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Heinrich von Stackelberg y la economia nacional espafiola* Ulrich Harmes-Liedtke Universidad de Bremen (Alemania) 1, PUNTO DE PARTIDA DE LA INVESTIGACION «No cabe ignorar que la teoria econémica espafiola se encon- traba a un nivel muy bajo a comienzos del presente siglo. La impor- tante renovacién que supuso en el mundo la escuela hist6rica ale- mana s6lo se conocié en nuestro pais a través de traducciones francesas; los intentos de reconstruccién neocldsica apenas si entra- ron en el acervo de los economistas espafioles. Lo mismo ocurrié con la controversia en torno a los problemas metodolgicos que se encendié entre los autores puramente tedricos y los de tendencia histérica>', Pero poco después hubo economistas que acercaron la ciencia econémica espafiola al pensamiento europeo. Entre los que intentaron renovar los estu- dios de ciencias econémicas en Espafia debemos nombrar, preferentemente, a Flores de Lemus, Bernis y Zumalacdrregui. Todos ellos pertenecfan a la gene- * Al profesor Dr. Heinz Rieter le agradezco la revision critica del manuscrito en alemén y a Santiago M. Lépez la revisiOn en castellano. La traduccién ha sido realizada por Cristina Car- denal. Para la correcta lectura del presente texto es necesario utilizar el «Apéndice Bibliogré- fico», que se encuentra al final del mismo. En él, el lector hallaré: primero, (I) la relaci6n ‘cronolégica de publicaciones de H. V. Stackelberg; segundo, (II) las publicaciones acerca de la obra y vida de H. V. Stackelberg; y, por tiltimo, (Ill) la relacién de abreviaturas utilizadas. * Gabriel FRANCO: «Spanien», en H. MAYER (editor): Die Witschaftstheorie der Gegen- wart, Viena, Springer, 1927. (Traduccién al castellano: «La teoria econémica de nuestro tiempo, Espafian, en AE, 3.* época, 1972, 15: 5-28.) a] 553 ULRICH HARMES-LIEDTKE racién del 982. Es a partir de finales del siglo XIx cuando las polémicas inte. nacionales existentes en la ciencia econdmica comienzan a cobrar interés tar, bién en Espafia, dominando la influencia de la moderna escuela histrica qe Schmoller, debido a la influyente personalidad de Flores de Lemus. Tnicialmente, lo que parece extraordinario es el hecho de que sea precisg. mente desde Alemania —la cuna de la escuela historica— desde donde pro, venga el impulso que iba a reforzar, de forma definitiva, Ia posicién neocifeieg en la ciencia econémica espafiola. Heinrich von Stackelberg, el impulsor del neoclasicismo en Espafia, era ya reconocido como una autoridad en materia de economia moderna cuando leg6 a Espafia. Debido a su trabajo en el Instituto de Estudios Politicos y en la Facultad de la Universidad Complutense el economista aleman ocupa una plaza importante en la historia de la econo. mia espafiola. El Catedrético Juan Velarde ha puesto de relieve la influencig extraordinaria de los escritos académicos de Stackelberg en el «camino del mercado» del pensamiento econémico espafiol?. Esta afirmacién merece una atencién especial, pues fue el propio Juan Velarde uno de los primeros parti- cipantes en los cursos y seminarios de Stackelberg sobre la teoria de los precios. En la actualidad no existe, en la literatura espafiola, una evaluacién amplia de la obra de Stackelberg. El propésito de este trabajo es, fundamen- talmente, destacar los rasgos caracteristicos de algunos textos de Stackelberg y precisar su influencia en el desarrollo de la doctrina econémica espafiola. El punto clave de la investigacién se centraré sobre la posicién de Stackelberg Fespecto al sistema de economia de mercado. Se ha procurado utilizar en lo posible aquellas fuentes que no existen en castellano‘. Es en este marco en el que se ha intentado precisar la opinién de Stackelberg en el neoliberalismo alemdn —sobre todo respecto a la tendencia conocida como «Ordoliberalis- mus» y que podria interpretarse como un tipo de liberalismo en el que el poder de direccién econémica por parte del Estado es defendido como valido y beneficioso—. Finalmente, en la tltima parte del trabajo se apunta la influencia del discurso de Stackelberg en el pensamiento econémico espafiol. 2. STACKELBERG Y EL SISTEMA DE LA ECONOMIA DE MERCADO En los escritos de Juan Velarde (en especial en su obra La base ideoldgica de la realidad econémica espafiola’, el nombre de Stackelberg se encuentra del libro de J. Casts d, Tabacalera, 1988, PP > Juan VELARDE FuERTEs: «La base ideolégi i ic jola», en J. ase ideolégica de Ia realidad econémica espatiolar, L. Garcia DEtGAbo: Esparia, economia, Madrid, Espasa Calpe, 1989, pp, 956-1000. En el «Apéndice Bibliografico» de este trabajo se encuentra un indice cronol6gico Co pleto o toe escritos de y sobre Stackelberg (parte I) 554 2] ingicit VON STACKELBERG YA ECONOMIA NACIONAL ESPAROLA HE sarmente relacionado con el mercado y los estudios universitarios de particularmen'’ ‘Stackelberg no era un representante de la «economia libre de Economia Per mente, era més bien un escéptico en lo relativo a la capacidad mercado” cento de la economia de mercado. En la disertacién de Stackel- de funcion*rdamentos de la teoria pura de los costes («Grundlagen einer bers oP tentheorie», 1932) ya se encontraba su juicio pesimista respecto al reinen a libre competencia. ' fatro fh andlisis dindmico —en el sentido de Marshall—, Stackelberg da los Fa fos sobre la existencia de la «tendencia a la concentracién», inma~ argumensjgiema de la economia de mercado, El progreso técnico representa la seni fe dependiente, en relacién al tiempo, capaz. de hacer variar la funcién “i produccion de tal manera que, con el transcurrir del tiempo, se produzca de Pimento en cl tamaiio Sptimo de la empresa: «Si el progreso técnico levara a un aumento permanente del tamajio éptimo de la empresa en todos los sectores de la produc- cién, el resultado seria una concrecién del aparato productivo de la economia nacional en su totalidad; habria, pues, una figura que solamente obedeceria a un s6lo interés y que podria denominarse como empresa. En esta empresa actuaria —como vimos en la teoria de los precios— el principio de satisfaccién de las necesidades. ..En realidad, esta empresa, concebida formalmente, no repre- sentaria otra cosa que una funcién del Estado, ya que el Estado intervendria en el proceso productivo y en el proceso de distribucién en la misma medida que se realizase la concentracién»’. Aparte de esta respuesta dentro de la economia planificada al problema de la concentracién, Stackelberg, ya en los afios treinta, advierte sobre las posibi. lidades de una solucin basada en una politica de tipo «dirigista», en la que el Estado tuviese un mayor poder en la «ordenacién» de la economia: «En el caso de una inversin del desarrollo técnico hacia una disminucién de tamafio de la empresa (que en principio no es menos probable que hacia el aumento), quedaria reservado al Estado la introduccién de una organizacin econémica en favor de la competencia, para que desde ese mismo momento fuese ésta posible de nuevo»*. rape st discurso de 1a toma de posesién del cargo de profesor, que se titu- aba «Marktform und Gleichgewicht» (1934) («Formas de mercado y equili- rio», Stackelberg se dedica al estudio sistematico de la formacién de los pre- ios en todos los tipos «pensables» de mercado. Esta obra estudia las formas © Juan vi mica 1990, Mad ELARDE FuERTES: La vieja generacién de economistas y la actual realidad econd- GPavola, Discurso correspondiente a la solemne apertura del curso académico 1989- ladrid, Universidad Complutense, 1989, pp. 43-61. + TAISe “Apéndice Bibliogratico, 1, nim. 3, (p. 93)- 8 555 ULRICH HARMES-LIEDTKE desde la concurrencia perfecta hasta el monopolio, de mercad® fempo, J. Robinson y E. H. Chamberlin, en sus estuiog «imperfect» y «monopolistic competition», se orientaban hacia el estudio au modelo de monopolio, lo que contrastaba con el conocido esquema de ie formas de mercado de Stackelberg, quien investigaba los tipos de mercadg que se considerarian como elementales en un esquema estatico. Por tanto, cuando Stackelberg estudia el oligopolio sitta el nicleo de su teoria en la investigacién sobre las vinculaciones, que ya enunciaré A. 1 Bowley, entre las diferentes expectativas hipotéticas de reaccién en el mer. cado, sin olvidar que estas expectativas tendrian como base las Permanentes ambiciones de control sobre el mercado’. En opinion de Stackelberg, la «soly- cin de asimetria» desarrollada por él en este trabajo, segtin la cual un duopo- lista asume voluntariamente una posicién dependiente, no tendria una impor- tancia determinante!. Stackelberg mantenia que, en cualquier caso, en el oligopolio domina una situacién de lucha que no puede ser resuelta por el mecanismo del mercado. De igual forma, el enfrentamiento también domina la actividad en el monopolio bilateral: «En nuestro dmbito, se puede considerar la lucha-entre los sindi- catos y las organizaciones empresariales, que a veces convertia en realidad la ideologia de la lucha de clases, como ejemplo de un antagonismo irresoluble por la actitud voluntaria de los interesa- dos», EI esquema de formas de mercado no seria mds que un trabajo previo para el andlisis del mercado global imperfecto, que es el que existe en-la realidad. El mercado global seria la sintesis de los mercados especificos consi- derados de forma parcialmente analitica. El propésito de Stackbelberg era abarcar con su sistema de relaciones de mercado todas las posibilidades pen- sables de mercado. Stackelberg intenté hacer una correspondencia entre la interdependencia de los mercados respecto de un «andlisis parcial basado ea una consideracién total»'2, » Fritz MACHLUP: «Oligopob», en HDSW, 1956, Vol. 8, pp. 82-94. . °° Respecto a la solucién asimétrica, Seitz no estd de acuerdo con Stackelberg, sino qué habla de un «equilibrio realmente estable». Una vez distribuidos los cometidos, no hay motivo = los oferentes para que tengan que abandonar la posicién de equilibrio. Véase T. Serrz: Preisfihrerschaftim Oligopol («Conduccién de precios en el oligopolio»), Colonia, 1965. En lt literatura econémica se denomina como «the Stackelberg leader-follower model», y hasta hoy viene formando parte de la discusi6n sobr la teoria de los juegos. Véase, p. ¢j, A. J: ROBSON: “Stackelbes and Marshall, en AER, Vol. 80, 1990, 1: 69-82 siliorio”) . V. Stackelberg: Markt icht («Fe a Arist Meriform und Gleichgewich («Formas de mercado ¥ 2 ™ ‘alentin Andrés Alvarez continué haciendo este tipo de «andlisis total» (por ejemP™: su antculo «Terminologia y morfologa del mercado», en REP. 1951, reproducido poster Sona de Sixes de Economia Espafola, Vol. 4, 1980, pp. 224-235), aunque sigue anor aan Principios de teoria econdmica (1949), el texto fundamental. Para eT peo tnd de Toate O banat: Die aligemeine Interdependene der Winschatsae el la («el int rf i econém mmétodo de aislamiento>),en ZV 1932, 8:23.78, ot TM Ae Tas variables 556 (4) HEINRICH VON STACKELBERG Y LA ECONOMIA NACIONAL ESPANOLA Cuando se considera una economia de mer i Stackelberg solamente se basaban en el andlisis parcial; por tanto, su método no era un modelo total walrasiano. En su sistema dominaba la «interdepen- dencia oligopolistica». Debido a la «falta de equilibrio» en el oligopolio, Stac- kelberg partia en su anilisis de la inestabilidad del sistema en la economia de mercado. De estos conocimientos tedricos, Stackelberg sacé conclusiones directas para la politica econémica. Buscaba una posibilidad para asegurar el equili- brio exdgenamente, ya que le parecia imposible que el equilibrio fuera asegu- rado independientemente por los sujetos econémicos. Tampoco creia que la soluci6n estuviera en una politica de incidencia puntual por parte del Estado en los procesos econémicos; ello se debia a que un «intervencionismo irregular» podia, a menudo, reforzar la falta de armoni- zacién de las intervenciones llevadas a cabo, Stackelberg opinaba que la solu- ci6n estaba en un «Estado fuerte», que «...desde un objetivo uniforme impone su voluntad ordenadora a la vida econémica»'’, Ese era el nico camino para asegurar el equilibrio econémico. Stackelberg parte de la utilizacién del tér- mino introducido por E. V. Beckerath, el cual llamaba equilibrio «convencio- nal» al Estado surgido a través de intervenciones estatales, concepcién ésta claramente diferente de la idea del equilibrio «natural», propia de la economia clasica. Stackelberg veia realizado en el sistema econémico fascista-cor- porativo italiano ese concepto de equilibrio convencional. Como ejemplo especifico ofrecia la utilizacion de la Carta del Laboro como formula para la regulacién obligatoria del mercado de trabajo. Después de la abolicién del derecho de huelga y la prohibicin de los sindicatos, los «participantes» en el proceso productivo tenian que concentrarse forzosamente en sindicatos vert cales. En casos como éste se entendia que era el Estado el artifice del equil brio convencional. Stackelberg pensaba que —de forma andloga— también se podria dar una forma de monopolio bilateral al resto de los mercados y asi crear un equilibrio a través del Estado. Es decir, que la organizacion corporativa del mercado fuera el instrumento capaz de neutralizar aquellos cambios estructurales que pudieran conducir a la destruccién del equilibrio natural en una economia de libre competencia. Las diferentes expresiones de las «Formas de mercado y equilibrio» esta~ ban significativamente marcadas por el peso de lo politico en las conclusiones a las que Stackelberg llegaba. J. R. Hicks las sintetizaba en lo que él llamaba la tesis de la «falta de equilibrio», una «rather exaggerated idea», y conside- taba esa seguridad plena en el equilibrio estatal, que proponia Stackelberg, como a «paean to the Corporate State»'*, Por el contrario, el economista marxista O, Lange consideraba justificado el pesimismo de Stackelberg res- pecto a la capacidad de funcionamiento del sistema capitalista. Pero los equi- librios convencionales fijados por el Estado le parecian carentes de estabilidad, 1-H, V. STACKELBERG: Markiform und Gleichgewicht («Formas de mercado y equilibrio»), P. 101. «Apandice Bibliogréfico», I, mim. 14. \ J. R. Hicks: Véase el «Apéndice Bibliogréficom, Il, 3. Reseflas, 3.2. [5] 557 ULRICH HARMES-LIEDTKE las expectativas de Stackelberg con reg alquier caso, re : a economia serian demasiado optimistas 7 ju de modo que, en Cui : ativa de | a la organizacién corpor: juicio'’. a ; 1 - De todas formas, esta discusién tedrica planteaba la relatividad de las ,dominio de la lucha en los mercados como tiniog soluciones basadas en el pre I a «cooperacién de los rivales»'® parecia permitir una ismo factible. La de i solucid blema del equilibrio. Con este método, los oferentes solucién pacifica al pro! lel equit i ene aspiran al maximo interés comin («joint profit maximation»); por tanto, Ig distribucién del beneficio es —como en el caso del monopolio bilateral— cuestion de negociaci6n. El discipulo de Stackelberg, H. Mller, calificé como «precipitadas» las conclusiones directas que Stackelberg habia sacado de los resultados tedricos con respecto a la realidad!’. Sin la premisa de la «conducta racional» habria que revisar la validez de la tesis de la «falta de equilibrio» en los mercados. Es por ello que, en sus obras mis recientes, Stackelberg recono- cia el cardcter limitado de sus anteriores declaraciones teéricas: «La teoria de la concurrencia imperfecta muestra que no se puede explicar satisfactoriamente la formacién de los precios en los mercados imperfectos, porque la deduccién légica terminaria en situaciones de lucha. Por eso, hay que renunciar a la hermosa idea de una teoria de los precios general cerrada como la imaginaba la economia nacional clasica y moderna. Lo que queda como elemento util de toda teoria de los precios son las designaciones de la conducta de las unidades econémicas —particulares y empresas— bajo unas condiciones dadas»!®. Ademis de los principios teéricos hay «factores complementarios de la formacién de los precios» que determinan a los mismos en el mercado. Por una parte, se trata de «factores de inercia» que se basan en el cardcter «natu- ral» de las unidades econémicas. Por otra parte, existen «factores organizati- vos» que provienen de las intervenciones del hombre. «Estos factores, complementarios tienen efectos basicamente moderadores, dado que suavizan la falta de equilibrio entre los fac: tores determinantes de los precios. Ello se debe a que, en realidad —el mercado—, no es tan cadtico como se podria concluir a juzgat por las premisas generales»'9. i ©; Lance: Véase el «Apéndice Bibiogréfico», I, 3. Reseias, 3.2. ‘surucrures J, FELLNER: Competition among i 1 Oli Market Structures, Re neast pel ng the Few: Oligopoly and Simular Mari . _ 17H. MOLLER: «Heinrich Freiherr von Stackell und sein Beitrag fir die Wirtscha! wissenschaft» («Stackelberg y su aportacién a la enc , aonbsnican), ent ZgSt. Vol. 105, 194% pp. 395-428. 11 HL V. Stackexsere: «Probleme der unvollkommenen Konjurreaz» («Problemas de eae incompleta»), en: WA. Vol. 48, 1938, pp. 95-138. 558 (61 HEINRICH VON STACKELBERG Y LA ECONOMIA NACIONAL ESPAROLA Teniendo en cuenta los factores complementarios de la formaci meee ma recios, se llegaria a la relativizacién de la Posicién con respects i ae ento en economia politica, que Stackelberg habia « we mercado y equilibrio». Ya no se co Sse nsideraba necesaria la transformaci i fama ‘macion de la economia en un mercado corporativo bilateral, a la vez que tai biéi monopolizado. Ahora, Stackelberg pei que también | nsaba que era posible transformai través de medidas de ordenamiento basadas en el poder politico, los mercado oligopolisticos y monopolizados en mercados de concurrencia perfecta. 3, STACKELBERG Y EL NEOLIBERALISMO ALEMAN Stackelberg contribuy6 a la expansion de las ideas neoliberales, aunque sus opiniones dificilmente pueden calificarse de plenamente «liberales». Fue miembro del movimiento econémico alemén de los denominados «ordoliberalen», que se agrupaban alrededor de W. Eucken. La conferencia que dio Stackelberg en 1943 («Méglichkeiten und Brenzen der Wirtschaftslen- jung») ante el grupo de trabajo de E. V. Beckerath, publicada en el Jahrbuch fiir die Ordnung von Wirtschaft und Gesellsthaft del afio 1949”, ratifica sus ‘buenas relaciones con dicho movimiento. Durante la segunda guerra mundial, el grupo de trabajo de E. V. Beckerath trabajé sobre la economia alemana de la posguerra de la primera guerra mundial. Debido a su participacion en la nueva contienda y su posterior estancia en Espajia, Stackelberg s6lo colaboré en una reunion del grupo. Si comparamos la biografia de Stackelberg con la de su predecesor y pro- fesor E. V. Beckerath, se puede precisar el papel de Stabkelberg dentro del «Ordoliberalismus». G. Schmoller y W. Stieda eran los representantes mas destacados de la Escuela Histérica Moderna, y ambos fueron maestros de Beckerath, el cual iria distancidndose de los postulados iniciales. Stackelberg, inspirado por los escritos de E. Sax y del propio Beckerath, se alej6 a su vez del método de Schmoller, que le parecfa improductivo, y se dedicé a la doc- trina de la utilidad marginal. Gracias a los consejos de sus profesores, que ademds encontraban extraordinarias sus cualidades como matemitico, Stac- kelberg entré en contacto con la discusi6n tedrica internacional. Pronto, los conocimientos metodolégicos de Stackelberg superaron a los de Beckerath. Stackelberg puso al dia la teoria econémica alemana zanjando el atraso que venia padeciendo, y a la vez participd en el desarrollo internacional de la doctrina de la Economia Nacional. ; . . Fue Beckerath quien determiné en buena medida la opinién politico- econémica de Stackelberg. El discfpulo, al igual que su maestro, se quedaron entusiasmados ante el fascismo y la economia corporativa en Italia. Ambos techazaban el liberalismo, a la vez que les fascinaba la teoria de las elites de » Apéndice Bibliografico, 1, mim. 53. 7] 559 ULRICH HARMES-LIEDTKE, “ «Circuito de Friburgo», tanto a Becker; pean i 2 ey emniae entre los menos «liberales», ath como : see lOtuoliberalen> se distinguieron de las otras corrientes Neoliberales su critica al liberalismo clasico. El grupo formado alrededor de Eucken La ba el dogma econémico-liberal del «laissez-faire». Los «Ordoliberaten, pensaban que, sin intervenciones estatales, habria una tendencia hacia ¢ Mronopolio. Esta tendencia Ilevaria a la inestabilidad de la economia y a situa. ciones permanentes de crisis. Es por ello que los «Ordoliberalen» Se plantea. ron la revision de lo que se podria denominar como «paleoliberalismo», Conforme con los clasicos, ellos también admitian como valida la eficien. cia de un sistema econdmico basado en el interés personal. Con esta actitud individualista se distanciaban especialmente del «colectivismo» de cufio mar. xista. Como la monopolizacién de la economia habia creado ineficiencia y crisis planteaban, justo en aquel momento, la necesidad de un poder que pusiesen orden, que recrease y garantizase el sistema competitivo perfecto. Un «Estado fuerte» debia de ser el garante del orden competitivo en la economia de mercado. Se rechazaba el Estado liberal por estar sometido a los diferentes intereses parciales, y por tanto tener que realizar una politica econémica inconsecuente. De este rechazo result6 una actitud negativa frente a todo tipo de politica de incidencia en los procesos econémicos. El «intervencionismo puntual» fue declarado el responsable de las crisis de la €poca de entregue- tras. El orden competitivo disefiado y garantizado por el Estado de los «Ordo- liberalen» era conceptualmente muy diferente al presentado por las otras corrientes neoliberales. El sistema competitivo de los otros neoliberales era el «competitive order» o la «workable competition», El grupo de Eucken lo que queria era conceptualizar una «ordered competition»”!. . El modelo planteado por los «Ordoliberalen», para cualquier sistema eco- némico con capacidad de funcionamiento, era el de «statische vollstindige Konkurrenz» (competencia estética completa). Es esta particular idea de competencia la que también se encuentra en la obra de Stackelberg, y es debido a ella el hecho de que su Conceptualizacién del mercado esté relacio- nada intrinsecamente con el numero de Participantes en el mercado. Ha sido F. A. Hayek el que ha mostrado claramente las ventajas de una competencia dinémica frente a la «Schlafmiitzenkonjurrenz» (concurrencia del gandul) de los «Ordoliberalen», Puesto que la primera es una forma de competencia imperfecta”2, Estos nuevos puntos de Partida, sin embargo, no cambiaron su orientacion con respecto a la politica econémica. me 2. E. W. Dore: ie ; : Winteanos ean und Ziel des Ordoliberalismus («Esencia y fines del Ordoliberalis- ® F. A. HAYEK: Individualism and Economic Order, Londres, 1948. 560 8 HEINRICH VON STACKELBERG Y LA ECO} NOMIA NACION, AL ESPANOLA, 4, LA INFLUENCIA DE STACKELBERG EN EL PENSAMIENTO ECONOMICO, ESPANOL En la literatura alemana ha pasado inadvert e| mundo académico e intelectual madrilefio. sefialado, a er sus ae sobre la histori spafiol en el siglo XX, la importancia Gearina econdmica cspafiola Las eae ae - ire cal fortdeas econémicas, lamentablemente, olviden o eitan de wens Stackelberg”. citan de pasada a La presente exposicion es una aproximacién i tratala influencia de Stackelberg en Espaiia desde ee Ya que slo El motivo por el cual Stackelberg vino a ensediar a Espafa eo muy imple Fue el fruto de la peticién que M. Paredes, discipulo suyo en Berlin y Bons, le realizase a principios de los afios cuarenta con el objeto de aaattaiesere impartir economia a Madrid. La respuesta no se hizo esperar. Seria en el otofio de 1943 cuando Stackelberg, aprovechando que estaba exento de cum- plir el servicio militar por motivos de salud, respondiese a la peticién acu- diendo a la capital. Ademés, a ello se unia que por aquellos dias en las univer- sidades alemanas el trabajo académico ya era prdcticamente imposible de llevar a cabo, y que, en Ultima instancia, Stackelberg era un nacionalsocialista activo, y que por tanto sus posibilidades de trabajar en el extranjero eran, ‘obviamente, muy limitadas. La Espafia franquista ofrecia un refugio en el que su labor investigadora podia desenvolverse, y en donde sus actividades politi- cas no le iban a crear problemas. La institucién que acogeria a Stackelberg seria la Seccién Econémica del Instituto de Estudios Politicos de Madrid. Era alli donde su discipulo, M. Paredes, venia desarrollando su actividad como economista junto a nombres tan destacados de la historia del pensamiento econdmico espafiol como V. ‘Andrés Alvarez, J. Castafieda, J. A. Piera y A. Ullastres. Todos ellos se consi- deraban, en mayor o menor grado, seguidores, cuando no discipulos, de A. Flores de Lemus, el cual ya no podia ejercer un liderazgo directo puesto que habia fallecido en 1941. Posteriormente, también se unirian al nicleo inicial de la Seccién investigadores del calibre de J. Vergara Doncel y de J. M. Naharro. ia Nacional-Sindicalista de Este grupo rechazaba la idea de una economia Nacional-Si caricter planificado y cerrado, tal y como la predicaba la ‘lange. ero el Instituto estaba dominado por los idedlogos falangistas de tal manera que, tida la labor de Stackelbe: 1g € En Espafia, Juan Velarde ha ia del pensamiento econémico soria del pensamiento econémico espanol del i a - Vetarpe Fuentes: Introduccion 4 1a hist = ue ; , 1 L. BEL: le XX, Mai, Biblioteca Nacional 774, inci cons BM doe Ec “TAN Fe pe ARGr Me Tecondmicas, Madrid, Teide, DO oy5 Kia: Evolucton del pensamiento econdmico, Madrid, ESP&! “Tp: Labra, ® Las conversaciones con los profesores J. L- SAPS eg influenc Velarde me revultaron esenciales para un mejor entendimic en Espafia. 561 19] A. Ullastres y J. ia de Stackelberg ULRICH HARMES-LIEDTKE 2 circulo de los economistas, éstos se il aunque se toleraba : Lea de Stackelberg supuso, inmediat ee dando més ¥ tena cabera incuestionable dentro del grupo y » los ojo Hale nadicieal chen iifcemneraciontactvalenl ia) Revisiy{ae Estudios Pasting’! rest oe ost pertenecia a la Seccién de Economia del Instituto, hing 2 publicacion que fa de discusién de teoria econémica. En el marco dey de ar MaagaT Tau cloe de Yeconcisia Sige Ee leratrevisetea manual Gr, dige der theorestischen Volkwirtschaftslehre™ publicado en eenay ore ae vezen 1946 bajo el titulo Principios de Teoria Econémicat pj dio ‘ie esta obra Ilevé a los economistas espafioles a un Teconocimienty expreso a favor de la moderna teoria neoclasica. Ademas de su trabajo en e Instituto de Estudios Politicos, Stackelberg y sus colegas trabajaban en he Facultad de Ciencias Politicas y Econémicas, fundada en 1944 en el seno dg la Universidad Complutense. En buena medida, los trabajos que Stackelber, escribié en Espaiia ayudaron a que la Facultad obtuviera, desde sus inicios, un cierto reconocimiento internacional. . Desgraciadamente, la estancia de Stackelberg en Madrid fue bruscamente cortada. Fallecia el 12 de octubre de 1946 a la edad de 41 afios debido a la leucemia. Aunque fueron pocos ajfios, la influencia de Stackelberg sobre el pensamiento econdmico espafiol debe considerarse, como minimo, intensa, Su manual se convirtié en la lectura elemental de la Facultad y alcan- zando en 1961 su cuarta edici6n, y sus Principios perduraron a través de las Lecciones de Teoria Econémica (1968) del Catedratico J. Castafieda, en las que Permanecia la posicién metodolégica heredada de Stackelberg. El eco. nomista aleman también contribuyé a la formalizacion de las pautas académi- cas de la carrera de Econémicas, que luego cursarian las siguientes generacio- nes, pero, sobre todo, puso las bases del triunfo del neoliberalismo entre los economistas espafioles. En los manuales espafioles mas recie ites ya no se destaca la influencia de Stackelberg. El texto denominado Andlisis Microeconémico Superior (1982) originaria el pensamiento stackelbergeniano fue el estudio realizado por V. Andrés Alvarez sobre Te ‘erminologia y morfologia del mercado (1951). Hasta cn Punto, esto es légico, ya que ia discusién internacional sobre la teoria 25, ye pat atcia en los afios siguientes se orientaba hee hey aoe ies inden cas, y no hacia las estdticas, mas Propias de Stackelberg. En Espaiia, al igual 26 «Apéndice Bibliograficon, Ind * «Apéndice Bibliogréficon’ I, im: sey 562 10 HEINRICH VON STACKELBERG Y LA ECONOMIA NACIONAL ESPANOLA ye en todo el mundo occidental, tampoco ar la doctrina ae can tn formas del mercado, 4s importante, © lato de una repercusién indi ae intelectual y académico de Stackelberg fortalacrs ia pone gue el Jogica iniciada por economistas tales como J.M. Zumalacdrregui. Los estu- dios de este espafiol en la Escuela de Lausana le llevaron al marginalismo, siendo por ello «...el Primer profesor que ha ensefiado en la cétedra universita. ria la economia matemiatica»?®, Al ser gy director del Instituto Sancho de Moncada y el editor de los Anales de Economia, sus opiniones tenian un gran it - En el articulo «El Prof, habia mayor motivo Para conti- 98, los Principios de Staci el medio para el acercamiento de Espafia a la cienci «La literatura econdémica €spafiola, que en estos Ultimos tiempos Se esta enriqueciendo con la traducci6n nri de obras extranjeras de rele- vante mérito, cuenta con un libro de reci europeo, puede Ilamarse en fue reelaborado, y los traba- ‘Os espafioles le han enrique- cirse que ha sido escrito en i6n y revisién equivale cierta- tra lengua...»30, buena parte espafiol, porque en Espafia jos realizados en los Centros universitaric cido y caracterizado, y hasta puede dei castellano, porque la labor de traducci mente, a una redaccién directa en nues Zumalacérregui destacaba la importancia de la como econémica del texto de Stackelberg, su manual Stackelberg utiliza sin ambages el concepto de «la concurrencia perfecta como Principio de la organizacién de la Economia nacional». Teniendo en cuenta que, a juicio de Zumalacérregui, «puede, que este capitulo Sea el mas rigurosamente teérico de todo el libro», se podria concluir diciendo que «la posicién, quizé ms politica que econdmica, de Pareto esté completa- mente superada»3!, . Es obvio que Zumalacérregui expresa aqui su rechazo a la posicién libre~ cambista de Pareto. El profesor espafiol estaba de acuerdo con el escepticismo de Stackelberg respecto de una economia de mercado no regulada. De esta manera, Zumalacérregui reforzaba su actitud negativa frente al liberalismo ‘conémico, actitud que permaneceré a lo largo de la publicacién de la revista Anales de Economia. Posicién tanto politica y advierte que en la sexta parte de * J. M. Zumalacdrregui, en el prefacio a la traduccion de E. Figueroa de la obra de R. G. D. ALLEN, Andlisis matemdtico Para economisias, Madrid, Aguilar, 1946, p. XXX, Citado “ain J. VELARDE: Introduccién a la historia... cit, p. 244 (véase nota 23). En AE, vol. 22, 1946, pp. 113-141. * Ibid, p. 113, * Ibid. p. 135 y ss. ny 563 ULRICH HARMES-LIEDTKE En la Seccién Econémica del Instituto de Estudios Politicos se te opinién parecida. Al mercado se le consideraba como el mejor aa TE ung para una buena asignacion de los recursos, pero —igual que los Opdojj'™® Jen— se mantenia una actitud critica frente a una politica neta de a faire». El conjunto de los economistas espafioles de esta época iniciaimente bastante reservados ante el liberalismo ortodoxo, tal y como Io defes Hayek. Se consideraba que la libertad de mercado y las intervenciones est les eran perfectamente compatibles. Por ello, no resulta extrafio que cane itervencig: como V. Andrés Alvarez confesasen estar de acuerdo con el « nismo liberal», de W. Rpke. «El conocimiento de las leyes de la Economia permite la mani- pulacién de resortes que encauzan convenientemente la vida eco. némica sin afectar lo més minimo a la independencia persona, lograndose asi la maravilla politica de obligar sin violencia, dirigir sin mandar; basta manejar una palanca para que el poder haga a todos los dems voluntariosos de su propia voluntad. Por eso —con- cluye—, ...un intervencionismo liberal no es una utopia, 0 sea que hay una doctrina econdmica-politica capaz de resolver aquellos problemas —los complejisimos planteados por la nueva realidad econémica— sin afectar al més alto valor politico creado por la cultura de Occidente: la libertad individual», En el Instituto se estaba adem4s de acuerdo con el escepticismo de los «Ordoliberalen» respecto de la actividad de una politica de mera incidencia puntual en los procesos econémicos. Generalmente, en la discusién espafiola dominaban las «precauciones ante Keynes», En este sentido hay que enten- der la critica de Stackelberg a J. M. Keynes, en la que el aleman cuestionaba el cardcter «revolucionario» de las macroeconomia keynesiana: «Los nuevos conocimientos completan la teoria tradicional, pero, si planteamos la cuestin de la generalidad, no es la antigua teorfa un caso especial de la nueva “teoria general”, sino al revés: La nueva teoria no es otra cosa que la teoria antigua, aplicada a supuestos especiales, particularmente actuales en el orden econd- mico contempordneo»*4, Stackelberg consideraba que las conclusiones expuestas por Keynes eran reglas intencionadamente poco concretas y dirigidas a los economistas politicos. . Faltan més estudios para determinar exactamente la influencia de los dis: cipulos espafioles» de Stackelberg en la economia espafiola, pero 00 deja ser significativo que fuera la opinion de aquellos «Ordoliberalen» espaioles 1* 32 Citado segin J. VELARDE: La vieja generacién..., cit, p. 50 (véase nota 6). 3 J, VELARDE: «La base ideolégica...», cit, p. 994 (véase nota 3). 4 «Apéndice Bibliografico», I, nim. 52 (texto en castellano, p. 227). [12] 564 HEINRICH VON STACKELBERG Y LA ECONOMIA NACIONAL ESPANOLA dominase en el Instituto, en la Facultad y oder econémico del Estado. Tal fue el caso det Ming frente del cual se Sea A. Ullastres. Este anti hombre clave en la realizacién del Plan de Estabiligacts to mo sefialara M. J. Gonzalez, A. Ullastres era un economist con los postulados «Ordoliberalen»; «Ullastres, tanto por su profesion de economis astre tc ta como por | influencias ideoldgicas —Stackelberg, Eucken, el grupo del Instituto de Estudios Politicos, etc.—, aceptaba y defendia, con escasas Teser- vas, el modelo liberal en economia»’. Resulta dificil argumentar la Presencia del con posterioridad al Plan de Estabilizacién; berg sobre los principios para mantener la capacidad de funcionamiento en una economia, en especial su anti-monopolismo, se reencuentra con el devenir de los afios en la revista Informacion Comercial Espafiola (nueva fase a partir de 1959). Aunque aqui ya no se cite a Stackelberg, su critica de la tendencia a la concentracién en los procesos econémicos, aparentemente, siempre estuvo presente. Para terminar, cabria una ultima reflexion acerca del valor de Stackelberg en la modernizacién, tanto de las formas de la intervencién estatal, como del pensamiento econémico en Espafia. Seguro que los economistas y los prota- gonistas de la politica econémica hubieran optado y encontrado la economia de mercado también sin Stackelberg, pero, sin caer en vanas especulaciones, es indiscutible, desde una perspectiva exterior, que él fue el ultimo en dar a un buen nimero de los artifices de aquella opcién el «bagaje econémico nece- sarion36, Pensamiento de Stackelberg con todo, la opinién de Stackel- ie 10-1970), Madrid, Tecnos, 1979, M, J. GonzAtez: La economia politica del franquismo (194 )), . B. 28. % Did, p. 25. 113) 565 (yt) & pepianonposg») ) Y :U9 *«$9}809 soy ap ind Boa gun 9p sowusWEpUN» :sojnrideo Soxowtlid sop soy ap ugioonp: phd ter ed €61 ‘Bust, ‘1aBudg TeHoupy be] uo ep €'sunu *2E67 Ty “Joa ‘NZ UO ‘“«aloayjUaIsOY UaUTOI JONI uase[punin» “¢ Ub-1 1E61 ‘9 ‘104 ‘Sf ua («opeisg £ ugioBiapa4») (15) («Teoria de la produccién») 2) a 2 2 31. 32. 8 33, oS 567 35. 36. 37. 41. 42. 43. 45. 46. 47. 48. 49. 50. ULRICH HARMES-LIEDTKE i jr la conferencia ext i »» («Conclusion del jefe de la « ion ant epee Con at ener inaria, 4 . MIP, vo 2 a Pick und Qualititsvariation» («Teoria de la pot spoliti Theo de ye epatacign de la calidad), en: SJb, vol. 63 (1939) rm : ee ion bei willkirli ilung des Marktes» («Discrimi. iskrimi bei willkiirlicher Teilung des M mi een ToeieeeioTentclleseTaella divisién arbitraria del mercado») en AmWS, vol. 5, 1939, pp. I-11. Edicién en inglés, «Price discrimination in an arbitrarily divided market», en International Economic Papers, 1958, im. 8. . zur Ableitung der Sheppardschen Korrektur» («Sobre la deducci6n de la correccién de Sheppard») junto con F. Burklhardt en AmWs, vol. 5, 1939, pp. 127-130. . i Tinbergen: «An Economic Approach to Business Cycle Problems», resefia), en AmWS, vol. 5, 1939, pp. 76-78. ; Oe Grundlagen der Nationallékonomie. Bemerkungen zum gleichnami- gen Buch von Walter Eucken» («Los fundamentos de la economia nacio- nal. Comentarios al libro del mismo titulo de Walter Eucken») (resefia), en WA, vol. 51, 1941, pp. 245-286. «Das Gold in der Wehrwirtschaft» («El oro en la economia militar»), en Nauticus, 1941, pp. 292-312. «Kapital und Zins in der stationdiren Verkehrswirtschaft> («Capital e inte- rés en la economia estacionaria»), en ZN, vol. X, 1941, pp. 25-61. «Elemente einer dynamischen Theorie des Kapitals. Ein Versuch» («Ele- mentos de una teoria dindmica del capital. Un ensayo»), en AmWS, vol. 7, 19412, pp. 8-29 y 70-93.

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