1) ¿Cuáles son los dos hechos que marcan el paso de la persecución, del cristianismo, a
religión del estado? (tema 12)
El edicto de Constantino del 313, que daba libertad de cultos y la ley declarada por
Teodosio el año 379 que declaraba fuera de ley al paganismo y establecía religión oficial
del Estado al cristianismo.
“Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del
Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios
verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todo fue
hecho”... “Creo en el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y
el Hijo recibe una misma adoración y gloria”.
El Concilio de Éfeso: del año 431, nos interesa mucho. Había que condenar el nesto-
rianismo, herejía que ya conocemos también. El pueblo cristiano mantenía viva y recta la fe
católica: Jesús, era Dios y hombre, y basta. Con esto tenía bastante. Pero esta vez fue el
pueblo el gran héroe de la verdad. Nestorio, obispo de Constantinopla, mantenía en Cristo
DOS personas, una la del Hijo de Dios y otra la del hombre Jesús, e hizo predicar a un sa-
cerdote de su confianza que María no era la “Theotókos”, la “Madre de Dios”, sino sólo la
“Kristotókos”, es decir, la “Madre de Cristo”.
A finales del siglo V, el año 480, nacía en Italia el Santo que un día sería el Patriar-ca de
todo el monacato de Occidente: San Benito de Nursia. La Regla que escribió para sus
monjes es suave, práctica, pues toda se reduce a desarrollar el lema que inscribía en el
monasterio: “Ora et labora”, es decir, “Reza y trabaja”. Dios lo llenaba todo, conforme
también a otro de sus lemas: “Ut in omnibus glorificetur Deus”, o sea, “Que Dios sea
glorificado en todas las cosas”. La vida del monasterio se reducía entonces a la oración y
al trabajo. El monje quedaba comprometido de manera fija en su monasterio. Hacía los
votos de pobreza, castidad y obediencia, y se sujetaba a la autoridad del Abad, que tenía
como ayuda al Prior.