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Predica Lucas
Predica Lucas
2. Echad vuestras redes: lancen las redes al mar. Vemos el termino en plural. Eran
varias redes, por lo menos dos.
Notamos cierta similitud entre lo que vivió Isaías y Pedro, al enfrentarse ante un Dios tres
veces Santo, que no tolera el pecado, que aborrece el pecado.
Pedro reconoció que estaba en otras palabras muerto en delitos y pecados. Esa es la
condición de una persona que la Biblia nos muestra cuando no ha reconocido a Cristo
como su Señor y Salvador, viniendo a él en arrepentimiento y fe, ¿cómo vive? haciendo
los deseos de la carne, siguiendo la corriente de este mundo, buscando los placeres
temporales que el mundo nos ofrece.
Pero Dios es rico en misericordia, así como el mostro con Pedro y con Isaías y perdono sus
pecados, así mismo si tú en esta noche no has reconocido tu condición de pecador, no has
reconocido tus pecados delante de Dios, necesitas un salvador, ven a Cristo con un
corazón humillado, Dios es fiel y justo para perdonarte.
Muchas veces tendemos a compararnos con otras personas. Quizás pensamos yo no soy
tan malo como lo es ese o aquel. Yo no hago lo mismo que ellos, tengo mis errores, pero
no son tan graves, yo creo que no necesito reconocer nada. Ese es el problema, pero
cuando nos comparamos con Jesús, que en él no hubo pecado, de esta manera no
podemos atrevernos a afirmar lo anterior, cuando Pedro tiene este encuentro cara a cara
con Cristo, revelo su condición precaria necesitada de gracia y misericordia. Ven a Cristo
en esa misma actitud y hallaras gracia y misericordia.
Versículo 9, no solo Pedro tenia temor de lo que había pasado, sino todos los que estaban
en aquel lugar. Quien no hubiera sentido algo semejante. Dios encarnado, con ellos en esa
barca, temerosos, al ver la grandeza, el señorío de Cristo sobre su creación, como por
medio de su palabra, esa palabra que Pedro obedeció, había causado tan grande milagro.
Tal vez Pedro arrodillado ante Jesús, encima de los peces, estremecido, lleno de miedo, ya
no vemos al Pedro, seguro de sí mismo, al pescador rudo, experimentado, no ya era
distinto, tenía un corazón quebrantado delante de la presencia del Señor.
Dios se le revela en una zarza a Moisés, y ¿qué hace él? Se cubre su rostro porque tenía
temor de mirar a Dios, sabía que podía morir.
¿con que actitud vas a la presencia de Dios? quizás con la misma autosuficiencia del
Pedro del versículo 5, o tal vez ya no vas a la presencia de Dios, por qué crees que ya yo
conozco todo y no tengo necesidad de buscarlo y pedir misericordia, perdón.
Yo creo que el mantenernos en la actitud de Pedro, pero el del versículo 8, de reverencia
ante Dios en todo momento, deja ver tu corazón no solo arrepentido, sino agradecido por
haberte salvado de tu vana manera de vivir y de ir a la condenación que todos
merecíamos.
Mantengámonos en esa actitud amados, de reconocer que apartados de Dios nada
podemos hacer, ninguno en esta noche puede vivir de esa manera.
Versículo 10, el temor no solo era de uno, sino un temor grupal, ahora se suman otros dos
personajes a la historia, Jacobo y Juan, compañeros de trabajo de Pedro, quizás tenían una
cooperativa, eran socios quizás. Ellos también habían sido testigos oculares de lo ocurrido,
presenciaron este milagro, estaban atónitos, asombrados aún.
Una vez más Jesús le dice algo a Pedro: No temas. No hay razón para temer. Jesús llevo a
Pedro mar adentro, a aguas profundas, donde él tal vez se sentía seguro, estaba en su
zona de confort, se revela ante él, Pedro cae humillado ante la gloria de ahora su Señor,
solo puede estar de rodillas adorando a Aquel que todo lo puede, y no solo eso, esto iba a
cambiar la vida de Pedro, porque no solo encontró su salvación en aquel lugar, sino que el
rumbo de su vida iba a ser diferente. Pedro no temas, porque yo te concedo mi gracia, mi
perdón, que tu no mereces, pero yo te lo doy, porque me place hacerlo.
Cuando vemos esta historia, todo lo que ocurre, yo creo que tú y yo, si eres un hijo o hija
de Dios, no nos queda otra opción más que adorarle, glorificar su nombre, someter
nuestra voluntad a la suya, reconocer cuanto lo necesitamos, día tras día, pero también
creer en su Palabra, porque es allí donde podemos nosotros conocerle, donde
aprendemos a caminar en sus propósitos.
Jesús usa la profesión de Pedro, para lo que él quiere que este se dedique de ahora en
adelante hasta el final de su vida. En otras palabras: Pedro quizás como pescador este
último día no fue muy bueno, pero yo te doy una palabra y es no temas, porque yo te voy
a usar para que lleves mi mensaje, el evangelio, esa es la misión que te encargo, no temas
Pedro.
Pedro es usado para llevar el evangelio a los judíos principalmente, y vemos como más
adelante en el libro de los Hechos ante su primer sermón, tres mil personas se convierten,
por la predicación de él. Dios le dio una palabra a Pedro, Dios cumplió con lo que
prometió.
Amados, nuestro Dios lo que ha dicho, todas sus promesas, él las cumplirá, porque su
palabra es verdad, aférrate a ella, no deposites tu esperanza en este mundo, ni en las
riquezas, ni en lo que aquí puedas alcanzar, porque todo eso pasa, pero su Palabra no
pasara.
Versículo 11, aquí notamos que el texto nos dice en plural, trajeron, le siguieron.
¿Quiénes?
Pedro, Juan Jacobo, es lo que el texto nos revela. No solo el mensaje había impacto la vida
de uno solo, sino de todos los que estaban allí.
Dejaron todo por seguir a Jesús. Sus barcas, su profesión, sus negocios, su grandiosa
pesca, la cual les habría dejado muy bien ingreso.
Ahora no vayas a decir, ¿será que tengo que dejar mi trabajo, mi estudio, mi profesión,
mi negocio por seguir a Jesús? Claro que no. O al menos que a lo que te dediques sea algo
ilegal, si te recomiendo que lo hagas.
Hay muchos ejemplos de muchos llamados de hombres en la escritura, pero sobre todo
me impresiona mucho la del Apóstol Pablo, muchos saben que antes de conocer a
Jesucristo, era perseguidor de la iglesia, y como cuando el Señor se le aparece en el
camino, todo cambia en su vida, al tal punto de llegar a decir, para mí el vivir es Cristo y el
morir es ganancia, todo lo estimo por perdida por el conocimiento de Cristo, aun iba más
allá al considerar todo su pasado como basura.
Esto ocurre cuando tu reconoces y tienes claro quién es el Señor de tu vida, Pedro lo tuvo
claro cuando se encontró con Jesús frente a frente, Pablo lo hizo de la misma manera.
Cuando ves que correr a los brazos de tu salvador, implica renunciar a lo que quizás más
te gusta, pero por ganar algo mejor, que solo encuentras en él, podrás y podremos decir lo
mismo: Mauricio lo dejo todo y le siguió.
Oremos…