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PARTO: EXPULSION DE LA PLACENTA

La salida de la placenta nunca debe forzarse antes de que ocurra su separación, a menos que el
útero se invierta. No debe recurrirse a la tracción sobre el cordón umbilical para extraer la
placenta del útero. Una de las complicaciones mas graves que se vinculan con el nacimiento es la
inversión uterina, una emergencia que requiere atención inmediata. Conforme se aplica presión
descendente hacia la vagina sobre el cuerpo del útero, el cordón umbilical se mantiene
ligeramente tenso (figura 1). Después se eleva el útero en dirección cefálica con la mano
abdominal. Esta maniobra se repite hasta que la placenta alcanza el introito (Prendiville et al.,
1988b).

A medida que la placenta atraviesa el introito, se interrumpe la compresión uterina. Después se


levanta ligeramente la placenta y se la aleja del introito (figura 2). Es preciso tener cuidado de
evitar que las membranas se desgarren y se queden en la cavidad uterina. Si comenzaran a
desgarrarse, deben sujetarse con una pinza y extraerse por tracción suave (figura 3). Deben ser
revisadas con cuidado la cara materna de la placenta, para asegurarse de que no queden
fragmentos residuales en el útero.
EXPULSION MANUAL DE LA PLACENTA:

En ocasiones, la placenta no se desprende con rapidez, algo frecuente en especial, en casos de


parto de pretérmino (Dombrowsky et al., 1995). Si existe hemorragia intensa y la placenta no
puede extraerse con la técnica antes descrita, está indicada su separaciónn manual con las
medidas de seguridad que se revisan en el capitulo 35 (pag. 774). No se ha precisado el periodo
que debe transcurrir en ausencia de hemorragia antes de que la placenta deba extraerse por
medios manuales (Deneux-Tharaux et al., 2009). Si persiste el efecto de la analgesia aplicada para
la imduccion, algunos obstetras llevan a cabo la extracción manual común de la placenta que no se
ha separado de manera espontanea en el momento en que completan las maniobras de
nacimiento y la atención del cordon umbilical. Sin embargo, no hay pruebas de los beneficios de
esta practica y casi todos los obstetras esperan al desprendimiento espontaneo, a menos que la
hemorragia sea excesiva. El American College of Obstetricians and Gynecologists (2003b) concluyó
que no hay datos para apoyar u objetar el suministro de antimicrobianos profilácticos cuando se
efectúa la extracción manual de la placenta.

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