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Sobre El Metodo Marxista M Lowy PDF
Sobre El Metodo Marxista M Lowy PDF
A¡trcuro Gn,trrsci
gl-r-ryi+ sociai
pÁiri"ii";iñ_J; Ia
. n ecesariam enle,1'.o,,p,qolr.ii Ju,,, es de cir,
al punto de vista á. Iigad a
,.,r,u .rur. J.i"i?
carácter "partidario" con ;üo*o conciriar ese
el .oro.i*i.; objetivo de
verdad? r
Ia
E:'T preguntas se encuentran en el centro
metodológico en la sociología, Ia del debate
historia, lu ecn¡6¡1iu polí_
:':?.'i"::T*"tÍ?,,:,_il:K1#"1"::, ra epistemorogía :Lrmonía con
por sué únicame"r. los fenór
sotu-cién
il marxismo .; ¿'#ffig#:ff;
t sólo nos
r*"{';;;:.enter¿...1*'
es necesario reconocer
II
les. Así pus, tal disposición coresponde exclusivamcnte a la ción- especial".. Ciertos órganos sociales
filosofía positivista, cualquiera que sea el objeto al que se apli- tienen ,,una situación
particular y, si se quiere, privilegi ada";
que y, por lo tanto, también respecto de'los males políticos." t situaciórr, *g,ir, ér,
absolutamente natuiar, funiionar -e
Este pasaje, verdadera joya del naturalismo positivista, es
ineviauut.: ,,E[a se debe
a la natu raleza der. paper q*e desempeña
uno de los raros momentos en los que el discurso sociológico y no a arguna causa
extraña a sus funcionés." Ése privilegio
burgués se manifiesta en toda su pureza, por decirlo así, en es pues un fenórneno
absolutamente normar que se encuentra
en tod,o
estado salvaje. Permite corhprender mejor el verdadero sentido vivo: "Es así como en ár animal Ia preemine.tcia organismo
* de la palabra "positivo" empleada por Comte para distinguir, nervioso sobre los demás sistemas se reduce
der sistema
o mejor dicho oponer su doctrina a las peligrosas teorías al derecho, varga
Ia expresión, de recibir una arimentación
má- escogida de
pmg su parte antes que ros demás.,, 6 En otras "obrasy de
,
12
t3
vadorr-ya que considera a los hechos sociales como cosas cuya
y las "prenoci:nT,, pueden
naturaleza, por flexible y maleable que sea, no es sin embargo ser ,,descartadosr,, como
carta un par de Ientes se des.
modificable a voluntad.,, 8 oscuros para ver más
prende que esas "prenocio:..." claro. No com-
El discurso durkheimiano, ya lo hemos visto, pasa con ¡
I
prendente vagabundeo de la evolución está fundado en una
voruntadri;:i'^::?"i:i..1:"r::.r,:.,,ffijff"3r:¡.:Xf
I
!
I5
Es preciso agregar que la tesis positivista según Ia cual Ia rización, y sus resultados deben ser aceptables para todos.ls
* objetividad tendría por condición la separación entre juicios ¡como si la elección de las preguntar r,á impusiera en gran
de hecho y juicios de valor, y la eliminación voluntaria de las parte las respuestas mismas ! Lucien Goldma¡rn subray" i..r-
"prenociones", ha influenciado en la sociología mucho más
*
tadamente el carácter contradictorio de la posición de weber,
allá de los límites de Ia corriente positivista en sentido estricto. a medio camino entre el desconocimiento del determinismo c
En especial Max Weber, que difícilmente puede ser conside- socjal del pensamiento sociológico
llue caract .riza a los posi_
t rado como un positivista, subrayaba la especificidad de las tivistas, y su ace,otación integral poi los man,istas: .,Los ele-
"ciencias de la cultura" en relación a las ciencias naturales; mentos escogidos determinan de antemano, desde luego, el
sin embargo creía que Ia ciencia social podía y debía ser "sin resultado del estudio. siendo los valores . .] los de tal I .rul
t.
presuposición" y "no valorativa" (Wertfrei). Según Weber, clase social, lo que una perspectiva eliminará como no esen-
los conceptos de las ciencias sociales no deben ser "espadas cial puede ser, por lo contrario, ffiuy importante en otra. . .].
[.
para atacar adversarios", sino solamente "rejas de arado para En este punto el pensamiento de webei resultá insostenib-1e.,, ,n
surcar el inmenso campo del pensamiento contemplativo", El error fundamental del positivismo es pues la incom-
prensión de la especificidad metodológica de,las ciencias so- x
porque "cada vez que un hombre de ciencia hace intervenir
ciales en relación a las ciencias naturales, especificidad cuyas
su propio juicio de valor, ya no hay comprensión integral de
causas principales son:
los hechos".12 Sin embargo, en ciertos escritos metodológicos
Weber reconoce gu€, en Io que se refiere a las ciencias sociales, I ) EI carácter histórico de los fenómenos sociales, tran-
los valores del observador desempeñan cierto papel en la sitorios, perecederos, susceptibles de ser transfr-rmados por ia
selección del objeto de Ia investigación científica, la determi- acción de los hombres.
nación de la problemática y de las cuestiones a plantear. Pero 2) La identidad parcial entre el sujeto '.' el objeto del
subraya que las respuestas aportadas, la investigación misma, conocimierrto.
el trabajo empírico del sabio, deben estar libres de toda valo- 3) El hecho de que en los problemas sociales están en
juego las miras antagónicas dc las diferentes , clases sociales.
humano, sostenidas por evidencias empíricas reunidas de manera imper- 4) Las implicaciones poiítico-ideológicas ,r{e lá teoría so-
sonal y objetiva. t...]. El fin último.es comprender, explicar y prever el
comportamiento humano en el mismo sentido en que los científicos com-
prenden, explican y prevén el comportamiento de fuerzas físicas o de
13 Id., "Die Objetivitát sozialwissenschaftlicher und sozialpolitischer
factores biológicos o, lo que está rnás próximo a nosotros, el comporta- Erkenntnis", Gesammelte Aulsátre zuÍ wisscnschafti,ehre, Tubingen,
miento de bienes y precios en el mercado económico." Ver también a este J.C.B. Mohr, 1922, pp. 170-184.
respecto la obra de I. L(or, Det Positítismus in der Soziologie, Akademie t4 L. Goldman, scienc¿s humaincs ct phitosophi¿, Gonthier, parís,
Verlag. Berlin. 1968. 1966, p. 43. El análisis de Goldmann sobre el problema de la objetividac
12 Max Weber, Lc sauant ct la politique, 10/18, París, 1959, pá- nos parece uno de los más interesántes dentro de todr la literatura mar-
ginas 80-82. xista contemporánea.
16 1?
cial: el conocimiento de Ia verdad puede tener consecuencias
directas sobre la lucha de clases. orienta su teoría sociológica en cierta dirección confiriéndole
un carácter necesariamente,,tendencioso,r.
Estas razones (estrechamente ligadas entre sí) hacen que
' Ahora bien, es verdad que la distinción entre ciencias
el método de las ciencias sociales se-distinga del método de las
'ciencias naturales, no solamente al nivel de naturales y ciencias sociales no debe ser absolutizada: o '*
los modelos teó- histórica y relatiua.
ricos técnicas de investigación y procedimientos de análisis, Histórica porque, durante todo un periodo, también las
sino también y sobre todo al nivel áe Ia relación con las clases
'¡sociales. ciencias de Ia naturaleza fueron er terieno de un combate
Las visiones del mundo, las ,,ideologí*,, (en el sentido ideológico. Del siglo xv al xrx, Ias crases dominantes clérico-
I ampho de sistemas coherentes de ideas y varores) de Ias clases feudales resistieron a las ciencias de Ia naturale za, que cons-
J sociates, modelan de manera decisiva (directa o indirecta, tituían un desafío a su sistema ideológico. Duranie siglos, la
.o:r:iente inconsciente) a las ciencias sociales, planteando
I así -o astronomía fue el campo de una lucha de clases .rr.*rrirada,
el proble3u q. su objetividad en térmirro, .o-pletamente ideológica e incluso a veces política, y los hombres de ciencia
' d.stintos de las ciencias de Ia natur aleza. frecuentemente fueron víctimas de la represión de los aparatos
I a realidad social, como toda realidad, es infinita. Toda de Estado (Giordano Bruno, Galileo, etc. ) . Gracias'úrri."-
¡ crencia implica una elección, y en las ciencias históricas esta mente a la liquidación del modo de producción feudal y a
elección no es producto del azar, sino que está íntimamente Ia desaparición (o "modernización" ) de su ideología, las cien-
lgada a una perspectiva global determinida. Las visiones del cias naturales se volvieron progresivamente un terreno ,,neutro,,
mundo de las clases sociales condicionan entonces no sólo la desde el punto de vista ideológico. Sin embargo, incluso en el
última etapa de Ia investigación científica social, Ia interpre- siglo XH, la relación epistemológica entre Iá ciencia astro.
tación de los hechos, la formulación de teorías, sino Ia elección nómica y las clases sociales no era del mismo tipo que la que
misn^a del objeto de estudio, la definición de lo que es esencial se encuentra en las ciencias sociales. Volveremos a Jto.
y de lo que es accesorio, Ias preguntas que se plantean a la Relativa, porque el grado de "compromiso ideológico,, no
realidad; en pocas palabras, condicionan la prábtemótica de es el mismo en todas Ias ciencias sociales (ni el de i,neutra-
la ir^ vestigación. lidad ideológica" en todas las ciencias naturales), y porque,
la pregunta que constantemente prantea por otra parte, en el interior de una misma ciencia ciertos
Bffi
i\1t.t1{ \ _ Y, . ejempl_o:
'Durkheim en La diuisión del trabajo sociar: ¿cuáles son los problemas son más "sensibles" que otros: Ia historia de Ia
factores que obstaculizan la libre competencia de los individuos Revolución Francesa evidentemente despierta más antagonis-
en la lucha por la vida?, lejos de ser "inocente", lleva la mos de clase que la de las guerras del peloponeso.
huella de Ia visión del mundo social-darwinista de Ia burguesía En conclusión: los positivistas insisten mucho en Ia hete-
en Ia época del capitalismo competitivo. Independienteáente rogeneidad de los juicios de hecho y los juicios de valor, en
Ia necesidad lógica de su separación. Subrayan, con razón por
)
de la "respuesta" propuesta por Durkheim, .it, "pregunta,,
otra parte, que nunca se puede deducir un juicio valorativo r
l8
19
de un juicio fáctico. según ra cérebre expresión chauung) de las diferentes clases y grupos sociales en conflicto
de poincaré:
Ias premisas en indicativo no tienen ionclusión en el seno de la sociedad. Estas diversas visiones particulares
tógica en
intperativo. weber señala con ironía que nunca no descubren más que un aspecto del objeto, más que una
se podrá
démostrar científicamente la justeza o el irror parte de la realidad social: son necesariamente unilaterales
del sermón de
Ia Montaña. Eso no r. p,r.áe discutir; pero ro que y fragmentarias. Según Mannheim, esto implica la posibilidad
orvidan
tanto weber como los poiitivistas; es Ia relación iiuersa de una "integración de los diferentes puntos de vista mutua-
entre
la ciencia y lo normativo:,los valores que orientan, mente complementarios en un todo comprensivo", es decir, la
inÍIuencian
t y condicionan los juicios de hecho. Relación qr. po,
su parte posibiüdad de una "síntesis de las perspectivas".
no es lógica sino sociológica: es el punto d; ,ito Evidentemente, la pregunta central es z ¿qtién va a hacer
d,e crase
(q:t implica elemento* rr91*"tivosf er que en go; parte esta síntesis? ¿Cuál es la clase o el grupo sc ¡ial que puecle
define el campo de uisibilidad de íno tuoría social, servir de base a esta "mediación dinámica" de los puntos de
lo que
ella ttve" y Io que no ve, sus *aciertos" y sus ,,desaciertos,,, vista antagónicos? Según Mannheim, existe ur grupo !lue, en
su luz ), su ceguera, su miopía y su hipermitropía. raz6n de sus características específicas, es capaz fle llevar a
cabo esta deücada tarea, y de alcanzar así un conocimiento
fr
'i comrleto y objetivo de la realidad: "La inteiigbnc-a sin ligas" *
II'
1
to
rygTlg4 DE MANNr{ErM (freischwebende Intelligenz)', que se encuentra sobre todo en
las universidades e instituciones de enseñanza tuperior.
Bajo el impacto del marxismo, el mito Ahora bien, los intelectuales que creen carecer de "lig*"
. positivista de una
ciencia social y asexuada, como los ángeles de la teo- (y qr. no se han adherido a ninguna de las dos principales
logía medieval,-neutra
fue severamente combatido. El "problema de la clases en conflicto: la burguesía y el proletariado), ino están
+ determinación social
der conocimiento ya no podía precisamente ligados a Ia clase de la cual son originarios en su
fácilmente ignorado. una nueva tentativa para .ser tan
resolver el mayoría, y gue es la más próxima de su situación social, es
problema, distinta del positivismo tanto .orr,á decir, la pequeña burguesía? ¿Puede su "síntesis dinámica"
del rnarxisrño, *
fue realizada por un tránsfuga dei ser otra cosa que un lusto medio ecléctico entre las grandes
f en su brillante obra ldeoiogía ymarxismo, Karr Mannheim,
uto.pía ( 1929) ; esta obra concepciones del mundo en conflicto, justo medio estructurai)-
formó una nueva rama de Ia ciencia'sociar universitaria: mente homólogo a la posición "internediaria" de su capa
Ia
sociología del conocimiento. social?
Al igual que ios marxistas, Mannheim reconoce que ra El tipo de "síntesis" que el mismo Mannhe::n nos presenta
* posición social del sabio, del observador, determin constituye una respuesta rnuy esclarecedora a estas preguntas:
pectíua, es decir, la manera de.contempíu.
,u'-prrr_
^-
,,, objeto, Io que en su libro Libertad, poder y planificación democrática, pre-
percibe en ese objeto, y cómo Io interpreta. Esta'p..ri..tirru dica una "tercera via", un sistema de reformas pacíficas y
es entonces función de ra concepción der mundo' graduales fundado en la "planificación social", sistema gracias
(wettans_
20 2t
"iiáuao por
ü
contra esa esclavitud." le dá;;;'irnr.gue'a "ruru.iuau, mien_
impracabre
I
l impropiameSre í.
r,u
es, ae.gi.,
*r:
,,¿;íiljrsmo corriente a Ia que
1s.j,r" ;#,
,,pedir que en realidad constituve, teórico,,, pero
ui"r.i..r.iu con Lenin y Trots.ry,
f 5:':fi ;[H:,:::',11' ru.,á"á" ;; escr avi tu d asararia da
corriente diaréctica reuorurionor;o
aportación de.Lukács
-
a.i-*uoismo
Ia gran .,*
moderno . La
mosharse
i*!u..iur., ;;:lx es particularmente ,
.*,!lT. :"* i,**hl':r: i
H:Ti'i;::',1:,:r.i.",.""i:*:;;tnT:tr"*njji#f::"
AI
i
I
ciencia empírica de Ia
¡.echazar
+ i d e or osi
-,.,,or explícitamt
*i "L* obrera,
racionalmente a
,iro- d,el punte d,e uista
"
objetividuo Éü
J,j,ilii"'
¡l
punro de visia a. .rur., i,,
i::i:ll :i,::,:: :*:i, ; f:ír::.'responde
srs intereses históricos
ob-
I
en su unidad diaréctica, i.ri,
capra er marxismo La relacii:
.pir,emológica- enrre
en tanto- qú. ;ii.ncia tariado será en cambio el- mancismo y, el ,prole_
del proletariado',,
;;;ro qu. doctrina que ,,asocia revorucionaria nI.gada, u"i, j* rgrras .difeñntes,
igualmente marcada;
;;".r raro-'j.ilo.itivismo, por n
,:':,;;:1'iin}; X :#:,^.. "ii:T:,. cientírico el(sienáo espí_
portavoces del revisionismo ,
y de ,,la los
o.toal*ia,, en el seno de
lera reariia esta asociació{liü::T: ;I.1..H*.,;*; ) lo.'i'i.r*uno, enemigos,, B..r,rt.i,
il"J|d:ternacionult y
3 do.t.inl'i.,,r"
d:"i'i:ii:i:,L::"?*, ru, .,"riJ"á; der, Bernstein .f*.. Ia^separación,rigurosa,
mente, en la fuoría asocia, íntima ;';;;;-trbrr- Iuta entre "ros hlchos" hermética y abso-
*rr*orr.r,'oot
La tesis der ."rá.t., -f,roretario (a Io comte) lu.*orJ, ;;;r varorrs,,, .rr*. Ia cien:ia
pura
sostenida por Rosu der marxismo también ttcas que dirigeI a Marx .r^pu.u (a Io Éant). una d" Ias
p...iru#;, 'nuo., confundido crí-
lu*..íiu.go en su porémica es
a ambas, Io cual explica
contra Berns- u rX juicio ;l .;;;.rer ,,rendencioso,,
en o t, -,;;; * ,u l,,i¡"pirr*,:;;, ,,a
ofr ,?J"XTfl de sus obras e.onómi.*,
i iá 3: s';;;,. t J.,lTl, priori,,.
"
tTl"l,!:,I 5)illi; según Bernstein , ra ciencia'
. _. ': Lenin, "Quiénes .¡ encima de los confriátor ..orr¿rrii., debe estar Dor
;fi ,,;, 1,.: 1*:
son los
ñr' ó ;;,;:,, "i ",^
a.-.i*o, i;il;;:-d;.":H
":ilf *:1,, ir? 8,,, ;i "u?ru., " "I{l: _ if ol._
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j' .iÍ{:#' # í:,: ;:i,i!",(,!,ií{,T,3 o n, c o r 7 0, d c ri.
24 " n1,,,;, ;,r,
E
2s
tidaria, übre de presuposiciones; en Pocas palabras, debe ser u.n aspecto de Ia
visión der mundo
positiua: "Mi manera de pensar más bien me habría predis- que constituye er
punto
de
puesto a la filosofía y a la sociología positivistas", confiesa en
i 9ue¿ilffi : i:ltr::l;]#:il:,:"ciar,
;il" condiciona (en diie^.,.*
,.];; '^'^t soctal, perspectiva
perspec,iva
un ensayo autobiográfico."
En principio, Kautsky era el defensor del "marxismo orto-
dcxo" contra Bernptein. En realidad, su posición acerca del
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su riJlimg
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f"': gran oJr, ¿'i:fl'.,:
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J;l :.f;
.,en.,a sociar.
ompr u,
c ej
serie de artículos en honor de Lyssenko, de los cuales el más EI extraordinario artícuro de Francis
esp6cimen de Ia.concepción cohen, maraviloso
notorio y sabroso es el artículo de Francis Cohen. Lyssenko stalinista a.i-*r.rclo, tsrmina
el apóstrofe siguiente, que con
había escrito en lzuestia del 15 de diciembre de 1949 que ios eufóricamen,. uorru tod¿ distinción
episj,gTológica entre idlorogía
descubrimientos de los biólogos soviéticos sólo habían sidtl porítica y ciencia naturar:
posibles gracias a "la enseñanza de Stalin sobre las transforma- "Ya no puede haber .ñá, .o*promiso
ideorógico en ma_
ciones cuantitativas graduales ocultas, invisibles, que conducen 28 F. cohen,-"Mender,
a una rápida modificación cualitativa fundamental". Francis Lyssenko
Critique, Ne 13. f.br.ro áil'9;ó;'p. et Ie r6re de ia scien ce,,. La Írrouoer¿
Cohen cita ese texto del ilustre "biólogo proletario" y lo ql .E1 ""friito tv, redactado por
i.; principios ¿'.1-.,o,",iaris¡no
analiza desde el punto de vista de la epistemología stalinistal iTl'i;#:{i:il:JJ;iüi,T;:'tá. dialóctico
26 lbíd', p. 62.. Desan-ti, miembro del pcF
de las ciencias: 'oEsta cita requiere algunos comentarios. Enl escrito en La Nouaeile cr;i;qlr,"k: r r, ai.i.-ir'. en esa época, había
primer lugar nos muestra el proceso mismo de elaboración¡
elaboración intitulado "starin, sabio a" a" 1g4g, un artícuro
cia stalinista, ciencia "'""á'tip-o,,', ;;;;; subtíturos: ,,La cien-
de la ciencia proletaria: el hecho experimental en la base, base,l "ni";r;;r;
nista, ciencia risurosa". r'
.]"r,"i" a,, ; ,,La ciencia stari-
J.r*rrso á""'""r;i;;di.
D;;;;It,*riu,"*utico
luego la interpretación, ayudada po. ü teoría marxista leni'i table y emi.,enie h"-t;"ü"ii1"".ia, muy respe_
agreguemos que su artícuro
escrito "con ra ayuda d. ,rnu
nista, aquí muy precisamente por el capítulo IV de la Hirtoriai
I
fue
ocasión, presidida por víctoi "o-irián
;;il;';;eciarmente para esta
i;;;;; i-,i.1it-"*á.r comité bentrat,,.
2B
teria de ciencia que en materia de lucha sindical o de lucha química, de una física y de una
astronomía ,,prole-
por la paz. El combate de la clase obrera se realiza así en los ,i:,:t
laboratorios, y en todos los terrenos la vía de la victoria es El problema de Ia objetividad es resuerto
por Ia procra_
mostrada por los países de la clase obrera en el poder, su Par- mación canónica.
v dogmática de ra i"i;rilfií;
tido bolchevique y José Stalin, el guía de los trabajadores y Guía de los puebros y "rrre" *J, del
Grande Hombre de cieñcia de
er más grande hornbre de ciencia de nuestro tiempo" (p. 70.) Nuestro T.Tp9, guíá der pensami.*o-
a. Ios histo.iudor.r,
En un informe de la conferencia de La Nouuelle Critique economirr*,, biórogos y genétistas,
sorución que p..r*iu .ri_
s-:bre "Ciencia burguesa y ciencia proletaia", la redacción dentemente Ia dobre u.rit";u de
ra 1i*p1i.rdad y de ra cohe-
Ce la revista expücita algunas de las PresuPosiciones de esta rencia.
burda sociologizaciín de las ciencias de la naturaleza: Louis Althusse: t?*? parte activa
en er
ciencia es "una ideología históricamente relativa"; Ia ciencia proleraria de los años de 1950. gran festivar de
-la práctica burguesa" y lu "práctica proletaria" se en- años de 1960, después de ra muerte
A principio de los
-((lay "definen dos ciencias fundamentales contradictonas: d. stuli.r, del XX con-
frentan greso y de Ia confesión, por parte
de Ios soviéticos, de ra
Ii ciencia burguesa y la ciencia proletaria". impostura de Lyssenko, ,. i.u, matiz6:
escribe que recibió un
verdadero "shock". sinceramente- arrepentido
¿Se trata de las ciencias sociales, de la economía política, d; il;..uao,
-le la historia? No, aunque Parezca imposible se trata de la de juventud, er busca del camino
Althusser será presa de un santo horror
á. lu verdad objetiva,
biología: ante er concepto de
"cier¡cia proletaria"r
"Los descubrimientos michurinianos, los trabajos de Ly'* -al
que va a anatem atizar, no solamente
en Ia esfera de las ciencias
senko, son muestras de tal ciencia socialista. Situarse en sus de Ia naturareza (ro cual estaría
plenamente justificado), sino
nosiciones, haciendo suyos sus criterios, es la condición de la en todas ras ciencias, incruido
el marxismo:
óU¡.tiuiaad en la discusión cientifíca, en la discusión sobre el
detalle científico." 27 :
"En nuestra memoria filosófica, €se tiempo permanece
como el tiempo de Ios interectuares armados
En cierto sentido, se trata de un positiuismo de signo
dían el mundo (artes, Iiteraturas, filosofías t
: . .1'qr; ;iui-
inuertido. Al igual que el positivismo, no se reconoce ninguna y ciencias), utili-
zando un solo corte:-er despiadado corte
:*,iú
_.§<Rr i distinción metoaotO§i.a fundamental entre ciencias sociales y cuya caricatura puede resumirse en una
de las crases. íi.*po
ciencias naturales. Mientras que el positivismo quiere "natu- frase: bandera -
en el vacío: "ciencia burguesa,,, ,,.i..,.L izad,a
ralizar" las ciencias históricas, el stalinismo-lyssenkismo intenta ,Xij.rl,,?.*." Oro-
"ideologizar" las ciencias de la naturaleza. Así desemboca en "Algunos dirigentes, para defender, contra
cl absurdo de una biología "proletaria" y crea los fundamentos el furor de Ios
burgueses, un marxismo .nior.o
."tu.-q-"^* aventurado en
zr "La science, idéologie historiquement relative", La Nouttelle Cri- Ia "biología" de Lyssenko, habían vuelto
a Ianzar Ia üeja
tíquc, Ne 15, abril de 1950, P. 46. fórmula izquierdista que había sido anteriormente
Ia consigna
30
3l
de Bogdanov y del Proletkult. Una vez proclamada, lo dominó trina de tr{arx en reración
expresión
-áp"ri.ión
directa con Ia crase
todo. t. . .] se nos hacía tratar la ciencia, cuya rúbrica cubría obrera' De esa fecha data -de
Iu f.*lr" entre ,ciencia
las obras mismas de Man<, como una ideología cualquie ra.,, ,, bur-quesa' y '.i:.il
proreraria', en ú que triu'faba
La posición que Althusser va a asumir es el r.u.*o simé- mterpretaciólr idearisti una
trico del lyssenkismo, cornpartiendo con él el mismo error i
expresión v producto excrusivo
voruntarista der manrismo como
capital: el desconocimiento de la diferencia (relativa, p€ro de la pñti.q proletaria.,, s0
De paso ,.iiui.*or qr.
esencial) entre historia y natura\eza, o entre ciencia histórica
;;rr#a.',nl
arbitraria de Ias tesis. der joven ,1,1.0..,ación bastante
y ciencia natural, diferencia que oiplica por qué no pueden Lukacs,
-.r para quien er mar-
xisriro no es Ia expresión ,tirecta,, ',,f,.oducto
o excrusivo,,
existir u:i? genética "p,:,-^.!¡1xiu", ni rrna historia "po, ir,cima cle ia práctica- práretariu,
de las clases" ( o "no partidaria" ) de Ia Revolución Rusa.
,iro er punto á. visa que corres-
ponde racionalmente a los
intereses objetivos proretarios:
De igual manera, la aceptación del "espíritu rdel partido,, "conciencia de clase atritruida,,. Ia
stalinista, ayer, y el rechazo de la ciencia proletaria (.r, el Althusser critica iguarmente
campo de las ciencias históricas), ahora, están fundados a Gramsci y a -q;;ir.#JJ
sus discípuros
italianos porque "deflnen
como históricas *
en el mismo "desacierto": la confusión entre el punto de todo conocimiento acerca o.
d. 11 objeto histórico,,. por Io con-
vista del proletariado y su pobre caricatura burocr áiica, ado- trario, para él la.ciencia (sociar
rados juntos ayer, quemados juntos hoy.
o ;;;;."0 tiene una historia
propia, independiente y s)parada
de Ia hístoria :ocitl y polí_
En consecuencia, en ciertos aspectos Althusser va a sit¡rarse tica, es decir, que no ás ufe.tacia
en una posición próxima al positiuismo. Por otra parte, no por ru tu.rru de crases y no
forma parte dei "bro-que histárico".
oculta su admiración por A. Comte, "el único espíritu intere- no sólo con Gramscij er izquierdista
r..i, qr. .rra en oposición
sante" que la filosofía francesa produjo "en los ciento treinta también con el l-enin ortoioxr¡
t.o.ilo incorregibre, sino
y, científico d,e ,4lrlaterialismo
años que siguieron a la revolución de lT}g',.r" y empiriocriticismo., Althusser a menudo
Por lo contrario, critica severamente el "izquierdismo teó-
rico" de Lukács y Korsch por haber proclamado que el
: "La diaréctica materialista deseMarx
seguidor) que escribió.!d.1._q,r. dice
y Engels comprencre ciertamente er a
man<ismo es una ciencia proletaria y por haberlo opuesto rerativismo, Dero no se
reduce a é1, es decir, reconoce
Ia rerativid; ;;;d";."r*r"rro,
a la ciencia burguesa: "La interpretacién historicista-Íruma- conocimientos, no en er sentido
de L ;;ñión de Ia verdad I
1
nista t. ..] proclamaba un retorno radical a Hegel (el joven objetiva, sino en er sentido de
Ia condi.io]nuria"d históri., :: I
Lukács, Korsch), y elaboraba una teoría que ponía a li doc- Ios Iímites de Ia aproximación
de nuestros conorimientos a
28 Althusser. Pour Marx, París, Maspero, 1965 (La reuolución teó- csta verdad.,, ,,
rica dc Marx, Siglo XXI, Editores, S.A., México. 1967, p. 16).
2e lbld., v>. lG; cf. también Lénine et ta phítoto jhi, (icnin y ta
lcer Et capital, sigto XXr Editores,
filosofía, Ed. Era. México, D.F,), p. 13: la filoiofía franc.sa,,no púede -t*,"rr$'jX:t'rT¡."'ra s. A., Mé-
a su propia historia mái que por algunos grandes.espí.
ser saload¿. frente 31 Lenin. Materiarismo y
ritus con los que se ha encarnizado, como cornte y DurkheIm. ..,,. cm¡tiriocrístícistno, en_ob¡d. comprctas,
ibid'' t' XIV,'p. t++
¡ii.v-,á¡iá" otra ed. a. Ed. Grijarboi.
"rp,
32
33
I
La.i*esistible propensión..d;-fllhuss¡r
se manüiesta también qor_ el positivisSg y Lavoisier, subrava
r,.t.loli;#
en su insistencia rob..i. Irfflil}fi:iP:va.ndo Ia mejor q¡L¡ru
11iti¡ud, "ryJu dicho ta idcntidad
#:*,)::r:",:"tot"r1ru "!r.r..t¡ñ;'**:il:iü#i 'ou,,,l:!*:!: sus descubrimü'
".".:::l.lT.:*r,
ilT:g':?i::ü;'.,,.*,,"0ñ'i;'f.fl'.Ti:'i",,:l;:T;
conc:er' En consecuencia,
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il Aü,J á;".ri,."1',#l1i,jl de;:;:::,ri:*:}i;:"ü"1'#i.::.n1"'
:il'i]*"1T::::i:i::;:{,;:iti""::':r.Ji: ciencia,
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u¡ rundado¡
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3.:::] que Durkheim itfíTij$l#á.:i::::":1':":i
y
{-ñ;ü;..:];:":T::":
intereses pueden ser dejadÁ ,ien
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' 1
el exterior,, ¿. ¡" ¡nu.;¡nrjtl_t ;
,
*,*+r',}*h:**-nkf.l11"iil
otros" ar M.',. o".'.i-r-e4s
hccho más que inr
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mundo, cuando se
en,re ,an,c
ffiTrilrt*:iT#",;:{#i,:;:,!ix:,§*!:;,:,
omar^is11
' entre Marxv et pr;teturiadr, rarJ fr.á.'f.;;;1":r'; ::!::4
y su. p..d."eráJ;"j;; ,:'-:::':1 ¡a esc§ton I Desgraciadamer
.nltill*lipi,fii,:.ti,ll#tt*#,;":,ffi*
r-P+lntilan los grandes combates p"rr'1"*
al#rii..jli":11*
fenómeno pu.amerite el contexto en quc sc encuentra
intele¡rrar éñrÁrñÉ^-.- . 'o- :o,*o:r,
*"S:T:,:,::,:-T:::: i este oárraf., -" "-^-"j.1-"di;.p.Liá,.ja.ll";y:;:".T::,lT
lT;;,bh 1,-*."i" ,,."^i#ramente i il".*:*,13T::_::-:-l;
l"*::TilT::['s'i.,*, .J';il"Tfff,I];.í,i:.:ffi:
¡,"..o.11?^rlj.;n",:t[1"::;J;,iffi:'Ji,:il,,1"
€ntre cienries ,. ,- -^..._^li]o
distingue metodológicÁente9.
t? y. ciencias de Ia historia, ro
I
I hace más o,," ,.r^;1T -?.::."*", aséptica,
serena, que no
nuevo. terreno, Ias expcriencias
ne",,,ir. ,,'::o"fi"as "que a.ia.
¡ metodol6oicas ,,^,," llij| n"."
cual Ie
le permite --
comparar.o";,1;;;;;; ;.i
jli"ó'hJ,l
i t. Althurser, pa¡a lec¡ ,El
-ui,"."i:r?ff$':'ff
Pa¡a l¿¿t.El ca?i¿at, ib;.!.,
I n:l"*T; c'pital' íóld', pp. 165'166. El
i: A,.,h-r:.f p. ts4. I ", . rubrayado
i
!
;yi.:ii,rnr,"T[:rtr"*r;iti',';"*,,$^mz:"x t;:r»H *;*,Fil?i:i:rria'#:;?!;,"r.r;ri!2y"i]!x:;,r#i;
* Althurscr, pá- ui:, ¿i i"p¡tat, ib
t., p. 200.
z+
35
práctica de las ciencias que han logrado su autonomía", es opinión: la ciencia histórica se sitúa necesariamente desde el *r
decir, de las ciencias exactas y de las.ciencias de Ia naturalez.a. punto de vista de una clase, pero es relativamente autónoma
Lo cual nos lleva a la resbaladiza pendiente del neopositivismo. en su esfera de actividad propia.
Althusser tiene raz6n al subrayar la especificidad de la 3. conao reacción contra el zhdano-lyssenkismo de los
f práctica científica, su autonomía en relación a la estructura años de 1950, Althusser lanza al foso del "izquierdismo" al
social, a las condiciones*Ijffi. Su error está en absohúizar bebé marxista, con el agua sucia stalinista, para situarse en un
esa autonomía transformándola en una in4e:pgnt!ruig, urla campo teórico minado por el positivismo.
seperación, una ruptura casi total. Para é1, tt hiitoria de la Probablemente una "soci"lggll_dg¡ _alt-hu»f .i_e!!§glo,, des-
ciencia económica, como Ia historia de la química, está mar- cubriría detrás de sus tñla resistencia (;"i ;;¡i;"sible ,. *
^ )
tad" por un descubrimiento genial que instaura la "ruptura de ciertas capas de intelectuales del PCI' contra su sumisión
epistemológica" entre ciencia e ideología, sin ninguna relación a los cambiantes imperativos políticos del partido, y por el
con una clase social y su punto de vista. Althuser no parece reconocimiento de la independencia y de la dignidad del tra-
*sospechar
que el lazo entre Marx y el proletariado revolu- bajo científico. Sin embargo, incapaces de dlstinguir la perspec-
cionario no es de la misma naturaleza que el que existía entre tiva histórica del proletariado de su caricatt::a burocrática
Lavoisier y Ia burguesía revolucionaria de 1789 . . . No porque stalinista, transfornan su deseo de emancipación respecto del
ésta hizo guillotinar al ilustre sabio, sino porque el descubri- aparato del partido en teoría de la liberación de la ciencia
miento del oxígeno no tenía ninguna relación epistemológica man<ista respecto del proletariado. '|
36 37
+ rulativista do.nde.to$o3_los pudo descifrar sus jeroglíficos.
{3t-9:j9:¡ga"} se termina por
negar la posibitidad dé un-é&ióañriÉñio oíÉtivo. roi gueses
. .,, s? para los economistas
.¡á*- las leyes capitilistas son bur-
plo: no habría una historia vcrdadera y objetiva de Ia Revo- producción en geneiar, las leyes .,naturales,, de
d. ;;;a*.árí".n ,u.,ro Ia
lución Francesa, sino diferentes historiás que todas vienen
a
Io contrario, er Letoao l; que tar. por
á. r¿"* r;*drraao y a.ominación
ser lo mismo: historia contrarrevolucionaria, historia
überar, q"1 li !uts,":.íu"- capta cada forma ,,1
historia jacobina, historia socialista . La de sitorio", histórico, p.r..üero,
Joseph de Maistre, porque se di[l#,;ti.^*:H-
q.¡€ explica 1789 por el castigo divino de los- franceses
cul- d;i;"yecto revotucionario. (No
prbles de pecados abominables, sería tan buena (o tan mala) *l"rrlTflo_rt¿dára es por
c,,mo la de Jaurés, que inte¡preta los acontecimientos en en eI 0,,,,o
tÁrminos de lucha de Clases. l{}ü ql,i:,:[,ff
que er historicismo sea
'ü'*rff
*:ff *.:::
h áistin.ió;;;roáorogi.a capitar
Man< y Ia economía política
Dado qu: tal posición agnóstica es estéril y manifiesta- burguesa).
en*e
mente absurda, es forzoso reconocer que cíertás puntos
de
En un oz
uista son relatiuamente mtis uerdad,eros que otros, o
para ser
rurul^#.u::i,,:":ll{i:";iüü:,?#;:,;Í:r:I!i!fi"lJ;
más precisos, que ciertas perspectivas permiten ,r"'ipro*i razón que las instituciones
superadas, arcaicas;
dei feuda-rlsiro eran históricas,
mación relativamente mayor a la. verdad objetiva. Aho." bi.r,, mientras que esta misma
obstina en presentar las burguesía se
¿cuál es Ia visión del mundo epistemológicamente privilegi ada, institucioires d;i;;.n
naturales y eternas. ,,Así, capitarisra como
lráJ o .1 punto de vista más favorable para el conocimiento ha habido histo .
de lo real?
La primera respuesta posible
\uy", agrega irónicamente
había percibido y denu".i"ao yi..: i; !;;11; H:rJ:r;:rl:
correcta, aunque torio der sistema feudart er .u.á.t.-. histórico y
-respuesta transi_
r
insuficiente- es la siguiente: en .uáu periodo rri.í¿ri.", .l percibir y de denunciar
ii,: .r pr"üüriado es ,^pu, de
-histori.ftu-J-á.1
punto de vista de la clase revolucionaria es superior ia
al de'lJ Resumiendo Ia tesis sisrema burgués.
clases conservadoras, porque es el único ,^pi,
de reconocer
y de proclamar el proceso de cambio social: la u"ri"*r" autores marxistas que
han"a.¡*rra-"
exaT*:d:ii ;".; mayoría de los
diciones de posib,iiad p*ur.*a de las con-
revolucionaria hasta el siglo xvrr, el proletariado "p"rti, a. r"'.rpe.io.idadr.jir,.*orógica
u práteraria,,, ,. de Ia
K
del xnr.
fi.#: ;;;. entonces clnctuir con Adam
En efecto, solamente desde- el
-punto de vista der proleta_
riado, en tanto que clase revoluciónaria, se vuelve uisibte la H:ffT[T|,J"'::*T:*T:::^
tivamente en situacián d: ra .rI:
L¡c crase colocada
corocada obje-
iistoricidad del capitalismo y de sus leyes económicas. ,.uofu,:*"': cuyos]1
intereses
obje-
como e individuales ,l_olanlr .ol..iiuo,
lo subrayó Rosa Luxemburgo-: "Ijnica y precisa*.rr,.
::l#'j':[:::r':'::::];+;üi;:I':
".,;nnirto,., ^^_ j.:?fi
* ivfarx consideraba Ia economía capitalista en prim., Lrga,
po.qu. sociedad, escapan
u..;ñ;;";;r"iH::
a Ia ::::"ij
e, ;:?ü:::rri,i:
tanto que socialist?r cs decir, desde er punto di vista hisiórico, t? R.
3B
39
intervienen en Ia aprehensión cognoscitiva de Ia realidad
social; peligrosamente al eclecticismo y no resuelve
al contrario, sus intereses permiten una percepción más aguda nada: ¿cuál es el
de, Ios procesos de desarroilo, de los sütomas
criterio que permitiría rearizar tal "síntesis,,?
de descornpo- La tesis defendida_ por schaff subestima la especificid,ad
sición del viejo orden y de los signos precursores del ¡.
nuevo del punto de uista protitario en relación al de
orden, cuyo advenimiento ..p..ri. . . .l con esto no las clase, ;;;;t
f afir- lucionarias ddt pasado (esencialmente Ia burguesía
mamos de ninguna manera que .rtá via lleve a Ia ascen_
rrerclad dente ) :
absoluta; únicamente pretendernos que las mencionadas
t ciones son un r-nejor punto de partid" posi_ 1' La burguesía revolucionaria tenía intereses particulares
y ,n" mejor perspeótiva que defender, diferentes clel interés general de Ias
en Ia búsqueda de Ia verdad objetiva, ciertamente relativa *ur", fopu-
lares: luchaba a la vez contra el féudalismo y por
p-ero óptimamlnte integral, óptimamente completa
en relación Ia instau-
ración de una nueva dominación de clase; Io' .ral
al nivel dado de desarroilo dér saber humano.i, rt implicaba x
el ocuitamiento ide«rlógico (consciente o ,ro) de sus
Esta tesis, que afirm a la supericridad general del punto verdaderos
fines y del verdadero sentido del proceso hlstóri,:o.
de vista de toda clase revolucionária, ,ro, pur.ce parcialmente
Por Io contrario, el proletariaáo, clase universal :uyo
correctar pero piantea un cierto número de ciificultacies. se inte-
r& coincide con cl de la gran mayoría y cuyo fin es u uúoü.i¿r.,
r, sabe que en el pasado Ia clase conservadora tenía a veces
de toda dominación de craser Do está obligado a
intuiciones parciales más "verdaderas,, o más ,,realistas,, que ocultar el
contenido histórico de su lucha; en consecueicia es Ia
la clase ascendente: ¿cómo negar, por ejemplo, Ia verdad primera
clase revolucionaria cuya ideología riene la posibi,id,ar{
relativa del contrarrevolucionariá inglés Burká en su crítica áir¡.tiuu
de ser transparente.
del carácter abstracto, ahistórico y de Ia ideología
"ibitrario Entonces, . de ninguna manera es casual qr.¿
burguesa revolucionaria cie los "derechos naturaies,,? el proleta-
riado contrario de Ia burguesía revorucioiraria-' asigne
Por esta raz6n Mannheim aboga por Ia ,,síntesis de Ias -al como objetivo u ., revolución,
abiertamente no l" á.t rrJ' a.
perspectivas" de las diferentes clases, leniendo cada una su
pretendidos "derechos naturares'., pretendidos,,principios
verdad reiativa o parcial. schaff, en Ia medida en que habla .g.
eternos de la Libertad y Ia Justicia", sino Ia rcalizaciin de .us
de las clases revolucionarias en gener al, y no del práletariado
intereses de cla¡e. una comparación entre el Manifiesto
en particular, se ve obligado a hacer concesiorr.. u Mannheim comu- *,
nista y Ia Declaración de los derechos del hombre, Je
y u aceptar, con reservas, la tesis de Ia "multiplicación de las 1789,
,, es altamente instructiva al respecto.
''perspectivas" para "obtener una visión del ob¡.to más com-
pleta, más global".t' r,o cual, en nuestra opinión, se acerca
2. La burguesía pudo lregar al poder sin una cornprensión
clara del proceso histórico, sin una conciencia pi..i.u de los
38 A. schaff , Hírtoirc ct oérité (Historia y oerdad, col. Teoría acontecimientos, llevada por la "astucia de Ia rá26n,'del des-
y
Praxiq Ed. Grijalbo, México, D. F.), Ed. Anthropos, parís, lg7l, páeí- arrollo económico-social. El conocimiento científico del movi-
nas 193-194, 326. miento de Iiberación no era de qringuna manera una condición
3e lb;d., p. 314.
de su victoria, y Ia automistificación ideológica caractenzó
+0
+t
en general su comportamiento en tanto que clase revolucio- ¿Es preciso deducir de ello que es imposiblc el error para
naria. Por lo contrario, el proletariado no puede tomar el cualquiera que se sitúe en Ia perspectiva proletaria? El prin-
+ poder y transfonnar la sociedad más que por un acto delibe- cipio epistemológico según el cual el punto de vista del prole-
rado y consciente. El conocimiento objetivo de la realidad, de tariado es el que ofrece la mejor posibitidad objetiua á. un
la estructura social, de la coyuntura política, es en consecuencia conocimiento de la verdad, de ninguna manera significa que
una condición gecesaria de su práctica revolucionaria; corres- basta situarse en ese punto de vista para conocer la verdád.
ponde, pues, a su interés de clase. El socialismo será científico una.gran montaña permite una mejor vista del paisaje que
I
o no será.to una pequeña colina, pero un miope encaramado en Ia cima x
1,
En consecuencia, la superioridad epistemológica de Ia pers- de Ia montaña no verá mucho. Por otra parte, el punto de
.pectiva proletaria no es solamente la de las clases revolucio- vista de las otras clases, incluso inferior, no sólo produce
narias en general, sino que tiene un carácter particular, mentiras, contraverdades y errores.
' cualitativamente diferente de las otras clases, específico del En pocas palabras: existe una autonomía relatiua de Ia
proletariado en tanto que última clase reuolucionaria y en ciencia social, una continuidad relativa en el interior de la his- *'
t tanto que clase cuya revolución inaugura el "reino de la toria de esa ciencia (Marx continúa, critica y supera a
libertad", es decir, el dominio consciente y racional de los hom- Ricardo ) , una lógica interna de la investigación científiáa, una
bres sobre su vida social. En este sentido la ciencia proletaria especificidad de la ciencia en tanto que práctica que tiende
es una forma de transición hacia la ciencia comunlsta, la hacia el descubrimiento de Ia verdad. Esta "autonomia"
ciencia de Ia sociedad sin clases, que podrá alcanzar un grado el sentido etimológico griego: "gobernada por sus propias
mucho mayor de objetividad, ya que el conocimiento de Ia leyes"- es relativa pero real. Ella es la que explica no sóh-
sociedad dejará de ser el territorio de una lucha política y mente los errores que han podido cometer los pensadores
, social. Las limitaciones que existen en el punto de vista del man<istas, e incluso Marx y Engels (por ejemplo la previsión
proletariado, en el marxismo, sólo se harán visibles en ese de la inminencia de una revolución proletaria en Álemania
momento; todas las tentativas emprendidas para "superarlo'l en 1B4B-50) , sino también los verdaderos conocimientos que
antes de ese periodo, antes del advenimiento de la sociedad puede producir en el interior de sus limitaciones una cieniia
comunista mundial, sólo podrán desembocar en recaídas, en histórica que se sitúa en un punto de vista burgués (po,
'i:i*.i
rre4]t
vueltas atrás, hacia el punto de vista de otras clases más ejemplo los análisis de Hobbes scbre la violencia ccmo tase n
limitadas que el proletariado. En este sentido, efectivamente del Estado moderno) .
Y el marxismo es Cl horízonte científico de nuestra época (Sartre La ciencia del proletariado demuestra su superioridad pre-
dixit ) . cisamente por su capacidad de incorporar esas verdades parcia-
10 Ver a este respecto: Lukács, Gcschíchtc und Klass¿nbcwusstscín les producidas por Ias ciencias "burguesas", superándolas
(Historiay conscícncíd dc clasc, ?.d. Grijalbo, México, D. F.), Luch. dialécticamente (Auf hebung), criticando y negandó sus limi-
terhand, 1968; pp. 243-246, 399. taciones de clase. La actitud contrariar Que proclama Ia
42
+3
infalibilidad "a priori" de toda ciencia situada en la pers-
pectiva proletaria, y el error absoluto y necesario de toda
investigación fundada sobre otro punto de vista, es en realidad
dogmática y reduccionista, porque ignora la autonomía rela- 2. RETEER Et CAPITAL, por Cqrher¡ne
tiva de la producción científica respecto de las clases sociales. Collioi.Thbláne
En conclusión: el punto de vista del proletariado no es
una garantía suficiente del conocimiento de la verdad obje-
tiva, pero es el que ofrece la mayor posibilidad de acceso a
esa verdad. Y ello se debe a que la verdad es para ei prole-
tariado un medio de lucha, un arrna indispensable para la
revolución. Las clases dominantes, la burguesía (y también
los burócratas, en otro contexto), tienen necesidad de mentir
para mantener su poder. El proletariado revolucionario nece-
sita la verdad.