Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La formación de cálculos
requiere orina supersaturada. La
supersaturación depende del pH
urinario, la fuerza iónica, la
concentración de solutos y la
complejidad. Los constituyentes
urinarios pueden cambiar de
manera impactante durante
diferentes estados fisiológicos,
desde una orina más o menos
ácida en una primera orina de la
mañana hasta una ola alcalina observada después de las comidas. La fuerza
iónica está determinada sobre todo por la concentración relativa de iones
monovalentes. A medida que la fuerza iónica aumenta, se reduce el
coeficiente de actividad. Este coeficiente refleja la disponibilidad de un ion en
particular.
La teoría del inhibidor de cristales asegura que los cálculos se forman debido
a la ausencia o la baja concentración de inhibidores naturales de cálculos
como magnesio, citrato, pirofosfato y varios oligoelementos metálicos. Esta
teoría no tiene una validez absoluta, porque muchas personas que carecen de
estos inhibidores tal vez nunca formen cálculos y, de manera paradójica, otras
con abundantes inhibidores pueden formarlos.
Hipercalciuria de absorción
La hipercalciuria de absorción es secundaria a aumento en la absorción de
calcio en el intestino delgado, sobre todo el yeyuno. Esto produce un aumento
en la carga de calcio filtrado del glomérulo. El resultado es la supresión de la
paratirina, lo que lleva a menor reabsorción tubular de calcio, culminando en
hipercalciuria (> 4 mg/kg). Esta cascada fisiológica es una respuesta al defecto
primario, una mayor absorción de calcio en el intestino delgado.
Hipercalciuria de reabsorción
La paratirina produce una cascada de acontecimientos que empiezan con un
aumento del fósforo urinario y una reducción del fósforo en plasma, seguido
de un aumento del calcio plasmático y una reducción del calcio urinario. Su
acción en el riñón y el hueso son independientes entre sí. En última instancia,
el daño renal es secundario a hipercalcemia. Limita la capacidad de
concentración del riñón e imposibilita la capacidad del riñón para acidificar la
orina.
Cálculos vesicales
Los cálculos vesicales suelen ser una
manifestación de un tratamiento patológico,
incluidos la disfunción de la micción y
cuerpos externos. La disfunción de la
micción puede deberse a estenosis uretral,
hiperplasia prostática benigna, estenosis del
cuello vesical, o vejiga neurogénica flácida o
espástica, todo lo cual lleva a orina estática.
Cuerpos externos como sondas de Foley y
sondas ureterales en doble J olvidadas
pueden servir como nidos para los cálculos.
Cálculos uretrales
Los cálculos uretrales pueden desarrollarse secundarios a estasis urinaria o a
divertículo uretral, cerca de estenosis uretral o en sitios de cirugía previa.