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Nombramiento de los representantes legales

El artículo 110 numeral 6 del Código de Comercio señala que el acta o escritura de
constitución de la sociedad debe indicar la forma de administrar los negocios sociales e
indicar las atribuciones de los administradores de la sociedad y las reservadas para los
asociados, las asambleas y las juntas de socios.

Debe estar compuesto por un contrato público, una propiedad única y una sociedad
anónima simplificada puede estar constituida por un documento privado inscrito oficialmente
en el registro mercantil, que debe incluir además el nombramiento del representante legal de
la respectiva empresa. De lo anterior se puede constatar que, si la escritura pública o
documento privado de constitución de la empresa no designa al menos un representante
legal, la organización no podrá constituirse y no tendrá vida legal, porque no existirá. Un
elemento indispensable de la Constitución la capacita para ejercerla y hacerla titular de
derechos y obligaciones.

Ahora bien, en general, la designación y remoción del representante legal es


responsabilidad de la organización prevista por los estatutos, generalmente en la junta
general de accionistas o el presidente de la junta de membresía o la junta directiva. Se trata
de un cargo voluntario, teniendo en cuenta los deberes, obligaciones y responsabilidades
que le imponen las leyes y reglamentos estatutarios. Para nombrar o revocar al
representante legal no es necesario realizar reformas estatutarias. Solo es necesario
registrar copia del acta de reunión del nombramiento o revocación del cargo, registrar el
nombramiento en la agencia de registro mercantil correspondiente, y luego colocar anuncios
y realizarla Ejecutable. Los representantes legales pueden recaer en personas físicas o
jurídicas.

Si el negocio legal del representante legal va en contra de los intereses de la empresa,


siempre que el tercero conozca o comprenda el conflicto de intereses con moderado
esfuerzo y cautela, este último podrá solicitar la terminación del negocio. El representante
legal puede entonces actuar de acuerdo con los poderes otorgados por el contrato social o,
si ese poder no está restringido por este documento, debe entenderse que puede realizar
todas las acciones en el día a día de la empresa. Y necesitará un poder especial para
realizar acciones más allá del alcance de estos negocios o de los poderes que se le otorgan.
Si el representante actúa sin poder o se excede en su poder, él mismo responderá de buena
fe del cumplimiento de la promesa o de su valor y del daño que por ella cause frente a un
tercero.

La Cámara de Comercio es la entidad encargada de realizar el registro mercantil y certificar


sus acciones y documentos registrales. Por su parte, todos los empresarios, incluidas las
sociedades mercantiles, están obligados a inscribirse en el registro mercantil y registrar
todos los actos, documentos y libros para los que la ley exige tales trámites.

Ahora bien, como requisito de terminación del cargo de representante legal, es necesaria la
inscripción de un nuevo nombramiento en el Registro Mercantil de la Cámara de Comercio
del domicilio social. Al respecto, los artículos 164 y 442 del Código de Comercio
disponen:

Artículo 164. Las personas inscritas como representantes societarios en la Cámara de


Comercio del Domicilio Social y sus auditores fiscales, para todos los efectos legales,
conservarán esta naturaleza, mientras no se cancele o seleccione la inscripción antes
mencionada por la inscripción de un nuevo nombramiento. Simplemente confirmar o volver a
seleccionar a los que ya se han registrado no requerirá un nuevo registro.

Artículo 442. Para todos los efectos legales, mientras no se cancele la inscripción en el
nuevo nombramiento, será representante de la empresa la persona inscrita en el
correspondiente registro mercantil a nombre del gerente principal y suplente.

De acuerdo con estos estándares, se puede explicar que si bien se acepta y ejerce el cargo
de representante legal por un período determinado, y la empresa no registra un nuevo
nombramiento para este cargo, el registro mercantil de la persona que aparece en este
cargo sigue siendo la finalidad legal de la empresa. Es el representante legal y continúa
siendo titular de las responsabilidades que le otorga la ley, según se describe en los
párrafos anteriores de este capítulo.

El representante legal suplente


El cargo vacante del representante principal tendrá la misma capacidad que él y será
determinado por la ley o la autoridad competente del representante, salvo que la agencia le
otorgue facultades distintas. Salvo en el caso de sociedades personas jurídicas que deban
ser designadas de conformidad con el artículo 440 de la Ley de Comercio, la designación
de otros representantes legales suele ser opcional. Sin embargo, creemos que este no es un
criterio obligatorio, porque no hay razón para tratarlo de manera diferente, por lo que, de
hecho, la cita es opcional para todas las empresas.

Al igual que el mandante, el representante legal suplente tiene las facultades que le otorga
el decreto, y sin proveer el decreto, puede entender que puede realizar todas las acciones
relacionadas con el objeto social de la empresa, pues como regla general, es comprensible
que el representante legal suplente sea El mismo poder reemplaza al cliente. Son tantos que
al actuar como suplente es el titular de las mismas responsabilidades y obligaciones que el
representante principal, pero es comprensible que cuando actúa como gerente, sea solo
responsabilidad y responsabilidad de estas personas.

Ahora bien, la diferencia entre las facultades y deberes del suplente y el representante
principal es el momento en que el suplente puede ejercer su poder, porque mientras el
mandante no se equivoque, no puede actuar y no tiene ningún poder del gerente. , A menos
que las mismas regulaciones o socios les otorguen el poder de actuar mientras el principal
aún se encuentre presente.

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