de esta manera desplaza las bandolas y tiples en los medios de difusión
comercial.
El arpa retoma su función social específica, pues su música está íntimamente ligada a la
fiesta popular y, sustancialmente, al servicio de la danza. El pasaje se desdobla en los tonos
del arpa criolla y estilizada; los golpes llaneros dan cuenta de la función melódica del
tenorete como elemento estructurador del joropo, impulsado a través de sus efectos y
recursos rítmicos y tímbricos, en consonancia con el joropo de tiples que la antecedió. Es
de resaltar que el arpa llanera, dentro del sistema musical del joropo, tradicionalmente no
ha cumplido roles de solista, sino que ha estado acompañada por el cuatro, las maracas y
posteriormente por el contrabajo y el bajo eléctrico, que constituyen el sistema tímbrico del
actual joropo colombo-venezolano.
CONCLUSIONES
Tocar el arpa requiere una gran agilidad y destreza técnica. Es un instrumento
virtuosístico se podría decir, y su enseñanza no está demasiado extendida, a
diferencia de lo que ocurre con otros instrumentos. Tiene una gran potencia en
cuanto a colorido y riqueza.
REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFIA: