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ECONOMÍA SOCIAL

(BORRADOR)

Octavio Cevallos.

Proyecto Final (Revista).

La estructura económica de  Mendoza  se caracteriza por la producción e


industrialización de productos agrícolas. La abundante cosecha de vid, frutas y
hortalizas dio origen a una importante industria vitivinícola y de producción de
conservas.

El perfil económico de Mendoza, en primera instancia, es el mundo del vino.


Decimos esto porqué la principal actividad es la vitivinicultura, siendo la provincia
más importante en la producción de Vinos Argentinos. La mitad de las
explotaciones agrícolas mendocinas corresponden a dicha rama. Mendoza
desarrolla esta actividad desde 1598, y se vio muy favorecida con la llegada del
ferrocarril en 1885. Ya en 1887 la provincia tenía 2000 hectáreas de viñedos.

Hoy, con el 70 por ciento de los viñedos del país e igual porcentaje de producción
vínica, Mendoza es el principal centro vitivinícola de América y Argentina.

En sus más de 1.200 bodegas, algunas artesanales y otras con tecnología de


avanzada, se elaboran vinos y champañas. Año tras año, la calidad de estos
productos queda ratificada en concursos internacionales y sus exportaciones hacia
Brasil, Estados Unidos, Chile, Japón y la Unión Europea, entre otros mercados, van
en progresivo aumento.

En realidad el primer perfil económico Mendoza comenzó definiéndola como una


provincia olivícola. Dicha producción disminuyó su importancia con el tiempo por las
características biológicas de dicho cultivo (que, por ejemplo, alcanza su madurez a
los 8 años de plantado) y la ecología del lugar, que afectaron la estabilidad de la
producción. Se procuró combinar ambos cultivos, pero dicha combinación no fue
rentable. Pero incluso a pesar del retroceso de la actividad, Mendoza lidera la
producción argentina de olivo, con un 52% del total nacional.

A principios de siglo comenzaron a realizarse cultivos hortícolas, para abandonar el


monocultivo de la vid. Las principales zonas hortícolas son los oasis meridionales, la
cuenca media del río Tunuyán y las zonas aledañas a la capital. El principal producto
hortícola de Mendoza es el tomate, seguido por la papa y la cebolla.

En el orden de la fruticultura Mendoza es la primera productora nacional de


cerezas, guindas, damascos, ciruelas, membrillos y nueces, y la segunda de
duraznos, manzanas y peras.
Otras producciones que definen el perfil económico de Mendoza

A la base tradicional de la economía mendocina —el cultivo de la vid y el olivo,


frutas y hortalizas y producciones derivadas (mostos, vinos, jugos, conservas,
etc.), —se ha ido sumando, en las últimas décadas, la producción de bienes
intermedios; el desarrollo de la industria metalmecánica.

Entre los minerales metalíferos se destaca la producción de uranio, que comienza a


sobrepasar a la del hierro y el manganeso. Las extracciones no metalíferas más
importantes son las talco y bentonita. Las minas más antiguas conocidas son las de
Paramillos de Uspallata – de plomo, plata y zinc – descubiertas en 1683. Sus ruinas
se conservan en la actualidad, las que son visitadas por numerosos turistas.

La principal veta minera de Mendoza es el petróleo, cuyas regalías representan casi


el 90% del sector minas y canteras del Producto Bruto mendocino. La provincia
produce cerca del 14,1% del total del país. El petróleo se extrae principalmente de
Vizcacheras, La ventana y Barrancas, seguidas por Malargüe y Tupungato.

También se ha convertido en polo importante para la actividad comercial, ganadera


y de explotación forestal. Y, por supuesto, el turismo, que ha aumentado
enormemente su gravitación (Otro tanto puede decirse respecto a la importancia
creciente de Mendoza como plaza para la realización de congresos y convenciones).

La provincia cuenta con infraestructura para la producción —con ocho parques o


zonas industriales—, las finanzas, el comercio, los servicios y el turismo receptivo.

La actividad comercial se despliega en numerosos centros de compras, shoppings,


open malls e hipermercados.

Asimismo, existe un amplio mercado artesanal de piezas únicas realizadas con


técnicas tradicionales (trenzado en cuero, tejido en telar de piezas de alpaca,
llama, vicuña y oveja y trenzado en cestería). O de productos regionales, como
dulces, conservas, bebidas espirituosas y encurtidos.

Micro Emprendimiento de Envasado de Salsa de Tómate de la Provincia de


Mendoza:

ELABORACIÓN Y PROCESADO DEL TOMATE ENVASADO DE LA PROVINCIA


DE MENDOZA:

Proceso de Elaboración:

Su elaboración comienza con la recepción de la materia prima y su selección. Así,


se eliminan piezas no aptas que condicionan la calidad del producto.
La conserva del tomate ha sido tradicional a nivel familiar desde principios de
siglo, pero en la década de los 70, experimentó un gran auge, que se ha mantenido
hasta la actualidad. Son numerosas las formas de presentación del tomate en
conserva: tomate natural pelado, tomate natural pelado y triturado, tomate frito,
tomate concentrado, zumo de tomate, salsas de tomate, etc.

En cuanto a las  características que debe tener el tomate para su uso industrial,
éstas se refieren  a la forma, el color y el tamaño, pero son más importantes los
caracteres relativos a la calidad intrínseca como acidez, contenido en azúcares y
materia seca.

Clasificación:

La clasificación y selección de los tomates permite que sean más adecuados para la
automatización de operaciones como el pelado. La selección permite un mejor
control de los pesos añadidos a los envases de venta normalizados.  La selección
puede llevarse a cabo por tamaño, peso, forma y color.

Selección:

Esta se lleva a cabo para mantener la calidad del producto final, eliminando
aquellos tomates que no reúnan los requisitos. La selección se puede realizar de
forma manual o automática.

Limpieza:

Una vez que el producto está en la planta de proceso, después de su primera


selección, se procede al lavado. Los tomates son lavados para eliminar la suciedad
que los acompaña y reducir también la carga microbiana, lo cual aumenta la eficacia
en la esterilización. El lavado se realiza mediante inmersión y aspersión en la balsa
con elevador.

El funcionamiento de esta balsa, consiste en la entrada a granel del producto en la


balsa donde es lavado, y un elevador con cuello de cisne lo deposita en la siguiente
máquina.

Mendoza tiene la planta de envasado de tomates más grande del país:

La planta industrial de procesamiento de tomate más grande del país está en


Mendoza, exactamente en el departamento de San Martín. Procesará 1 millón de
kilogramos de tomates por día, a partir de la próxima temporada, lo cual
demandará de unas 1400 hectáreas de producción local para su abastecimiento.
El Estado tiene que estar junto al  pequeño productor y esta es una alternativa muy
fuerte de trabajo”, dijo el mandatario al explicar que el kilogramo de  tomate se
paga entre $0,85 y un peso, a 60 o 90 días máximo de plazo.

“Si consideramos que en Mendoza por hectárea de tierra cultivada se cosechan


unos 70 a 80 mil kilos de tomate, y que esta sóla planta va a requerir de unas 1400
hectáreas productivas al año para su abastecimiento, estamos diciendo que son
muchos los agricultores que tendrán trabajo”, “Esto sin duda mejora la economía
de la región y es una herramienta más de trabajo para el agro”.

La gran inversión con la que se está haciendo en el PASIP (Parque de Servicios


Industriales Palmira) y explicó que todo contribuye a generar nuevo desarrollo y
sustitución de inversiones. De hecho, los cestos de madera que utiliza Baggio se
importaban de Chile y, para esta fábrica, se pidieron a aserraderos mendocinos lo
cual es otra fuente de ingresos para otro sector económico.

Baggio invirtió más de $50 millones en la planta industrial ubicada en la zona rural
de San Martín, desde donde producirá, concentrará y envasará pasta de
tomate  para uso industrial y doméstico.  Generará más de 100 puestos de
trabajo  directos  y mucha mano de obra indirecta ya que precisará, para su
abastecimiento, de la producción de unas 1400 hectáreas de tomate mendocino.

Para concretar este emprendimiento el Gobierno apoyó y acompañó todo el proceso


en el que se realizaron obras de infraestructura para acercar los servicios básicos
hasta la zona. Para ello la Cooperativa Eléctrica Alto Verde realizó el tendido
eléctrico, Irrigación aprobó la factibilidad para la perforación de nuevos pozos y
se instalaron 5 km de tuberías para la provisión de gas.

La fábrica:

La planta industrial de procesamiento de tomate es la más grande del país. Se


ubica en Carril Chivilcoy y Robert, del distrito El Ramblón en San Martín.

Se emplaza en un predio de 120 hectáreas y su principal objetivo es sustituir


importaciones de pasta de tomate, ya que Argentina actualmente produce poco
más de la mitad del tomate que se consume.

gerente de Baggio en Mendoza, explicó que el tomate perita que se cultiva en


Mendoza es el más valorado entre los consumidores argentinos por la calidad de su
pulpa y la concentración de su sabor.
Baggio  instaló, en 1983, su primera planta productiva en Gualeguaychú  para el
envasado de productos con la marca Mocoretá. La firma cuenta con unos 1.500
empleados en el país y  exporta a 44 países de todo el mundo.

Envasado:

El envasado tiene la función de proteger adecuadamente al producto de la


contaminación por agentes externos, es decir, el envase debe conservar las
propiedades intrínsecas del producto tales como sabor, olor, aroma, etc.

Los envases para la venta al consumidor de tomate en conserva, suelen ser


metálicos, de vidrio, o de combinaciones cartón-plástico-aluminio. La elección de
cada envase, va en función de la presentación del producto (entero, triturado,
frito, etc.) y del tiempo y las condiciones en las que se quiera conservar.

 Tomates en Conserva:

En la conserva, se introducen los tomates y un líquido compuesto por agua y sal,


añadiéndose en la mayoría de las ocasiones ácido cítrico (E-330), que se utiliza con
una doble finalidad: como antioxidante y para reducir el pH de las conservas.

Primera Fase de Fabricación:

Cuando el producto está triturado irá a una  tolva de recogida  (recipiente


generalmente metálico) compuesta por una bomba de impulsión que impulsará el
producto triturado a un  cocedor tubular.

Una vez terminada la fase de cocción, el producto es extraído del cocedor tubular
por una  bomba monosanitaria  que lo enviará a la siguiente máquina,
la  turbopasadora. La función de esta máquina es la de descomponer el producto,
dejándolo en partículas tan pequeñas como se desee.

Cuando el producto ha pasado por la turbopasadora y es tamizado se irá


depositando en un pulmón previo al  pasteurizador, para conseguir una acumulación
del producto de tal forma que la entrada al pasteurizador tubular se realice en
continuo para aprovechar su máximo rendimiento.

La función de éste, es conseguir disminuir la población de bacterias evitando la


degradación de algunas propiedades del producto como sabor, olor, color, etc.

Cuando el producto está pasteurizado se realizará la labor de llenado en una


llenadora aséptica, la cual se encargará de llenar bolsas asépticas, manteniendo la
esterilidad que se le había aplicado al producto en el proceso de pasteurizado.

Segunda Fase de Fabricación:


En esta fase, los botes vacíos son lavados en la lavadora volteadora de botes, la
cual los dejará listos para ser llenados. Esta máquina da al bote un giro de 180
grados a la vez que inyecta agua presurizada en el interior del envase para su
esterilización.

Una vez terminado el proceso de lavado y posicionamiento del envase, éste llegará
a la dosificadora por medio de un transportador. La dosificadora será la encargada
de extraer el producto de la bolsa aséptica, para depositar la cantidad exacta en
cada envase.

Cuando los envases son llenados, pasan directamente a la cerradora. Es aquí donde
se cerrarán herméticamente con el objetivo de garantizar una larga conservación
del producto y el envase.

Posteriormente, entraría en el pasteurizador-enfriador, para obtener un


esterilizado del producto y el envase. Con ello, se consigue disminuir la población
de microorganismos mediante la elevación de la temperatura durante un
determinado tiempo.

Después, se producirá un enfriamiento prolongado con agua a temperatura


ambiente, lo cual permite conservar las propiedades del producto en condiciones
óptimas.

El último paso, será poner la correspondiente etiqueta a cada uno de los envases y
enviar los botes etiquetados a la zona de almacenaje para su posterior expedición.

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