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Hay palabras que solo se componen de base, son las palabras simples. Ej: feliz.
Las que se componen de dos bases, se llaman compuestas. Ej.: lavarropa.
Las bases pueden ser libres y ligadas. Libres son las que pueden aparecer sin afijos. Ej.:
cóndor, césped, examen. Las bases ligadas son las que necesitan de un afijo: negr(o),
tí(o), nen(a).
Todo sufijo necesita una base, pero las bases pueden tener o no afijos.
Los sufijos pueden ser:
Derivativos: que son los que forman las familias de palabras, por ejemplo de casa:
casita, casero, caserón, casita, casucha, etc.
Los sufijos derivativos añaden algún matiz significativo a la base, por ej. Cas(ucha)
tiene sentido despectivo.
Los sufijos derivativos pueden ser:
Homogéneos, cuando al agregarse no cambian la clase de palabra. Ej: casa (sustantivo)-
cas(ita) sustantivo; amarillo (adjetivo)- amarillento (adjetivo).
Heterogéneos: cuando cambian la clase de palabra. Ej: zapato (sust.) – zapatear (verbo);
gloria (sust) glorioso (adjetivo).
Flexionales: son los accidentes gramaticales, en los verbos modo, tiempo, persona y
número y en los sustantivos y adjetivos, el género y el número.
Todo sufijo necesita una base, pero las bases pueden tener o no afijos. Ej: el sufijo ero
necesita una base: tint/ero. La palabra sol puede existir sin afijos o tenerlos (sol-
soleado).
Nuestra postura es considerar como morfema tanto la base como los prefijos o sufijos.
Algunos autores llaman semantema a las bases y a los sufijos morfemas. Ej: ilusión
(semantema) + es (morfema).