Una mujer puede abortar en Suecia antes de llegar a la duodécima
semana de gestación, con el único requisito de consultarlo con un médico. Hasta la decimoctava semana de embarazo puede decidir por sí misma la interrupción de su embarazo. Después sólo se le prohibirá si la intervención conlleva un riesgo para su vida o su salud. El aborto en Suecia es una prestación más de la Seguridad Social. Soló los médicos están autorizados a efectuarlo y siempre en, una dependencia hospitalaria de los servicios de salud. Esto reduce al mínimo las posibilidades de complicaciones posteriores. En principio, la ley no se aplica más que a las mujeres de nacionalidad sueca o residentes en el país, y sólo en casos especiales la Dirección Nacional de la Salud Pública y de Previsión Social pueden autorizar a una extranjera a practicarlo. La idea básica de esta legislación es que todo individuo tiene el derecho de decidir sobre el número de hijos y el momento de su nacimiento.