En alguna parte del camino se halló un cuerpo tirado por
doquier sobre una montañ a nevada… la cabeza llena de orificios y su rostro pá lido, ojeroso y ¡lleno de bichos! Má s abajo se encontraba esparcido el resto de su cuerpo. Los brazos y piernas se localizaban a metros de distancia. El tronco junto a un arbusto asemejaba ser un sombrío espantapá jaros. Las entrañ as, tendones, venas, piel y vello cubrían parte del territorio. La sangre componía un gigantesco granizado en el frío lugar. Los huesos apilados formaban una torre gigantesca. Un día cualquiera con esfuerzo sobrenatural este ser logró unir todas sus partes y así se convirtió en el tenebroso hombre de las nieves, desde entonces empezó a espantar a todos los cazadores que se acercaran a su territorio, tanto asustó que se convirtió en leyenda.