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La película se inicia partiendo de una situación insostenible, ante la que se produce una
reacción y el alzamiento de la masa. En el final, donde encontramos una situación ya
calmada, se refleja el triunfo de la revolución de una forma utópica. En la obra de
Eisenstein esa idea de revolución como motor para el cambio toma clara influencia de
Marx, teniendo en cuenta el concepto de conciencia de clase. Por lo tanto, podemos
asegurar que, en un sentido figurado, la protagonista de esta película es la masa en
acción, , y para dotar de un mayor realismo al film, los actores eran obreros o marineros
en su vida normal. Se aprecia claramente la lucha de clases que proponía Marx en el
momento en el que un grupo de trabajadores del barco se rebela contra sus superiores
debido a sus condiciones de trabajo: comen carne podrida, trabajan durante jornadas
muy amplias y duermen en mantas sostenidas por una cuerda en el techo. S.Eisenstein
tomó partido por la clase obrera, la cual expresa el futuro, el porvenir.
La película que se está analizando guarda además una profunda relación con uno de los
cuatro medios de producción que Marx establece a lo largo de la historia.
Concretamente con el modo de producción capitalista, dónde los que tienen el poder y
el capital mandan, y los demás solo se dedican a obedecer órdenes.
El contenido de esta obra visual se puede relacionar también con otros conceptos y la
teoría vistos de Marx como por ejemplo lo siguiente: “El acorazado Potemkin” al igual
que la teoría propuesta por Karl Marx, busca influir tanto en el pensamiento de la gente
como consecuentemente en su praxis y si a día de hoy siguen vigentes estas influencias
es porque existe una identificación con respecto al mundo actual, un mundo que
requiere de la actuación concienzuda de las masas y no reblar por conseguir una
sociedad igualitaria. La historia no es un proceso lineal, puesto que se pueden dar
retrocesos y derrotas, pero el único camino que ha de seguir la humanidad en su futuro
se debe dirigir a acabar con el sistema explotador y enajenador. Con el comunismo
encontraremos una vía para desarrollar todo nuestro potencial puesto que se habrán
eliminado las contradicciones de clase.