"MEDRANO, Angel Moisés - Homicidio en ocasión de robo
agravado por la condición de funcionario policial en concurso
real con peculado S/ RECURSO DE CASACION (T.O.Pná.:Dres.Bonazzola, Garbarino y Zoff. Recurre:Defensores Oficiales Sueldo y Balbuena) (LEGAJO 1083/18)" SENTENCIA Nº181 _________________________________________________
En la Ciudad de Paraná, Capital de la Provincia de Entre Ríos, a los
ocho días del mes de octubre del año dos mil veinte, se reunieron el Sr. Vocal Dr. Hugo PEROTTI y las Sras. Vocales Dras. Marcela DAVITE y Marcela BADANO de la Cámara de Casación de Paraná, a los fines de deliberar y dictar sentencia en la causa Nº 1083/18, caratulada "MEDRANO, Angel Moisés - Homicidio en ocasión de robo agravado por la condición de funcionario policial en concurso real con peculado S/ RECURSO DE CASACIÓN (T.O.Pná.:Dres.Bonazzola, Garbarino y Zoff. Recurre:Defensores Oficiales Sueldo y Balbuena)". Habiendo sido oportunamente realizado el sorteo de ley, resultó que debían emitir su voto en el siguiente orden: PEROTTI - DAVITE - BADANO.
1- Por sentencia de fecha 18 de diciembre de 2017, emitida por la
Sala Segunda de la Cámara Primera en lo Criminal de Paraná integrada por los Dres. Ricardo BONAZZOLA, María Gabriela GARBARINO y Pablo ZOFF se resolvió declarar a Ángel Moisés MEDRANO, coautor material y responsable de los delitos de HOMICIDIO EN OCASIÓN DE ROBO AGRAVADO POR LA CONDICIÓN DE FUNCIONARIO POLICIAL en CONCURSO REAL CON PECULADO y CONDENARLO a la pena de DIECISEIS AÑOS DE PRISIÓN, más las accesorias legales e INHABILITACIÓN ABSOLUTA PERPETUA PARA EJERCER CARGOS PÚBLICOS -arts. 5, 12,19, 165, 167 bis, 261 y 55 del Código Penal-.
2- Recurrieron en Casación los Defensores Oficiales Dres. Jorge
G. SUELDO y Jorge L. BALBUENA. En el escrito recursivo, expresaron que no tuvieron cabida ni en la alegación incriminante ni demasiado análisis en la condena: pericias telefónicas que se realizaron a varios teléfonos que Medrano voluntariamente entregó y que el movimiento de los mismos no impactaron en la zona de la muerte del Sr. COMAR; de la notebook y GPS habidas en Instrucción, tampoco se encontraron datos o indicios de cargo; no se obtuvo ninguna correspondencia dactilar en la escena del crimen, pese a que según los padres de la víctima los autores del hecho habrían actuado sin guantes y que durante un lapso importante de tiempo revolvieron toda la vivienda y el examen de ADN dio un resultado negativo. Agregaron que las fallas de memoria de los padres del fallecido, pese a ser atendibles atento el tiempo que ha pasado y la conmoción vivida deben ser confrontadas -al menos- con aquellos testimonios más frescos, por ejemplo, los producidos en sede policial e instructoria.En esas declaraciones existe un evidente entrecruzamiento y contaminación de data, propia y seguramente ajena, que lleva a estas personas a ir perfeccionando/modificando la primer impresión producida al momento del hecho. Criticaron la posible identificación de uno de los elementos secuestrados en el domicilio de Medrano, cual es un nunchaku que se habría usado para golpear y desmayar al fallecido. También se agraviaron porque no se alcanzó a dimensionar el "cómo" aparece Medrano involucrado en la causa, manifestando, además que aquí fincaba otro de los inexplicados vericuetos de la causa: MEDRANO no fue a reconocimiento de personas solo. Por vía de FERNÁNDEZ -Tito- se introdujo a Medrano en la investigación a través del aporte del comisario VILLAGRA. Mayúscula relevancia adquiere entonces lo que dijo en Debate cuando llegó a admitir que pidió que removieran de su órbita a MEDRANO porque "no era de su confianza". Agravió asimismo del acto sentencial, la evaluación que realizó el tribunal a quo de la "actitud posterior al hecho" (más en referencia al 2do hecho imputado) por parte de su defendido. Alegaron que con insistencia se trató, pese a lo cual la conclusión resulta errónea y merece ser categorizada de agravio, la cuestión relativa a si MEDRANO requirió la ayuda del funcionario de guardia en el puesto ubicado en las cercanías del taller de CREGNOLINI. El Comisario PIRAY -a cargo de la Cría. 8va- dijo que este puesto se cubría por personal a su cargo hasta el momento en que sucedían circunstancias extraordinarias que ameritaban convocarlo como refuerzo a ciertos hechos de gravedad. Y justamente ese día hubo una muerte en el club Belgrano y allanamientos en el Morro, por lo que era posible que hubiere sido levantado. Mención aparte también merece, según los defensores, la circunstancia tenida por probada incriminantemente del "cuando" se habría notificado MEDRANO de que tenía que ir a hacer peritar su arma. La única prueba dura y concreta de ello es el acta en la que se habría notificado al personal de guardia de que debía realizar tal diligencia. Y allí no consta horario alguno. Todo lo demás fueron testimonios verbales, ni siquiera contestes entre sí. Particularmente destacaron el aporte de DEN DAUW quien dijo que "algo no le cerró", que "hasta el día de la fecha se habría sentido enojado, usado",cuestionándose la defensa que quizá le ofusca el haber servido de instrumento para traer a Medrano a la investigación. La interna policial surge palmaria de la confrontación de las declaraciones de FRANK, DEN DAUW, y VILLAGRA. Y aunque sostener un "complot" sea una tarea cuasi imposible de demostrar, si sirve al menos señalar cual era el ánimo de estos funcionarios contra MEDRANO. Se agraviaron de las conclusiones que la sentencia desprende del lugar del crimen y los objetos allí obtenidos, y de cómo ello incidió en la tarea del testigo AZCUE. Dejaron manifestado su estupor ante una expresión consignada en la sentencia que atacan, cuando se dice: "Continuando con el ataque a la versión del acusado ...". Por todo ello, los agravios puntualizados más la magnitud de la pena impuesta en sí, entendieron que ameritaba el avocamiento del Tribunal sin otra cortapisa que dificulte el derecho de MEDRANO a la revisión in totum del fallo que le tiene por culpable. Solicitaron que se dicte un pronunciamiento ajustado a Derecho, en el cual se dictamine la absolución de su pupilo procesal e hicieron reserva del caso federal.
3- En razón del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio
en el marco de la Pandemia COVID-19 dictado en nuestro país por razones de público conocimiento en fecha 13 de marzo, el Tribunal de Receso el 5 de agosto del corriente le corrió traslado a la defensa oficial, y en fecha 21 de agosto se hizo lo mismo con fiscalía.
a) El Dr. Luis PEDEMONTE -defensor- ratificó los términos del
escrito recursivo presentado oportunamente e informó que no haría uso de la facultad para mejorar la impugnación presentada y solicitó que se haga lugar al mismo.
b) Por su parte la Dra. Matilde FEDERIK, fiscal de coordinación
destacó que la sentencia analizó la prueba de cargo más contundente que es el resultado de los informes periciales balísticos que obran en la causa (fs.180/186, 209/212 y 583/593) particularmente el de fs. 583/593, en conjunción con el testimonio, brindado en debate, de quienes los suscribieron, de donde se concluye que MEDRANO tenía en su casa un proyectil que alguna vez estuvo colocado en el arma que se utilizó en el hecho que terminó con la muerte de COMAR. Expresó que tal como se consignó en los fundamentos de la sentencia, esta contundente afirmación que emerge del informe pericial se vio reforzada con el testimonio que brindó en el debate el Oficial AZCUE. El otro firmante del informe, Vega, también se expidió en el debate en igual sentido que AZCUE y al igual que éste catalogó de "categórica" la conclusión arribada en el informe pericial. Refirió también que a ese indicio la sentencia adicionó otro que es también de suma importancia, y es el hallazgo en la vivienda de MEDRANO -en ocasión de formalizarse el allanamiento y requisa- de un "nunchaku", y destacó, que la sentencia expresó los motivos por los que, entendió, que efectivamente ese elemento (nunchaku) secuestrado es que vieron las víctimas esa noche. Expresó que la sentencia también respondió al cuestionamiento sobre el reconocimiento en rueda. La queja centrada en que no se tuvieron en cuenta, porque no se valoraron, las resultas del análisis de movimientos de los teléfonos que MEDRANO entregó, el de su notebook y GPS; como también la ausencia de sus huellas dactilares y material genético del imputado en la escena del crimen, no tienen asidero en tanto, justamente no se merituaron porque no aportaron elementos ni de cargo ni de descargo, y no porque abonarían la tesis desincriminatoria, sino porque, sencillamente, resultan neutras. Alegó que MEDRANO fue introducido porque había suficientes elementos de cargo que lo comprometían seriamente. En lo que hace a los agravios referidos al segundo hecho, y a la notificación de MEDRANO de que debía concurrir a fin de que se realice la pericia y no consigna el horario de notificación, otros elementos probatorios pudieron demostrar que, ya antes de las 18 horas de ese día 20/02/2014, MEDRANO sabía que debía realizar dicha medida. Y para llegar a tal aseveración el juez, valoró lo declarado por el testigo Marcos PRESIDENTE, Oficial de servicio de Comisaría Octava, en cuanto reconoció haberle comunicado a toda la guardia -incluido MEDRANO-, los del Sargento EMERY quien, también en el debate, confirmó que la notificación se llevó a cabo ese día en horas del mediodía y por los dichos del Comisario PIRAY, quien contó al Tribunal que desde Criminalística le avisaron, en horas del mediodía, que el personal de su comisaría (la 8va.) debía presentarse a partir de las 17 hs. y por ello ordenó a PRESIDENTE que notifique a todos los funcionarios de la guardia. La sentencia además de valorar el testimonio de PIRAY en el debate, también hizo lo propio con lo que había declarado en el sumario administrativo por cuanto en esa instancia PIRAY declaró, al día siguiente del suceso, esto es el 21/02/2014, que Medrano fue notificado antes de la hora 18. Y a todo ello la sentencia también sumó lo que dijo el testigo GODOY, oficial sumariante de la misma comisaría, en cuanto aseveró que aproximadamente entre las 18 o 18:30 hs. Presidente notificó a MEDRANO de la orden de acudir a Criminalística a efectuar los disparos y que aproximadamente una hora después (19:20 hs) pidió autorización para retirarse de la dependencia policial, retornando minutos después con la novedad de la desaparición de su arma reglamentaria. Por otro lado, el a quo consideró inverosímil la defensa material enarbolada por MEDRANO, y fundó el descreimiento al entender que resulta a todas luces increíble que un policía, con más de 20 años de antigüedad, deje de manera tan desaprensiva e irresponsable su arma reglamentaria dentro de su auto, sobre el asiento, con el vidrio bajo. Sin embargo, adunó la Dra. FEDERIK, pese al esfuerzo defensivo, lo cierto es que la sentencia cuando analiza el comportamiento que tuvo MEDRANO, distinguió entre la actitud previa a la "sustracción" cuando de modo absolutamente reñido con las normas básicas a las que deba ajustarse el personal policial, que describió el testigo GODOY al declarar en el marco del sumario de falsa denuncia (fs.74), MEDRANO dejó su arma en el auto; y la que asumió luego de la mentada "sustracción", dado que no efectuó la búsqueda por la zona, ni trató de recabar eventuales testigos, o de concurrir al puesto de la comisaría ubicado a escasos cien metros y donde se encontraba su compañero EMERY cumpliendo guardia, comportamiento esperable de cualquier víctima, más aún de él que era funcionario policial; y, en vez de actuar de esa forma, que era la lógica, optó por volver a la dependencia como si lo perdido se tratara de un objeto sin importancia cuando perder un arma reglamentaria para un policía es algo verdaderamente muy grave. Además, también tiene en consideración la sentencia, la actitud que asumió MEDRANO al retomar a la Comisaría, luego de la "sustracción/desaparición" del arma reglamentaria y para analizarla se vale en primer lugar del testimonio del Comisario DEN DAUW, Comisario FRANK, el Director de Criminalística, Alfredo COLAZO. Por ello, enfatizó la fiscal, el agravio basado en la existencia de un supuesto "complot" entre camaradas para perjudicar a MEDRANO no puede tener tampoco acogida. Agregó también que en forma alguna se puede hablar de un "acoso" hacia CREGNOLINI por la cantidad de veces que fue convocado a declarar, si reparamos que ello aconteció solo porque fue llamado por distintas autoridades -judiciales y administrativas- a deponer en distintos sumarios que paralelamente se tramitaban. Solicitó que se confirme el fallo.
4- En la deliberación (Art. 517 CPP Ley 10.317) se planteó lo
siguiente: PRIMERA: ¿qué corresponde resolver?, y SEGUNDA: ¿qué sobre las costas del proceso?
A LA PRIMER CUESTIÓN, El Dr. Hugo Daniel PEROTTI dijo:
A- Luego de la detenida lectura del recurso y de la mejora
esgrimidas por la defensa del imputado MEDRANO, puede observarse que la crítica se enfoca en la valoración de la prueba que realizó el tribunal a quo y que redunda en la condena del encartado. El planteo, es una reedición -sin nuevos elementos de peso- del realizado en el transcurso del debate oral y público, obteniendo allí plena y cabal respuesta por parte del Tribunal; por lo tanto, su postulación nuevamente en esta Sede, se muestra como una "mera disconformidad" con lo resuelto. Reseñado así el marco de controversia abierto por el remedio intentado traído a conocimiento de este Tribunal, estimo necesario -a modo preliminar- puntualizar que el recurso de Casación modernamente, y gracias al impulso y amplitud que le han dado pronunciamientos como: "HERRERA ULLOA" (CIDH, 02/07/04), "CASAL" (CSJN, 20/09/05) o "ALBIZATTI" (STJER, 07/12/04) además de sus dos clásicas funciones: "nomofiláctica", y la uniformadora de la jurisprudencia, se le reconoce una función "dikelógica"; lo cual significa que actualmente, trascendiendo el ortodoxo control de los errores de derecho, ahora se puede fiscalizar también la cuestión fáctica, obviamente que bajo ciertas condiciones, esto es, una ultra finalidad que es la búsqueda en pos de lograr "la justicia del caso" (confr. HITTERS, Juan Carlos, "Técnica de los recursos extraordinarios y de la casación", Platense, 1991, pág.25).- No obstante lo recién expresado considero, tal como ya lo dijimos en los fallos "VILLAFRANCA" (29/08/2014); "LARREA" (3/9/2014) y otros más de este Tribunal de Casación, que si bien este recurso debe ser dotado del "máximo rendimiento posible", no debe perderse de vista que en el "juicio de casación" se juzga el pronunciamiento jurisdiccional del Tribunal de mérito (lo que se ha dado en llamar el "juicio de sentencia"), buscando hacer sobre el mismo un examen respecto de los argumentos brindados que resulten cuestionados -pertenezcan al plano lógico, jurídico o fáctico- con el límite impuesto por aquellos extremos que el Tribunal de Juicio hubiere aprehendido en virtud de la inmediación, cuyo análisis no puede ser reeditado en la instancia revisora (cfr. voto de la Dra. ARGIBAY, "CASAL", cons. 12), menos aún, como en el caso que nos convoca, que no se cuenta con grabaciones de las audiencias que constituyeron el debate oral.
B- Realizada la pertinente introducción corresponde exponer el
orden en que se realizará el análisis de los fundamentos contenidos en la sentencia en crisis, los cuales serán confrontados en este acto con los agravios desarrollados por la Defensa, para luego realizar una valoración sobre la legitimidad del razonamiento del a quo, así como de la correcta aplicación de las normas al caso en examen. Tal como adelanté, la crítica dirige primordialmente su mirada a la forma en que se valoró la prueba, y tales ataques -que se traducen en estrategias de descargo por parte de los Dres. SUELDO y BALBUENA- adquieren en su escrito diferentes formas: por un lado aluden a aquellos medios probatorios cuyo resultado, entienden, desvincularon al encartado con el hecho por el cual resultó condenado y por el otro, extraen de otros medios acreditantes pequeños sustratos, que analizan de modo estanco y desintegrado y, en forma consecuente, los dotan de entidad desincriminatoria. En el primer grupo se encuentran las pruebas de ADN, las pericias telefónicas, la ausencia de correspondencia dactilar de su defendido en la escena del crimen, y en el segundo hallamos las siguientes críticas: 1) a las declaraciones testimoniales; 2) al reconocimiento en rueda; 3) al análisis de la actitud posterior del encartado. Ello será tratado en el punto C). Asimismo se hizo alusión a la magnitud de la pena, al mismo tiempo que se destacó la revisión in totum de la cual resulta acreedor el encartado. Lo que será tratado en el punto D).
C. Agravios por valoración de la prueba.
Tal como lo esbozara, la defensa hizo alusión a la existencia de
numerosas pruebas o circunstancias que no tuvieron cabida ni en la alegación incriminante ni demasiado análisis en la condena, para luego referirse a las pericias telefónicas, a la circunstancia de que de la notebook y GPS tampoco se encontraron datos o indicios de cargo, que por otro lado no se obtuvo ninguna correspondencia dactilar de su defendido en la escena del crimen, y finalmente que MEDRANO voluntariamente se prestó a un examen de ADN, el cual también dio un resultado negativo. Debe destacarse que en cuanto a los rastros papilares, los mismos resultaron inidóneos y que las demás pruebas (pericial a teléfonos, notebook, GPS, ADN) no arrojaron resultados que permitan realizar un análisis que derive en conclusiones que impacten en uno u otro sentido en la comprobación del hecho, así como en la autoría o inocencia de MEDRANO. Así, por ejemplo del Informe de la Dirección Inteligencia Criminal de fs. 445/453 mediante el cual se hace saber que se peritó la notebook marca Samsung secuestrada en el domicilio del imputado, junto con una tarjeta de memoria y un pendrive, se concluyó que no poseen información útil para la causa; en cuanto al GPS y celulares (fs. 217/220), los resultados de sus pericias no aportan datos de significación para la causa. En cuando a la pericial genética (fs. 565/571), de la billetera, cable, guardamano de madera y trozo de tela que fueran remitidos si bien no se halló el perfil genético del imputado, tal circunstancia enfrentada a las características del hecho, así como también al resto de la prueba, impregnan a la misma de insignificancia. Por lo tanto, esta prueba (mal llamada "negativa") redunda en información irrelevante a los fines del análisis global del espectro probatorio. No puede, ni debe imponerse al juez que examine una por una y pormenorizadamente todas las probanzas, pues resulta suficiente y legítimo que lo haga en relación a aquellas cuyo valor sea conducente o decisivo para arribar a la resolución del caso, pudiendo ponderar algunas de las pruebas que se hayan producido y omitir la referencia a las que estime no esenciales o inconducentes. A ello quiero agregar que las referencias defensivas a tales pruebas en nada mejoran la situación de MEDRANO, puesto que, como se verá, confrontado al caudal cargoso que surge evidente en la sentencia del vocal de grado, las alegadas probanzas se presentan como simples elementos neutros. Veamos ahora el resto de los agravios concernientes, estos sí, en lo referente a la valoración de la prueba. 1) Críticas a la valoración de las diversas declaraciones testimoniales.
Testimoniales de las víctimas COMAR y CABROL.
La defensa percibió la existencia de imprecisiones en los relatos de las víctimas, y sostuvo que sus relatos se encontraban contaminados entre sí bajo la existencia de un entrecruzamiento de información. Observo que el a quo, al momento de analizar estas declaraciones, dijo lo siguiente: fueron claros y contestes en todas y cada una de las ocasiones que debieron deponer en relatar que los dos autores ingresaron de manera violenta, no consentida al interior de su vivienda (rompiendo una puerta), munidos con armas de fuego y con el elemento al que luego referiré, con exigencias inmediatas y perentorias de la entrega de dinero -pesos y dólares-, y al aparecer su hijo Marcelo Fabián Comar con una escopeta uno de ellos lo golpeó con dicho artefacto, efectuando ambos sujetos disparos, uno de los cuales impactó en el cuerpo y acabó con su vida de la forma ya referida. Ambos testigos también coincidieron en indicar que el designio criminal se concretó -si bien con toda seguridad muy por debajo de la expectativa de los autores- ya que se apoderaron de la suma de doscientos o trescientos pesos aproximadamente y dos teléfonos celulares. Las manifestaciones del matrimonio Comar encuentran pleno corroboro en distintas probanzas legítimamente incorporadas como son el parte policial de inicio de fs. 1 vta. suscripto por el Oficial Ayudante Sommer, el acta de inspección ocular de fs. 2 vta., su transcripción de fs. 4 vta., el croquis referencial de fs. 3, donde se sitúa el cadáver de Marcelo Comar, las vainas y proyectiles encontrados, los orificios dejados por impactos, la escopeta, un cable de color negro, una billetera del mismo color y un teléfono celular, efectos que son secuestrados conforme el acta de secuestro y su transcripción de fs. 5/6; sobre los cuales volveré. Completan este panorama las fotografías del lugar del suceso de fs. 166/177, que nos ilustran sobre las distintas dependencias de la vivienda de la familia Comar y el estado en que quedasen luego del robo, las vainas, proyectiles, la escopeta y restantes objetos habidos, los impactos en una pared y en una mesa, como la posición final del cuerpo del infausto Juan Bautista Comar y las heridas visibles que ostentaba. Computo asimismo el relevamiento planimétrico de fs. 178/179, que ubica todas esas alternativas en el plano. Y finalmente, debo adunar la declaración testimonial que brindaren vecinos de la familia Comar, Amanda Lilia Nani de Fontana (fs.230 vta.), Marcelo Fabián Fontana (fs. 231 vta). y Elena Paula Niemiz (fs.232 vta.); y funcionarios policiales de la Comisaría de Oro Verde: Victor Alejandro Cantero (fs. 250 vta. ) y Gerardo Ramón Díaz (fs. 332 vta.). Los dos primeros, en términos coincidentes señalan que alrededor de las 22:30/23 horas del día del hecho apareció su vecino, Bautista Comar alias "Petete" muy nervioso, diciéndoles que lo habían asaltado, que les robaron sus teléfonos, que habían golpeado a su hijo. Que Fabián con su hermana acompañaron a Comar hasta su casa y allí verificaron que el hijo de Fabián había muerto. Niemiz, por su parte reconoció haber escuchado como a las 22 hs. del día del suceso un disparo que provenía de la zona de la casa de los Comar. Minutos después vio un automóvil que no pudo identificar y una hora después vio que llegaba la policía a lo de Comar y se enteró de la muerte de su hijo. En cuanto a los efectivos policiales Cantero y Díaz, coincidieron en manifestar que acudieron a la vivienda de los Comar, zona rural de Oro Verde, porque sus habitantes habían escuchado ruidos, que recorrieron la zona con el joven Comar sin hallar nada extraño. Díaz, retornó luego a esa vivienda cuando ya había fallecido Comar y se dio intervención a Homicidios. En cuanto al nunchaku, expresó el a quo: Otro indicio que vincula subjetivamente a Medrano con el robo y muerte de Comar esta constituido por el hallazgo en el interior de su vivienda, en la ya aludida diligencia de allanamiento y riquesa (sic.) (medida incuestionada repito), del elemento conformado por dos caños de color amarillo unido por una soga en sus extremos (cfr. fs. 69/70, 71, 58, 73/74); que se emplea, habitualmente en la práctica de deportes o artes marciales. Un objeto de similar color y características las dos victimas sobrevivientes -el Sr. Antonio Bautista Comar y su esposa Elsa Esther Juanita Cabrol- de modo coincidente y en todas las ocasiones que depusieron, señalaron que fue utilizado por uno de los sujetos que irrumpieron en su vivienda y con el cual golpeó en la cabeza a su hijo previamente a balearlo, destacando que se doblaba a la mitad, que lo revoleaban, lo golpeaban contra el piso, y la mitad se caía, etc. Con la cercanía a los hechos y cuatro años menos de edad -circunstancia no menor en alguien que hoy cuenta con 84 años, padece un visible deterioro amén de lo absolutamente traumática situación que de por sí y para cualquier persona le tocara padecer-, en sede instructoria el Sr. Comar aseveró que el secuestrado en la vivienda de Medrano era muy parecido al que se empleare contra su hijo (cfr. fs. 226 vta.). Exhibido en la audiencia de debate, fue algo más dubitativo pero dijo en definitiva que era algo así, como el que se le mostrara. Por su parte la Sra. Comar, a quien le caben obviamente las mismas consideraciones que a su marido solo que es unos pocos años más joven pero también se le apreciara aquejada físicamente, en instrucción dijo no poder reconocer el artefacto, pero aquí en el debate, donde repitió que el día del hecho estaba perdida -vaya si tenía motivos para estar así- colofón expresó "que parecido puede ser al secuestrado". Vale ciertamente acotar que este objeto contundente que en la jerga de las artes marciales se denomina "nunchaku", no resulta un elemento común o corriente que se halle en cualquier casa de familia -particularmente el suscripto no conoce a nadie que lo posea-, y casualmente del mismo color y características al utilizado para cometer el atraco se encontrare en la casa particular de Medrano. Puede observarse claramente que el análisis de las declaraciones testimoniales de las víctimas que realiza el Tribunal, es racional y completo, además de referir y encontrar corroboración en prueba objetiva a la cual alude. Amén de este correlato objetivo, resulta a todas luces razonable la argumentación desplegada en la valoración de estas declaraciones, y es respetuosa de la lógica, psicología y experiencia. Vemos entonces que analizó ambas testimoniales, teniendo en cuenta la situación que atravesaron tanto CABROL como COMAR. Fue así que situó a ambos en la escena del hecho, y estudió sus dichos desde las perspectivas que tuvieron las víctimas, teniendo en cuenta sus coincidencias, y también sus dudas. En definitiva, el análisis de fiabilidad intrínseca de estas dos testimoniales se vio reflejado en su motivación, ya que tuvo en cuenta el posicionamiento frente al hecho, su situación autobiográfica (víctimas del hecho y padres del joven COMAR que resultara muerto) y realizó el estudio de consistencia lógica de sus dichos, en cuanto a su coherencia y espontaneidad, así como también la contrastación histórica de las manifestaciones, cuya persistencia en lo medular se mantuvo, y es así señalada por el juzgador. Las referidas contaminaciones que ha invocado la defensa, en realidad no son tales. Del estudio realizado en el primer voto, y de la razonabilidad que debe imperar en todo estudio de un caso, resulta a todas luces entendible y hasta de una imperatividad natural y humana que dos personas que padecieron un hecho de tales características violentas y que vieron morir a su único hijo del modo inconcebible en que debieron hacerlo, cuanto menos, hablen entre sí de tal traumático hecho. Recordemos un poco la declaración de CABROL. Situada ella en la trágica escena, vio cómo destrozaban la puerta de su casa con una garrafa e ingresaban quienes segundos antes refirieron ser policías, vio a su hijo yacer en el piso, de quien dijo haber observado que tenía coágulos en la boca y que ese indicador la llevó a la terrible conclusión de que había muerto. Dijo también que uno de ellos le arrojaba agua en la cara a su hijo y le decía "¿no ves que está vivo?", pero, según percibía la Sra. CABROL, ya estaba muerto. Luego de que estos deleznables sujetos abandonaran su hogar, quedó sola en su casa junto a su hijo “sin saber qué hacer”, según refirió, además de alegar que estaba un “poco perdida” ese día. Por supuesto que ello no fue todo lo que dijo, sino que describió a los sujetos, dijo que buscaban dinero, describió sus movimientos dentro de la casa, expresó que cuando estaban adentro tiraron a la mesa, a la pared, y el otro le mostró el revólver a ella, además de brindar más detalles que fueron transcritos en la sentencia y valorados por el juzgador, tal como se esbozó más arriba. Volvamos ahora sobre algunos de los dichos de COMAR. Expresó que estos sujetos arrojaron una garrafa vacía contra la puerta, la reventaron y entraron. Enseguida tiraron tiros dentro de la casa, a la mesa, retumbó todo y eso los perdió, los desorientó. Pedían la plata, los dólares, él les decía que no tenía, los llevó a ver adonde tenía, el cajón, la cartera. Expresó que fue maniatado con los cables de los celulares. En relación a su hijo, manifestó que al sentir el ruido se apareció, se había bañado, estaba en la pieza, fue, tenía la escopeta desarmada, en el pecho y en ese momento fue cuando le tiraron, él vio esto. Uno tiraba a la mesa, al final no sabe quién le disparó a su hijo, vio que el policía tenía una pistola, pero quien le tiró a su hijo no sabe. Su hijo cayó ahí nomas, muerto. Y enseguida lo llevaron a él a la pieza. Su esposa estaba con su hijo, en la cocina. En definitiva, existe un correlato y coherencia entre ambos testigos que resulta consistente, veraz y consecuente con la situación padecida, y así fue también valorado por el a quo. Análisis aparte merece la crítica de la defensa a la cuestión que giró en torno al nunchaku. En primer lugar la Sra. CABROL, en el debate expresó lo siguiente: (A)demás del arma tenían un coso amarillo que hacía ruido, con el que le pegaron en la cabeza a su hijo. Era curvo. No era plástico solo. No se fijó bien. No era de plástico por el ruido, algo tenía adentro. Si lo ve lo podría reconocer más o menos.- Luego de que se le exhibiera su declaración de sede instructoria de fs. 228 y 17 y 18 dijo reconocer su firma en ellas. Y luego de que se le leyera parte de lo declarado en instrucción, ratificó que es un caño que se doblaba a la mitad, o dos caños unidos a la mitad.- Exhibido que le fuera el efecto consistente en dos caños de acero color amarillo unidos por una soga, manifestó que era una cosa que se podía doblar, esto no se puede doblar, pero era algo parecido. COMAR dijo que los palos esos eran tres le parece, y lo revoleaba y pegaba en el piso, daba vuelta. No sabe de qué material eran. Eran amarillos. Cree que si los viera los reconocería. No recuerda haberlos visto en el juzgado.- Cuando se le exhibieron sus declaraciones de fs. 225/227, 14/15, 45, y el acta de reconocimiento de personas de fs. 334, reconoció su firma en ellos.- Luego de que se le leyera lo declarado en instrucción dijo que su esposa vio cuando le pegaron, pero él no. Que no recuerda haber visto que uno le pegó a su hijo con un objeto y luego un disparo. Sí recuerda haberlo visto a su hijo en el piso.- No recuerda que la jueza le haya mostrado objetos secuestrados. Puede ser que haya visto esos palos en su domicilio y en el juzgado también.- Exhibido que le fuera el efecto consistente en dos caños de acero color amarillo unidos por una soga, manifestó "sí, algo así eran". Eso es lo que le mostraron acá cuando vino. En su casa como estaba lejos no sabe bien, y encima los daba vuelta ligero el flaquito. Tales manifestaciones fueron correctamente valoradas por el a quo, quien además, encontró el correlato objetivo de estas expresiones, que lo constituye el secuestro en el domicilio del encausado de dos caños de color amarillo unidos por una soga en sus extremos. Destacó el juez, a su vez, lo poco habitual, o lo excepcional de este tipo de artefactos, amén de que fueran descritos tanto por COMAR y CABROL del modo en que pudieron observar dentro del marco de violencia ya aludido.
b) Las declaraciones de VILLAGRA y AZCUÉ.
La defensa realiza una férrea crítica a estos funcionarios policiales. En primer lugar y en relación a VILLAGRA han alegado una crítica de que a MEDRANO se lo introdujo por la “tangente”, puesto que este testigo dio a conocer a través de su declaración en debate y de su informe de fs. 51 haber recibido llamados anónimos que indicaban que uno de los involucrados en el hecho era un policía. De su declaración no surge que estos llamados sindicaran a MEDRANO como autor del hecho, sino que, en definitiva se señalaba a un integrante de la fuerza. Ello, llevó a VILLAGRA a indagar sobre al hecho y que se le informara que en el lugar se ubicaron dos vainas servidas y dos plomos calibre 9mm y que a COMAR lo ultimó un calibre 22m. Transmitida esta información al Director de Criminalística, éste dispuso que si era un policía se podría establecer con los plomos y vainas testigos que se estaban obteniendo de las armas de los funcionarios. El juez continuó analizando y reconstruyendo las circunstancias que poco a poco iban delineando un único camino, que inevitablemente conducía a MEDRANO. Fue así que, analizó también, que llegado el turno de que los funcionarios de la Comisaría Octava realizaran este muestreo, MEDRANO no lo hizo, invocando una supuesta sustracción y lógicamente, eso llamó la atención de otros funcionarios. Como se observa y puede leerse claramente la introducción de MEDRANO, no surge por un llamado telefónico que lo señalara a él. En cuanto a AZCUÉ (cuya testimonial y pericia resultan de trascendental importancia en cuanto a la vinculación cargosa de MEDRANO con el hecho) es evidente que el defensor ha recortado su declaración, puesto que la defensa alegó que: (E)ste arrancó su exposición reconociendo sin ambages que las vainas halladas en la casa de los Comar Cabrol -al menos- habían sido colocadas en diferente sitio de donde tendrían que haber quedado luego de los disparos "... la que estaba sobre la mesada no se condice con la escena. Alguien la puso ahí". Olvidan los Dres. SUELDO y BALBUENA que AZCUÉ también manifestó: (E)l cartucho secuestrado en la casa del imputado tuvo tres llevadas a recámara, tres accionamientos en el mismo arma. Y las vainas secuestradas en el lugar del hecho salieron del mismo arma donde este cartucho fue accionado tres veces, categóricamente… Las conclusiones son con certeza porque esas microcaracterísticas hacen a la personalidad del arma. No hay estudios que demuestren que esas microcaracterísticas se reproduzcan en distintas armas. Eso define la identidad del arma. En la fabricación se le transmiten unas huellas y el uso y conservación también. El arma, de acero, material de mayor dureza, tiene contacto con la vaina, que es de zinc, es el material descartable. Su trabajo es encontrar esas microcaracterísticas y observar la cantidad y la calidad. En morfología son únicas. También explicó, en cuanto al puntual cuestionamiento que hace la defensa, que la vaina hallada sobre la mesada no coincidía con la escena. La gente cuando llega al lugar muchas veces las patea y las levanta poniéndolas en otro lugar. Es algo muy normal que ocurra. En definitiva, no hay dudas entonces que las vainas del lugar del hecho coinciden con el cartucho secuestrado en el domicilio de MEDRANO, en cuanto a que poseían estas microcaracterísticas que estampa de forma única e irrepetible el arma. Estudiado entonces el material probatorio, es decir el informe pericial así como lo declarado por AZCUÉ, el Dr. BONAZZOLA enfatizó: (E)n la audiencia de debate, al deponer como testigo, el Oficial Azcue ratificó sus informes y conclusiones, explayándose con solidez sobre las consideraciones científicas que tuvo en mira para arribar a aquellas, graficándolas con la utilización de un arma de fuego, conclusiones que tildó de "categóricas" y a nivel de "certeza"; y utilizando en su deposición el perito balístico expresiones muy contundentes tales como que "cada arma es única e irrepetible" y que el proyectil en cuestión fue percutado tres veces por el arma de fuego (negrillas me pertenecen). Fácil es advertir entonces que esta conclusión es coherente con las premisas de las cuales parte (declaraciones testimoniales y pericial) no presentando ningún tipo de falla lógica ni racional, vislumbrándose en la defensa un intento de sostener la interesada absolución en pequeñas frases o fragmentos de las declaraciones, completamente desgarradas del contexto, así como también cargadas de valoraciones estancas y parcializadas.
C.2) El reconocimiento en rueda de personas:
En este punto la defensa criticó que COMAR expresó que quienes ingresaron a su casa tenían alrededor de 30 años, cuando el encartado tenía en ese momento 43 y habría estado con el rostro tapado según lo declarado y cuestionan que a fs. 225 y vta. dice él -y también su esposa-, que todo lo expuesto dice saberlo por lo que le dice su esposa. Y la Sra. CABROL en tres ocasiones -fs. 228- en tribunales refiere que le dijo su esposo que tenía ropa de policía, que lo supo bien por su marido, y cuando al inicio de fs. 229 dijo que era morrudo, es porque se lo dijo su esposo. De allí concluye la ya referida contaminación y entrecruzamiento ya aludidos y sobre lo cual valen iguales consideraciones. El a quo señaló que en las actas que lucen a fs. 334/335 y 336 y vta., se encuentran los reconocimientos que realizaron ambas víctimas y afirmó que no fueron categóricos ni incuestionables, por cuanto con toda honestidad las víctimas dejaron en claro que el rostro no se lo vieron porque lo tenía tapado, excepto los ojos y la boca según COMAR, y además por lo extremadamente shockeante de la situación vivida, amén de súbita y en horas de la noche, que implicó nada menos que la muerte ante su ojos del único hijo del matrimonio. Así las cosas, expresó el Dr. BONAZZOLA, COMAR "al que más" reconoció en la rueda fue a Ángel Luis Medrano, por la forma del cuerpo y de la cara, "este sería el que estaba vestido de policía" agregó (cfr. fs. 334 vta.), detalle no menor sobre el que volveré. Por su parte su esposa Cabrol a fs. 335 vta. identificó a Moisés Ángel Medrano como similar al "morrudo" de físico. Valoró el Vocal que ambas víctimas, pero particularmente el Sr. Comar en todas las ocasiones que depuso, desde la primera en sede prevencional a muy pocas horas del trágico suceso (cfr. fs. 14/15), hasta la audiencia de debate casi cuatro años después, incluyendo en el aludido reconocimiento en rueda de personas como apunté ut supra, sostuvo de manera invariable que el individuo que halló en esa diligencia con similitudes físicas a Medrano vestía de policía o con uniforme policial o muy similar al que usan los policías. Por su parte, refirió el a quo que la Sra. CABROL no fue tan contundente pero también hizo referencia a ese detalle de vestimenta en el hombre de mayor contextura física y edad (en instrucción habló de que portaba una chaqueta azul y que su marido le dijo que estaba vestido de policía, en el juicio habló nuevamente de pantalón y chaqueta azul, pero también en varios pasajes -incluido el debate- se refirió a ese como "el policía", el que estaba íntegramente vestido de policía), vestimenta en fin que evidentemente no pasó desapercibido para ambos y que no era del común y corriente. Pero no termina allí el análisis de este reconocimiento que el juzgador realiza, sino que lo relaciona con el hecho de que fuera de toda discusión está -a partir de su propia admisión y las probanzas recogidas- que Ángel Moisés MEDRANO era en fecha 9/2/14 numerario de la Policía de Entre Ríos con el rango de Sargento (cfr. por ej. el informe remitido por la Dirección de Personal de Policía de Entre Ríos que luce a fs. 284 y las copias de su legajo personal obrantes en el legajo de documental, para mayor abundamiento). Más aún, refirió el a quo, que se determinó con las copias certificadas del libro de novedades de Comisaría Octava, - fs. 85 y 90-, que el imputado se retiró de franco el día 9 de febrero de 2014 a las siete (7) horas y se reintegró a la misma el día 11 de febrero de 2014 a la misma hora. Así concluyó el Tribunal: Es decir que a la hora aproximada en que ocurrió el latrocinio Medrano se encontraba franco de servicio. En definitiva, la crítica que realiza la defensa, no alcanza a dimensionarse, puesto que es el mismo juzgador quien en su labor de juzgador imparcial e impartial, concluye -de modo consecuente a los reconocimientos que realizaron ambas víctimas- que tanto COMAR como CABROL no fueron categóricos ni incuestionables, del mismo modo que también analizó la circunstancia de que COMAR reconoció a MEDRANO y que este pertenecía la fuerza al momento del hecho y se encontraba de franco.
C.3) Agravio en cuanto al análisis de la actitud posterior al
hecho Agravió a la defensa, la evaluación que realizó el tribunal de la "actitud posterior al hecho" (más en referencia al segundo hecho imputado que otra cosa) por parte de MEDRANO. Así, alegaron que éste se puso a disposición de la Justicia para la realización de un ADN, no se negó a participar de un reconocimiento en rueda, él y sus familiares entregaron voluntariamente sus celulares para ser peritados y en ningún momento se sustrajo a las actividades procesales. El análisis y la reconstrucción que realiza el Dr. BONAZZOLA, sobre el segundo hecho que se atribuye a MEDRANO, resulta a todas luces razonable, además de coherente y consecuente con las pruebas que fueran producidas. De ningún modo la labor del a quo otorga sustento a la afirmación defensiva. Asimismo la afirmación de la defensa resulta falaz, puesto que el hecho de que MEDRANO se haya puesto a disposición de la justicia para determinados actos, no permite en absoluto atribuir a tales actitudes, consecuencias que en la realidad de la situación no se manifestaron. Es decir, en su labor defensiva, los Dres. SUELDO y BALBUENA ingresan en la falacia de la afirmación del consecuente, puesto que nada impide (y de hecho se ha demostrado) que pese a la alegada actitud de colaboración en determinados actos probatorios, MEDRANO haya hecho desaparecer su arma a fin de evitar que la misma sea peritada. Veamos entonces cómo el juez de grado llegó a concluir en la autoría responsable de MEDRANO en cuanto al segundo hecho. En primer lugar tuvo en cuenta que la nota de fecha 20/2/14 (fs. 505), mediante la cual se notificara a los funcionarios de Comisaría Octava de la obligación de concurrir a Criminalística a efectuar disparos, no tiene horario, de otras pruebas surge que MEDRANO, en las primeras horas de esa tarde o alrededor de las 18 hs. tenía conocimiento de dicha orden. A efectos de argumentar tal afirmación, el vocal tomó en cuenta la declaración testimonial del Oficial Marcos PRESIDENTE, Oficial de Servicio en Comisaría Octava el día 20 de febrero de 2014, quien reconoció en el debate haberle comunicado a toda la guardia a su cargo -incluido al Suboficial MEDRANO- de la orden de comparecer, (como Suboficial de guardia tenía que saber, acotó) después del mediodía, luego del almuerzo; disposición que el Jefe de Comisaría PIRAY le hiciera saber en horas de la mañana, y que luego se formalizó por escrito. Ratificó así lo expresado en su declaración en el sumario administrativo. Por su parte el Sargento EMERY en el debate confirmó que ese día 20 de febrero de 2014 se notificó cerca del mediodía por intermedio del Oficial PRESIDENTE de la orden de concurrir a peritar su arma. En el mismo sentido cargoso computó el vocal de grado, el testimonio brindado por el nombrado Jorge Gabriel PIRAY, en la época de los sucesos Jefe de Comisaría Octava. Este funcionario reconoció que LEONHARDT de Criminalística lo llamó alrededor de las 13:30 o 14 horas para informarle que el personal debía concurrir alrededor de las 17 hs. a disparar y que le dio la orden a PRESIDENTE que notifique a todos los funcionarios de guardia. Destacó el a quo su declaración del 21 de febrero de 2014 en la investigación administrativa donde afirmó que Medrano "...fue notificado antes de las 18:00 horas al igual que el resto de la guardia y la comisión particular (que solicitó Medrano para retirarse de la Comisaría) fue a las 19:25 aproximadamente...". A ello agregó la declaración testimonial del Oficial Principal Nicolás Exequiel GODOY, Oficial sumariante en Comisaría Octava el día del hecho en cuestión, quien expresara que alrededor de las 18 a 18.30 hs. se notificó a MEDRANO de la orden de acudir a efectuar disparos con su arma, tarea que estuvo a cargo del Oficial PRESIDENTE y que a las 19:20 horas aproximadamente -o sea alrededor de una hora después de ser anoticiado- solicitó la autorización para retirarse de la Comisaría, retornando unos minutos después con la novedad de la desaparición del arma. A ello le sigue en la sentencia, lo que aquí criticaba la defensa, en razón de que el a quo afirmó que su actitud posterior aparecen nítidamente como indiciarias del delictivo comportamiento que le atribuyo. Es que bajo tal factum, que se evidencia en las medidas probatorias, el juez de grado estimó que resultaba inverosímil, completamente increíble, que un funcionario de policía con mas de 22 años de antigüedad en la Fuerza a esa fecha, dejase de manera tan desaprensiva su arma reglamentaria, dentro de su automóvil, a la vista de todos y sin adoptar ninguna medida de seguridad ... Todo ello en un sector inseguro de la ciudad -inseguridad conocida por el común de la gente y mucho más por él, por corresponder precisamente a la jurisdicción donde cumplía funciones. Asienta este análisis, de la actitud de MEDRANO, del cual la defensa se agravia, en lo manifestado por el Oficial Principal Nicolas Exequiel GODOY al deponer en la causa instruida por la falsa denuncia radicada por MEDRANO, en cuanto al especial y continuo cuidado al que debe someter el funcionario policial al armamento asignado. Sigue reconstruyendo el hecho cuando dice que una vez advertida la pérdida del arma -luego de haber permanecido en apariencia unos minutos golpeando en el taller de motos de CREGNOLINI-, sin más retorna a la Comisaría, sin efectuar una búsqueda por la zona, tratar de recabar datos entre vecinos o transeúntes (se trataba de un día hábil en horas de la tarde en verano) o en el puesto referido de la Comisaría Octava (en el cual se encontraba prestando servicios el Sargento Sebastián Andrés Emery, como éste lo dijo a fs. 63 y vta. de los autos 16313 "Medrano Moisés S/ Falsa Denuncia", con mucha más cercanía a los sucesos); comportamiento esperable en cualquier víctima. Sumó lo dicho por el imputado en su declaración "...se da por perdida el arma, no se la busca..." y valoró que lo hizo como si se tratara de un objeto sin el menor valor o importancia, por lo que regresó a la dependencia, efectivamente pocos minutos después de que se retirara de la misma, como lo apuntó el Oficial GODOY. Trajo a colación los dichos de CREGNOLINI, dueño del taller mecánico a donde hipotéticamente se dirigió MEDRANO la tarde del 20/2/14 para averiguar por la moto que le dejara en reparación, ocasión en que hipotéticamente le sustrajesen el arma reglamentaria; lo desmintió en ese dato esencial de la concurrencia a su taller en la fecha clave. Y lo hizo en varias ocasiones, las que fueron detalladas por el a quo. Adunó la declaración del Comisario Principal VILLAGRA quien afirmó que: "...Es una revolución que un policía pierda un arma porque es otra arma en la calle...". Así fue como evaluó también el accionar de MEDRANO, una vez que arribara a la Dependencia. Tuvo en cuenta la declaración del Comisario DEN DAUW, quien expresó que cuando lo entrevista en Comisaría Octava, en una primera instancia espontáneamente se negó a llevar a cabo la prueba relativa a su arma, aduciendo una supuesta persecución personal por su vinculación familiar con gente del hampa. Recién después que DEN DAUW le informa que debía comparecer ante el Jefe Departamental Comisario FRANK y advierte que efectivamente no lleva consigo la pistola de uniforme, donde MEDRANO con una actitud contestataria ("que hicieran lo que quisieran", "que le hagan el sumario que quieran", refiere) le hace mención a que al arma se la habían robado, "dando respuestas notoriamente evasivas" agregó. Ante el Comisario FRANK mantuvo el temperamento díscolo y acotó - aparentemente con seguridad- que "al arma no lo iban a encontrar". En el debate aportó otros datos significativos sobre el actuar de MEDRANO en esos primeros momentos al referir que "...se reía cuando le dijo que le habían robado el arma..." . Tan es así que al principio DEN DAUW creía que era sólo una actitud rebelde y le dice "que se deje de boludear" y haga la prueba con su arma. La testimonial del Comisario FRANK refiere a una reunión por él convocada con MEDRANO, DEN DAUW y PIRAY, a raíz de la actitud renuente del encartado de efectuar la pericia con su arma; confirmando lo que dice su ex Jefe de Operaciones que en un principio MEDRANO solo se negaba a efectuarla y que a posteriori surgió su manifestación de que le había sido sustraída; siendo de resaltar lo que dijera en aquella declaración en cuanto a que "en ningún momento dio explicaciones de donde había dejado el arma, ni tampoco excusas fundadas o coherentes de dicho accionar... Asuntos Internos tomó directa intervención...". También en el juicio recordó que MEDRANO en aquel encuentro informal insinuó o deslizó que el arma no iba a aparecer, así como su temor a que "le pegaran" el homicidio de COMAR, razón por la cual el deponente le brindó todas las garantías y no logró conmoverlo. FRANK agregó que no se investigaba a ningún policía en particular. Sumó a ello los dichos del Comisario Alfredo Oscar COLAZO, quien declaró en instrucción (cfr. fs. 275/vta.) ratificando allí las expresiones de FRANK sobre la actitud de MEDRANO en esos momentos iniciales, de negarse a efectuar la pericia, y que sólo posteriormente introdujo la versión de la sustracción del arma reglamentaria. Así, concluyó que Medrano concurrió a prestar servicios el día 20 de febrero de 2014 munido de su pistola reglamentaria y, en horas de la tarde de ese mismo día la hizo desaparecer de manera hasta hoy definitiva. Y lo hizo para evitar que se la peritara en la Dirección de Criminalística -orden de la cual estaba sin dudar notificado al momento de ausentarse de la dependencia-, lo que acarrearía inexorablemente su vinculación con el latrocinio en la zona rural de Oro Verde. Ilícito éste que comprobado certeramente en materialidad y autoría, se constituye a su vez en serio indicio de su participación en aquel hecho delictivo. Recordar el recorrido argumentativo que finalmente concluye en la autoría responsable de MEDRANO no resulta en vano, dadas las críticas que la defensa ha dirigido al acto sentencial del a quo. De este modo se vuelve aún más visible y manifiesto, que no asiste razón a los impugnantes y que aquello que tildan de “agravio” no es más que la disconformidad con lo resuelto en cuanto redunda en perjuicio de su pupilo, al haberse comprobado, luego de realizarse un análisis razonable y pormenorizado de las pruebas agregadas y producidas, la autoría responsable de MEDRANO en los hechos imputados. Así, arribó a tal conclusión, luego de haber valorado la eficacia conviccional de cada una de las pruebas (a las que hice referencia ut supra), con la plena libertad que la sana crítica racional reconoce, munida también de la recta razón que se imprime en las reglas de la lógica -con sus principios y leyes- la psicología y la experiencia. De allí que no se observan circunstancias nulificantes ni fallas argumentativas ni lógicas, así como tampoco vicios in iudicando o in procedendo por parte del a quo al analizar la actitud posterior del encartado, así como también al concluir en su autoría.
D) Agravio concerniente al quantum punitivo
Los recurrentes se agravian de la magnitud de la pena en sí, y alegan que es uno de los motivos por los que corresponde la revisión íntegra de la sentencia, más allá de no realizar un pedido concreto ni explayarse en los motivos que den sustento a tal interés. En primer lugar el Dr. BONAZZOLA se ubicó en las escalas previstas por el concurso de delitos -art. 165 con el agravante del artículo 167 bis, 261 y 55 del Cód. penal- que oscila entre los trece años y cuatro meses y cuarenta y tres años (43) años de prisión y así partió del mínimo de la escala penal aplicable, lo que consideró que era una pena de por si ya elevada. Así ponderó la gravedad del injusto y la medida de la culpabilidad, como agravantes en relación al primer hecho la circunstancia de haber sido cometido por dos personas, lo que provoca de por sí menor posibilidad de defensa en las víctimas; sumado al horario nocturno, el carácter sorpresivo del ataque amén de su premeditación. Valoró también la indiferencia del incurso ante el hecho de que COMAR había resultado baleado, que no lo hizo cesar en su primigenio plan de apoderarse ilegítimamente de bienes de las víctimas, que finalmente consumó. En lo que respecta al segundo hecho sopesó como agravantes que se trató de la sustracción de un arma de fuego que en consecuencia fue ingresada al ámbito clandestino con la posibilidad cierta de su utilización para cometer otros ilícitos. A su vez computó la denuncia falaz que radicó implicó provocar un inútil dispendio de actividad investigativa en procura de su hallazgo. Como atenuante consideró la carencia de antecedentes penales del encartado. Todo lo cual lo llevó a considerar como justo imponerle al encartado Ángel Moisés MEDRANO la pena de dieciséis (16) años de prisión, más accesorias legales del Art. 12 del Código Penal, e inhabilitación absoluta perpetua para ejercer cargos públicos, pena conjunta con la de prisión prevista por el legislador para el delito de peculado. En este contexto cuadra recordar que el Código Penal prevé de antemano las consecuencias para quienes cometan los hechos típicos allí descriptos, por lo que mal puede interpretarse como desproporcionadas o sorpresivas las consecuencias asignadas en el caso concreto. En palabras de la Corte, la sanción traducida en una privación de derechos guarda "proporcionalidad" con la magnitud del contenido ilícito del hecho, o sea, con la gravedad de la lesión al bien jurídico concretamente afectado por el hecho, porque las previsiones legales expresan tales magnitudes a través de las escalas penales -cfr. "GRAMAJO", CSJN, 05/09/06, sobre culpabilidad de acto, ver: CSJN, Fallos: 308:2236 y 324:4433, voto del doctor Fayt-. En otros términos, los cuestionamientos dirigidos a la cuantificación no pueden tener auspicio toda vez que bajo los criterios mensuradores de los artículos 40 y 41 del Código Penal, el Tribunal evaluó los antecedentes del caso, el tenor de los hechos enjuiciados, la lesión causada a los bienes jurídicos protegidos, entre otros aspectos relevantes y relevados lo que sopesado con las cualidades personales del autor, permitió la mesuración racional de la respuesta brindando suficientes y acabados argumentos los que son expuestos de un modo muy claro y los que en parte he reiterado ut supra, por tanto, esa respuesta, no luce arbitraria, pues, atendiendo a la calificación legal de los hechos enjuiciados y al piso y techo analizados mal puede decirse que el fallo se aparte irrazonablemente de esos límites imponiendo una sanción desmesurada por lo que estimo, debe confirmarse.
E- En relación a las costas y atento al resultado al que se arriba,
luego del tratamiento de la cuestión, corresponde imponerlas a cargo de la parte recurrente -Art. 584 y 585 C.P.P.E.R.- ASI VOTO.-
A la misma cuestión propuesta, las Sras. Vocales Dras. Marcela
DAVITE y Marcela BADANO, expresaron que adhieren al voto precedente. A mérito de lo expuesto, y por Acuerdo de sus integrantes, la Sala I de la Cámara de Casación de Paraná resolvió dictar la siguiente
SENTENCIA:
I. RECHAZAR el Recurso de Casación interpuesto por los Sres.
Defensores Oficiales Dres. Jorge SUELDO y Jorge BALBUENA en fecha 1 de febrero de 2018 y en consecuencia CONFIRMAR la Sentencia de fecha 18 de diciembre de 2017 dictada por Sala Segunda de la Cámara Primera en lo Criminal de Paraná.
II- DECLARAR las costas a cargo del recurrente vencido -Arts. 584 y 585 C.P.P.E.R..- III- TENER PRESENTE la reserva del caso federal.
IV-Protocolícese, notifíquese y, oportunamente, devuélvase
LA IDENTIFICACIÓN HUMANA DENTRO DEL PROCESO PENAL Ventajas Del Sistema Dactiloscópico Sobre Los Otros Sistemas de Identificación Humano en Nuestro Ordenamiento Jurídico.
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales