Está en la página 1de 12

“Y cada uno meta la mano en su pecho y

no se ponga a juzgar lo blanco por negro y


lo negro por blanco, que cada uno es como
Dios le hizo, y aun peor muchas veces.”
Instituto Superior de Formación Docente N°60.

Fecha 03-07-2018

Teorías Sociopolíticas de la Educación

• Profesorado en Educación Primaria.

• Profesora: María Marcela Rey.

• Consigna: Primer parcial domiciliario.

• Alumnas: Inés D’Orsi Justine, Alexandra Campos y Cuadrado, Ximena Soledad.

3
Desandando la ciencia

Construir un texto, que sea producto del análisis de estos interrogantes y otras preguntas que
surjan en el ejercicio de hacerlo.

¿Cómo sería pensar la ciencia como límite y los límites de la ciencia? ¿Por qué al hacerlo
estaríamos desandándola?

Para empezar a desandar, podríamos pensar en la afirmación de Ortega y Gasset, citada por
Malana Lasala: “una doctrina es una serie de proposiciones. Las proposiciones son frases (…)
oímos o leemos la frase, pero lo que entendemos, si entendemos, es su sentido (…). Ahora bien,
es un error suponer que la frase “tiene su sentido” en absoluto, abstrayendo de cuándo y por
quién fue dicha o escrita (…) la situación real desde la que se habla o escribe es el sentido general
de toda expresión. El lenguaje actúa siempre referido a ella, la implica y la reclama. (…) no hay
pues ideas eternas.” (Lasala, 1991, pág. 17)

Y no solo para empezar, podríamos acompañar esta afirmación durante todo el pensamiento…

¿Por qué este movimiento que intenta desandar la ciencia debe vencer el obstáculo
epistemológico positivista? ¿En qué sentido Gastón Bachelard acompaña esta tracción del
pensar para forzar la deriva? ¿Cómo sería ir al límite más fuerte de todo saber, incluida la ciencia
misma? ¿Cómo podríamos en este ejercicio del pensar, desde ese lugar, descomponer sus
tramas en un entramado histórico especifico?

Algunas cuestiones a tener en cuenta;

Consignar título y citas bibliográficas.

Presentar coherencia y consistencia.

Responder analíticamente a los interrogantes enunciados.

Abrir nuevos interrogantes.

Enmarcados en el ejercicio arqueológico del saber, presentar un ejemplo que permita


evidenciarlo.

4
“En la lengua consisten los mayores daños de la vida humana.”
— Miguel de Cervantes Saavedra

5
Corcel. Centauro. Pura sangre. Tobiano. Caballo. Bayo. Tornado. Petizo. Bragado. Andaluz.
Potro. Yegua. Bucéfalo. Potranca. Unicornio. Marco Aurelio. Teinvitounacopa. Yeguarizo.
Pegaso. Acaballo. Doma. Fusta. Bozal. Freno. Pato. Rocinante. Espuelas. Recado. Resabiado.
Jinete. Monta. Etología. Ecuestre. Equus. Ajedrez. Zuri. Semental. Hipódromo. Equitación.
Sulqui. Equinoterapia. Clina. Babieca. Torrecillas. Quirón. Polo. Caballería. Jineteada.
Animalística. Laguna. Picazo. Zaina. Menorquín. Carruaje. Juancito. Hyracotherium. Molina
Campos.

"En efecto, todo hombre que no acepte las condiciones de la vida vende su alma. Es fácil
comprender la relación que existe entre las creencias satánicas de los poetas y las criaturas
vivas que se han consagrado a los excitantes. El hombre ha querido ser dios y, de pronto, ahí lo
tenemos, en virtud de una moral incontrolable, caído a un nivel más bajo que el de su
naturaleza real. Es un alma que se vende al detall."

"Los paraísos artificiales" - Charles Baudelaire

Una lista de palabras de universos paralelos contenidos en un mismo planeta. Palabras que
pueden clasificarse utilizando formas diversas según sean los criterios establecidos. Unidos en
esta introducción por asociarlos al caballo, nuestro objeto de estudio para este trabajo. Por
Ejemplo: Rocinante, Quirón, Babieca, Bucéfalo y Tornado son nombre de algunos de los caballos
de los personajes principales heredados de la literatura. Marco Aurelio, Molina Campos forman
parte del arte ecuestre.

¿Es posible trazar un límite1 que nos permita aprehender el objeto estudiado, utilizando todas
esas palabras que lo nombran? ¿Todas las palabras hablan del mismo caballo? ¿Qué nos dicen
al intentar definirlo? Es más ¿Podemos definirlo? ¿Existen límites en el lenguaje que lo nombra?
¿Cómo se establecen? ¿Es posible pensar una clasificación por fuera de todas las clasificaciones?
¿O es preciso pensar el mismo lenguaje como límite?

1
En tendiendo que “El concepto de limite remite a aquello que configura el saber, a una forma que se
constituye por “limitación”, es decir, por todos los elementos que necesita excluir y dejar fuera de ella
para poder ser esa forma y no otra, para poder quedar “de-limitada” en lo que es.” (Lasala, 1991, pág.
16) 1 O es preciso pensar al mismo lenguaje como límite a la hora de estudiar lo que sabemos sobre la
“cosa”, “La cosa no es el inventario de lo que ocurre (…) La cosa es la materialidad sensible de los
cuerpos (…), de sus mutaciones, de sus bifurcaciones, de sus efectos.” (Duschatzky, mazo 2017, pág. 68)
Política de la escucha en la escuela.

6
Si hurgamos en la etimología de la palabra caballo encontraremos que viene del latín “caballus”;
que viene del griego “καβαλλης” (kaballēs) y del búlgaro antiguo “kobyla”2. Esta designación
refiere al caballo en general, ya sea que se trate del caballo ordinario de tiro y de labor, bien
diferente del caballo de monta y de la guerra, así como también a un semental cuyas
características son ideales para la reproducción, al caballo pura sangre valioso por su velocidad
y producto del cruce de tres sementales de diferentes países o al caballo castrado. Otros autores
sostienen que “quien dice caballo, dice caballos, asnos y cebras”. Para explicar que los caballos,
en los inicios, tenían dedos en lugar de vaso, tal cual lo conocemos hoy, se remontan a principios
de la Edad Terciaria, donde existía un pequeño animal omnívoro denominado Hyracotherium
con características corporales similares a las de un perro mediano actual, “tenía cuatro patas (…)
que disponían de cuatro dedos (…) en las patas delanteras, y tres dedos (…) en las patas traseras,
siendo considerado por los científicos el primero en la línea evolutiva de los équidos.”3 Estos
animales para incrementar la velocidad que les permitiría sobrevivir a sus depredadores
evolucionaron hasta llegar al caballo como hoy lo conocemos. Como afirma Gaston Bachelard
“¡En una misma época, bajo una misma palabra, hay conceptos tan diferentes!” (Bachelard,
2013, pág. 20), es decir, se utiliza la misma palabra (designación) con diferentes explicaciones.

Por tanto, ¿Cómo hacemos para no caer en la trampa del lenguaje? ¿Qué decimos cuando
decimos caballo? ¿Cómo develar los obstáculos que nos hacen vislumbrar el objeto? ¿Es
posible?

Si entendemos que las cosas que están frente a nosotros “lo está porque existe en una
experiencia previa. Es esta experiencia la que produce la idea y la percepción (…) son objetos
que recordamos, que existen en la memoria (…) son pues representaciones.” (Castrillioni, pág.
33). ¿Qué esconde la representación del caballo? ¿Qué existe del caballo por fuera de su
representación? ¿Por qué no puede el lenguaje apresarlo? Si pensamos que caballo y
representación son ante todo una palabras, ¿Es posible pensarlos por fuera del texto?

Como vemos no es secreto que el mundo deviene, que las especies evolucionan y las ideas
cambian, hecho agravado en la actualidad por la acción desmedida del hombre sobre el medio
que conllevan profundas y aceleradas trasformaciones. Los usos, las costumbres, los códigos y
las representaciones que los diferentes contextos les asignan a los caballos a lo largo de la
historia de la humanidad han ido variando sustancialmente. Michel Foucault señala que “los
códigos fundamentales de una cultura -los que rigen su lenguaje, sus esquemas perceptivos, sus

2
https://es.wikipedia.org/wiki/Equus_ferus_caballus
3
http://ireneu.blogspot.com/2015/07/caballos-dedo-pata-evolucion.html

7
cambios, sus técnicas, sus valores, la jerarquía de sus prácticas- fijan de antemano para cada
hombre los órdenes empíricos con los cuales tendrá algo que ver y dentro de los que se
reconoce” (Foucatl, 2002, pág. 13) En el texto “Las palabras y las cosas” utiliza el concepto de
episteme que define “esa zona de la cultura que al ser analizada, nos coloca ante el hecho bruto
de que hay un orden, de que toda cultura es un orden y que el orden particular de cada cultura
no es ni el mejor ni el único posible.” (Lasala, 1991, pág. 56) Esta episteme conforma para el
filósofo “un a priori de carácter histórico (…) este saber se gesta en el trasfondo de una cultura
(…) que permite revelar y reconstruir su orden secreto, es a priori, independiente y estructurante
de toda forma de experiencia. Por otro lado no es –como afirma Kant- una estructura universal
y necesaria, sino que, inmerso en el devenir como la misma cultura, está sujeto a las
contingencias de la historia. Pero, justo en este punto, en la manera en que Foucault comprende
el nivel arqueológico (llamara arqueología al método capaz de desenterrar el espacio donde se
gesta el saber) de la historia (…) Los cambios de la episteme tiene por el contrario carácter de
acontecimiento, aberturas profundas, dice Foucault en las capas de las continuidades.” (Lasala,
1991, pág. 57) De esta forma la episteme constituye una “configuración” o “disposición general”
del saber qué hace posible que los distintos saberes se alojen, se dispongan y correlacionen en
una red de fuerte trama, en un espacio sin fisuras. La episteme funciona así como una doble
condición de posibilidad.” (Lasala, 1991, pág. 57) En primer lugar, “si los saberes explícitos de
una época se vinculan con los lazos de necesidad, es porque existe esa red “cerrada” que liga y
aloja secretamente los elementos con los que aquellos pueden reconstruir el lado menos visible
de sus parentescos.” (Lasala, 1991, pág. 57) En segundo lugar, es esta misma red la que hace
posible los dominios u objetos de saber, configura ese saber. Según el análisis arqueológico de
este autor las prácticas sociales no pueden entenderse sin el poder que les es inmanentes en un
entramado social que implica una relación circular entre los términos poder-saber-verdad.
Entonces cómo pensar las condiciones de posibilidad que constituyen al mismo tiempo
condiciones de imposibilidad a la hora de construir conocimiento ¿Qué tienen en común el
caballo, el del guerrero, el caballo de la caballería, el caballo utilizado en las labores agrarias, el
caballo como trasporte no solo, el caballo del cartero, si no el caballo del acarreo de sus
producciones, el caballo de los diferentes deportes y de las expresiones artísticas en todas sus
formas? ¿Y sus lenguajes?

Difícil es saberlo, lo cierto es que desde estas líneas podríamos asegurar que Quirón tendría
mucho más en común con el resto de los centauros de su época, aun de naturaleza opuesta, que
cualquiera de los centauros que podrían imaginar las subjetividades actuales. ¿Qué es lo que el
lenguaje no logra abarcar de la materialidad sensible de los cuerpos? ¿Cuáles de sus mutaciones,

8
de sus bifurcaciones, de sus efectos escaparon al “saber” por su incapacidad de crear los
modelos necesarios para visualizarlos, para volverlos inteligibles? ¿Qué es ser caballo hoy?
¿Cuáles son las posibilidades de ser caballo en nuestra sociedad? ¿Y las imposibilidades que se
ocultan en nuestra trama? ¿Cómo se desarrollan las “desterritorializaciones”4 en cada proceso?

Aunque resulte complejo dar respuesta a estos cuestionamientos podemos señalar en primer
lugar, como continuidad histórica la vinculación del hombre con estos animales, establecida ante
la necesidad de domesticación del humano para la conversión de estos ejemplares en objetos
utilitarios en la realización de diferentes fines, y que a su vez, en el afán que el hombre profesa
al todo nombrar constituye al caballo con la acción del lenguaje sobre él, quien sumergido en el
mismo juego lo forja constituyendo un tipo de hombre, de sociedad, una forma específica de
sensibilidad humana, es decir el caballo su lenguaje corporal, su naturaleza no reciben
pasivamente las palabras, sino por el contrario interpela al hombre produciendo nuevas formas
de percibir el mundo.

Ambos interactúan, aman, sufren, gozan llevan al límite las posibilidades, transitan los
contornos, los márgenes delimitados por la imposibilidad, habitan los confines y constituyen un
vínculo que destierra toda enunciación definitiva.

En segundo lugar, nos proponemos exponer roturas en la continuidad histórica, buscar indicios
de intersticios que nos permitan captar movimientos, mutaciones en las sensibilidades. Félix
Guattari en su libro “Líneas de Fuga” afirma que mientras comienza a aparecer la figura del niño
otra concepción de hombre aflora también “a medida que se ha desterritorializado el
sentimiento caballeresco del amor –idealización de la Dama-, perdió su consistencia cierta
economía de los valores aristotélicos tradicionales. Don Quijote y los héroes cornelianos
participan del mismo combate de retaguardia, mientras que cierto puerilismo de los personajes
racinianos anuncia la supremacía de la sensibilidad burguesa. En efecto, tras el ascenso de la
Dama en las novelas de la caballería y de las novelas corteses, es el niño quien, a partir del XVII,
llega delante de la escena.” (Guattari, 2014, pág. 47). En esta época de profundos conflictos en
general, un periodo de transformaciones demasiado sorprendentes para la mayor parte de los
hombres de la época, se da un cambio radical en los nuevos sistemas e ideas que incluye las
mutaciones de la sensibilidad y El Quijote devela la capacidad para luchar y sufrir de los
aprisionados en la dualidad conflictiva de la época entre el concepto renacentista del hombre y

4
“(…) el territorio no es algo cerrado, es más bien un vector que se mueve, por lo que continuamente
hay en movimiento de desterritorialización y reterritorialización (…) el territorio es un vector de salida
del territorio. El territorio es devenir, se deja invadir o invade, se puebla, se desertiza.” El deseo según
Giles Deleuze. Maite Larrauri/Max. Pág. 34.

9
de la vida, revelándose contra los límites de las posibilidades humanas. Al mismo tiempo que
Cervantes parodia las novelas de caballería utilizando en primer lugar la figura de Rocinante, la
antítesis del ideal de la época a la hora de describir los caballos. Don Quijote visibiliza, al apostar
a la sensibilidad infantil con el recuerdo del juego del niño que guarda, la diferencia en el
raciocinio existente entre niños-adulto, acompañando o inaugurando quizás el proceso histórico
en el que el niño deja de ser pensado como un adulto pequeño. Describe en sus recuerdos de
infancia los rasgos característicos de la subjetividad del niño. Por otra parte, la lu que emprende
Don Quijote de la Mancha se ubica entre el amor o el honor, lo que produce una nueva
repercusión en la imagen de la Mujer. En nuestra lectura esta obra literaria muestra nuevos
mundos posibles y deja una huella en las sensibilidades que consagra un amor idealizado que
condiciona las relaciones amorosas aun en la actualidad, como dice Darío Sztajnszrajber para
explicar que es el amor una zona angustiosa de imposibilidad, ya que el otro no es más que un
ideal inalcanzable, “el amor es una Quijoteada”5 el amor falas, el amor ideal, el modelo ideal de
pareja. Es decir que existen dispositivos preexistentes que establecen de antemano qué es el
amor.

Cabe preguntarse ¿Qué aspectos de la subjetividad de Cervantes han sido forjados en la


representación del animal? ¿Qué une a Don Quijote con Rocinante? ¿Cuál es la particularidad
de ese vínculo? ¿Cómo fue forjado? Leyendo la obra como una crítica a las novelas de caballería,
¿Cuál es el confín de la posibilidad, es decir la imposibilidad que lo hace posible? “Levantóse en
esto Don Quijote (...), asió con la otra las riendas de Rocinante, que nunca se había movido de
junto a su amo —tal era de leal y bien acondicionado- ”6 ¿Es realmente Rocinante el último
caballo de la Edad Media como sostiene Ramón González-Alegre7? ¿Qué rasgos de la idealización
de Don Quijote para con Rocinante definen las nuevas posibilidades de ser caballo? ¿Cuáles son
las razones que llevan al Quijote a creer que la aventura es dejar la elección del camino en los
deseos de Rocinante? ¿Cómo representa Cervantes al caballo, ya que no solo es su compañero
de aventura, es mucho más que eso, es su adyuvante lo apoya en ocasiones y otras lo desafía?
¿Cuál es la naturaleza del vínculo Quijote- Rocinante? ¿Cómo develar la red en la que se gesta
el trasfondo en el que se crea este vínculo?

En el libro “El Principito” publicado por primera vez en 1943, el zorro le explica al niño que no
puede acercase a él porque aún no ha sido domesticado, el pequeño no sabe a qué refiere el
término, luego de gran insistencia el animal expresa, “(…) Todavía no eres para mí más que un

5
https://www.youtube.com/watch?v=E-cU3FnazcA
6
Miguel de Cervantes. Don Quijote de la Mancha.
7
Construcción, función y significación de Rocinante. Christian Andrès. Universidad de Picardie, Amiens

10
niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti
más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domésticas, tendremos necesidad
uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...” (Exupéry,
2015, pág. 63) Lucy Rees expresa en su libro “La lógica del caballo” que la palabra “doma” viene
del latín domus, casa: domar, significa domesticar, hacerlo casero, fácil a nuestra mano.” (Rees,
2013, pág. 12) Para la teórica de la “Doma natural” hay tres componentes que interaccionan en
la doma, “la creación de una de una relación con el caballo confiado y que coopere; la enseñanza
de respuestas concretas a las señales que damos, y el fortalecer al animal para que lleve nuestro
eso con facilidad (…)” (Rees, 2013, pág. 12) Rees sostiene el elemento fundamental es el
primero, es decir, la relación con el animal, el vínculo cuyo pilar fundamental es el logro de la
confianza del animal es su domador. Pero ¿Cómo alcanzarla? ¿En qué se basa? Según su texto,
menciona que la doma tradicional, aunque dio buenos resultados durante mucho tiempo,
contiene “muchas técnicas ignoran la naturaleza del caballo de tal forma que necesitan muchas
manos, muchas experiencia y muchos años de formación para producir esos resultados. Y son
pocos los que tienen buenos resultados.” (Rees, 2013, pág. 10) Ella práctica una nueva forma de
vinculo sustentada en entender lo que es el caballo además de comprender lo que implica su
doma. Afirma que no es el caballo quien tiene la responsabilidad de los resultados.

En su libro “El trabajo del alma”8 Franco Bifo sostiene que “el tiempo de la valorización debe
imponerse a la temporalidad singular de la naturaleza, de los cuerpos de las experiencias, de las
vivencias, de los deseos. Todo el trabajo teórico desarrollado por Foucault alrededor del tema
del disciplinamiento moderno, en última instancia gira en tono a un discurso de la imposición
de un tiempo objetivo sobre la pluralidad de las temporalidades singulares” (Bifo, 2016, pág. 62)
en estas claves como se abrir un análisis que ponga en relación el tiempo humano con la
temporalidad animal, más aun con el tiempo singular de cada caballo. ¿Cómo experimentan el
tiempo los caballos? ¿Cuál es la naturaleza perceptiva del tiempo? ¿Cómo pensar la evolución
de la misma en su eterno vínculo con el hombre? ¿Cuál es el lugar del saber científico en este
cruce? ¿Y el resto de los saberes? ¿Qué implica pensar la autonomía de las temporalidades
moleculares del caballo respecto del tiempo modular impuesto por lo humano y viceversa?
¿Cómo pensarlo en términos rizomáticos en el que ambas especies resultan potenciadas en el
intercambio? ¿Qué pueden los cuerpos tanto del hombre como del animal potenciados en esta
ligazón indisociable? ¿Cómo medir estas fuerzas? ¿Cuánto una es consecuente con la otra? ¿Será

8
El trabajo del alma. Franco Berrardi Bifo. Crece casa editora, Bueno Aires, Abril 2016.

11
que ambas especies han incrementado su “potencia de vida” a lo largo de la historia producto
del intercambio de esta unión?

Aunque si pensamos en la respuesta del principito al zorro, cuando expreso “(…) - Comienzo a
entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...” (Exupéry, 2015,
pág. 63) parece ser que todo se e trata de sembrar de cuestionamientos los límites de lo posible
o acaso hay una sola respuesta a la pregunta por la identidad de estos animales ¿Qué es un
caballo hoy? Hay una sola forma de ser caballo? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Cómo sabes que puede
un caballo hoy? ¿Qué lugar ocupa la sensibilidad del caballo en la construcción del vínculo
afectivo entre domador y domado? ¿Qué cambio después de Don Quijote y Rocinante? ¿Qué
seria del caballo sin el vínculo con lo humano? ¿Qué componentes forjan la subjetividad del
caballo para lo competición o lo lúdico? ¿No será el caballo quien doma al hombre? ¿Cómo
pensar este vínculo que no puede disolver el progreso, ni la ciencia, esta admiración y respeto
mutuo? ¿Qué serian uno sin el otro? ¿A qué juegan los caballos con nosotros?

12
13

También podría gustarte