Está en la página 1de 18

Fragmentos de Diálogo en Aula

Emergencias y Decadencias de Paradigmas


en la Historia de la Humanidad

(M. Salazar "Educación para el Desarrollo:


Descolonización desde el Aula" Tesis de Maestría.
CIDES - UMSA: 2010)
Macroparadigmas en la historia de la humanidad

Marynés: “Ayer tuvimos una sesión muy interesante, recordamos alguna


información que teníamos por ahí guardada sobre lo que se
conoce como la edad primitiva, la edad antigua, la edad media, la
edad moderna y la edad contemporánea o posmoderna. Todo
esto con el fin de analizar los procesos de desarrollo humano en
la historia universal”.

“Ya que hemos hecho el recorrido por todas las eras mencionadas
por los historiadores, me gustaría volverles a hacer la pregunta
inicial: ¿podemos hablar de desarrollo humano en la historia
universal?

Hernan: “En realidad después de lo analizado creo que no deberíamos


llamar historia universal, sino mundial, porque como hemos visto
nada se puede universalizar, lo que sucede en un lado no sucede
en el otro”.

Javier: “Mucho menos podríamos hablar de desarrollo humano universal,


si hemos dicho que el desarrollo es cualitativo y no cuantitativo, yo
tengo la impresión de que a lo largo de la historia de la humanidad
hemos estado más bien produciendo cosas, que nos ha hecho
creer que estábamos desarrollando como seres humanos cuando
en realidad estábamos creciendo”.

Luisa: “Bueno, si bien ha habido más crecimiento por la producción de


cosas, también han habido avances cualitativos que han hecho
que los seres humanos desarrollemos, pero somos tan diversos
que realmente no se podría hablar del desarrollo universal, tal vez
podríamos hablar del desarrollo de los pueblos”.

Jorge: “Ahora con la interculturalidad poco a poco nos vamos a dar


cuenta de que nuestros pueblos eran más desarrollados, tal vez
no tenían la tecnología de Europa o de Norte América, pero sus
tecnologías eran igualmente grandes, al punto de que ahora las
están copiando”.

Marynés: “Todavía voy a dejar la pregunta en el aire, pues me gustaría


agregar a lo ya dicho sobre la historia universal, algunos puntos
que tal vez sean interesantes para seguir avanzando en la
discusión. Hoy dialogaremos sobre los macroparadigmas.”

“Si bien yo voy a tomar la palabra un poquito más que ayer, les
ruego no cortar el proceso de diálogo tan bien establecido hasta el
momento”.

Julieta: “Este es el momento que estaba esperando”.


Marynés: “Ya ubicados en la historia universal, resaltando que coincido con
ustedes que no es muy universal que digamos pero que nos sirve
a manera de parámetros quisiera hablar de los paradigmas del
desarrollo humano, pero antes quisiera saber ¿qué son los
paradigmas para ustedes?”.

Hernán: “Corrientes de pensamiento”.

María: “Modelos”.

César: “Formas de interpretar la realidad”.

Carlos: “Esquemas”.

Luisa: “Representaciones”.

Marynés: “Bien, tiene que ver con todo lo que han dicho. El término
paradigma fue utilizado por mucho tiempo casi como exclusivo de
las comunidades científicas a manera de modelos, ejemplos y
generalizaciones compartidos por esas comunidades, hasta que
Thomas Kuhn en el año 1962 lo popularizó definiéndolo como la
las teorías o las maneras científicas de mirar el mundo, pero la
popularidad que tuvo su obra “la tensión esencial” hizo que
diferentes personas se percataran que los paradigmas no se
limitaban al rigor científico sino que estaban presentes en cada
momento de la vida cotidiana. A raíz de ello, se define como
paradigma “aquellas formas de interpretar la realidad que están
presentes en los miembros de un sistema, cualquiera sea este”.

Jorge: “Entonces, si los paradigmas no solo pertenecen a las


comunidades científicas, ¡nuestros pueblos tienen sus propios
paradigmas, aunque no hubieran nunca pisado una universidad!

Marynés: “¡Exacto!, todos tenemos paradigmas como miembros de un


sistema, sea éste científico o no”.

Carla: “¿Podríamos decir que las cosmovisiones son paradigmas?”.

Marynés: “Algunos autores dirían que las cosmovisiones son macro


paradigmas. Ellos dicen que cuando un paradigma logra la
aceptación social y es asumido como una verdad, se está
hablando de un macro paradigma. Por eso una cosmovisión
podría llamarse así”.

Laura: “¿Qué se necesita para que sea un macro paradigma?”

Marynés: “Cuando surge un paradigma, es decir una nueva forma de


interpretar la realidad, inicialmente suele ser aceptado por un
grupo pequeño que de alguna manera se rebela a los paradigmas
vigentes, este grupo es conocido como “minoría creativa”.
“Las minorías creativas van difundiendo su nueva idea
encontrándose casi siempre con gente que se burla de ellos
incluso los ataca, esta gente es la que se encuentra en “parálisis
paradigmática” pues son las personas que se han acomodado o
beneficiado en los paradigmas vigentes hasta ese momento, pero
también se encuentran con gente inquieta que de alguna manera
estaban buscando nuevas respuestas para sus preguntas, es
decir gente que se encuentra en “flexibilidad paradigmática”. Entre
la parálisis y el cambio se producen “crisis paradigmáticas” y
como ustedes saben todos tienen miedo a la crisis”.

“Las minorías creativas van creciendo hasta hacerse mayorías


que difunden el nuevo paradigma hasta que la gente lo asume en
su cotidiano como verdad, ahí se habla de los macro paradigmas.

Javier: “Quiero preguntar si nosotros podemos ser minorías creativas”.

Marynés: “Eso espero, pues para hacer educación para el desarrollo


realmente necesitamos gente que tenga flexibilidad
paradigmática. ¿Quieren que les de ejemplos que se dieron a lo
largo de la historia universal?”.

Todos: ¡Siiii!

Marynés: “Bien, manos a la obra”.

“A propósito de la historia universal me gustaría recordarles que


antes del siglo XII, es decir en la era primitiva y antigua, los
paradigmas, o sea la forma de interpretar la realidad estaba
fuertemente influida por la creencia de la convivencia de los
dioses, semidioses y ángeles con los seres humanos y los
animales. Los supuestos articuladores estaban referidos
principalmente a la búsqueda de la excelencia y ésta se
manifestaba en el logro de la perfección física en tanto fuerza y
belleza como sentido de la vida diaria. La gente se concebía como
parte de un todo. A esta forma de interpretar la realidad se la
conoce como macro paradigma inmanente”.

María: “¿Por qué inmanente?”

Marynés: “Porque se concebía un todo inmanente al que el hombre


pertenecía. Una creencia vivencial de pertenencia a un todo del
que se es parte, por ello se creía que dioses, semidioses,
ángeles, seres mitológicos, seres humanos y animales podían
convivir juntos. Había un sentimiento profundo de devoción a la
vida en todas sus manifestaciones, un reconocimiento de lo
pequeño que se es frente a lo inmenso del todo. Ese es el
reconocimiento de la inmanencia”.
“Durante el auge del paradigma inmanente, la mirada del hombre
se dirigía a sí mismo, pero como parte de un cosmos. El hombre
conocía la realidad porque ésta se explicaba por sí sola. Su
lectura era cosmocentrista”.

“La decadencia de este paradigma se generó cuando un grupo, al


que podemos llamar minoría creativa, dirigió su mirada hacia un
solo dios y pretendió explicar a través de él la realidad, el mundo,
las cosas. ¿Quiénes fueron estas personas?”.

Jaime: “¿Los cristianos?”.

Marynés: “En parte. No se olviden que la verdadera minoría creativa de ese


momento fueron los hebreos, quiénes a pesar de ser parte de los
pueblos esclavizados, comenzaron a difundir un nuevo
paradigma: ¡sólo existe un dios y no lo puedes ver!, ¿se imaginan
lo que sentirían aquellos que siempre creyeron que existían
dioses, semidioses, ángeles y seres mitológicos que convivían
con ellos?

Juana: “Les han debido decir locos!”.

Marynés: “Como a todos los que inician un nuevo paradigma”.

César: “Claro, después recién llega Cristo y después de muchos años,


hasta siglos aparecen los cristianos. Yo sé, que en esa época a
los primeros cristianos les decían ateos por no creer en los dioses
vigentes, y se los perseguía, torturaba y mataba por el sólo hecho
de pensar diferente”.

Marynés: “A pesar de ello, contribuyeron en la decadencia del macro


paradigma inmanente y en la emergencia del macro paradigma
trascendente”.

“Pero antes de dialogar de este paradigma me gustaría


puntualizar que los macro paradigmas surgen justo de aquellos
que son menos validados por la sociedad, de los marginados, de
los esclavos. ¿Por qué será?”.

César: “Porque buscan nuevas respuestas mientras que los que se han
acomodado al macro paradigma que está vigente en ese
momento son los privilegiados por los resultados de ese
paradigma”.

Marynés: “Eso es cierto y lo recalco porque se percatarán que los cambios


más drásticos se han generado así, por eso también se producen
las crisis”.

“Como les decía antes, a la caída del paradigma inmanente surge


el paradigma trascendente que coincide con la edad media. El ser
humano asume que existe un solo dios y que fue creado a su
imagen y semejanza, además con la posibilidad de disponer de
todo lo que ese dios había creado para él. Apareció el poder de la
iglesia”.

Julieta: “Ahí comenzó el poder que hasta ahora no dejan algunos. No me


acuerdo quién pero alguien dijo que la religión era el opio del
pueblo y yo le doy toda la razón, porque en esa época la gente
andaba como autómatas o muy atemorizados por lo que la iglesia
podía hacer con ellos”.

Marynés: “Lo que dices es cierto, sobre todo cuando el viejo paradigma se
vio amenazado de caer. Los que un día fueron impulsores de un
paradigma que parecía que iba a liberar al ser humano y a
generar igualdad, se convirtieron en opresores”.

“En el siglo XII la inquisición se hizo presente. Esta fue creada por
el pontificado de la edad media para localizar, procesar y
sentenciar a los culpables de herejía”.

Juana: “Nunca supe bien a quienes se les decía herejes”.

César: “Herejes eran todas las personas que no aceptaban la infalibilidad


de las verdades sustentadas por la iglesia, todos ellos eran
castigados”.

Juana: “Perdonen que pregunte algo más ¿por qué decían que se dio el
opio del pueblo en esa época?

Marynés: “Porque todo estaba adormilado por la consagración que pedía la


iglesia, a esto se llamó oscurantismo. Los científicos medievales
no intentaban predecir y controlar la naturaleza, pues los
supuestos fundamentales se centraban en la fe por la que el
hombre podía lograr su salvación y ésta lucha era la razón de su
paso por este mundo terrenal. En función a estos supuestos se
organizaban las jerarquías sociales y la vida cobraba valor”.

“Durante el auge del paradigma trascendente, el hombre se


diferencia de dios y se explica a sí mismo y al mundo a través de
él. Para esa época el paradigma decía que si el hombre
interpretaba la realidad era porque dios así lo permitía, pero la
conocía hasta donde él lo permitía. Su lectura era teocentrista”.

Diana: “Es decir centrada en dios. Pero ¿se puede decir que ese
paradigma desapareció? La mayor parte de nosotros seguimos
pensando en dios como el creador de todas las cosas, del ser
humano, del mundo, de los animales y del universo en pleno y la
fe es lo central en nuestras vidas”.
Jorge: “No todos creen en ese dios que tu mencionas, existen muchas
formas de creer en dios y de no creer en dios”.

Marynés: “Es cierto lo que ambos dicen y se debe a que ningún macro
paradigma desaparece totalmente, aunque, obviamente, van a ser
más fuertes en una época que en otra”.

“La decadencia del macro paradigma trascendente se generó


cuando una minoría creativa dirigió su mirada hacia el hombre y
pretendió explicar a través de él la realidad, el mundo, las cosas.
Comenzó el surgimiento del paradigma racionalista o mecánico
racional”.

“El concepto medieval de realidad empezó a descomponerse,


cuando Copérnico, Kepler y Galileo derrumbaron la idea del
universo geocéntrico ptolomeico, es decir que la tierra era el
centro del universo. Los supuestos fundamentales estaban
basados en principios físicos y de supremacía de la mente
humana que justificaron el dominio del hombre sobre la naturaleza
y dibujaron el paisaje de un hombre hecho a imagen y semejanza
de dios, dual, mente y cuerpo, y sujeto a una realidad causal,
causa y efecto”.

María: “Disculpe licenciada usted habló de Copérnico, Kepler y Galileo,


¿nos puede decir quiénes eran ellos?”

Marynés: “Claro que sí, Copérnico era un científico que anunció que la tierra
daba vueltas alrededor del sol, en lugar de que todo gire alrededor
de la tierra, como se pensaba en ese entonces”.

“Kepler describió que las órbitas de los planetas no son circulares


sino elípticas, que los planetas no se mueven a velocidad
constante, pero en cambio la distancia entre el planeta y el sol es
siempre a la misma en cada rotación y que el tiempo en que un
planeta da una rotación completa aumenta con la distancia
promedio del sol”.

“Galileo demostró en forma irrefutable que la teoría de Copérnico


era cierta, la tierra giraba en torno al sol”.

“Por supuesto, la iglesia se defendió pues para ellos era


importante que se mantenga la teoría de Ptolomeo que
sustentaba su postura creacionista, por ello publicó una lista de
libros prohibidos entre los que se encontraban los libros de
Copérnico y Galileo”.

“El sistema eclesial pasó a ser la palabra de dios y cobró su


primera víctima cuando Giordano Bruno fue enviado a la hoguera
por rehusar adjurar de muchas “herejías” y éstas herejías no eran
otra cosa que descubrimientos científicos”.
Diana: “O sea que los brujos quemados ¿eran científicos?”.

Jorge: “Si, alquimistas, físicos, filósofos, judíos, es decir todos los que se
oponían al mandato de la iglesia católica de esa época, Pero
estas muertes, lejos de silenciar la historia, denunciaron nuevas
verdades”.

Marynés: “En el siglo XVII con las contribuciones de Newton y los


planteamientos cartesianos, la revolución científica inició la
creación de nuevas fronteras y muros, e impuso la supremacía de
la razón sobre todas las cosas hasta dominarlas y justificar por el
poder de su mente la esclavitud de la vida. Estos hechos
facilitaron el auge del paradigma de la razón”.

“Aunque la idea no era nueva, pues en la edad antigua Platón


postulaba la razón como la forma de comprender la realidad,
mientras que Aristóteles postulaba las generalizaciones que
derivaban de la experiencia. En la edad moderna Bacom mostró
que esta oposición es aparente al manifestar que ambas son
imprescindibles para comprender la realidad y hacer ciencia, y
¿qué postula Descartes?

Diana: “Ser o no ser, esa es la cuestión”.

Jaime: “¡No!, ese fue el maestro Sócrates. En realidad lo que dijo


Descartes es el famoso “pienso, luego existo”, a partir de esta
afirmación se convirtió a la mente en algo más digno de confianza
que la materia, y se generó la separación de mente y cuerpo, lo
que se conoce como dualismo cartesiano”.

Marynés: “¡Exacto!, gracias Jaime, después de Bacom y Descartes, Newton


entró a la historia, reduciendo el universo mecanicista cartesiano
de la materia a las tres leyes del movimiento y a la ley de la
gravedad, pero a diferencia de Descartes que se limitaba a la
deducción, Newton insistió en que todas las deducciones, al
margen de lo rigurosas que fuesen, habían de ser confirmadas
por la observación. Esta concepción científica fue la que generó la
idea de certeza y objetividad a partir del reconocimiento de la
causalidad”.

“Estos supuestos dieron sentido a la dinámica tayloriana de


administración, a la estructuración de jerarquías, a modelos
racionales de acción humana, al conductismo, al patriarcado y a
todas las formas de interrelación formal entre las personas. La
física newtoniana y sus principios se aplicó a todos los órdenes
de la vida en especial a la ciencia”.

“¿Alguna vez se preguntaron por qué las investigaciones deben


plantearse frente a la solución de un problema, con hipótesis,
variables dependientes e independientes controlables, resultados
medibles, reproducibles y en tercera persona?”.

“Pues es la lógica cartesiana y newtoniana, que propugna el


encuentro de la realidad (anoto realismo), experiencia (anoto
empirismo) y la razón (anoto racionalismo) en la ciencia que se
plantea como aquel conjunto sistematizado de conocimientos
destinados a resolver un problema en la máquina perfecta que es
el mundo, este conjunto de conocimientos debe ser posible de
cuantificar, reproducir y universalizar. Desde esta lógica la
realidad está acabada, todo efecto responde a una causa, sólo
hay que descubrirla”.

“El cientista descubre los problemas para resolverlos a través de


variables controlables, la resolución de los problemas es decir los
resultados deben ser posibles de universalizarse, lo que le da la
característica de objetividad. Al pertenecer a la comunidad de los
científicos debe probar los paradigmas que su comunidad
propugna, por lo tanto, no es el individuo quien escribe sino una
comunidad representada por ese individuo en los resultados
logrados, por ello lo de la tercera persona”.

“Bien, ¿podemos terminar la clase? ¿No?, ¿no están cansados?


Yo sí, porque hablé como loro y necesito un respiro antes de
entrar al último paradigma. Pero como en anteriores sesiones,
preciso retroalimentación”.

Santiago: “Para mí fue muy interesante, descubrir cómo las propuestas de


Newton, que nosotros lo trabajamos en física, contribuyeron a la
historia y la filosofía y cómo marcó los cambios de paradigma tan
fuertemente”.

Sandra: “Creo que todo fue interesante, pero a mí me impactó saber de


dónde vienen las reglas de investigación y elaboración de tesis.
Creo que muchas veces ni siquiera nuestros docentes en la
universidad nos explican por qué tenemos que seguir esas reglas,
sólo nos piden cumplirlas”.

Carlos: “A mí me parece interesante esto de los paradigmas, cómo se


transforman en macroparadigmas. Pensar que un paradigma
podría comenzar en cualquiera de nosotros y que dialogándolo
con los demás podría hacer que surjan minorías creativas, hasta
que se conviertan en verdades sociales, es sorprendente”.

Marynés: “Me alegra mucho ese ímpetu y creo que se aumentará mañana”.
(Terminamos la sesión)
Emergencia del macro paradigma sinérgico

Marynés: “Buenos días, otra vez bienvenidos al taller. Ayer nos quedamos
en la explicación de la objetividad en el paradigma mecánico
racional que todavía rige nuestras vidas, porque se extendió
desde la edad moderna hasta la edad contemporánea. Hoy,
pasemos al paradigma sinérgico que desde hace bastante tiempo
está emergiendo”.

Hernan: “Es del paradigma del que nos ha hablado ayer y al que, por lo
que veo, se apunta su institución”. (Todos ríen mirando el logo de
la institución)

Marynés: “¿Se nota?

“Los principios físicos newtonianos son los que ahora, en una


época de cambio, empiezan a verse superados por una dinámica
universal que hace explotar en pedazos una visión determinista
del mundo”.

“La segunda ley de termodinámica, la teoría del caos, la teoría de


la relatividad, la nueva teoría de la evolución, la teoría de la física
cuántica, han alterado radicalmente el enfoque que la física
mecánica tiene de la realidad, y aunque este cambio no parece
haber afectado al ciudadano medio o a la mayor parte de los
científicos ya que no han revisado su concepción acerca de la
realidad y de la naturaleza del trabajo científico, está surgiendo
un nuevo paradigma que está trastocando los principios y
supuestos de todas las ciencias sociales al concebir y comprender
la complejidad del fenómenos humano y la necesaria
transdisciplinariedad”.

Laura: “Y ¿nos va a dar todas esas teorías?”.

Marynés: “Siempre y cuando ustedes lo deseen, aunque lo haré de manera


muy concreta. ¿Quieren que les hable de ellas?”.

Todos: ¡Siii!

Marynés: “En 1850, Prescott publica un libro que establece por primera vez
la segunda ley de la Termodinámica y con ello cuestiona la
causalidad y mecanicismo del paradigma racional, introduce el
desequilibrio como explicación de procesos. La segunda Ley de
Termodinámica dice que el mundo físico y químico tiende a
alcanzar un estado máximo de equilibrio, donde el estado
permanente de desequilibrio que constituye la vida es un estado
de constantes aproximaciones hacia la perfección o sea al
equilibrio pleno”.
“¿Qué piensan ustedes?. En este momento, en este aula,
estamos en desequilibro o en equilibrio?”

Javier: “Estamos en pleno desequilibrio, con tanta información que


manejamos estos días!”.
(Ríen)

Marynés: “Cierto Javier estamos en desequilibrio, pues aunque hubiera sido


poca la información que yo les hubiera dado, todo lo que nos
rodea nos está informando, siempre estamos en desequilibrio
tendiendo al equilibrio, no somos seres estáticos, todos y todo
tiende al equilibrio. Esto es reforzado por la teoría del caos,
¿quieren conocerla?”

Todos: ¡Siiiii!

Marynés: “La teoría del caos, sostiene que en los sistemas abiertos alejados
del equilibrio, se produce una inestabilidad progresiva. Con ello
aumenta cada vez más la intensidad de los procesos disipativos.
Señala que todos los seres vivos que conforman el universo son
sistemas abiertos, que viven y desarrollan porque pueden dar y
recibir materia y energía. El hecho de que los sistemas abiertos
dan y reciben energía y materia, los convierte ya no en cosas sino
en procesos, en perpetuos estados de cambio y de búsquedas de
perfección. Con ello se rompe la idea de un mundo estático y
fraccionario”.

Luisa: “¿Esto significa que todo es un caos?”.

Marynés: “Todo está en estado de caos. No hay que tenerle miedo al caos,
pues no se trata de ese desorden negativo y destructor del que
nos hablaban los anteriores paradigmas, sino del movimiento
constante en todo lo que existe. En este mismo momento ¿acaso
sus células no están cambiando, moviéndose, transformándose?,
pues están dando y recibiendo materia y energía, peor aún ¿qué
pasaría si dejaran de cambiar, de moverse y de transformase?”.

Carla: “Moriríamos”.

Marynés: “Cierto, por lo menos a la forma que tenemos ahora para


transformarnos en otra forma. Esto también lo sustenta la nueva
teoría de la evolución, que a diferencia de la clásica, sostiene que
la evolución no es un asunto de individuos adaptándose cada vez
mejor. Lo que importa es la conservación de las características
del organismo y del medio ambiente que permite la adaptación. La
evolución es la cooperación entre todos los sistemas abiertos que
conforman el universo, que se abren a la interacción y logran
niveles cada vez más complejos de autorregulación”.

Hernán: “No entendí esto último”.


Marynés: “Es complejo, pero al mismo tiempo simple, no sólo los llamados
“seres vivos” cambiamos adaptándonos, todo está vivo, todo
cambia, todo evoluciona, todos los sistemas evolucionan, no hay
nada estático. Esto quiere decir que el habernos pensado como
seres superiores respecto a otros seres en el universo por
habernos considerado los más evolucionados no ha sido real. La
autorregulación es el proceso que sigue cada sistema para
actualizarse, por ello los psicólogos humanistas manifiestan que
todos tenemos una tendencia a la actualización”.

Hernán: “Esto quiere decir que las sillas en las que estamos sentados ¿no
son materia, que no están estáticas, que tienen vida, que todo
está moviéndose y cambiando?, ¿por qué no lo vemos?.

Marynés: “Voy a responder tu pregunta a través de las os teorías siguientes.


¿Han escuchado hablar de Einstein y su teoría de la relatividad?,
¿qué propone?”.

Diana: “Que todo es relativo”.

Marynés: “Si, pero ¿por qué?”. (Todos quedan callados)

“La teoría de la relatividad cuestiona los tres grandes postulados


newtonianos que son la existencia del éter, un espacio absoluto y
la división del tiempo, e influye en la conformación de los nuevos
sistemas de coherencia lógica”.

“Manifiesta que tanto el espacio como el tiempo difieren según la


velocidad a la que nos desplazamos en un momento dado. El
tiempo y el espacio son inseparables del observador, por lo tanto,
tiempo, espacio y masa son diferentes para cada uno de nosotros
de acuerdo a nuestros puntos de referencia. Por lo tanto, tu
realidad no es la mía, es más podríamos estar viviendo en este
momento realidades paralelas, en este mismo espacio puede
estarse desarrollando otras vidas, pero como tenemos
velocidades diferentes sería muy difícil percatarnos de ello”.

Marynés: “Y ¿qué saben de la física cuántica?”.


(Silencio absoluto)

“¿Qué están imaginando?”.

Jorge: “Debo ser sincero, para mí la física que usted llamó tradicional
ya era complicada, pues de solo imaginar lo que podrá ser eso de
la física cuántica me asusta, imagino fórmulas y me duele la
cabeza”.

Marynés: “No se asusten, si bien la física cuántica seguramente tiene


muchas y complicadas fórmulas, que a propósito yo no manejo,
tiene un planteamiento muy sencillo: es la física de las
posibilidades. Los físicos cuánticos plantean que existen
alrededor de doscientos millones de bits en lo que conocemos
como realidad, de los que nuestro cerebro apenas procesa dos
mil y que esto se debe a que la realidad es onda y partícula al
mismo tiempo, se hace partícula sólo cuando nosotros dirigimos
nuestra elección de posibilidad hacia ella, por lo tanto, dicen que
solo nosotros y nadie más que nosotros elegimos cómo vivimos, y
cómo queremos vivir”.

“¿Nunca les pasó que cuando más apurados están, parece que
todo complotara contra ustedes y desaparecieran justo ese
momento las movilidades que necesitaban?, o a las mujeres que
se embarazaron ¿no les pasó que parecería que todas las
mujeres de la ciudad decidieron embarazarse con ustedes?, o que
cuándo comienzan a rogar que no hayan problemas, ¿justo estos
se presentan?. Pues los físicos cuánticos dicen que de los
millones de posibilidades que existen en el universo, elegimos
aquellas”.

“Los físicos cuánticos reconocen a dios, pero nos dicen algo muy
fuerte, que el universo en pleno, la energía universal, las
posibilidades infinitas son dios, todo y todos somos parte de dios,
por lo tanto somos corresponsables de todo lo que pasa en este
universo, porque el universo en pleno es dios. Si quieren somos
células de dios y así como nuestras células somos nosotros y
nosotros somos nuestras células, así dios es nosotros y nosotros
somos dios”.

“¿Respondí tu pregunta Hernán?

Hernán: “En realidad sí, pero qué difícil pensar que la materia no es sólida,
que las cosas son porque yo elegí esas posibilidades, porque eso
es lo que nos está diciendo ¿no?”.

Jorge: “Y las piedras, los cerros, las montañas tienen vida?”.

Marynés: “Todo tiene vida porque todo es energía, no se olviden que desde
este planteamiento todo es onda, sólo el momento en que
interactuamos con algo se hace partícula, porque son las
posibilidades que elegimos... la energía se transforma
permanentemente, tiende al equilibrio, pero no se estatiza, no se
aquieta, no muere”.

Jorge: “’¡Desde esta teoría todo lo que dicen los abuelos de que las
piedras, las montañas, las plantas, los animales, todos somos
iguales aunque diferentes, es real!”.

Marynés: “Así es, nuestros ancestros reconocían la cuántica. ¿quieren que


les cuente otra coincidencia?”
Todos: “¡Siii!”.

Marynés: “Dicen los hermanos aymaras, que hoy en día se encuentran cada
vez en mayor reivindicación de su cultura, que cuando se produjo
la invasión a nuestros territorios, los españoles, que venían de
haber vivido en el macroparadigma trascendente y moderno, se
horrorizaron al ver que la gente no se avergonzaba por su
desnudez, ni siquiera por tener relaciones coitales en los mismos
espacios donde se encontraban sus hijos, así que de inmediato
los llamaron salvajes, animales y primitivos”.

“También cuentan que para confirmar si tenían alma les


preguntaron si ellos creían en dios. Dicen nuestros hermanos que
los originarios no comprendían la pregunta, así que los españoles
les explicaron que dios era el creador, el dador de vida, el máximo
amor para la vida de todos los seres humanos. Ante esta
explicación ellos contestaron que sí creían en dios, que dios era
todo, la tierra, las plantas, el aire, el sol, la luna, las montañas,
porque eran los que les daban todo eso que les habían descrito,
que dios era todo. Ante esta respuesta los españoles confirmaron
sus suposiciones y dijeron que eran animales porque no tenían
alma y esto se demostraba porque no creían en dios, sino que
eran politeístas”.

Carla: “Cuando en realidad tenían una filosofía más profunda que la que
en ese momento se tenía”.

Marynés: “Así es, fíjense que ese es un ejemplo de choque de paradigmas.


Cada quien vive su propia realidad y acomoda lo externo a su
propio paradigma”.

Laura: “Es interesante pero me parece muy poco objetivo, no parecería


pertenecer a los lineamientos científicos de los que discutíamos
ayer”.

Marynés: “Es cierto, no parece objetivo desde el anterior paradigma que


propugna la perfección del mundo, la finitud de la realidad, la
experiencia y la razón para explicarla. Pero antes de que se
paralicen en estos paradigmas de los que provenimos la mayor
parte de nosotros me gustaría darles algunos ejemplos más de
cuentistas reconocidos, ¿están de acuerdo?”.

Jaime: “Si, a mí esto me parece fascinante, aunque debo confesar que


me causa un poco de angustia, porque no es lo que comúnmente
vemos”. (Los demás muestran su conformidad con movimientos
de cabeza)

Marynés: “Bueno pongamos la objetividad entre paréntesis como


propugnaba Humberto Maturana, ¿han escuchado hablar de él?.
(Se manifiesta un silencio absoluto)

“Humberto Maturana es reconocido mundialmente por su original


concepción de las condiciones básicas que originaron la vida,
explicando a partir de la realidad física, las realidades sociales y
la razón por la que las explicaciones científicas deben ser puestas
“entre paréntesis”.

“Maturana plantea que todos los sistemas, que están dotados de


significado y que se constituyen en redes de comunicaciones,
están en cambio permanente, así como todos sus subsistemas.
Todo sistema es micro y macro sistema al mismo tiempo, en su
proceso de cambio, pero al mismo tiempo todo sistema tiene su
propia lógica y se procura sus cambios estructurales haciendo uso
del medio sólo aquello necesario para su supervivencia”.

“Esta explicación la transporta al conocimiento de las sociedades,


planteando que el sistema social como el sistema celular,
procurándose sus cambios estructurales desde el mismo sistema,
tomando del medio sólo aquello necesario para su supervivencia.
Puede entrar en interrelación con otro sistema social, pero merced
a la capacidad de confeccionar por sí mismo la modificación y la
adaptación de su estructura; y también porque puede conservar
esta nueva organización”.

“Dice Maturana que los seres humanos como sistemas son


observantes pero al mismo tiempo son representantes de su
macro sistema y por lo tanto observados y que, como tales,
rinden cuenta de la realidad, por tanto hay diversos dominios
explicativos”.

“Si es así, es decir si las realidades están cambiando, nosotros


estamos cambiando biológica y socialmente, no existe algo
realmente objetivo, por ello la objetividad debe ponerse entre
paréntesis”.

“Esta teoría es reforzada por los planteamientos de otros


constructivistas, ¿conocen algo de ellos?”.

Luisa: “Ahí están Piaget, Vigotzky, Ausubel y Freinet ¿no?.

Marynés: “Entre otros. Aunque como es lógico dentro del lineamiento


constructivista cada uno tiene su propia manera de interpretar la
realidad, aunque hay algo común entre ellos que es la idea de que
cada quien construye el conocimiento, que éste no es acabado”.

“Desde el momento que las ciencias sociales introducen en sus


discursos el construccionismo social. Surgen nuevas maneras de
ver la realidad. Ya no se habla de una verdad, se habla de
muchas verdades. La objetividad es cuestionada, es puesta entre
entre paréntesis”. La relatividad marca historia.

“El ideal de objetividad, esto es, el ideal por el cual fuera aceptado
un solo y único dominio explicativo no puede sostenerse. Es
necesario poner entre paréntesis la objetividad, puesto que, de no
hacerlo habría que aceptar la fuente de validación de las
explicaciones y de los conocimientos que proviene de lo que no
depende del observador”.

“Estas afirmaciones echan abajo el criterio de objetividad


científica. Igualmente no existe posibilidad alguna de verificar y
aún menos de refutar teorías. La frecuente incapacidad para
distinguir una percepción de una alucinación no es una limitación
sino una particularidad del sistema. La objetividad no se necesita
para montar una explicación científica”.

“La objetividad puesta entre paréntesis supone una existencia que


se produce mediante las distinciones del observador. Se sigue, de
esta manera, "que la existencia es constitutivamente dependiente
del observador, y que hay tantos dominios de verdades como
dominios de existencia que quien observa puede producir en sus
distinciones".

“Bajo "la objetividad entre paréntesis" cada planteamiento es


igualmente válido y los desacuerdos entre los observadores,
tendrán que resolverse no por el reclamo de un acceso
privilegiado a una realidad independiente, sino mediante la
generación de un sentido común a través de una coexistencia de
aceptación mutua que exige consenso, esto es, un saber común".

“¿Qué les parece?”

Jaime: “Vuelvo a repetir que me parece fascinante, sobre todo para las
ciencias sociales que no eran reconocidas como tales por su
supuesta falta de objetividad. Ahora descubro que la objetividad
sólo es un acuerdo entre personas que coexisten”.

Santiago: “A mí no termina de convencerme, pues aceptar esto es poner en


duda todo, todo aquello que hemos enseñando, todo aquello que
nos ha hecho sentir que hacíamos ciencia. Además poner en
duda todo aquello que está probado y recontra probado en la
realidad, en las investigaciones, en el aula”.

María: “A mí me desconcierta, porque siempre pensé que todo lo que


nosotros podíamos probar a través de nuestros sentidos existía
para todos y eso era objetivo, y ahora resulta que no.

Marynés: “¿Ustedes creen que los extraterrestres existen?”.


Todos: “¡No!- dicen algunos- ¡Si! –dicen otros”-.

Marynés: “¿Por qué no?”.

Ema: “¡Porque nadie los ha visto!...!Porque no existen pruebas


científicas que demuestren su existencia!”.

Marynés: “¿Por qué si?”.

Jorge: “¡Porque mucha gente dice que los ha visto!...!Algunas personas


afirman que incluso han tenido relaciones con ellos y han
engendrado hijos para ellos!”.

Marynés: “¿O sea que su existencia o inexistencia depende de cómo los


percibamos los seres humanos?” (Ríen)

Marynés: “¿Cómo imaginan a los extraterrestres?”.

Javier: “¡Como ET!... ¡Con cabeza muy grande y cuerpo pequeño!”

Marynés: “¿Casi como humanos deformes?.

Todos: “¡Siiií!” (Ríen)

Marynés: “Se han preguntado ¿qué o quién nos hizo creer que en un
universo tan inmenso y de posibilidades infinitas somos la única
posibilidad de vida?, ¿qué o quién nos hizo creer que somos la
única posibilidad de inteligencia en este universo?, ¿qué o quién
nos hizo creer que somos los únicos seres espirituales?, ¿qué o
quién nos hizo creer que somos perfectos?”.

Gisell: “¡La evidencia científica!... ¡La tecnología!... ¡Los espacios


educativos!... ¡Las religiones!... ¡Los maestros!”.

Marynés: “Pues creo que nos han hecho un flaco favor, ¡han limitado
nuestras infinitas posibilidades como microsistemas y como
macrosistemas!... han paralizado nuestros paradigmas!”.

María: “Y ¿los científicos?”.

Marynés: “Raras veces los científicos ponen en tela de juicio la suposición


de que la realidad existe independientemente del observador.
Cuando lo hacen, deben correr el riesgo de ser etiquetados de
excéntricos, sin embargo cada vez mayor número de estudiosos y
científicos célebres se sienten tanto intelectual como
emocionalmente obligados a correr este riesgo”.

Diana: “¿Construimos la realidad?”.


Marynés: “Los constructivistas afirman que construimos la realidad en lugar
de descubrirla y que nos engañamos al dividir el mundo en dos
realidades, el mundo subjetivo de nuestra experiencia y el llamado
mundo objetivo de la realidad, y al afirmar luego que nuestro
entendimiento está basado en la adecuación de nuestra
experiencia a un mundo que suponemos existe independiente de
nosotros”.

Jorge: “Y ¿todos estos planteamientos se están dando en nuestros


días?, ¿dónde estaban que yo no me enteré?. Es más ¿que
nuestros propios profesores de la universidad no se enteraron?”.

Marynés: “Bueno, decir que se está dando en nuestros días sería reducir la
construcción del nuevo paradigma a muy poco tiempo. Deben
pensar que este ha comenzado a surgir desde hace mucho
tiempo, más de un siglo diría yo, pero recién nos estamos
animando a escuchar a sus autores, a formar parte de las
minorías creativas”.

“Estamos viviendo tiempos de cambio. Un paradigma está en


decadencia, otro está surgiendo. Las épocas de cambio generan
crisis, dolor, angustia, incertidumbre, pues cada vez hay más
preguntas que respuestas. Aquellos que sustentaron el paradigma
racional se aferran a él. Aquellos que proponen el paradigma
sinérgico asumen posturas desafiantes”.

“Como ha sucedido antes, los nuevos paradigmas son fisuras que


rompen lo que se suponía sólido y eso molesta, porque además
los paradigmas surgen de los grupos marginados. Por ejemplo, no
se percataron de que en Bolivia, en uno de los países más
“subdesarrollados”, ¿están emergiendo nuevos paradigmas?,
¿que se están planteando otras respuestas desde las culturas
originarias?, que aquello que era de ignorantes o de locos ¿está
cobrando una importancia inusitada?, ¿que lo metafísico se está
haciendo ciencia? ¿Hay que pensarlo no?”.

Carla: “No sé si alegrarme o asustarme”.

Marynés: “Esa es una de las manifestaciones de la crisis. Pero alégrate,


porque las crisis son fuente de desarrollo, del que finalmente
dialogaremos mañana”.

También podría gustarte