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Movimientos de las aguas marinas

Estos pueden clasificarse bajo varios criterios, entre ellos por su dirección y sentido,
determinado por su componente, siendo:
 Convectivos: cuando predomina la componente vertical
 Advectivos: cuando predomina la horizontal.
Debe tenerse siempre en cuenta que esta clasificación corresponde a los que involucran
traslación de masa.

Las Corrientes marinas

Causas de las corrientes

Según las causas que las producen, así como las que las condicionan, las corrientes
que se observan en el mar pueden ser permanentes o circunstanciales, persistentes o
alternadas, veloces o lentas y superficiales o profundas.
Los diversos procesos que afectan la densidad del agua alteran la distribución de masa en
el mar, el viento comunica a la superficie un cierto esfuerzo y la atracción del Sol y la Luna
hacen variar el nivel del mar. Los efectos de estos fenómenos son la generación del
movimiento de las aguas en forma de un flujo que es modificado por la rotación terrestre
que lo desvía, la fricción interna del líquido que lo amortigua y los accidentes geográficos
que lo encauzan.

Tipos de corriente

Según las causas que las provocan pueden distinguirse las corrientes que son
debidas a la distribución de la masa, al viento; a las olas de superficie, a las mareas y a las
olas internas que tienen lugar en el seno del mar.

Corrientes debidas a la distribución de masa

Pertenecen a este tipo las grandes corrientes oceánicas permanentes que


transportan enormes volúmenes de agua en virtud de las diferencias de la densidad en
superficie mantenidas por la acción de los procesos de calentamiento y enfriamiento; a
dilución por precipitación, escurrimiento, aporte de agua fluvial, condensación de vapor de
agua en la superficie y fusión del hielo, y concentración por evaporación o congelación.
La rotación de la Tierra y los accidentes geográficos desvían y encauzan el movimiento que
se origina en la distribución no uniforme de la densidad resultante de la acción de los
fenómenos citados, que no penetra más debajo de unos 500 metros de profundidad, por
cuya razón estas corrientes son intensas en la capa superior del mar, pero no exceden en
general los 200 centímetros por segundo.
En consideración a su homogeneidad, las aguas profundas del océano se mueven sólo
lentamente.

Corrientes producidas por el viento

El viento transmite a la superficie del mar por fricción un esfuerzo que ésta
comunica, a su vez, ala capas inferiores generando una corriente poco profunda que, donde
éste sopla con persistencia continuada, toma el nombre de "deriva".
La rotación terrestre afecta este movimiento del agua con el resultado de que, en la
superficie, la dirección de la corriente está desviada 45º de aquella hacia la cual sopla el
viento, a la derecha en el hemisferio Norte y a la izquierda en el hemisferio Sur.
La intensidad de la corriente es proporcional a la velocidad del viento según la fórmula:

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0 . 0127U
v 0=
√ senL (3)

en la que vo es la velocidad de la corriente en superficie, U la del viento expresada en las


mismas unidades y L la Latitud en grados.
De la superficie al fondo la intensidad de la corriente decrece rápidamente y su dirección se
aparta cada vez más de la del viento.
Cuando esa intensidad es igual a 1/23 de la de superficie, la corriente en profundidad es de
dirección opuesta a la de la corriente en superficie, y la profundidad del caso es

U
D=7 . 6
√ senL (4)

donde D se llama la "profundidad de resistencia friccional", está dada en metros cuando U


lo está en metros por segundo, y representa el espesor de la capa superficial del mar que
ha sido mezclada por acción del viento presentándose por ello homogénea, y siendo su
valor, en general menor de los 200 metros.
La acción del viento significa también un transporte del agua de superficie hacia la derecha
en el hemisferio Norte y hacia la izquierda en el hemisferio Sur; transporte que si es
interceptado por una costa, como cuando el viento sopla persistentemente a lo largo de ella,
da lugar a un apilamiento de agua sobre la costa, un desnivel de la superficie del mar entre
la orilla y alta mar, una tendencia del agua a moverse pendiente abajo, una desviación de
ese movimiento por la rotación terrestre y, finalmente, una corriente a lo largo de la costa en
la misma dirección del viento.

Fig. 24. Distribución vertical de la densidad  frente a la costa de California al principio (líneas de
puntos) y al final (líneas llenas) del periodo de surgencia correspondiente a la Fig. 25, evidenciando
como el agua liviana de la superficie, ha sido desplazada hacia alta mar y apilada a unos 100
kilómetros de la costa, en coincidencia con la corriente que sigue al Sur ( Sverdrup, 1937)

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Si el transporte de agua se verifica, en cambio, de la costa hacia el mar, se origina
igualmente una corriente en la dirección del viento, pero además el defecto de agua
superficial producido junto a la costa es reemplazado por agua fría, que surge de los 200 ó
300 metros de profundidad determinando el fenómeno de la "surgencia", que tiene
importancia climática y meteorológica porque hace descender la temperatura del aire y crea
una superficie sobre la cual puede formarse niebla, y significación biológica, porque al ser
llevadas a la superficie aguas ricas en sales nutrientes da lugar a la existencia de áreas
fértiles de alta producción orgánica y la consiguiente presencia de muchos animales
marinos (fig. 24 y 25 ).

Fig. 25. Flujo medio del agua durante un periodo de surgencia frente a la costa de California, a causa
de haber soplado el viento paralelamente a ella desde el Norte ( Sverdrup, 1937)

En determinados casos de condiciones meteorológicas y circunstancias geográficas


adecuadas, el apilamiento del agua por el viento puede originar una corriente dirigida en
contra de la dirección del viento.
Se dice que la corriente generada por el viento en el mar abierto es el "efecto primario" del
viento y que las otras por él producidas, junto con la surgencia, constituyen su "efecto
secundario".

Corrientes generadas por las olas

En las olas, las partículas del agua describen trayectorias que no son rigurosamente
circulares, ya que después de cada vuelta han experimentado un leve avance en la
dirección de propagación del movimiento ondoso, en cuya presencia tiene entonces lugar
una corriente de superficie de muy poco espesor cuya velocidad es del orden de los 20
centímetros por segundo.
Las olas que se aproximan a la costa y llegan a la playa dan lugar a una corriente que fluye
a lo largo de la orilla y a otra que en ciertos lugares está dirigida hacia el mar, y que se
denominan la "corriente de la orilla" y la "corriente de resaca", respectivamente, siendo su
velocidad de los 50 a los 100 centímetros por segundo.
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Corrientes de marea

Las "corrientes de marea" no significan un transporte de las aguas sobre grandes


distancias, pues en los canales, los estrechos y a lo largo de la costa invierten su dirección
cada 6 ó 12 horas, según sean semidiurnas o diurnas las mareas a las que están
asociadas, y en el océano abierto tienen un carácter rotatorio en virtud de la influencia de la
rotación terrestre.
En el hemisferio Norte rotan a la derecha y en el hemisferio Sur lo hacen a la izquierda,
completando una vuelta en unas 12 +o 24 horas, según sean semidiurnas o diurnas las
mareas presentes.
Dado que la onda de marea es de gran longitud respecto de la profundidad del fondo el cual
se propaga, la correspondiente corriente tiene igual intensidad e igual dirección de la
superficie al fondo, excepto cerca de éste, donde sufre la influencia de la fricción con el
suelo del mar.
De acuerdo con el carácter de la marea, la profundidad y la configuración de la costa, las
corrientes de marea varían de una localidad a otra, pero en cada lugar se muestran tan
regulares como el fenómeno de la atracción lunisolar que las produce. Cerca de la costa o
en los canales y estrechos pueden alcanzar velocidades del orden de los 5 nudos (*).

Corrientes producidas por las olas internas

Así como se producen olas en la superficie, pueden generarse también ondas en el


seno del mar a lo largo de las superficies de discontinuidad de la densidad. Estas "olas
internas" originan corrientes con velocidades del orden del par de nudos.
En los mares polares, donde suele haber una señalada discontinuidad de la densidad cerca
d ella superficie debido a la capa de agua superficial poco salada por la fusión del hielo, las
corrientes provocadas por las olas internas que se generan a lo largo de esa discontinuidad
son la causa del fenómeno de las "aguas muertas" que impiden el avance de los buques de
poca velocidad.

La circulación oceánica

La observación pone de manifiesto una cierta coincidencia entre la circulación


atmosférica y la circulación oceánica, con modificaciones debidas a la influencia de la
rotación terrestre, la geografía, la topografía del fondo y los procesos que alteran la
densidad de las aguas superficiales.
La causa predominante de la circulación serían los vientos y la circulación resultante tal
como para que establecido un balance entre la alteración en la distribución de la masa a
que ellos dan lugar y la modificación de esa distribución en sentido contrario, debida a la
acción de los factores climatológicos determinantes de la densidad en superficie (fig. 26)

Circulación costera

Cerca de la costa la circulación está representada por dos sistemas de corrientes: el


"sistema costero", que es paralelo a la orilla y está en las aguas profundas adyacentes a la
zona de las rompientes, y el "sistema de la orilla", que se encuentra cerca y en dicha zona.
El primero es de intensidad relativamente uniforme y se debe a la marea, la acción del
viento y la distribución de la masa, mientras que el segundo es causado por las olas y está
compuesto por un transporte de agua hacia la playa, una deriva de esta agua a lo largo de
ella y un regreso hacia el mar en ciertos lugares.

(*) El nudo es una unidad de velocidad igual a una milla marina (1 852 metros) por hora.

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Este sistema de la orilla tiene un carácter fluctuante en velocidad y dirección, y su
conformación depende de la topografía del fondo, la configuración de la orilla y la naturaleza
de las olas a las que está principalmente ligado por el apilamiento de agua sobre la playa,
particularmente en las zonas de convergencia de olas.

Fig. 26. Las principales corrientes oceánicas

Circulación térmica

Si la superficie del mar es calentada en alguna parte y enfriada en otra, se


establecerá una circulación de origen térmico desde la región que ha sido calentada hacia la
de aguas de menor temperatura.
El agua que ha salido desde la zona de mayor temperatura será reemplazada por agua que
ascenderá desde una cierta profundidad, con lo que habrá quedado establecida una
circulación vertical que se cierra en la subsuperficie con flujo del agua que ha sido enfriada
hacia la que fue calentada.
En la naturaleza pueden observarse casos donde la circulación se lleva a cabo de manera
opuesta, como acontece con el efecto secundario del viento, que provoca con la surgencia
una circulación vertical. Aquí el agua fluye en la superficie de las menores a las mayores
temperaturas y contrariamente en la subsuperficie, con el resultado de la aparición de un
freno al desarrollo de una muy rápida circulación debida al viento.

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Circulación termohalina

Dado que en mar, además del calentamiento y enfriamiento, concurren a hacer


variar la densidad del agua la dilución y la concentración, se hace necesario considerar el
mecanismo "termohalina" que resulta de la combinación de los procesos que alteran la
temperatura y la salinidad del agua de las que dependen su densidad.
Entre las regiones ecuatorial y subtropical las condiciones son favorables para el desarrollo
de una intensa circulación termohalina, pues en aquéllas hay un mayor calentamiento unido
a un exceso de precipitación que tienden ambos a hacer decrecer la densidad, mientras que
en éstas el menor calentamiento y la evaporación en exceso tienden conjuntamente a que
la densidad aumente.
Entre las latitudes medias y altas la densidad es aumentada por el enfriamiento pero
disminuye por la excesiva precipitación respecto de la evaporación, de manera que las
condiciones no son adecuadas a la circulación termohalina que, de producirse, resulta ser
de poca densidad y debida a la existencia de diferencias locales en la magnitud de las
diversas causas.

Corrientes verticales convectivas

La circulación termohalina es particularmente importante en el desarrollo de las


corrientes verticales y, sobre todo, en las altas latitudes, donde el enfriamiento intenso y la
congelación originan un aumento de la densidad en la superficie que produce, por
convexión, una capa de agua homogénea cuyo espesor depende del grado de estabilidad
de la columna de agua, la intensidad de la corriente convectiva y la duración del proceso.
En las regiones donde la evaporación excede la precipitación, los efectos del calentamiento
compensan en general los de la evaporación, de modo que en ellas no se desarrollan las
condiciones favorables para que se establezcan corrientes convectivas.

Circulación profunda

En el Atlántico Norte las aguas de fondo y profundas se desplazan hacia el Sur de


manera intensificada por el aporte de agua intermedia de alta salinidad que provee el
Mediterráneo por encima del umbral del estrecho de Gibraltar.
El agua profunda del Atlántico pasa al Sur y llega hasta las altas latitudes australes para
contribuir a la formación del agua antártica circumpolar que, al surgir cerca de las costas de
la Antártico, contribuye a su vez a la formación del agua antártica de fondo y entra por el
Oeste al Océano Indico.
El agua antártica de fondo se desplaza hacia el Norte en todos los océanos, habiendo sido
detectada hasta los 35º de latitud Norte.
La circulación profunda del Pacífico Sur es análoga a la que tiene lugar en el Atlántico Sur,
pero teniendo superpuesto un desplazamiento general hacia el Este. No hay en el Pacífico,
como acontece en el Atlántico, intercambio importante de agua en profundidad entre las
regiones del Norte y el Sur, porque en el Pacífico Norte no se forma agua profunda como
ocurre en el Atlántico Norte.

Las corrientes del Atlántico Norte

La circulación en el Atlántico Norte está dominada por la "corriente Ecuatorial del


Norte" y el "sistema de la corriente del Golfo".
La corriente Ecuatorial del Norte fluye al Oeste en la región de los vientos alisios alimentada
por las corrientes que a lo largo de la costa de Africa del Norte circulan con dirección
Sudeste, uniéndose en el lado occidental a una rama de la "corriente Ecuatorial del Sur" que
cruza el Ecuador, para dirigirse hacia el mar Caribe, al que penetra en parte mezclada con
agua de origen subatlántico,y despedir una rama que deja las Antillas Mayores al Sur, que
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tiene agua idéntica a la del mar de los Sargazos y que se llama la "corriente de las "Antillas.
El sistema de las corrientes del Golfo comienzan con las continuaciones de la corriente que
atraviesa el estrecho de Yucatán y de la corriente de las Antillas en las que termina la
corriente Ecuatorial del Norte, y comprende el transporte de agua hacia el Norte y el Este
desde el estrecho de Florida con las diversas ramas y remolinos del Atlántico nordoriental,
estando formado por la "corriente de Florida" la "corriente del Golfo" y la "corriente del
Atlántico Norte".
La corriente de Florida se extiende desde el estrecho de Florida hasta el cabo Hatteras
reforzada por la corriente de las Antillas, siendo su velocidad en el estrecho de Florida
mayor a los 160 centímetros por segundo en la superficie, como resultado de la diferencia
de nivel que existe entre las aguas del golfo de México y las de la costa atlántica de los
Estados Unidos, debido probablemente al efecto de los vientos alisios.
La corriente del Golfo constituye la parte central del sistema y va desde el cabo Hatteras
hasta aproximadamente los 45º de longitud Oeste donde empieza a ramificarse, es muy
bien definida y relativamente angosta, y tiene una velocidad en la superficie de 120 y 140
centímetros por segundo.
La corriente del Atlántico Norte comprende a todas las corrientes que tiran al Norte y al Este
a continuación de la corriente del Golfo, estando formada por sus ramificaciones, entre las
cuales hay contracorrientes y remolinos. Tienen dos ramas principales, de las cuales la
septentrional que está entre los 50º y los 52º de latitud Norte fluye en general al Nordeste
dividiéndose en la "corriente de Irminger" , la "corriente de Noruega", y la meridional por los
45º de latitud Norte.
Las ramas terminales del sistema de la corriente del Golfo son la corriente de Irminger, que
va hacia el Oeste por el Sur de Islandia, haciendo que los últimos restos del sistema se
perciban cerca del cabo Farewell, y la corriente de Noruega, que fluye al este en el mar de
Noruega y luego al Norte hacia el mar Polar, bifurcándose en una rama que baña las costas
oeste y norte de Spitzbergen y en otra que entra al mar de Barents, y cuya velocidad es de
hasta 30 centímetros por segundo.
En el mar Polar del Norte una corriente fría alimenta a la "corriente Occidental de
Groenlandia", que corre a lo largo de la costa groenlandesa con unos 30 centímetros por
segundo de velocidad transportando aguas frías y que se divide en dos, con una rama que
circula al Sudoeste entre Islandia y Groenlandia y otra que va al Sudeste hacia el mar de
Noruega como la "corriente Artica Oriental de Islandia".
Al oeste de Groenlandia, la "corriente Occidental de Groenlandia " de aguas calientes tira
hacia el Norte, entrando en parte a la bahía de Baffin y uniéndose en parte en el estrecho
de Davis con la "corriente del Labrador" de aguas de baja temperatura y que circula al Sur a
lo largo de la costa americana.
Por el estrecho de Yucatán entre el golfo de Méjico la "corriente del Caribe" que, circulando
por él, se une a la corriente de Florida.

Las corrientes de los mares Mediterráneo y Negro

Por el estrecho de Gibraltar penetra el mar Mediterráneo una corriente de superficie


(que es compensada por agua que sale al océano por encima del umbral del estrecho y por
el exceso de evaporación en el mar Mediterráneo) que bordea la costa Norte del Africa y al
llegar a Sicilia despide hacia la izquierda una rama que baña la costa norte de esta isla, la
costa occidental de Italia y las de Francia y España, y que termina en un gran remolino al
Oeste de Cerdeña y Córcega rodeando a las islas Baleares.
La otra rama es esta corriente sigue por las costas de Egipto y del Asia Menor, la costa
oriental de Grecia, pasa junto al Peloponeso, echa una rama hacia el Adriático y desprende
otra que gira al sur y al Sudeste par unirse a la corriente general.
Del mar Negro la corriente se superficie sale al Mediterráneo por el Bósforo y los
Dardanelos.

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Las corrientes del Atlántico Ecuatorial

Alimentada por la "corriente de Benguela" fluye hacia el Oeste la "corriente


Ecuatorial del Sur"; entre ésta y la corriente Ecuatorial del Norte corre al Este la
"contracorriente Ecuatorial", que se une a la "corriente de Guinea" que baña la costa del
Africa desde el cabo Verde hacia el Sur y el Este penetrando en el Golfo Guinea.
Esta contracorriente es mantenida en circulación por la región de las calmas ecuatorial
debido al mayor nivel de la superficie del mar en la parte occidental del océano a causa del
apilamiento de agua a que dan lugar los vientos alisios.

Las corrientes del Atlántico Sur

A lo largo de la costa africana sudoccidental tira al Norte la corriente de Benguela,


ala que está ligada una región de surgencia que va desde el cabo de Buena Esperanza
hasta los 15º de latitud Sur aproximadamente, para entrar a formar parte de la corriente
Ecuatorial del Sur.
Esta última despide una rama hacia el Sur que corre a lo largo de la costa de América con
el nombre de "corriente del Brasil" hasta la latitud del Río de la Plata.
Desde el Sur y a lo largo de la costa Argentina circula hacia el Norte llegando hasta los 30º
de latitud Sur aproximadamente, la "corriente de las Malvinas" que transporta agua fría.
En la parte meridional correspondiente a la región de los vientos del Oeste fluye hacia el
Este la "corriente del Atlántico Sur".

Las corrientes del Indico

Es característica de este océano la variación estacional de la circulación a causa de


los cambios que sufre durante el año los vientos predominantes del régimen monzónico.
Entre el Africa del Sur y Australia la corriente es en dirección general Este doblando al Norte
durante el verano y recibiendo el aporte de una corriente que viene del Pacífico por el Sur
del continente australiano, pero siguiendo hacia el Este durante el invierno.
Al norte de los 20º de latitud Sur la corriente Ecuatorial del Sur corre al Oeste con mayor
velocidad en el invierno, en que es reforzada por agua que proviene del Pacífico por el
Norte de Australia, pero agua que proviene del Pacífico por el norte de Australia, pero que
durante el verano va hacia el Este alimentando en parte a la "corriente de las Agujas"
después de recorrer la costa oriental del Africa.
La corriente de las Agujas circula hacia el Sur desde los 30º de latitud Sur para doblar luego
al Este en la circulación del Índico.
Al norte de los 10º de latitud Sur las corrientes varían mucho de una a otra estación del año
a causa de los cambios estacionales de los vientos predominantes, de modo que cuando
sopla el monzón del Noroeste en invierno, la corriente Ecuatorial del Norte está bien
desarrollada con la presencia de la "contracorriente Ecuatorial" que tira al Este en
aproximadamente los 7º de latitud Sur, y en la costa africana entre Adén y los 5º de latitud
Sur las aguas van al Sur.
Cuando sopla el monzón del Sudoeste en verano, la corriente Ecuatorial del Norte
desaparece para ser reemplazada por la "corriente Monzónica" de dirección Este, siendo
probable que tampoco esté presente la contracorriente Ecuatorial, y circulando al Norte las
aguas próximas a la costa africana desde los 10º de latitud sur.

Las corrientes del Pacífico Norte

En la región occidental la corriente Ecuatorial del Norte se bifurca, entrando la rama


que va al Norte a formar parte del "sistema del Kuro-Sivo", la "corriente del Pacífico Norte" y
la "corriente de Tsushima".
La corriente de Kuro-Sivo corre próxima al Japón desde la isla de Formosa hasta los 35º de
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latitud Norte, muestra cierta analogía con la corriente de Florida y tiene una velocidad de
aproximadamente 85 centímetros por segundo.
La extensión del Kuro-Sivo circula al Este hasta aproximadamente los 160º de longitud
Este, habiéndose alejado de la costa del Japón en los 35º de latitud Norte, donde se
ensancha para ramificarse luego en dos, mezclándose la rama del Norte con la "corriente
de Oya-Sivo" y alimentando la del Sur a la "contracorriente de Kuro-Sivo".
La corriente del Pacífico Norte va de los 160º de Longitud Este hasta los 150º de longitud
Oeste, transportando las aguas de la corriente de Kuro – Sivo hacia el Estesudeste y la
corriente de Tsushima tiene dirección Norte y circula en el mar del Japón.
La "Corriente de Alaska" corre a lo largo de la costa de Alaska hacia el Norte, recorre la
islas Aleutianas, entra al mar de Bering en el cual se enfrían sus aguas y baja luego al
Sudoeste para formar la "corriente de Kamchatka" que, a partir de los 50º de latitud Norte
aproximadamente, toma el nombre de corriente de Oya – Sivo para llegar hasta las islas
septentrionales del Japón.
La "corriente de California" baña las costas occidentales de Norteamérica desde los 48º de
latitud Norte, se une a la corriente Ecuatorial del Norte en los 23º de latitud Norte, y está
asociada al fenómeno de surgencia que se manifiesta de manera señalada en los 41º y los
35º de latitud Norte.

Las corrientes del Pacífico Ecuatorial

La corriente Ecuatorial del Norte y la corriente ecuatorial del Sur circulan al Oeste
teniendo entre ellas la contracorriente Ecuatorial que va a l Este por la región de las calmas
ecuatoriales, estando la primera toda en el hemisferio Norte y llegando la segunda hasta los
5º de latitud Norte aproximadamente.
La contracorriente Ecuatorial está bien desarrollada, se halla presente durante todo el año,
se encuentra siempre al Norte del Ecuador pero mayor latitud durante el verano, tiene una
velocidad media de unos 50 centímetros por segundo que llega hasta los 100 centímetros
por segundo y es producida por la diferencia de nivel de la superficie del mar entre el Este y
el Oeste a causa de los alisios.

Las corrientes del Pacífico Sur

La "Corriente del Perú o Corriente Peruana, baña la costa occidental de América del
Sur, es de aguas frías, tiene poca velocidad, en los 35º de latitud Sur es de unos 900 km. de
ancho y está asociada a una surgencia o afloramiento muy señalado frente al Perú, que es
particularmente manifiesta en los 5º y los 15º de latitud Sur. Durante el verano del
hemisferio Norte converge con la contracorriente Ecuatorial que en el invierno dirige sus
aguas al Sur a lo largo de las costas de la República del Ecuador, con el nombre de " El
Niño".
En alguno casos El Niño avanza hacia el Sur más de lo que es común, haciendo que sus
aguas calientes lleguen hasta los 12º de latitud Sur, influyendo muy perjudicialmente en la
meteorología de esa región al producir precipitaciones que son hasta 100 veces mayores de
lo normal y al causar una gran mortandad entre los peces que pueblan las aguas peruanas
y constituyen el alimento de las aves guaneras de la zona.
En la parte meridional correspondiente a la región de los vientos del Oeste fluye al Este la
"Corriente del Pacífico Sur" (*)

(*) el autor solo se limita a transcribir la información consignada por la bibliografía,


dejando como tema de discusión y trabajo en clase el capítulo "Anomalías de la
Corriente Peruana", su opinión sobre el tópico.

Las corrientes del Antártico


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Todo alrededor del continente Antártico circula la corriente Antártica Circumpolar"
hacia el Este, mostrando desviaciones asociadas con las características geográficas y la
topografía del fondo y haciéndose sentir desde la superficie al fondo.
En lo mares de Weddell y de Ross la circulación del las aguas es en el sentido de las agujas
del reloj y junto a la costa de la Antártida, ella es hacia el oeste en consonancia con os
vientos predominantes de Este.
A principios de 1972 se emprendió una serie de experiencias destinadas a estudiar la costa
antártica, mediante transmisores radioeléctricos ubicados sobre témpanos por helicópteros
para determinar repetidamente su posición a través de satélites artificiales francés " Eole" y
estadounidense "Nimbus F" (Tchernia, 1974).

Fuente: Margaleff R.
Los Océanos
Biblioteca Salvat
Salvat Ediciones 1974 pp. 36 - 49
Panzarini Rodolfo N.
Introducción a la Oceanografía
EUDEBA 1984 pp. 73 - 86
Batt J.J.
Oceanography
Omega 1986 pp. 109 - 119

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